Comunicado de Prensa


EN MESA REDONDA, OEA ANALIZA CONSENSO SOBRE POLITICA DE COMERCIO
ANTE LA GLOBALIZACION

  9 de mayo de 2007

En un análisis de temas relacionados con las políticas de comercio y la globalización, expertos reunidos en la Organizacion de los Estados Americanos (OEA) abogaron por avanzar en los acuerdos de libre comercio entre Estados Unidos y algunos países latinoamericanos. Hicieron hincapié asimismo en el impacto que la globalización y los complejos procesos políticos estadounidenses ha tenido en el progreso en ese sentido.

Durante la mesa redonda sobre “ Fomento de un Consenso sobre la Política de Comercio en una Era de Globalización”, el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, resaltó el importante papel global de Estados Unidos en materia de libre comercio. Expresó su preocupación por el ambiente actual en dicho país en torno a iniciativas de la liberalización del comercio, al referirse a consecuencias negativas que surgirían de no aprobarse los acuerdos de libre comercio con Colombia, Panamá y Perú, que están pendientes ante el Congreso estadounidense. Es de suma importancia que se encuentre una manera de avanzar a un voto positivo sobre estos acuerdos, para evitar que se vean afectadas futuras relaciones comerciales en las Américas y a nivel global, afirmó Insulza.

Los panelistas de la mesa redonda fueron C. Fred Bergsten, Director del Instituto Peterson para Economía Internacional y ex Subsecretario de Asuntos Internacionales del Departamento del Tesoro de Estados Unidos; Federico A. Humbert, Embajador de Panamá ante el gobierno de Estados Unidos; y Grant Aldonas, Presidente de Negocio Internacional del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) y ex Subsecretario de Comercio Internacional del Departamento de Comercio. El debate fue moderado por el columnista Steven Pearlstein, del diario Washington Post.

Bergsten analizó, entre otros, el contexto político estadounidense en esta materia y observó la existencia de una ansiedad creciente en los Estados Unidos en torno a la globalización –en gran medida, resultado de inadecuados programas de asistencia para los trabajadores que han sido afectados. Se refirió también a estudios recientes que demuestran una relación beneficio-costo netamente prometedor, alrededor de 20 a 1, derivada del avance hacia la liberalización del comercio. Sin embargo, explicó, de no desarrollarse estrategias o programas para atender de manera mejor los costos negativos y ayudar a los que pierden a causa de la globalización, permanecerán las tensiones y ansiedades fundamentales. Bergsten afirmó también que el aumento del déficit comercial y el déficit de cuentas contribuye al movimiento de opinión en contra de la liberalización del comercio.

El Embajador panameño habló de la agenda de libre comercio de Panamá y de otros países latinoamericanos, subrayando los impactos del cambio político en Estados Unidos sobre la conducta de su política de comercio hacia América Latina. Este proceso debe separarse de la política, dijo, para evitar que el comercio sea afectado de manera negativa por cambios políticos que introduzcan una diferente dinámica a las políticas de comercio internacional. El Embajador Humbert enfatizó la urgencia de aprobar los acuerdos de libre comercio pendientes en el Congreso, al destacar que estos no sólo ofrecerían importantes oportunidades para el comercio sino que generarían empleos muy necesarios. Se manifestó confiado ante las posibilidades de lograr un consenso bipartidario en Estados Unidos sobre esta materia.

Por su parte, Aldonas destacó que es necesario desarrollar una visión para avanzar en las pendientes cuestiones de comercio, aunque reconoció los efectos de salarios deprimidos para un segmento importante de la población estadounidense. Al pedir consenso dentro de los partidos Republicano y Demócrata, Aldonas abogó por el desarrollo de una amplia agenda nacional para promover la competitividad, de la cual las políticas de comercio constituirían sólo uno de muchos componentes interrelacionados. El mundo globalizado de hoy – caracterizado por el flujo de capital, tecnología e información sin fronteras– requiere de políticas más amplias y más progresistas que generen un ambiente menos reglamentario pero que al mismo tiempo fomenten más el comercio, inclusive programas que faciliten el ajuste laboral, precisó.

Tras inaugurar el debate, Sherry Stephenson, Directora del Departamento de Comercio, Turismo y Competitividad de la OEA, enfatizó que para el organismo hemisférico, el comercio reviste gran importancia como componente indispensable de un conjunto de políticas disponibles a los gobiernos. Explicó además que “el comercio liberalizado, junto con las relaciones comerciales fortalecidas, pueden contribuir a la realización de las metas de las Cumbres [de las Américas] en el sentido de avanzar con el fortalecimiento del crecimiento económico, la creación de empleos y la reducción de la pobreza”. Afirmó que el reto actual consiste en asegurar que la agenda de comercio concuerde de manera apropiada con el contexto de los objetivos globales de desarrollo económico y social.

El foro fue el cuarto de la serie de sesiones de la Mesa Redonda sobre Política, organizada por el Departamento de Relaciones Externas de la OEA.

Referencia: C-121/07