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1. Propósito de los proyectos

1.1 Generación de energía
1.2 Uso consuntivo

No existe un criterio uniforme dentro de la ACRB que permita definir el propósito prioritario o genético de un proyecto particular. Como se ha visto a lo largo de las exposiciones anteriores, existen varias subregiones cuyas perspectivas de desarrollo, necesidades, demandas y recursos son muy diferentes. En ellas existen diversos grados de desequilibrio entre demandas y recursos naturales disponibles.

Al estudiarse un planeamiento a nivel regional, del aprovechamiento de los recursos disponibles, deben analizarse las características particulares de las diferentes zonas o subregiones. En esa forma será posible reconocer ciertos fines prioritarios a los proyectos identificados, como característicos de cada zona analizada.

El criterio de diseño de cada proyecto está condicionado en primer término por su propósito principal y en grado decreciente por los demás propósitos. La evaluación debe considerar los hechos y factores implícitos. Se efectúa aquí un análisis de los propósitos en relación con las diferentes zonas caracterizadas.

1.1 Generación de energía

Dentro del conjunto de proyectos estudiados en la ACRB puede reconocerse una serie de ellos que deben admitir como propósito prioritario o genético el de producir energía eléctrica. Tienen en común que se encuentran ubicados sobre los cursos principales de la subcuenca Tarija-Bermejo. Como se ha indicado en capítulos anteriores, las características hidrológicas, topográficas y geológicas encontradas en los tramos aprovechables de esta subcuenca las hacen aptas para este fin; sin embargo, los principales centros de consumo de energía y de demanda de agua para poblaciones e industrias en la ACRB, no se ubican dentro del área geográfica de esta subcuenca.

La energía eléctrica es un bien transmisible a distancia a costos relativos bajos, lo que hace factible el aprovechamiento de las facilidades naturales de que está dotada el área. Por el contrario, el agua en sí misma no es un bien transportable económicamente; tampoco podría ser usada en las subregiones Tarija y Frontera por falta de áreas suficientes de suelos aptos para riego. El total de estas áreas, tanto en sector boliviano como argentino, no supera las 55000 hectáreas y la mayor parte de ellas pueden ser regadas con los aportes naturales de los ríos sin necesidad de obras de regulación. Comentarios similares pueden aplicarse a los suministros de agua para poblaciones e industrias. Entonces, de una manera general, puede decirse que las demandas actuales y esperadas de agua para usos consuntivos en el horizonte de estudio y sobre los ríos principales de la subcuenca Tarija - Bermejo, no superan en ningún caso sus recursos naturales garantidos.

En base a ello, la creación de embalses artificiales de regulación, con su consecuente incremento de caudales garantidos, permitirá en primer lugar la instalación de centrales hidroeléctricas y aumentará las posibilidades de utilización del recurso en la llanura chaqueña de Salta y en general en la cuenca baja del río Bermejo. Teóricamente podrían implementarse importantes obras de riego en esta cuenca baja, así como instalarse áreas industriales y poblaciones. En la actualidad no son utilizados en esta zona ni aun los aportes naturales (sin regular) del río, lo cual ubica a aquélla posibilidad en el plazo no inmediato.

Finalmente debe indicarse que la construcción de embalses de regulación en tramos de los ríos Tarija y Bermejo y en sus afluentes, permitirá el control del transporte del caudal sólido de estos ríos hacia aguas abajo y en particular hacia los ríos Paraguay y Paraná, cuyos canales navegables requieren esfuerzos permanentes de dragado para asegurar el tráfico fluvial. Esta función de control del aporte sólido adquiere significación si se considera la magnitud de la erosión hídrica en la subcuenca y el volumen de sedimentos generados, que ubica al río Bermejo no sólo con una participación mayoritaria en los embancamientos de vías navegables que deben mantenerse expeditas, sino también en un nivel elevado dentro de procesos similares en el mundo.

Este último objetivo de los proyectos es secundario, pero sus implicancias económicas son de importancia, aun cuando el beneficio debe ubicarse en el contexto nacional y no en el regional de la Cuenca.

Establecido lo precedente, queda debidamente aclarado que en las presas situadas sobre los ríos principales de la subcuenca Tarija - Bermejo, por lo menos en el futuro relevante, la operación de los embalses quedará supeditada a la generación de energía. Se exceptúa el proyecto de Santa Rosa que, a pesar de estar ubicado en esta subcuenca (río Colorado) está destinado a uso consuntivo y las características del río no lo permiten ubicar en la categoría anterior.

Además, considerando que los proyectos de riego y consecuentes abastecimientos de agua deberán encararse en el plazo mediato, la toma de decisión sobre la viabilidad económica de los proyectos estudiados deberá analizarse sobre índices de evaluación, "con y sin" los beneficios derivados de los regadíos factibles.

1.2 Uso consuntivo

Los proyectos estudiados en la subcuenca Grande - San Francisco reconocen orígenes y propósitos totalmente diferentes.

La subcuenca, desde el punto de vista hídrico, es más pobre que la anterior y presenta una concentración acentuada de poblaciones, industrias y áreas de riego bajo operación, que agotan las posibilidades dadas por los aportes naturales de los ríos. Teniendo en cuenta además que tal concentración de recursos humanos genera usos consuntivos de agua que en lugar de atenuarse de acuerdo con los planes en vigencia se acentuarán significativamente en el plazo del estudio, cabe concluir que el incremento de los aportes hídricos por vía de la regulación de los cursos de agua, se presenta como solución ineludible ya en el corto plazo.

Si bien la provisión de energía eléctrica puede asegurarse con el desarrollo de los aprovechamientos hidroeléctricos de la subcuenca superior, con la instalación de centrales térmicas o con la interconexión nacional, el abastecimiento de agua requiere fuentes inmediatas. De esta manera puede inferirse como premisa que los aprovechamientos hidráulicos previsibles en la subcuenca Grande - San Francisco deben reconocer como propósito prioritario el asegurar ordenadamente el abastecimiento para los usos consuntivos de las poblaciones, industrias y el riego, tanto actuales como previstos en el horizonte del Estudio. La operación de los embalses está supeditada a las demandas de aquellos sectores.

En tales condiciones, cuando sea preciso atender la demanda energética, las centrales podrían ser instaladas a pie de presa (o por conducciones) en los embalses de regulación que puedan ser implementados y operados de acuerdo con el programa de aquellas descargas y, por lo tanto, con garantía de servicio limitada y energía de bajo valor económico. También podrían ser abastecidas con equipos reversibles, que actúen como centrales de acumulación por bombeo o complementadas con los embalses de compensación o regulación aguas abajo, necesarios para incrementar la energía firme, siempre que se cargue a la obra el costo asociado correspondiente.

Respecto de los propósitos prioritarios que representan usos consuntivos (agua potable, industrial y riego) corresponde hacer una distinción y una subzonificación.

En el cuadrángulo del Polo de Desarrollo del sector argentino, cabe anticipar una concentración industrial y humana de gran significación. El área es contigua a un tramo del río Grande, que tiene un aporte anual significativo, pero no acusa una pendiente fuerte y no atraviesa valles con expansión provistos de cierres o "angostos" adecuados para fundar proyectos de embalse frontales de importancia económica. Por otra parte, los menguados aportes naturales en el estiaje se encuentran totalmente comprometidos por la infraestructura de producción existente.

En esta área, en consecuencia, sólo cabe atender las demandas futuras con embalses artificiales extra cauce o mediante el aprovechamiento de los recursos de otros ríos menores, afluentes del Grande, con posibilidades muy limitadas en cuanto a volúmenes de reserva.

Dentro del Polo de Desarrollo fluye también el río Mojotoro, cuyos caudales mínimos garantidos ya se encuentran totalmente comprometidos por las obras de riego, Su mayor aprovechamiento está también condicionado a obras de regulación.

En otro orden de cosas, el propósito de alcanzar los objetivos nacionales y regionales de desarrollo económico, traducidos numéricamente en prefijadas tasas acumulativas de crecimiento anual, se basa, tal como ya se ha explicado, en la implementación de una capacidad industrial productiva muy importante, afincada dentro de los límites geográficos del Polo. La demanda de agua industrial asociada será muy significativa y crecerá vertiginosamente. Parece lógico admitir que dentro de las restricciones en la oferta de agua, los suministros a las poblaciones urbanas y los abastecimientos a las industrias, en ese orden, tendrán prioridad, sobre todo teniendo en cuenta que los elevados porcentajes de retorno de aguas servidas permitirán la habilitación de sistemas de riego en otras áreas aguas abajo con suelos aptos.

En consecuencia, dentro del Polo de Desarrollo, se considerarán los siguientes propósitos para los proyectos de aprovechamiento hídrico y en el orden prioritario señalado:

1°) Abastecimiento de poblaciones
2°) Suministro de agua industrial
3°) Riego
4°) Generación de energía eléctrica

En otras áreas de la subcuenca desaparecen las circunstancias particulares anotadas. En la Quebrada de Humahuaca, la demanda más sentida es lograr un abastecimiento a niveles modernos de eficiencia, para asegurar el afincamiento humano y garantir las necesidades de confort compatibles con el desarrollo esperado del turismo. Como propósito secundario se presenta el riego aplicado al cultivo de frutas y hortalizas para consumo local o a la forestación.

Teniendo en cuenta las condiciones hidrológicas del tramo superior del río Grande, el aprovechamiento energético en la zona debe ser descartado.

Con respecto a la cuenca del río San Francisco, con su afluente Lavayén, que corresponde nominalmente con la subregión El Ramal, habida cuenta de la demanda intensa de agua para usos consuntivos - en particular riego - los propósitos prioritarios de los proyectos se ordenarán en la siguiente forma:

1°) Abastecimiento de poblaciones
2°) Riego
3°) Suministro de agua industrial
4°) Generación de energía eléctrica

Con respecto al control de sedimentos, los proyectos de regulación de esta subcuenca no tienen la relevancia de los del área norte, aun cuando los aportes sólidos de sus ríos adquieren también valores significativos.

En todos los proyectos de regulación y de aprovechamiento hídrico de los ríos Grande, San Francisco y afluentes, los beneficios atribuibles a la consolidación de las áreas de riego existentes y los derivados de ampliaciones de las áreas irrigables, tendrán valor económico en cuanto se implementen las respectivas obras. Al contrario de lo que sucede en la subcuenca Tarija - Bermejo, todos sus recursos naturales están ahora aprovechados y la restricción en las áreas de cultivos se presenta en la oferta de agua. La demanda de mayores concesiones de agua y la presión de ciertos sectores productivos provinciales, indican que la expansión agrícola inmediata debe buscarse en la ampliación de las actuales áreas bajo riego; en el mediano plazo la expansión lógica debe esperarse de los márgenes de caudales útiles en los ríos Mojotoro, Lavayén y San Francisco y posteriormente en la regulación de la cuenca Tarija - Bermejo, para la mayor utilización de los recursos del suelo de la cuenca media e inferior.

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