Discursos y otros documentos del Secretario General

CARTA DEL SECRETARIO GENERAL DE LA OEA AL PRESIDENTE DE HAITÍ JOCELERME PRIVERT

11 de octubre de 2016 - Washington D.C.

El original de la carta del Secretario General está disponible aquí.

Tengo el honor de dirigirme al señor Presidente para expresar nuestros sinceros sentimientos de solidaridad con su pueblo y su país.

Permítame expresar nuestras condolencias y solidaridad por las víctimas y el sufrimiento de todos los haitianos tras el paso del huracán Matthew.

Le reitero la más plena disposición de la Organización de los Estados Americanos de cooperar con el pueblo y gobierno haitiano en hacer frente a los desafíos humanitarios, económicos, políticos y sociales que vuelven a poner a prueba a la República de Haití.

Hoy es tiempo de redoblar esfuerzos. La crisis humanitaria con que nuevamente se ha puesto a prueba a Haití debe encontrar a los ciudadanos y al Gobierno con la misma fuerza moral con la que su pueblo construyó la primera revolución en el mundo que hizo a todos los hombres iguales.

En momentos como éste, que desgraciadamente se han repetido en la historia de su país, no sólo reconocemos la necesidad que el gobierno haitiano destine todos sus esfuerzos a la reparación de las víctimas y sus familias, a la recuperación y reconstrucción de las poblaciones y zonas afectadas.

Además, nos unimos a su pedido de apoyo a la comunidad internacional ante una situación que, por sus niveles de extrema vulnerabilidad, requiere de una respuesta inmediata y decidida de todos los actores en todos los ámbitos de la vida haitiana.

Por errores, omisiones y falta de respuesta en el pasado, todos compartimos parte de la responsabilidad en las carencias y dificultades que hoy enfrenta el pueblo haitiano.

Por ello, es imperativo que desde la responsabilidad que nos cabe a todos en la comunidad internacional, pongamos a disposición de forma inmediata nuestras mejores capacidades de cooperación. En primer lugar en salud pública, para la prevención y combate de epidemias como el cólera, que nos hace sentir también con dureza la responsabilidad que tiene la comunidad internacional en las desgracias que azotan a su pueblo, porque no hay nada más urgente que proteger el derecho a la vida y a la salud de los haitianos, muy especialmente en los momentos de mayor vulnerabilidad.

La OEA valora la generosa asistencia humanitaria ya desplegada en Haití, así como la rápida respuesta de algunos países y organizaciones internacionales en llegar a las zonas afectadas.

Sin perjuicio de ello, para que la ayuda sea realmente eficiente para la reconstrucción de infraestructuras y la construcción de capacidades, es urgente priorizar la continuidad del proceso electoral como motor esencial del cambio y la democratización en Haití.

Apoyamos en ese sentido el compromiso con la democracia y la democratización que ustedes han tenido en la elaboración del cronograma electoral.

La ayuda internacional debe estar al servicio de la democratización, debe ser canalizada a través de mecanismos e instituciones políticas capaces de garantizar el acceso a derechos en condiciones de igualdad para todos los haitianos.

La solidaridad internacional debe servir para apoyar la lucha contra la corrupción también, y no para exacerbarla. La solidaridad se debe consolidar en más justicia, en acceso a derechos y a equidad, y se debe sustentar en los canales institucionales democráticos.

Como ha dicho Transparency International, “la corrupción en la ayuda humanitaria es la más condenable entre todas las formas de corrupción, ya que priva a los sectores pobres más vulnerables —las víctimas de desastres naturales y conflictos civiles— de recursos esenciales necesarios para salvar vidas”.

Sólo desde el fortalecimiento de la democracia y el crecimiento institucional haitiano es que se podrán lograr las verdaderas garantías de acceso a derechos que requiere el pueblo.

Un sistema político garante de los derechos humanos, que permita la construcción de una sociedad resiliente, sólo es concebible en una institucionalidad democrática que surja del legitimo ejercicio de la soberanía popular en elecciones libres y justas.

Por ello la OEA ha estado presente a través de su Mision de Observacion Electoral en los comicios en Haití, porque es su papel como garante de la democracia en el hemisferio, tal como lo establece su carta fundacional y también la Carta Democratica Interamericana.

Es en ese sentido que se ha pronunciado el Jefe de la Mision Electoral, Embajador Juan Raul Ferreira, al reconocer la decisión del Consejo Electoral Provisorio en postergar las elecciones, debido a la situación crítica que vive el país tras el paso del huracán Matthew, pero siempre reiterando nuestro compromiso con la continuidad electoral y el proceso democrático haitiano.

Señor Presidente, la OEA asume su responsabilidad compartida y reitera su apoyo al pueblo y al gobierno de su país en continuar trabajando en un proceso electoral que, desde la expresión de la voluntad del pueblo en las urnas, legitime una institucionalidad democrática que garantice el acceso a derechos de todos y cada uno de los haitianos.

Hago propicia la oportunidad para reiterar al señor Presidente las seguridades de mi mas alta consideración.