Discursos y otros documentos del Secretario General

DURANTE LA INAUGURACIÓN DE LA 53ª ASAMBLEA GENERAL DE LA OEA

21 de junio de 2023 - Washington, DC

La reivindicación “Más derechos para más personas” apela al fortalecimiento de una cultura de responsabilidad democrática con promoción, protección e igualdad de los derechos humanos en las Américas, que es el tema de la Asamblea General.

Y como toda reivindicación, también nos interpela.

El tema de esta Asamblea General nos interpela como comunidad internacional que tiene principios comunes en materia de derechos humanos y nos interpela como autoridades políticas de sociedades que reclaman acceso equitativo a los derechos humanos.

La necesidad de fortalecer la cultura de responsabilidad democrática denuncia asimismo la imperfección de las instituciones formales e informales en nuestros países para que se cumplan los instrumentos jurídicos interamericanos.

Es en esos instrumentos que nos unen que se reconoce la interdependencia de los derechos humanos con la igualdad, y sin embargo nuestra región se ha caracterizado históricamente por la desigualdad.

Una desigualdad que se remonta a la época colonial y que es causa y consecuencia de situaciones de discriminación, de situaciones de abuso de poder, y también de la presencia de mecanismos de corrupción que reproducen condiciones de privilegio hasta nuestros días.

Una desigualdad que tiene cara de afrodescendiente, que tiene cara de indígena, que tiene cara de mujer, que tiene cara de niñas y niños. Porque son estas poblaciones las que sufren más las consecuencias de la desigualdad, la pobreza, la discriminación y la incapacidad de acceso a los derechos humanos, y las que sufren desde la época colonial, generación tras generación.

Y generación tras generación hasta nuestros días se reproducen instituciones formales y normas sociales y se reproduce una cultura de desigualdad y discriminación que afecta también en nuestros días a migrantes y refugiados.

El acceso desigual a derechos en los países implica un alejamiento de los ideales democráticos, y se transforma en caldo de cultivo del autoritarismo. Cuanto más se aleja un gobierno del ejercicio efectivo de la democracia a través del acceso a derechos de su población, la polarización resultante de la brecha entre la teoría y la práctica de la democracia se traduce en conflictos sociales.

La voz del pueblo es sabia y año tras año en las encuestas y estudios de diferentes centros de pensamiento y organismos multilaterales se señala la relación que existe entre esa desigualdad de acceso a derechos humanos y la insatisfacción con la democracia.

And of course, we have to address many problems in the Hemisphere, many problems of inequality many problems of security.

Of course, we cannot ignore the problems in Haiti. The emergence of criminal gangs, rampaging in the country, in an uncontrollable manner, is truly troubling. The OAS General Secretariat is trying its best, in consultation with the Haitian authorities, and with limited resources, to play a constructive role.

However, allow me to recognize CARICOM’s leadership in addressing the situation in Haiti, through the Permanent Council’s Working Group on Haiti and on the part of Heads of Government in convening the recent Haitian stakeholders meeting in Jamaica.

Now, on to the matter of climate change, for example, the CARICOM region is one of the least contributors to the greenhouse gas emissions that cause Climate Change. Yet, year after year, a natural disaster, of some kind, impacts one or more CARICOM countries. They include hurricanes, droughts and flooding.

The General Secretariat of the Organization of American States was therefore pleased in 2020 to join efforts with the CARICOM Caucus of Ambassadors in providing international visibility to the seminal Framework Strategy Document “From Vulnerability to Resilience,” prepared by the CARICOM Caucus.

As the first sentence of this document states, “The COVID-19 pandemic has brought into stark reality the multidimensional nature of the developmental challenges confronting 14 members of the Organization of American States.” The document also addresses the impact of climate change in the region and the critical need for attentive action relating thereto.

I have written to the World Bank, the International Monetary Fund and the Inter-American Development Bank, calling for a review of their policies not only to be more responsive at times of catastrophe, but to amend their rules which now disqualify some countries from concessional financing. I have made the point that no one should be penalized for being middle or high-income countries. The real test must be the depth of your vulnerability and the limitation on your capacity, both to recover from disaster and to build resilience.

La insatisfacción de la población en gran parte de nuestra región con la democracia convive con niveles de riqueza sin precedentes en pocas manos, igual que convive con gran parte de la inestabilidad política en la región de los últimos años y que se pueden relacionar con las fallas institucionales que existen en cada país para el debido cumplimiento de los instrumentos jurídicos interamericanos en materia de derechos humanos.

Si las instituciones formales fallan, mal puede la cultura cambiar. Si la cultura no cambia, el cambio institucional a su vez se vuelve difícil.

Debemos asumir esa responsabilidad de cambiar la desigualdad y las instituciones que la reproducen y eso nos obliga a mirarnos a nosotros mismos como organización y pensar los cambios que son necesarios, que debemos afrontar nosotros mismos para mantenernos vigentes, para ser cada vez más fuertes, para dar mejores resultados. Me refiero a hacer de estas instituciones más fuertes, que aseguren el fortalecimiento de la democracia y el acceso equitativo a los derechos humanos, a instituciones económicas que eviten la concentración de poder y de riqueza y promuevan la equidad y la competencia, y a las normas sociales que reconozcan la diversidad y promuevan la pluralidad y la inclusión.

El sistema político debe dar el ejemplo, se necesitan organizaciones políticas que se abran al territorio, que lleguen a las zonas marginadas a las poblaciones que sufren la desigualdad y la discriminación, y que allí generen mecanismos de participación para que esa población pueda hacerse oír.

También el sector privado, las organizaciones empresariales y sindicales, deben promover la formalización, de forma de integrar a las personas a redes de protección.

La sociedad civil organizada debe también profundizar su apertura al territorio para poder canalizar las demandas de quienes sufren la inequidad de acceso a sus derechos.

Y finalmente, respecto al rol del Estado, son los Estados los que han firmado y ratificado los Instrumentos Jurídicos Interamericanos y esto los obliga a movilizar el máximo de recursos disponibles para el acceso equitativo a los derechos humanos.

En este sentido, quisiera hacer un llamado a los Estados de la OEA a que analicen y evalúen formas de intercambio cultural e institucional para asegurar más derechos para más personas; trabajar el manifiesto contra la pobreza, sacarlo de los anaqueles, ponerlo en vigencia y transformarlo en una discusión plena en nuestro continente; que se analicen y evalúen en particular la posibilidad de garantizar una canasta mínima de bienes y servicios que permita el acceso a la vivienda de forma de erradicar las condiciones de hacinamiento en los hogares, el acceso a la salud, a la educación y en particular, tomando en cuenta el impacto de la desigualdad sobre la población femenina e infantil, garantizar un sistema de cuidados.

Si la sociedad a través del Estado asume ese compromiso, el cambio cultural será más rápido y más fácil. "Más derechos para más personas" no debe ser sólo una reivindicación, debe marcar la hoja de ruta de la implementación del cambio cultural e institucional para la lucha contra la desigualdad y la discriminación.

Que este foro siga siendo un foro plural, siempre, de la discusión entre todos. Todos somos izquierda, todos somos centro, todos somos derecha, todos tenemos la obligación de actuar juntos y que esta discusión plural se mantenga siempre, porque ésa ha sido la fuerza sustancial que ha tenido siempre esta Organización. No es un grupo de like-minded, somos todos diferentes, pero tenemos que converger en las soluciones necesarias para nuestros países, para nuestra gente.

Esta Organización siempre tiene que estar abierta a todos, esta Organización no debe competir nunca con ninguna ni con nadie, esta Organización debe cooperar con todas, con todos, con cada una de las Organizaciones regionales y subregionales que existen.

Reconocer a todas ellas el valor que tienen en la capacidad para dar soluciones. Tenemos que trabajar siempre juntos, porque si no trabajamos juntos las soluciones se irán posponiendo, las soluciones serán cada vez más esquivas y podemos seguir años más, décadas más y siglos más de décadas perdidas.

Muchas gracias.