Discursos y otros documentos del Secretario General

CENTRO POLÍTICO: AMÉRICA LATINA POST COVID-19

15 de abril de 2020 - Washington, DC

Agradezco la posibilidad de compartir con ustedes algunos razonamientos y un poco la experiencia que vamos teniendo en función del desarrollo de la crisis.

En primer lugar esta es una tragedia horrible por lo tanto debemos empezar y debemos ser conscientes del sufrimiento de los que han contraído la enfermedad, de las víctimas, de brindar nuestras condolencias a los familiares de las víctimas y nuestra mayor solidaridad y el esfuerzo conjunto que debemos hacer para contrarrestar los efectos nefastos que tiene la pandemia.

La pandemia del COVID-19, del coronavirus, es un tema que requiere respuestas de todos, respuestas que tienen que ser coordinadas, que tienen que tener las variables bien afirmadas del conocimiento, del apoyo tecnológico y del esfuerzo conjunto, algo que debe hacernos ver la responsabilidad de todos para contrarrestar los efectos que tiene la pandemia.

Respecto al título de la charla, es algo que no sabemos, hablar del día después es siempre un poco tricky, un poco tramposo, porque no sabemos los tiempos que tendrá la pandemia. No sabemos cómo van a estar nuestros pueblos después de esta pandemia, cómo van a ser afectados en el curso de sus vidas. No sabemos -en el marco de esa duración que tenga- los efectos económicos, productivos, financieros y políticos, eso dependerá de cómo afecte a cada país, a cada pueblo en función de las condiciones previas que tenía y el manejo que haya podido hacer en función de sus propias condiciones nacionales.

Y esto es así porque en los hechos ningún país occidental cerró el ciclo de la pandemia, todos los países del Hemisferio Occidental están enfocados en luchar contra esta pandemia, tratando de revertir este proceso, tratado de achatar la curva, tratando de generar condiciones para su población que les permita resistir en mejores condiciones de salud. La salud es un derecho de orden público, por lo tanto es absolutamente prioritario y sostiene como ningún otro el derecho a la vida. Cada vez sabemos mejor contra lo que estamos luchando y más fuerte debe ser nuestro compromiso para revertir este flagelo, esta pandemia y para generar mejores condiciones de salud en nuestros países.

Esta pandemia no tomó a nadie preparado, no había países que estuvieran preparados, ni siquiera las organizaciones internacionales que estaban a cargo de prevenir, resolver, defender y solucionar los problemas de pandemia tampoco estaban preparadas. Fueron ajustando sus conocimientos, sus estrategias, en función de los resultados que se iban teniendo.

Algunos países de Asia han amortiguado esta pandemia con otras variables que son muy claras y que tenemos que tener en cuenta respecto a su funcionamiento. Pero también cómo cada uno de nosotros debe ser responsables ante una pandemia como esta, con las condiciones de crisis que genera la misma. Está afectando estructuras desde todo punto de vista, cada uno de los pilares de la Organización de los Estados Americanos se ve afectado en cada uno de los países, en su dimensión nacional, en su dimensión social, en su dimensión política, en las variables de desarrollo. Quizás esta pandemia signifique oportunidades para algunos, oportunidades en términos políticos, oportunidades en términos económicos, oportunidades en términos productivos. Cada uno está buscando generar las condiciones que le permitan no solamente revertir eso sino quedar posicionado al respecto.
Pero no podemos evitar que aparezcan las cosas más bajas del ser humano en este contexto, no solamente hay altruismo, no solamente hay espíritu solidario, no solamente hay cooperación -que es lo que entendemos que debe primar- también se dan las condiciones de aquellos que buscan una ventaja o un rédito político, algunos que buscan pasar viejas cuentas pendientes en términos políticos, facturas en términos políticos. También están aquellos que procuran ver cuáles son las mejores condiciones de mercado y económicas que hay ahora.

Tenemos que tener muy claro que nuestra democracia va a ser afectada y para el día después -que no sabemos ni cuándo ni cómo será- tenemos que ver qué es lo que somos, qué somos como sociedad, qué somos como sistemas políticos. Hay cosas que vienen del fondo de nuestra historia, somos individualistas, gente que no tiene las condiciones para sacar ventaja de la situación lo cual habla a favor en este contexto. También somos un poco autorreferenciados a la hora de victimizarnos. ¿Cómo funciona nuestros sistemas políticos?, esto es a lo que debemos de respuesta al final de este proceso.

Este proceso tiene que encontrarnos con un sentido más desarrollado desde el punto de vista comunitario, con responsabilidades personales, sociales, políticas y económicas mucho más desarrolladas al final de este proceso. Si no logramos ir por ese camino, si no logramos asentar condiciones en esas dinámicas, si no pensamos en términos comunitarios hoy, esa responsabilidad que tenemos, por ejemplo la distancia social en algunos casos, el confinamiento en otro- de actuar con responsabilidad en términos productivos, sociales, políticos.

Si esas imperfecciones que tenemos la volvemos a reproducir después de este proceso, nuestras democracias no habrán avanzado, esto es algo que debemos trabajar, porque nuestro sentido comunitario tiene que ser mucho más obvio posteriormente y nuestra responsabilidad política y social tiene que ser mucho más obvia.

Tenemos que tener claro que nuestras imperfecciones deben ser resueltas porque América Latina y el Caribe no pueden combatir este flagelo con sus imperfecciones naturales. No pueden combatir este flagelo con las imperfecciones que surgen de las imperfecciones de nuestra democracia, las imperfecciones de nuestra seguridad, las imperfecciones de nuestros sistemas sociales. Tenemos que tener otras condiciones y tenemos que darnos cuenta que esas condiciones son fundamentales para enfrentar este proceso y para nuestras capacidades después de este proceso.

Eso significa que tenemos que empezar por resolver estas imperfecciones que tienen nuestros sistemas políticos y que tienen nuestras democracias, este sentido que somos el continente más desigual de todos, que somos un continente absolutamente violento y que tenemos estándares muy altos de inseguridad. Eso son causas reales, que producen efectos reales sobre nuestros sistemas políticos y que nos explican por qué pasan las cosas.

Tenemos que tener inducir otras condiciones para generar mejores capacidades de respuesta. No podemos vivir tampoco en las tinieblas de la incertidumbre en la que estamos, nuestros sistemas políticos no son los que brindan ni las mayores certezas políticas en el mundo, ni las mayores certezas económicas, ni las mayores certezas jurídicas y tenemos que trabajar mucho para que estos sistemas, posteriormente, tengan mejores condiciones de certeza política, mejores condiciones de certezas económicas y mejores condiciones de certezas jurídicas.

¿Nuestras democracias van a sufrir?, sí, pero las podemos también reconvertir para que tengan mejores condiciones el día después. ¿Van a sufrir más que las dictaduras?, sí, van a sufrir más que las dictaduras en un sentido muy claro, nuestros gobernantes democráticos tienen responsabilidades políticas, las dictaduras que tenemos en el continente son dictaduras cuyo costo político es cero y, por lo tanto, el costo social, el costo de la vida de la gente, no es algo que los afecte.

La dictadura venezolana es un ejemplo paradigmático al respecto. Esos pueblos sí van a sufrir, van a sufrir muy duramente. La irresponsabilidad que tienen, la falta de transparencia que tienen, la falta de conocimiento con la que combaten las cosas, la conculcación de los derechos de la gente. Lo hemos visto con la dictadura venezolana, el costo político de tener presos políticos prácticamente lo han amortizado a cero, el costo de tener torturados no lo han sentido, el costo de haber producido la mayor crisis migratoria en el hemisferio no lo han sentido, el costo de haber producido la mayor crisis humanitaria en el hemisferio no lo han sentido. Esas dictaduras, obviamente, se amortizarán a sí mismas sin importar los costos que tengan.

Pero nuestras democracias y la responsabilidad que tienen nuestros gobernantes democráticos, sí, tendrán que demostrar día a día su vigencia, van a tener que demostrar día a día sus capacidades y van a tener que demostrar día a día los resultados, para estar lo mejor posible durante la pandemia y para despegar lo más pronto posible luego del COVID-19, se haga de la manera más eficiente.

Debemos mirarnos a cada uno cada uno qué es lo que podemos aportar y eso implica que tendremos que ser personas más responsables, tendremos que tener más sentido comunitario, tendremos que saber más y tenemos que pensar en qué podemos hacer en el marco de una contribución global a este proceso.

América Latina no puede resolverse a sí misma nada más, va a ser eso muy difícil, tiene que pensar también globalmente cuál es su aporte en este proceso. Nuestras instituciones van a tener que reconvertirse, el COVID-19 nos está obligando a reconvertir y van a tener que reconvertirse nuestros parlamentos, la forma en que trabajan, la forma en que toman sus decisiones, la forma en que legislan, la forma en que controlan al Ejecutivo.

Nuestros parlamentos tendrán que trabajar de una manera más eficiente, con mayor apoyo de la tecnología, con condiciones de mayor transparencia, con mejores capacidades personales de aquellos que son parlamentarios.

Nuestros poderes judiciales se están teniendo que transformar también, la justicia no puede estar cuarentenada, lo dijo hoy Tamara Suju, creo que eso es un concepto muy claro. La justicia se necesita en el día a día y nuestra administración de justicia tendrá que seguir siendo eficiente, tendremos que buscar mejores condiciones de independencia, pero tendrán que asimilar nuevas condiciones de tecnología y creo que ahí la OEA también tendrá que hacer sus aportes en cada uno de estos campos, porque tendremos que generar mejores condiciones de funcionamiento.

Esas condiciones de funcionamiento implican un redimensionamiento de los recursos humanos que operan nuestros sistemas, así como las condiciones tecnológicas en las que los mismos operan y la eficiencia con la que producen los resultados. Nuestras administraciones públicas tienen que ser más eficiente, nuestros sistemas de salud -queda demostrado- tienen que ser una prioridad, tienen que generar mejores condiciones, pero también todo el sistema de la administración pública.

Esto está mostrando la importancia de la transversalización, la importancia de tener condiciones de administración pública más eficientes, la importancia de tener a disposición de la administración pública mejores recursos materiales y mejores recursos humanos, la importancia que tiene en este contexto que las instituciones sean más democráticas, esto implica que sean más transparentes y esto implica que tengan más responsabilidad política.

Estos son algunos de los principales elementos de los cuales tenemos que tener en cuenta para nuestros sistemas políticos para este contexto COVID-19, este contexto pandémico, pero también para el periodo posterior a la pandemia.

Nuestras economías, ¿quienes se van a recuperar más rápido?, obviamente serán los que tengan mejores capacidades financieras, que tengan mejor acumulación y que puedan inducir mejor apoyo al sistema productivo y al sistema social, que puedan sostener de una mejor manera las capacidades de funcionamiento de la economía.

Los que tengan trabajadores más productivos y que esos trabajadores más productivos tengan la capacidad de ser y desarrollar su capacidad productiva. Y los países y los pueblos que tengan las mejores capacidades tecnológicas, porque la tecnología va a ser un motor esencial de la proyección de crecimiento posterior al COVID-19.

¿Estas son las condiciones naturales de nuestros países, de nuestras sociedades en América Latina? No, no son las condiciones naturales. Las condiciones naturales implican que gran parte de nuestros países están endeudados, gran parte de nuestros países son muy vulnerables, gran parte de nuestros países están sostenidos en niveles de empleo por las pequeñas y medianas empresas. Las condiciones naturales implican, que gran parte de nuestros países están endeudados, gran parte de nuestros países son muy vulnerables, gran parte de nuestros países están sostenidos en niveles de empleo por las pequeñas y medianas empresas o micro empresas. Y por lo tanto, esos niveles de empleo que sostienen las pequeñas, medianas y micro empresas están siendo seriamente afectados por la pandemia.

Nuestras capacidades tecnológicas están muy lejos de las que tienen los países desarrollados y nuestras condiciones financieras son afectadas seriamente por condiciones de endeudamiento, en algunos casos absolutamente críticos. Durante este período COVID-19, nuestros sistemas están siendo seriamente afectados desde el punto de vista financiero, están siendo seriamente afectados desde el punto de vista tecnológico y están siendo seriamente afectados en las condiciones de los trabajadores.

Es muy claro, nuestros trabajadores están perdiendo sus empleos, nuestras condiciones financieras están en muchos casos golpeadas por endeudamiento y nuestras capacidades tecnológicos son limitadas. Por eso creemos que propuestas como la que formulara el Presidente Alvarado de Costa Rica son muy beneficiosas porque atacan estos puntos claramente. Para resolver el tema durante la pandemia es fundamental para nuestros países tener nuevas condiciones de endeudamiento. Y en algunos casos van a tener que redireccionar carteras, las carteras de préstamos que ya tenían. Porque nuestros sistemas de salud obviamente no tenían a priori las condiciones para enfrentar esta deuda. Y por lo tanto han tenido que fortalecerse, han tenido que adquirir nuevo equipamiento, han tenido que contratar nuevos recursos humanos.

No sabemos exactamente cómo van a estar nuestros mercados al terminar la pandemia. Es un proceso que está abierto y por lo tanto hoy las contracciones económicas tienen más que ver con la contracción de la oferta que la contracción de la demanda, en el funcionamiento interno de nuestros Estados, de nuestros países, de nuestros sistemas. Pero los mercados internacionales son fundamentales para nuestros países y las condiciones de precios que tengamos y la evolución de los precios que tengamos al terminar este proceso y cómo los mismos evolucionan van ser clave.

Qué precio van hacer las cosas que vendemos y qué precio van a tener las cosas que compramos y en función de eso va a estar determinada nuestra capacidad de reacción. Algunos de estos precios quizás puedan subir, probablemente aquellos que producen comida tengan algunas capacidades que van hacer esto necesario y hacen esto necesario en la pandemia, y lo van a hacer necesario en el periodo post pandemia. Pero también es cierto que a medida que se avance en este contexto, los países se dan cuenta que cada vez deben dar más énfasis a sus programas de seguridad alimentaria, y que deberán financiar más y mejor sus sistemas productivos agrícolas y en eso estaremos quizás en el mercado mundial en el futuro que nos va a tocar.

En términos energéticos se tendrán que revertir algunas condiciones que tienen las comodities energéticas que exportan en nuestro hemisferio. Y mejorar las condiciones de mercado, espero que los niveles de producción se aceleren, los niveles de consumo se aceleren y puedan generar mejores condiciones. Mientras tanto, la reducción de precios de energía afecta a unos favorablemente y a otros negativamente.

En términos tecnológicos tenemos que pensar también en los aportes. Argentina está haciendo los estudios para ver cómo pueden producir una vacuna, probablemente otros países del hemisferio también lo estén haciendo. Creo que en este contexto tenemos que pensar en tener capacidades diferentes, no podemos mantener los niveles tan ínfimos a nivel de patentes y de propiedad que tenemos al presente, eso es un peso.

El mercado de servicios se ha visto seriamente afectado, los países nuestros que dependen del turismo están siendo duramente golpeados, algunos de estos países, especialmente los caribeños están sufriendo muy duramente. Tres factores se han juntado contra ellos, la vulnerabilidad respecto a la deuda, las condiciones de caída del turismo, las condiciones que afecta eso a la pequeña y mediana empresa, generalmente vinculadas a estos sectores de apoyo al turismo y las temporadas de huracanes, de desastres naturales que los afectan seriamente.

Respecto a las condiciones financieras con las que vamos a salir, vamos a necesitar recursos financieros, vamos a salir golpeados, algunos más otros menos, endeudados, por lo tanto la visión de negociación conjunta de deuda va a tener que ser una prioridad, negociar juntos nos va a dar mejores condiciones y nos tiene que dar mejores condiciones de flexibilidad para refinanciarnos nuevamente. Eso va hacer absolutamente necesario, tenemos que tener un plan, se tienen que tener planes, se tienen que tener planes a nivel nacional y se tienen que tener planes a nivel multilateral.

Tenemos que tener una estrategia, el plan no puede ser que vamos a tratar de sobrevivir ahora para luego tratar de sobrevivir después, no. Tiene que ser algo en el cual tengamos que Inducir nueva vida a nuestras condiciones sociales y a nuestras condiciones económicas y eso tiene que ver fundamentalmente con el mejor funcionamiento de la de la democracia.

Tenemos las viejas fórmulas, las mismas fórmulas de antes tendrán que ser complementadas porque no va alcanzar con reducir el gasto público. No va a alcanzar con endeudarnos más, no va a alcanzar con reorientar el gasto al consumo interno. Tenemos que pensar en una mejor integración, tenemos que pensar en diferentes condiciones de comercio intrarregional, tenemos que pensar en la porción más grande del comercio mundial y tenemos que pensar en ser más innovadores e inteligentes. Esto nos lo demuestra.

No podemos seguir después de este periodo post pandemia en shock, no podemos seguir terminado el virus Covid-19, el coronavirus, seguir con el virus del pánico. No podemos congelarnos, debemos tener mejores condiciones institucionales y debemos procurar generar en este tiempo mejores condiciones de funcionamiento económico y mejores condiciones de funcionamiento financiero.

Tenemos que mantener intactos nuestros derechos, tenemos que mantener intactas nuestras libertades. Esa siempre va ser nuestra principal arma, en este caso lo estamos entendiendo por la fuerza, la importancia del orden del orden público, la importancia que tienen las condiciones del orden público, ya sea de derechos de orden público como la salud o el funcionamiento con certezas políticas, jurídicas y económicas.

Puedo dejar por acá, es un tema que toca prácticamente cada nervio, cada estructura, cada variable de funcionamiento de nuestros estados, y de nuestras organizaciones. Pero este es un comienzo disparador de una forma de razonar juntos en este contexto.

Muchas gracias.