Comunicado de Prensa


EL SECRETARIO GENERAL DE LA OEA LAMENTA LAS PÉRDIDAS
CAUSADAS POR FÉLIX Y HENRIETTE

  6 de septiembre de 2007

El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA),José Miguel Insulza, expresó su pesar por las pérdidas causadas por los huracanes Félix y Henriette en su paso por Nicaragua, Honduras, Guatemala y México.

Los informes preliminares revelaron la muerte de cuatro personas y la destrucción de 5.000 viviendas en las cercanías de Puerto Cabezas, en Nicaragua. Pero ayer, el portavoz del Departamento de Defensa Civil de Nicaragua, Álvaro Rivas, dijo que el saldo de víctimas confirmadas había ascendido a 18, con más de 50 personas desaparecidas en la provincia de Matagalpa y otras diez alrededor de Puerto Cabezas. El martes, mientras el presidente de Nicaragua Daniel Ortega declaraba un estado de emergencia para destinar ayuda a aproximadamente 38.000 personas que se esperaba quedarían a la intemperie, el vecino país de Honduras ya se preparaba para las lluvias torrenciales pronosticadas a causa de Félix, que para entonces se había reducido a una tormenta tropical. Funcionarios hondureños informaron que se evacuaron 27.000 personas en el norte y el sur de Honduras debido a las inundaciones. La tormenta pasó cerca de la capital, Tegucigalpa, por la noche y las lluvias continuaron hasta antes del amanecer. El Centro Nacional de Huracanes de Miami dijo que Félix podría causar hasta 25 pulgadas (más de medio metro) de lluvias en algunas zonas alejadas. El martes, mientras se desplazaba hacia el norte de la costa del Pacífico en México, Henriette provocó deslizamientos de tierras que dejaron un saldo de siete muertos en Acapulco. Ayer por la noche, tocó tierra cerca de la ciudad de Guaymas, resultando en el segundo impacto sobre territorio mexicano en dos días.

El Secretario General Insulza dijo que “los huracanes Félix y Henriette son un recordatorio de los devastadores efectos de las tormentas tropicales y las lluvias torrenciales. Los huracanes no solamente amenazan la vida humana y las propiedades personales con la fuerza de los vientos, sino que gran parte del daño proviene de las intensas lluvias, cuando los asentamientos humanos se ubican en escarpadas laderas que son propensas a los deslizamientos de tierras e inundaciones. Podemos reducir la devastación causada por estos desastres adoptando planes y políticas de zonificación que tomen en cuenta los riesgos”. Además, agregó, “debemos continuar trabajando en los sistemas de alerta temprana, para llegar a los más vulnerables con pronósticos y alertas oportunas, y comprometiendo a todos los ciudadanos desde las primeras etapas de los planes de evaluación del riesgo”.

Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, la última vez que se registró el descenso simultáneo de dos huracanes provenientes del Atlántico y el Pacífico fue en 1949. Hasta ayer, la comparación más cercana había ocurrido a las 5 a.m. del 24 de agosto de 1992, cuando el huracán Andrew devastó el sur de la Florida 23 horas después de que el huracán Lester azotara Baja California, en México. Pero el martes, el huracán Félix golpeó con fuerza de categoría 5 la Costa de los Mosquitos, en Nicaragua, y solo ocho horas después, el ojo del huracán Henriette impactó la región mexicana de Baja California.

Referencia: C-204/07