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G.7 Programa de saneamiento ambiental

G.7.1 Objetivos
G.7.2 Metas
G.7.3 Estrategia
G.7.4 Identificación y prevención de impactos negativos

G.7.1 Objetivos

a) Utilizar todos los recursos posibles para desarrollar un programa integral de saneamiento ambiental, aprovechando al máximo el esfuerzo de las comunidades beneficiadas. De esta forma se podrán resolver los problemas de salud que en muchos casos se producen por las malas condiciones del medio ambiente.

b) Que las propias comunidades administren las obras construidas.

G.7.2 Metas

a) Durante el período 1977-1985 se pretende construir tres acueductos y dos acueductos rurales. Estas obras beneficiarán con sistemas modernos de dotación de agua potable un promedio de 4 430 habitantes en el año 1985, y 12 pozos rurales, debidamente protegidos, perforados o excavados, que beneficiarán a alrededor de 1 200 habitantes distribuidos en seis comunidades en el año 1985.

b) A las 2 934 viviendas que serán edificadas en las zonas del Chucunaque y de La Palma-Sambú se les debe construir por lo menos una letrina o excusado de hueco como complemento al saneamiento ambiental.

c) Lograr el control de los antrópodos vectores de enfermedades transmisibles dentro del área.

G.7.3 Estrategia

G.7.3.1 Dotación de agua potable
G.7.3.2 Eliminación de excretas
G.7.3.3 Control de artrópodos
G.7.3.4 Algunas de las enfermedades transmitidas por artropodos

Para que las acciones de este programa sean eficaces, es imprescindible que se consulten las necesidades de la población. Además es preciso que en su planificación, ejecución y evaluación se cuente con la participación activa y responsable de los funcionarios del sector salud y de los miembros de las comunidades.

Con base en este concepto se ha diseñado este plan dinámico de trabajo para la construcción de acueductos rurales, pozos rurales y letrinas sanitarias, lo que solucionaría algunos de los problemas existentes de eliminación de excretas y dotación de agua potable a las comunidades rurales. Es interesante destacar que estas comunidades harían el aporte sustancial de toda la mano de obra no especializada, y serían responsables de la operación y mantenimiento del acueducto.

G.7.3.1 Dotación de agua potable

El agua puede ser un elemento conductor de microorganismos transmisores de enfermedades. Entre las enfermedades que se contraen por la ingestión de aguas contaminadas se pueden citar las siguientes: tifoidea, paratifoidea, disentería amebiana y hepatitis. El peligro de adquirir estas enfermedades se halla especialmente en las áreas rurales.

Con los sistemas de abastecimiento de agua potable a las comunidades se evita el uso de agua de fuentes contaminadas. El agua subterránea puede considerarse potable; por lo general estas aguas no requieren tratamientos, y pueden utilizárselas en acueductos, pozos tubulares y pozos brocales bien protegidos y convenientemente ubicados.

i. Descripción del programa de dotación de agua potable

A continuación se presentan algunos criterios que hay que tener en cuenta para la selección de las comunidades que serán beneficiadas con el programa de acueductos:

- Que haya necesidad de solucionar el problema de agua a base de acueducto.

- Que se cuente con una población concentrada, aproximadamente entre 200 y 500 habitantes. Algunas comunidades tendrían poblaciones fuera de este rango por razones especiales

- Que exista una fuente de abastecimiento de agua preferiblemente por gravedad, a una distancia no mayor de cuatro kilómetros, a fin de que pueda ser utilizada sin necesidad de diseñar sistemas de tratamiento o equipos de bombeo.

- Que sea accesible al tránsito de equipo pesado o que tenga sistemas organizados de comunicación fluvial o marítima.

- Que la comunidad acepte formar o utilice, si ya ha sido formada, una agrupación local cuya directiva sea capaz de despertar el interés de toda la comunidad a fin de obtener de ésta la participación activa en la construcción de la obra y de aportar el costo del tanque de almacenamiento, toda la mano de obra no especializada y materiales locales. La asignación de toda la mano de obra no especializada más el valor del tanque de almacenamiento se valora en el 20 por ciento del costo del acueducto.

Para la selección de comunidades del programa de pozos rurales deberá tenerse en cuenta lo siguiente:

- Contar con un pozo de bombeo manual, esto es un sistema de abastecimiento de agua en una comunidad que resuelve el problema de evitar el uso de aguas de fuentes contaminadas, y como tal debe estar bien ubicado, bien protegido y bien instalado.

- Estos pozos se construirán en terrenos públicos de comunidades dispersas, de 20 a 200 habitantes, y su construcción debe aprovecharse también para interesar a las comunidades en resolver el problema de eliminación de excreta y basuras, mejoramiento de las viviendas y otras actividades tendientes a organizar la comunidad para resolver problemas de saneamiento básico.

- Cuando la dotación de agua potable se haga a base de pozos perforados, la comunidad, a través de alguna agrupación local colaborará con el hospedaje y alimentación de los operarios y en el suministro de la mano de obra no especializada. Una vez terminado el pozo, esta agrupación velará por la mejor utilización del mismo.

- Cuando la dotación de agua se haga por pozos brocales la comunidad hará la excavación y ayudará al personal del Ministerio en el revestimiento e impermeabilización del mismo. Iguales cuidados se deben tener en relación con el manejo y uso del equipo de bombeo.

- Proporcionar facilidades para el almacenamiento de materiales y equipos, así como responsabilizarse por la custodia y conservación de los mismos.

- Proporcionar, a precio razonable, alojamiento y alimentación al personal del programa que trabajará en la obra.

- Administrar, operar y mantener el acueducto una vez construido por medio de una Junta Administradora Local previamente adiestrada, que se regirá conforme a las normas que haya establecido el Ministerio de Salud.

- Promover y participar en acciones ulteriores de desarrollo local, tales como trabajo cooperativo; mejoras de salud y de saneamiento ambiental; trazado y urbanización de la localidad, y obras de interés material, cultural y recreativo.

Para la dotación de agua potable a las comunidades de las zonas prioritarias se recomiendan las siguientes acciones:

- El Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) construirá acueductos en Metetí, El Salto-Laja Blanca y Santa Fe. Las poblaciones beneficiadas con estas obras, en 1985, serán de 1 300, 1 100 y 1 300 personas respectivamente.

- Construcción de dos acueductos rurales por el Ministerio de Salud, uno en Cucunatí, cuya población beneficiada en 1985 será de 300 personas, y el otro en El Tigre, para 430 personas.

- Construcción de doce pozos perforados o excavados bajo la asesoría del Ministerio de Salud:

Comunidades beneficiadas

Población beneficiada en 1985

Villamar

Promedio de 200 personas

Pirre

Promedio de 200 personas

Puerto Quimba

Promedio de 200 personas

Bajo Chiquito

Promedio de 200 personas

Mogocénega

Promedio de 200 personas

Arretí

Promedio de 200 personas

G.7.3.2 Eliminación de excretas

La evacuación de excretas es una parte muy importante del saneamiento ambiental, y así lo señala el Comité de Expertos en Saneamiento del Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).Las otras medidas enumeradas por el Comité son la instalación de un sistema adecuado de abastecimiento de agua potable y la lucha contra los insectos y vectores patógenos. En vastas regiones del mundo, la evacuación higiénica de excretas constituye uno de los más apremiantes problemas sanitarios.

La insuficiencia y la falta de condiciones higiénicas de los medios de evacuación de heces infectadas provoca la contaminación del suelo y de las aguas. Esas condiciones son especialmente propicias para que ciertas especies de moscas pongan sus huevos, se críen, se alimenten en el material no evacuado y transmitan infecciones. También atraen a los animales domésticos, roedores e insectos, los cuales propagan las heces y en ocasiones pueden ser causa de intolerables molestias.

La insuficiencia de los sistemas de evacuación de excretas está ligada frecuentemente con la falta de suministro de agua adecuado y de otros medios de saneamiento, y por lo general tiene que ver con el bajo nivel económico de la población rural. Ese conjunto de circunstancias, todas las cuales influyen sobre la salud, hace difícil saber cuál es la intervención de cada uno de esos elementos en la transmisión de enfermedades. Sabido es, sin embargo, que existe una relación entre la evacuación de excretas y el estado de salud de la población. Esa relación tiene un doble carácter directo e indirecto.

Su carácter directo se pone de manifiesto en la reducción de la incidencia de ciertas enfermedades cuando la evacuación de excretas se lleva a cabo en las debidas condiciones. Entre esas enfermedades figuran el cólera, las fiebres tifoidea y paratíficas, la disentería, las diarreas infantiles, la anquilostomiasis, la ascaridiasis, la bilharziasis y otras infecciones intestinales e infestaciones parasitarias análogas. Esas enfermedades causan estragos entre los lactantes, cuya inmunidad es escasa y cuyo vigor no es con frecuencia suficiente para hacer frente a la infección una vez que ésta se consolida. Otra prueba de esa relación directa es la que se desprende de una comparación entre las cifras sobre la mortalidad infantil debida a diarreas y enteritis en diferentes países.

Un buen ejemplo del efecto de la evacuación higiénica de excretas sobre la incidencia de las fiebres tifoidea y paralíticas es el que citan Fail y Geyer. En el Estado de Virginia Occidental (Estados Unidos de América), la ejecución de un programa de construcción de letrinas hizo que la tasa de mortalidad debida a esas enfermedades disminuyera en dos tercios, para reducirse finalmente a cero.

i. Participación de la comunidad

La experiencia adquirida en todos los países del mundo demuestra que los programas de saneamiento rural, uno de cuyos elementos esenciales es la evacuación higiénica de excretas, no pueden llevarse a cabo con éxito sin la participación de la comunidad local. Para que sea verdaderamente eficaz, el saneamiento del medio, función básica de todo servicio sanitario integrado, necesita la comprensión, el apoyo y la participación activa de la población interesada. El mejoramiento puramente técnico de las condiciones del medio, sin una educación del público en higiene y saneamiento, basada en las costumbres, tradiciones y creencias locales ha resultado una y otra vez efímero.

Una medida del éxito de un programa de saneamiento rural es su capacidad para mantenerse por sí mismo y desarrollarse. Para lograr ese objetivo es necesario encontrar el medio de granjearse el apoyo popular y de vencer la resistencia de la población. Para ambas cosas, la educación sanitaria popular tiene una importancia decisiva. En relación con el primer punto, debe tratarse de que la estructura y la organización del programa se ajusten al sistema económico y social de la localidad. Más importante todavía es la convivencia de hacer participar al público en el programa. Para conseguir el segundo objetivo se necesitará la colaboración de un educador sanitario competente. Es muy probable que incluso antes de que llegue el momento de vencer la resistencia de la población, el educador sanitario tenga que luchar contra la apatía e inercia seculares que pesan sobre ella. Por ejemplo, la falta de instalaciones adecuadas de evacuación de excretas en una localidad sugiere inmediatamente a dicho educador la necesidad de construir letrinas. Sin embargo, la población puede no estar dispuesta a ello ni interesada en disponer de esos servicios, y hasta puede ser hostil a su instalación. En tales circunstancias, insistir en la inmediata introducción de letrinas en esa comunidad no sería medida prudente.

Esta fase de la educación sanitaria es efectivamente la más difícil en la evolución de un programa de construcción de letrinas. Una vez superada, el programa avanzará a un ritmo más rápido. En las zonas rurales de algunos países de América Latina, por ejemplo, donde se están poniendo en práctica programas sanitarios comunales desde hace algún tiempo, son las familias casi exclusivamente las que se encargan de la construcción de las letrinas. En estos casos, el departamento de sanidad se limita a prestar el asesoramiento necesario y las placas de hormigón, a precio de costo o gratuitamente. En muchos lugares la demanda de placas de hormigón es siempre superior a las existencias disponibles.

La experiencia ha demostrado que el factor más importante para conseguir la participación de la comunidad es hacer que intervengan activamente en el programa miembros de todos los sectores de la población. Es necesario también que el público comprenda cuál es la finalidad del programa. Eso puede lograrse actuando por conducto del Comité de Salud, o en caso de que no lo haya por conducto de un comité local organizado, formado por los elementos más destacados y respetados de la comunidad. La asimilación y la práctica de los principios científicos de la evacuación de excretas por parte de los propios aldeanos supondrá un nuevo progreso que sólo se conseguirá haciendo que aquéllos participen en los estudios preliminares, en la elaboración y en la dirección del programa. Hay que suponer que el ritmo inicial será más bien lento, y que por lo tanto convendrá distribuir las sucesivas fases del programa a lo largo de un cierto período de tiempo. No obstante, el trabajo de saneamiento no puede darse por terminado con la construcción del primer retrete o letrina; en realidad, no ha hecho más que comenzar. Los inspectores sanitarios o los educadores para la salud, o las enfermeras de salud pública, según las circunstancias, deben mantener un continuo contacto con la familia para estimular a sus miembros y enseñarles a utilizar y conservar aquel servicio, cuya construcción supone con frecuencia un trabajo largo y laborioso. El continuo proceso educativo que eso supone exige la cooperación de todo el personal del departamento sanitario, el cuál sólo puede considerar que su trabajo ha sido coronado por el éxito cuando la familia ha llegado a aceptar la letrina como elemento de su modo de vida, y que está dispuesta a conservarla, reconstruirla, darle un nuevo emplazamiento en caso necesario e incluso a propagar entre sus vecinos las enseñanzas recibidas. Hay que advertir que el tiempo y una suficiente continuidad en el personal y en la organización son elementos esenciales para que los programas de saneamiento rural tengan verdadera eficacia.

ii. Recomendaciones para la eliminación de excretas

Para la eliminación sanitaria de las excretas hay que tomar en consideración las características de la comunidad en donde se trabaja. La construcción de letrinas es el recurso inmediato para controlar la eliminación de excretas y evitar la contaminación del suelo, agua y alimentos.

Se recomienda la construcción de letrinas o inodoros conectados a tanques sépticos o inodoros con drenaje hidráulico en base a los criterios siguientes:

- En las zonas rurales en donde no existen sistemas de acueductos y alcantarillados se usan los servicios de hueco o letrinas.

- En los lugares en donde no hay sistema de alcantarillado pero sí acueducto, se deben construir inodoros conectados a tanques sépticos.

- En las comunidades con sistema de acueductos y alcantarillados se utiliza el inodoro con drenaje hidráulico conectado al sistema de alcantarillado.

Las viviendas que van a ser edificadas a corto plazo en las zonas del Chucunaque y de La Palma-Sambú suman un total de 2 934. A todas esas viviendas se les debe construir por lo menos una letrina o servicios de hueco para la eliminación de excretas, pues esto es un requisito indispensable para evitar la contaminación de los suelos y el agua y ayudar a mejorar la calidad ambiental.

G.7.3.3 Control de artrópodos

El papel de los artrópodos en la transmisión de las infecciones del hombre y animales fue reconocido por vez primera en los últimos años del siglo XIX. Este descubrimiento dio la primera luz sobre la epidemiología de algunas enfermedades, las cuales han alterado el curso de la historia determinando el desarrollo económico de la civilización humana durante siglos. A pesar de la importancia que revisten estas infecciones tan comunes, que se transmiten diariamente de hombre a hombre por contacto y que son transmitidas por insectos incluyen algunas de las más devastadoras plagas y pestes de las épocas antigua y moderna, especialmente la fiebre amarilla, la peste bubónica, el tifus, la malaria y la encefalitis equina.

Afortunadamente para el hombre, los artrópodos muestran un alto grado de especificación con respecto a su capacidad para transmitir la infección. Ciertas enfermedades son transmitidas por moscas, otras por mosquitos, otras más por garrapatas, piojos o pulgas. En general, una especie no lleva a cabo su papel de vector a otra. Un grupo determinado, como por ejemplo el mosquito aedes puede transmitir la fiebre amarilla y el dengue, pero no transmite la malaria, que es función del mosquito anofeles. El fracaso para identificar al vector exacto en la transmisión de la infección en determinada localidad llevará inevitablemente a tomar medidas de control muy caras y poco exitosas, las cuales obviamente no tienen valor si se dirigen en contra de un agente que no es culpable.

En términos generales, el control de los artrópodos se obtiene mediante la combinación de varios métodos, como por ejemplo: prevención de la infestación del vector; eliminación de los lugares de crianza; destrucción de las larvas; destrucción de los vectores adultos.

Desde el punto de vista preventivo se recomiendan las siguientes medidas para disminuir la incidencia de enfermedades transmisibles por artrópodos.

- Lograr la inmunización a través de vacunas contra las enfermedades transmisibles.

- Utilización de vestimentas adecuadas, que sólo dejen al descubierto las manos y la cara.

- Utilización de viviendas cubiertas de mallas para la protección durante las horas del sueño y evitar la penetración de estos artrópodos a las viviendas.

- Utilización de ciertos productos de acción repelente contra estos artrópodos para la protección del vestuario y lugares descubiertos del cuerpo.

G.7.3.4 Algunas de las enfermedades transmitidas por artropodos

i. Fiebre amarilla selvática

La enfermedad es causada por un agente viral perteneciente al grupo B de los arbovirus y los vectores naturales son ciertas especies de mosquitos del género Haemagogus, que son diurnos y arbóreos.

En 1938, investigadores del Laboratorio Conmemorativo Gorgas aportaron los primeros datos de la presencia de la fiebre amarilla selvática en Panamá al detectar anticuerpos específicos contra el virus amarilleo en habitantes de la Provincia del Darién.

Desde 1949 hasta el presente, personal científico del Laboratorio Conmemorativo Gorgas ha realizado investigaciones para aclarar la epidemiología de la fiebre amarilla selvática en Panamá. Los resultados de estas investigaciones parecen indicar que el virus amarilleo entra desde la región del Choco, en Colombia, a las selvas del sur del Darién, de donde se mueve en una onda epidemiológica a lo largo de la serranía del Darién para cruzar luego hacia la cuenca del Bayano, donde se divide en dos ramales.

Las ondas epidemiológicas de los virus de la fiebre amarilla que se mueven del Darién hacia la cuenca del Bayano ocurren a intervalos de ocho a diez años. De ello puede inferirse que mientras en el Darién existan selvas y mosquitos del género Haemagogus, pueden esperarse brotes de fiebre amarilla selvática a intervalos de ocho a diez años. Los brotes detectados en Panamá ocurrieron durante los años de 1948, 1956, 1965 y 1974. Por lo tanto se recomienda que todas las personas que ingresen al área sean vacunadas contra la fiebre amarilla.

ii. Malaria o paludismo

La Malaria es transmitida al hombre por mosquitos del género Anopheles. Su picadura produce fiebre, anemia y esplenomegalia, y frecuentemente complicaciones serias y hasta fatales. El agente etiológico es un protozoario del género plasmodium, que puede ser de las siguientes especies: vivax, falciparum, malariar y ovale. De los parásitos arriba mencionados, en Panamá ocurren el P. falciparum, el P. vivax y el P. malariar.

El principal agente vector en Panamá es el Anopheles albimanus, aunque existen otros agentes vectores, como el A. punctimacula y probablemente el A. oswaldoi, que pueden ser responsables de la transmisión de malaria en regiones como San Blas y el Alto Chucunaque. Las larvas de A. albimanus se crían primordialmente en la vegetación flotante de aguas o lagunas estancadas expuestas a la luz solar.

Los adultos son de actividad nocturna; demuestran un rango de vuelo bastante amplio y llegan a desplazarse a distancias de hasta doce millas.

Las larvas de A. punctimacula se crían en charcos sombreados por bosques, y también en quebradas o riachuelos cubiertos por sombra, en la que el agua corre muy lentamente. Los dos vectores arriba mencionados A. albimanus y A. punctimacula se encuentran en el Darién.

Dentro de las modificaciones ambientales presentes y futuras, como los desmontes de numerosas hectáreas de bosques, se aumentará las áreas de crianza de las larvas de A. albimanus, con la consecuente potencialidad en el aumento de malaria en la región. Esto se puede evitar, en primera instancia, adaptando a las viviendas telas metálicas y tomando las providencias del caso para que se fumigue con insecticidas de acción residual intra domiciliaria antes de que las viviendas sean ocupadas.

G.7.4 Identificación y prevención de impactos negativos

El Anopheles albimanus es el principal vector de la malaria en Panamá y aparece en todo el territorio nacional por debajo de los 1 300 m de altura sobre el nivel del mar; se cría en aguas limpias y asoleadas y por regla general, con alguna vegetación acuática. Los mayores criaderos se forman cuando se desbordan los ríos dejando extensos pantanos cubiertos de hierba o sobre arrozales inundados. También pueden localizarse en las huellas profundas, dejadas por las llantas de tractores, camiones y "jeeps", las cuales se llenan de agua.

Si a la población natural del Anopheles se le añaden prácticas no controladas de riego a ciertas áreas de siembra de arroz podría provocarse una situación explosiva de brote de malaria, como la ocurrida en la población de los Santos al ponerse en servicio el regadío experimental que se organizó a orillas del río La Villa en el año 1945.

Como la región del Darién está destinada a ser un área de intensa producción, se considera conveniente que se contemplen sistemas permanentes de drenaje y prácticas de riego bien controladas para evitar la proliferación del vector de la malaria.

El funcionamiento de la Carretera Panamericana aumentará las posibilidades de que personas infectadas con enfermedades transmisibles, procedentes de zonas endémicas, se pongan en contacto con los centros urbanos en un tiempo menor que el período de incubación de dichas enfermedades transmisibles.

El rápido incremento de la población de la provincia, que se ubicará en los núcleos poblados que se han programado con características de desarrollo urbano, unido al desarrollo de proyectos agroindustriales con alta densidad de mano de obra masculina traerá como consecuencia modificaciones e introducción de nuevas actitudes sociales que influirán en la apertura de lugares de diversión con actividades de prostitución y práctica clandestina de la misma. Esto traerá como consecuencia un aumento impredecible de enfermedades venéreas de todo tipo, principalmente sífilis y gonorrea si no se llevan a cabo controles sanitarios adecuados.

El peligro de estas enfermedades venéreas puede provenir de la importación de casos del exterior (mujeres extranjeras que se dedican a la prostitución en la provincia) o por el aumento de casos como consecuencia de la inmigración de panameñas dedicadas a esta actividad, cuyos puntos de operación eran Panamá, Colón y otras partes del interior del país.

En las poblaciones con acueductos, el volumen de las aguas residuales aumenta y su eliminación se dificulta al no existir sistemas de alcantarillado, y los residuos líquidos se depositan sobre el terreno o se vierten sobre el mar o ríos, directamente o después de un tratamiento en pozo séptico.

Como consecuencia, el líquido receptor (por lo general ríos), se volverá negro y pestilente y su fauna ordinaria, en especial los peces y camarones, que necesitan oxígeno para vivir, quedará totalmente destruida.

Otros de los riesgos de este sistema de evacuación de aguas residuales es la posibilidad de que el agua receptora se contamine con bacterias patógenas y con los huevos y larvas de helmitos nocivos, como los de los bilherziasis y algunas distomiasis hepáticas. Son evidentes los peligros que esto supone en zonas rurales como el Darién, donde esas aguas se utilizan para el aseo personal, lavado de ropa, riego de vegetales que se comen crudos, etc. También resulta un problema serio la contaminación de las aguas superficiales por los desechos provenientes de las pequeñas plantas industriales, tales como la de procesamiento del almidón de yuca o la de enlatados de guandú y palmito, lo que causa la alteración de la fauna de los ríos.

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