Reportaje

Energía renovable al servicio de todos
  • La OEA implementa una iniciativa de pequeñas contribuciones para promover sostenibles comunidades, a través de la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA).

  • En Antigua y Barbuda, Ruth Spencer lidera un proyecto fotovoltaico que reduce los costos de la energía en su comunidad.

13 de abril de 2016

Al igual que muchos de sus países vecinos, Antigua y Barbuda cuenta con unos de los precios más altos de electricidad en el mundo: sus tasas sobrepasan las de Estados Unidos, pero los ingresos de sus ciudadanos son considerablemente inferiores. En respuesta a este desafío, la OEA a través de la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA), lanzó una iniciativa de pequeñas contribuciones para promover comunidades sostenibles, una oportunidad que aprovechó Ruth Spencer, quien lidera un proyecto fotovoltaico comunitario en la capital del país.

Ruth Spencer conoce el valor de la energía solar de primera mano. Es propietaria de una casa de huéspedes de 14 unidades en la costa norte, donde alquila apartamentos a turistas y estudiantes de medicina. Dado el alto uso de aire acondicionado por parte de los huéspedes, la propiedad llegó a recibir facturas de electricidad cercanas a los 3.000 dólares mensuales. Hace algunos años, con un subsidio otorgado por la Agencia para el Desarrollo de las Exportaciones del Caribe, pudo instalar un sistema solar fotovoltaico y reducir así sus costos de electricidad en un 75%.

Energías limpias y eficiencia energética basada en la comunidad

Para esta economista, la energía renovable no es un concepto abstracto, sino una respuesta urgente a los problemas críticos del desarrollo. "Si no nos convertimos a la energía verde, nada va a pasar aquí, los pobres van a estar en peores condiciones porque cuando las personas no pueden pagar sus recibos y experimentan cortes de luz, sus hijos no pueden estudiar por la noche y son más propensos a pasar más tiempo en las calles y meterse en problemas”. "La clave es que tenemos este recurso gratuito, toda esta luz del sol quemándonos, y podemos darle un mejor uso".

La iniciativa de la ECPA y la OEA entrega donaciones de hasta 50.000 dólares para apoyar proyectos comunitarios que aborden algunos de los desafíos del rápido proceso de urbanización, con enfoque en cuatro áreas prioritarias: energías limpias y eficiencia energética basada en la comunidad; resiliencia a los desastres naturales; soluciones para el transporte sostenible y gestión de residuos; y reciclaje y gestión de aguas residuales. Richard Huber, quien dirige la iniciativa de Comunidades Sostenibles en América Central y el Caribe en la OEA, explicó que proyectos como el que se desarrolla en Antigua y Barbuda tienen un impacto significativo y multiplicador en pequeñas comunidades, “incluso cuando se trata de pequeñas subvenciones”.

Desde la perspectiva del gobierno, la iniciativa de apoyar estos proyectos sostenibles va más allá del beneficio económico e incide en un cambio de mentalidad y en la consciencia de la preservación de los recursos naturales. Diann Black-Layne, quien lidera el Departamento de Medio Ambiente en Antigua y Barbuda, reconoció que muchas personas tienen dudas sobre la eficiencia de los paneles solares, pero “este proyecto solar comunitario está ayudando a cambiar la opinión; cada evento de lanzamiento ha sido noticia local de primera plana, el impacto ha sido enorme", explicó.

Efectivamente, Ruth Spencer se ha convertido en una líder comunitaria generando conciencia sobre los beneficios de la energía renovable y el potencial de los empleos verdes. Su experiencia ha abierto los ojos a la comunidad sobre las oportunidades que hay en esta clase de energía alternativa. “No es que la gente no sepa sobre la energía solar”, dijo, sino que muchos "desconocen que una persona común puede tener acceso a ella", comentó. Hoy Ruth ha hecho conexiones, ha agrupado voluntarios, y ha ayudado a instalar ocho sistemas solares fotovoltaicos en pequeñas organizaciones comunitarias y en iglesias.

Ayudando a instalar los paneles solares en el techo de la congregación

El objetivo de Ruth es trabajar con organizaciones sin fines de lucro que realizan labores en pro de la comunidad, pero que no cuentan con los recursos necesarios para hacer funcionar aires acondicionados. Tal es el caso de la iglesia “Ministerios vibrantes de Fe”, en donde sus miembros fueron inspirados por la oportunidad de participar, y ayudaron a instalar los paneles solares en el techo de la congregación.

A pesar de que sus necesidades energéticas eran modestas, esta iglesia estaba pagando aproximadamente 300 dólares mensuales en electricidad.  Los paneles solares han reducido la factura a más de la mitad. Eso ha ayudado a los miembros de la iglesia a entender el potencial de ahorro, incluso a pequeña escala.

En el año 2015 Ruth Spencer fue galardonada con el Premio Global de Energía  en reconocimiento a su labor con el despliegue de la energía solar en Antigua y Barbuda.  Las autoridades trabajan ahora para que su ejemplo no se pierda: Black-Layne está poniendo en marcha un fondo marco multimillonario para el desarrollo sostenible de la isla que incluya un componente de oferta de líneas crediticias accesibles a personas de bajos y medianos ingresos para invertir en proyectos de energía solar y prevención de huracanes a nivel residencial. El proyecto solar comunitario liderado por Ruth, concluye, se ha convertido en el mejor ejemplo de lo que se puede llegar a conseguir.

 

Referencia: C-043/16