Comunicado de Prensa


SEMINARIO EN LA OEA SOBRE CAMBIO CLIMATICO: SE DESTACA URGENCIA DE MITIGACION Y ADAPTACION

  19 de enero de 2007

La región del Caribe ya está sufriendo algunos impactos negativos del cambio climático, lo que requiere de acción urgente para mitigar los efectos de tales actividades humanas como la sobrepesca y la contaminación ambiental, sostuvieron en la Organizacion de los Estados Americanos (OEA) expertos en la materia.

Al inaugurar ayer el primer evento de la Serie de Seminarios sobre el Caribe, “Presentando la Agenda de Desarrollo Sostenible Caribeño en Washington,” el Secretario General Adjunto de la OEA, Albert R. Ramdin, aseguró a los participantes que no obstante la variedad de perspectivas sobre las causas del cambio climático, “los satélites de la NASA presentan pruebas claras de que el manto de hielo polar en general se está encogiendo a un ritmo de alrededor de 9 por ciento cada decenio. Estamos viendo en marcha un ciclo vicioso: con la desaparición progresiva del manto de hielo polar, la tierra se calentará cada vez más”.

La serie de seminarios es una iniciativa conjunta del Departamento de Desarrollo Sostenible de la OEA, el Centro de Cambio Climático de la Comunidad Caribeña (CCCCC), que tiene su sede en Belice, y el Banco Mundial.

Al enfatizar el valor de una estrategia global sobre este tema, Ramdin afirmó que la agenda de la OEA “no puede ni debe separarse de la realidad de los cambios político, social, económico y ambientales en las Américas”. Se refirió a los retos particulares encarados por los países miembros más pequeños, especialmente los del Caribe y de Centroamérica, entre los cuales destacó el caso de Granada antes, durante y después del huracán Iván en septiembre de 2004.

“Antes de la llegada del huracán Iván”, sostuvo Ramdin, “se pronosticaba un crecimiento de la economía de Granada de 4,7% durante 2004, y de un promedio de 5% entre 2005 y 2007. Tras el huracán, la actividad económica se bajó a un crecimiento negativo de 1,4% en 2004, ante una contracción inevitable del turismo y un paro de la producción de los cultivos tradicionales”.

La Embajadora de Antigua y Barbuda ante la OEA, Deborah-Mae Lovell, resaltó que “la posibilidad de que nuestro clima esté cambiando es suficiente para que tengamos presente la necesidad de acción urgente. Podríamos perder casi todo, de realizarse los pronósticos de los científicos”. Dijo que este primer seminario presenta una oportunidad para contemplar políticas, programas y estrategias que puedan implementarse en aras de superar los retos de desarrollo sostenible de los países caribeños, los cuales, añadió la diplomática, no pueden tomar consuelo del hecho que no son los principales emisores de los gases a raíz del problema.

El Director Adjunto del CCCCC, Dr. Carlos Fuller, destacó que el promedio de temperatura de la región del Caribe se incrementó por 1 grado Celsius durante el siglo XX, al mismo tiempo que el nivel del mar se elevó en 2 milímetros por año. Dijo que los científicos están pronosticando cambios de temperatura más dramáticos para los próximos cuatro decenios, y que se requiere estrategias de adaptación para atender las urgentes necesidades de mitigación. Fuller abogó, asimismo, por más estudios científicos como fundamentos en la toma de decisiones políticas. “Nuestros dirigentes políticos necesitan las prueban concretas” expresadas en términos económicos, dijo. “La comunidad científica tiene la responsabilidad de proveer esas pruebas”.

El Dr. Neville Trotz, asesor científico del CCCCC, presentó un balance de la labor del Centro de Cambio Climático, destacando la necesidad de la adaptación para fortalecer la resistencia de los sistemas humano, social y natural ante los posibles impactos del cambio climático. “Para adaptarnos, tenemos que identificar con mayor precisión cuáles son los riesgos y qué tipo de clima veremos en el futuro”, afirmó. Trotz informó que el CCCCC realiza monitoreos en la región y por medio de modelos científicos, produce pronósticos climáticos para áreas específicas. Se aplicarán estos pronósticos en la evaluación de los sectores de agricultura, agua y turismo, por ejemplo, para analizar los impactos posibles del cambio de clima. Se refirió también al interés de considerar una propuesta de “impuesto al carbón”, tal como ha implementado la Unión Europea sobre el viaje aéreo en Europa, como forma de procurar los recursos necesarios para hacer las adaptaciones indicadas.

Walter Vergara del Banco Mundial hizo una presentación sobre una iniciativa conjunta de esa institución y el CCCCC que tiene el fin de enfrentar los retos del cambio climático en el Caribe. Destacó las actividades, lecciones y recomendaciones relativas a esfuerzos adicionales que puedan realizarse en América Latina y el Caribe.

Por su parte Mark Lambrides, del Departamento de Desarrollo Sostenible de la OEA, habló sobre “La vinculación de la energía renovable y la eficiencia energética con la seguridad y el cambio climático en el Caribe”, subrayando los impactos negativos de los generadores diesel sobre el medio ambiente y el turismo. Mencionó entre las alternativas de energía viables una diversificación basada en los recursos renovables domésticos (viento, energía geotérmica, biomasa y solar, entre otros) además de las posibilidades de conservación de energía en los sectores comerciales tales como el turismo. Recomendó también medidas de conservación a nivel residencial.

En sus palabras de clausura, Cletus Springer del Departamento de Desarrollo Sostenible de la OEA hizo hincapié en que la serie de seminarios busca presentar los temas y perspectivas a las representaciones caribeñas y las agencias internacionales de desarrollo basadas en Washington, porque son estos grupos los que deben establecer relaciones más cercanas para impulsar nuevas iniciativas. “El mensaje”, aseguró Springer, “es que se nos presenta una amenaza a nuestro desarrollo sostenible. Esta amenaza es verdadera y es inmediata”.

Referencia: C-011/07