Comunicado de Prensa


EN UNA CONFERENCIA EN LA UNIVERSIDAD DE GEORGETOWN, EL SECRETARIO GENERAL DESTACA DESAFÍOS PENDIENTES PARA LA REGIÓN

  28 de marzo de 2008

El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, aseguró que la inseguridad creada por el crimen, la pobreza y el déficit de gobernabilidad figuran entre los principales factores de desestabilización en los países del continente. Estos desafíos que amenazan a la democracia deben ser superados para que los avances económicos registrados durante los últimos años en América Latina y el Caribe produzcan mayor confianza y resultados concretos que beneficien a los pueblos y a los ciudadanos del continente, dijo el titular de la OEA.

Durante su intervención, registrada ante alumnos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Georgetown en Washington, Insulza destacó la importancia del momento que vive la democracia en la región, e hizo relación de los procesos electorales que se han desarrollado de manera transparente, señalando que los países viven en una región de paz.

“Somos el continente más pacifico de la tierra, y hoy sabemos que las controversias que aún subsisten o que pueden llegar a suscitarse en el futuro se resolverán por el diálogo, la negociación y la cooperación, en el marco solidario que aportan todos los países del hemisferio, como quedó demostrado con el feliz desenlace de la situación suscitada entre Ecuador y Colombia”, manifestó el Secretario General.

Insulza sostuvo que existen muchas razones para ser optimistas, incluyendo el buen momento económico y la situación en el plano político de la región. Sin embargo, subrayó el problema del déficit de gobernabilidad que existe en varios países de la región, que tiene su origen en la ineficiencia, corrupción, débiles instituciones y la reducción del tamaño del Estado, lo cual limita la capacidad operativa de los gobiernos. “Esta reducción afecta también a instituciones necesarias para prestar los servicios más básicos requeridos por la población”, explicó el Secretario General.

Afirmó que los altos índices de violencia están vinculados directamente con los problemas de la pobreza y la desigualdad. “Es verdad que el número de pobres ha disminuido proporcionalmente, pero en la región sigue habiendo 194 millones de personas pobres y 71 millones de indigentes”, señaló, agregando que el número de pobres es muy alto para una región que no es pobre.

“América Latina y el Caribe no es la región más pobre del planeta, pero probablemente es la más desigual. La pobreza tiene una cara, una raza y un género”, dijo Insulza. Esta seria situación ha llegado a desafiar a las instituciones del Estado en algunos países, explicó al referirse al crimen organizado que ha surgido por razones de desigualdad y discriminación. Aseguró que la pobreza daña a la democracia porque un Estado que acepta que una parte significativa de su población sea pobre, viva una situación de desigualdad y sea discriminada, difícilmente puede denominarse a sí mismo democrático.

Referencia: C-099/08