Comunicado de Prensa


LA CRISIS ALIMENTARIA DEBE CONSTITUIRSE EN UNA OPORTUNIDAD PARA CREAR UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO, AFIRMAN EN LA OEA

  1 de octubre de 2008

En el transcurso de una Sesión Extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sobre “Seguridad Alimentaria y Cambio Climático en las Américas”, el Subdirector General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Christopher Hansen, aseguró que la situación alimentaria actual debe considerarse como un desafío, pero también como una oportunidad para crear un nuevo modelo de desarrollo económico y social en el mundo.

“La situación actual del aumento de los precios internacionales de los alimentos representa un desafío, pero también constituye una oportunidad: la oportunidad de examinar la situación alimentaria mundial y formular estrategias apropiadas para proteger a la humanidad de una incertidumbre similar en el futuro. La seguridad alimentaria es un conjunto complejo de asuntos interrelacionados, con dimensiones políticas, sociales y ambientales que no pueden resolverse con la aplicación de medidas a corto plazo”, advirtió Hansen.

El Subdirector del IICA recordó que en el corto período de un año, los alimentos subieron a precios “sin precedentes”, generando incluso disturbios en más de 20 países alrededor del mundo. A modo de ejemplo, recordó que el trigo registró un alza del 130 por ciento; el arroz, del 74 por ciento; la soja aumentó en un 87 por ciento, y el maíz en un 52 por ciento.

En este marco, indicó, la crisis alimentaria debe considerarse como una oportunidad para los sectores agrícola y rural de los países de las Américas. “Las limitaciones históricas del sector deben superarse. Los agricultores deben aprovechar estos aumentos de los precios internacionales de los alimentos, y las políticas agrícolas y de desarrollo rural deben incorporarse de manera más eficaz en los programas nacionales de desarrollo”, dijo.

“Necesitamos un nuevo modelo de desarrollo. Un modelo que integre la agricultura y la economía rural en la agenda del desarrollo. Un modelo que reconozca su contribución a la seguridad alimentaria, la seguridad energética, el empleo, la preservación del medio ambiente y de los recursos naturales, y el mantenimiento de la paz social y la estabilidad social”, mencionó.

Hansen recordó que, de la misma manera en que los alimentos constituyen un derecho básico del mundo, “el sector de los alimentos en la agricultura debe ser un componente central de la agenda del desarrollo de todos los países, y se les deben asignar los recursos necesarios para su crecimiento y sostenibilidad. Ya no puede mantenerse a este sector marginado en el proceso de desarrollo”.

En otro momento de la Sesión del Consejo Permanente, que reúne a los representantes de los 34 Estados Miembros de la OEA, el Premio Nobel de Economía 2005 y catedrático de la Universidad de Maryland (Estados Unidos), Thomas C. Schelling, advirtió que uno de los principales impactos del cambio climático registrado en el planeta se producirá en los alimentos y en la agricultura.

“Quizás el impacto más importante del cambio climático, en todo el mundo, sea en la agricultura. Con toda probabilidad el impacto principal va a ser en los alimentos y la agricultura. Y al decir esto pienso en dos cosas: los alimentos mismos —su abastecimiento, su precio, su distribución— y la gente; gente que se gana la vida con la agricultura, o la gente cuya vida realmente está tremendamente afectada por el precio de los alimentos, que tiene mucho que ver con la salud. Por esta razón, voy a alegar que principalmente es en el mundo en desarrollo donde debemos basar nuestras inquietudes, y que es en el mundo desarrollado donde debemos buscar los recursos para financiar lo que deba hacerse en otras partes del mundo”, sostuvo Schelling.

En otra parte de su intervención, Shelling advirtió que “el cambio climático es real y está presente”, y dijo lamentar que aún existan líderes mundiales que desconozcan la importancia y la gravedad de este fenómeno.

La Sesión Extraordinaria fue introducida por el Presidente del Consejo Permanente y Representante de Bolivia, Embajador Reynaldo Cuadros Anaya, y por el Secretario General Adjunto de la OEA, Albert Ramdin, quienes hicieron alusión a la importancia de debatir a escala hemisférica los desafíos que representan la seguridad alimentaria y el cambio climático.

Ramdin manifestó su satisfacción por la discusión oportuna por parte del IICA, en vista de su enfoque en la prosperidad rural y en el mejoramiento del desarrollo agrícola. “Resulta particularmente importante ante la dificultad que los países confrontan en materia de seguridad alimentaria y en los precios de alimentos”, señaló el Secretario General Adjunto. “Es muy pertinente que la OEA atienda estas situaciones que confrontan los países miembros en el contexto del cambio climático y sus impactos sobre agricultura y previsión de alimentos”, afirmó, agregando que ya es el momento de traducirlo en acción concreta en cuanto a lo que hay que hacer para contrarrestar la influencia del cambio climático sobre sus economías. “La OEA puede movilizar el apoyo político en este sentido”, concluyó Ramdin.

Las palabras de clausura estuvieron a cargo del Subdirector General Adjunto y Representante del IICA en los Estados Unidos, David C. Hatch, quien recordó que el aumento de los niveles de inversión en materia de agricultura es esencial para superar los actuales porcentajes de pobreza que registra la región y dar cumplimiento a las Metas de Desarrollo del Milenio.

Tras su intervención, diversas representaciones de los Estados Miembros solicitaron el uso de la palabra para hacer consultas a los expositores y también para referirse a las políticas concretas que sus países están adoptando tanto en lo atinente a la seguridad alimentaria como al cambio climático.

Referencia: C-374/08