Discursos

EMBAJADOR RODOLFO HUGO GIL REPRESENTANTE PERMANENTE DE ARGENTINA ANTE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS Y PRESIDENTE DEL CONSEJO PERMANENTE
PALABRAS PRONUNCIADAS POR EL EMBAJADOR RODOLFO HUGO GIL EN LA SESIÓN INAUGURAL DE LA SEPTIMA ASAMBLEA EXTRAORDINARIA DE DELEGADAS DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE MUJERES

5 de noviembre de 2007 - Washington, DC


En este momento tan especial para mi país, en el que por elección popular tenemos una presidenta electa, es muy agradable tener la oportunidad como Presidente del Consejo Permanente de la OEA, de participar en el seno de este organismo especializado de la mujer, en el acto inaugural de la Asamblea Extraordinaria de Delegadas de la CIM. Permítanme hacerles llegar, en esta oportunidad mis mejores deseos por que el evento que estamos iniciando sea exitoso.

Pido su indulgencia para referirme brevemente a la elección de Cristina Fernandez de Kichner, la cual festejo, junto con el resto de los argentinos, como un nuevo paso en el fortalecimiento de nuestra democracia y en el logro del acceso de las mujeres a los cargos políticos y de toma de decisiones. Me enorgullece decir que desde hace muchos años Argentina ha mantenido una posición de avanzada en el liderazgo de la mujer. Ya con Eva Perón, mi país fue precursor en la promoción de la igualdad política y social. En 1991, a la vanguardia mundial, inició la adopción de leyes de cuotas, tanto a nivel nacional como provincial, que dieron un impulso definitivo a la participación de las mujeres en los niveles de decisión en el ámbito público. Como consecuencia, hoy en día Argentina es uno de los pocos países en el mundo cuyo Parlamento Nacional cuenta con la presencia de más del 30% de mujeres y sus legislaturas provinciales, con 27%.

La elección de la nueva presidenta no ha sido casual, sino más bien el resultado de un largo proceso en el que las mujeres han construido, desde de las estructuras de poder y desde la sociedad civil, espacios de participación política. El contar ahora con un número importante en la toma de decisiones significa que existe una mejor representación de los intereses y necesidades de ambos hombres y mujeres y que hay más oportunidad para que estos puedan ser satisfechos de forma equitativa. Cristina Kichner ha expresado su profundo compromiso de género, y creo logrará impulsar una gran apertura y grandes avances con respecto al tema, como también lo ha hecho la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet.


Indudablemente todo tema que afecte especialmente a las mujeres y que implique una violación de sus derechos humanos continuará siendo abordado por el nuevo gobierno en forma integral. Uno de estos temas, que es de fundamental importancia para la CIM y en el que la Argentina ha mantenido una dedicación muy directa, es la violencia basada en género. No sólo firmamos la Convención de Belém do Pará el mismo día que fue aprobada por la Asamblea de la OEA, sino que al año siguiente la ratificamos y desde 1996, contamos con un Plan Nacional de Capacitación, Asistencia Técnica y Sensibilización en el tema de la Violencia contra la Mujer. Actualmente estamos desarrollando un Sistema de Información y Monitoreo de la Violencia Familiar Contra la Mujer. El especial interés de Argentina de avanzar de manera concreta y sistemática hacia la erradicación de la violencia basada en género trascendió el ámbito de las decisiones políticas y motivó nuestra solicitud de ser sede de la III Reunión de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención de Belém do Pará, que se realizó en julio en Buenos Aires. Nuestro ofrecimiento no se basó en el mero hecho de proveer un ámbito físico para el evento, sino que quisimos asegurar la participación amplia y contundente de la sociedad civil argentina y de otros países, de manera de producir un rico debate que permitiera presentar en el seno del Mecanismo, una visión multifacética y mas completa de los diversos aspectos que implica la lucha contra la violencia.

Finalmente y entrando a los temas de esta Asamblea, quiero felicitar a la CIM por haber traído a la agenda de la OEA el tema de VIH/SIDA y por evidenciar el vínculo que tiene con la violencia basada en género. Como ya se ha dicho en muchas oportunidades, la feminización del VIH es un hecho ya que a nivel regional, las mujeres representan una proporción cada vez mayor de todos los nuevos casos, constituyendo hoy en día 30% en América Latina y 50% en el Caribe /. El VIH se está convirtiendo en una enfermedad de mujeres jóvenes pobres, muchas de ellas monógamas. Ante esa realidad, la CIM, cumpliendo su tradicional rol de avanzado como organismo especializado de la OEA en temas de la mujer, ha asumido el reto.

Como Presidente del Consejo Permanente y como representante permanente de Argentina ante la OEA quiero asegurarles desde ya que cuentan con mi total y absoluto apoyo para desarrollar iniciativas y/o acciones tendientes a luchar contra esta pandemia.

Les deseo que cumplan prontamente sus objetivos en beneficio de las mujeres de nuestro Hemisferio.

Muchas gracias.