Comunicado de Prensa


OEA CELEBRA CINCO AÑOS DE CARTA DEMOCRATICA INTERAMERICANA

  12 de septiembre de 2006

El Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza dijo hoy en Sesión Especial del Consejo Permanente que, a cinco años de la suscripción de la Carta Democrática Interamericana, durante la Asamblea General Extraordinaria de la OEA en Lima, Perú, “debemos alegrarnos de haber alcanzado importantes logros democráticos en la región”, pese a que el escenario internacional es mucho más complejo de aquel que imperaba hasta ese “aciago 11 de septiembre de 2001”.

En el contexto de un análisis sobre el drástico cambio de la situación mundial a partir de ese día, Insulza dijo que la Carta nació en una fecha en que el mundo dejó de ser el que era en materia de seguridad y se abrió a “una perspectiva distinta de conflicto global en que el terrorismo pasaría a ser tema central de las preocupaciones de los Estados y los pueblos, el sistema internacional multilateral atravesaría por graves tensiones y el objetivo mundialmente compartido de alcanzar la paz se haría más lejano.”

Insulza lamentó que ese 11 de septiembre, cuando nuestros países suscribían un documento que “debía abrir una nueva fase en la historia del hemisferio, alejados de los períodos de autoritarismo y guerra interna, el mundo involucionaba nuevamente hacia el fundamentalismo, la crisis y el conflicto.” Sin embargo, enfatizó, en esta parte del mundo, “nuestras sociedades conquistaron la democracia y el autoritarismo fracasó”, prueba de ello es que “en el ultimo año hemos tenido más elecciones democráticas que en ningún otro momento de nuestra historia”. Destacó también, que los países del área han superado crisis importantes “dentro de las reglas de la democracia y hoy podemos decir que nuestras democracias son mucho más estables que hace apenas un par de décadas, cuando en muchos países los períodos democráticos eran cortos y frágiles, antecedidos por largos años de autoritarismo.”

El Secretario General Insulza hizo referencia al papel de la OEA en la facilitación y negociación de acuerdos en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Haití y Nicaragua, y en el proceso de paz de Colombia, y mencionó el valor de la misiones de observación electoral con que el organismo apoya los procesos electorales en los países que lo solicitan. El monitoreo de los comicios tanto presidenciales como legislativos o regionales, “constituye uno de los elementos claves para la promoción y la consolidación de la democracia en el hemisferio”, dijo, porque “promueven el reconocimiento positivo de los derechos políticos, en especial el ejercicio del derecho ciudadano de poder elegir y ser elegido de manera incluyente, libre y con respeto al secreto de la voluntad popular”.

Como principal característica de la Carta Democrática Interamericana, que cumple cinco años de vida, Insulza dijo que su contenido va más allá de la referencia a la génesis de la democracia, llegando a “definir los rasgos de la democracia moderna que nuestras Américas están construyendo”. Los grandes principios sobre los que descansa el quehacer democrático, dijo, son garantía contra el totalitarismo, pero además, “son instrumento para privilegiar el bienestar colectivo por sobre los intereses particulares; esto, porque la democracia liberal no sólo se basa en la realización de elecciones libres y justas, sino también por la protección de otras libertades fundamentales, de tal manera que se considera que provee los medios más adecuados para asegurar una protección institucionalizada de otros derechos humanos”.

La democracia no es privilegio de los ricos, dijo Insulza, pero “para los pobres debe significar algo más: debe ser el vehículo para su protección y progreso dentro de la sociedad. Miremos nuestros déficits y conoceremos nuestras prioridades.”

Advirtiendo que como toda obra humana, la Carta es perfectible, Insulza dijo que “no hay instrumentos de esta naturaleza que estén acabados de una vez y para siempre; la defensa de nuestra democracia es, por lo tanto, una construcción permanente.”

La sesión fue presidida por el Embajador de Suriname, Henry Illes, en su calidad de Presidente del Consejo Permanente. Illes recordó la “responsabilidad compartida de los Estados miembros y la comunidad interamericana de preservar y fortalecer la democracia en nuestro hemisferio”. Reconoció que mientras que Estados miembros sigan encarando desafíos a la gobernabilidad, a la estabilidad y al crecimiento, le corresponde a la OEA, “como institución con un mandato de los Estados miembros, continuar siendo socio indispensable en la promoción y consolidación de la gobernabilidad democrática en las Américas”.

Gonzalo Gutiérrez Reinel, Viceministro y Secretario General de Relaciones Exteriores del Perú, país sede de la sesión extraordinario de la Asamblea de la OEA que aprobó la Carta Democrática, dijo que, “no sin dificultad, se instala progresivamente en nuestros sistemas políticos nacionales, una convicción compartida sobre la necesidad de contar con liderazgos inclusivos así como con mecanismos permanentes y creíbles de consulta y concertación política en los que es necesario respetar las reglas preestablecidas en nuestros respectivos sistemas democráticos.” Agregó, que, “Es necesario impregnar a nuestras clases políticas, sociedades civiles y sectores privados del convencimiento de que es necesario encontrar un equilibrio apropiado entre los valores de la democracia y los requisitos del crecimiento económico con equidad”.

Entre las otras reflexiones presentadas sobre el aniversario del la Carta Democrática, el Embajador de Colombia ante la OEA, Camilo Ospina, en representación del Grupo de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) destacó el reto de profundizar los mecanismos que “permitan a los ciudadanos de las Américas ser actores fundamentales de la democracia”.

Por su parte, el Representante Permanente del Canadá, Embajador Graeme Clark, afirmó, en su intervención, que el aniversario que se conmemora hoy representa “una oportunidad de medir el significado excepcional de la Carta Democrática Interamericana, para hacer una reflexión sobre el camino cursado durante los últimos años, y ver cómo se puede fortalecer aún más la relevancia de la Carta y su implementación en el futuro”. Abogó por robustecer la capacidad de este instrumento en relación con una acción preventiva que se realice de manera mesurada y oportuna.

Según el Embajador Denis Antoine, de Grenada, hablando en nombre de los estados de la Comunidad Caribeña (CARICOM), subsisten “promesas no cumplidas” a nuestros ciudadanos. En este sentido, se refirió a la iniciativa de una carta social interamericana diciendo que su pronta conclusión “reflejaría una reafirmación de los compromisos asumidos hace cinco años cuando adoptamos la Carta Democrática Interamericana”.

El Embajador Javier Sancho Bonilla de Costa Rica reflejó el sentir de los países centroamericanos al señalar que, “le corresponde a la OEA renovar su compromiso con la democracia, para que continúe fortaleciéndose y profundizándose en el hemisferio. Con un estado de derecho fuerte, seguridad multidimensional, transparencia, gobernabilidad y estabilidad, se crean las condiciones indispensables para favorecer el florecimiento de las economías e impulsar los procesos e integración que necesitamos para disminuir la pobreza y crear oportunidades de crecimiento y superación para nuestras familias”.

Finalmente, el Representante Permanente de los Estados Unidos, Embajador John F. Maisto, recalcó que el día que sigue el 11 de septiembre es “una conmemoración poderosa”, no sólo para los 296 millones de ciudadanos estadounidenses sino también para los más de 800 millones de habitantes de las Américas y recordó que todos los gobiernos representados en la sala “firmaron, voluntariamente el documento que consagra los elementos esenciales de la democracia”: respeto por el los derechos humanos y libertades fundamentales; el imperio de la ley; elecciones libres y transparentes; sistema político pluralista; y separación de los poderes. Destacó el papel crítico de la OEA que bajo la Carta Democrática, ha apoyado a Estados miembros donde fue amenazada las practicas o instituciones democráticas.

Referencia: C-189/06