Comunicado de Prensa


PANEL DE EXPERTOS ADVIERTE SOBRE CONSECUENCIAS DEL
CAMBIO CLIMÁTICO EN LAS AMÉRICAS

  30 de agosto de 2008

Un panel de expertos en cambio climático invitado a exponer durante la reunión ordinaria del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) analizó ayer las implicaciones del calentamiento global sobre los medios de vida de los pueblos del hemisferio, y recomendó a los Estados Miembros poner en marcha programas de adaptación a las nuevas condiciones creadas por este fenómeno.

Poniendo en evidencia el impacto económico del cambio climático sobre la cuenca del Caribe, el Director Ejecutivo del Centro para el Cambio Climático de la Comunidad del Caribe (CCCCC), Ken Leslie, citó un reciente estudio llevado a cabo por la institución que dirige, en el que se muestra que si no se toman medidas para reducir o mitigar los efectos del cambio climático, en las islas de Antigua y Barbuda el PIB experimentará un cambio de un 12,2% para el año 2025, 25,8% para 2050, y 58,4% para el año 2100. Especialmente preocupante es el caso de Grenada, cuyo PIB experimentará un cambio de 21,3% para 2025 y 111,5% para 2100.

En términos de seguridad alimenticia, Leslie predijo que un aumento de 2 grados centígrados en la temperatura significaría una reducción de la producción de arroz de entre un 10 y 14%. La producción de frijoles se reduciría entre un 14 y un 19%, mientras que la producción de maíz sufriría una baja de hasta un 22%, “lo cual demuestra que el aumento de la temperatura pone en riesgo nuestra seguridad alimenticia”, puntualizó.

En otro estudio, encomendado por la Comunidad Andina, el CCCCC encontró que “el cambio climático podría costar a los países andinos US$30 millones anuales para 2025. El informe también predice que 70% de los pueblos andinos tendrán serias dificultades para acceder a fuentes de agua limpia para el año 2025. En 2020, aproximadamente 40 millones de personas estarán en riesgo de perder sus fuentes de agua y algunos cultivos debido al derretimiento de los glaciares y la mayor desertificación en la cordillera de los Andes”.

El segundo panelista, Alfred H. Grünwaldt, Especialista en Energía Limpia y Cambio Climático del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), presentó los resultados de la cuarta evaluación publicada en abril de 2007 por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), un órgano científico creado por la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

El análisis del IPCC pronostica que el cambio climático tendrá significativos efectos sobre el agua, los alimentos, la energía, la salud y el turismo. Esto, a su vez, se traducirá en peores condiciones para la gente. Por ejemplo, el impacto del cambio climático sobre el agua afectará los ecosistemas y la biodiversidad, la agricultura y la seguridad alimenticia, el uso de la tierra y la explotación forestal, la salud humana, el suministro de agua, los asentamientos humanos y la infraestructura, y la economía en general (los seguros, el turismo, la industria, el transporte, etc.). En el caso de la salud, Grünwaldt estimó que “el costo de hacer frente a tres enfermedades relacionadas con el clima (diarrea, desnutrición y malaria) ascendería a entre US$3.000 y 17.000 millones para 2030 según los diversos escenarios de cambio climático. La inversión total para combatir la diarrea sería de 67.000 millones, la desnutrición, de 2.000 millones, y la malaria, de entre 36.000 y 50.000 millones en 2030”.

Por su parte, Katherine E. Bliss, Subdirectora y Miembro Senior del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, se refirió a los efectos directos e indirectos del cambio climático sobre la salud humana. Citando el mismo informe del IPCC, Bliss manifestó que a pesar de la dificultad de “unir directamente la salud a los problemas del clima”, existe suficiente evidencia de que “el mundo ya está experimentando algunos efectos del cambio climático y el calentamiento global sobre la salud. Los efectos directos incluyen fenómenos como el aumento de muertes relacionadas a golpes de calor. Los cambios indirectos incluyen la mayor vulnerabilidad de algunas poblaciones a las enfermedades transmitidas por vectores debido a los cambios en la distribución geográfica de los mismos o los ciclos de vida estacionales”.

En las Américas, señaló Bliss, los expertos del IPCC advierten que el calentamiento global podría afectar la incidencia y la distribución de enfermedades. “Por ejemplo, en América del Norte, la enfermedad de Lyme, transmitida por la picadura de una garrapata, se encuentra en todo el noreste y las regiones centrales del Atlántico de los Estados Unidos. Sin embargo, con las predicciones de que la temperatura promedio aumentará en regiones situadas más al norte, es posible que la enfermedad de Lyme se extienda hasta Canadá, donde en la actualidad es improbable. El aumento de las precipitaciones en los desiertos del sudoeste estadounidense podría estimular el crecimiento de poblaciones de roedores, que conllevarían el aumento de plagas o el hantavirus”, informó.

En su intervención final, el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, felicitó al Representante Permanente de Belize ante la OEA y Presidente del Consejo Permanente, Embajador Nestor Mendez, por dedicar “su mandato [la presidencia rota cada tres meses] para promover el diálogo sobre temas relacionados con el desarrollo sostenible y el cambio climático. Este tema reviste fundamental importancia no solamente para el Caribe sino para todas las Américas, y resulta obvio el peligro que representa para los más pobres y vulnerables”. Insulza también agradeció al Dr. Ken Leslie, del CCCCC, por “la calurosa bienvenida y las excelentes explicaciones brindadas durante nuestra reciente visita a Belize” y elogió al CCCCC por “sus impresionantes proyectos, y su enorme capacidad de predicción, información y propuestas que ayudan a los países miembros a enfocar mejor su trabajo de prevención”.

Referencia: C-325/08