Discursos

REPRESENTANTE PERMANENTE DE NICARAGUA ANTE LA OEA, EMBAJADOR DENIS MONCADA COLINDRES
PALABRAS DEL REPRESENTANTE PERMANENTE DE NICARAGUA ANTE LA OEA, EMBAJADOR DENIS MONCADA COLINDRES EN HOMENAJE AL GENERAL AUGUSTO C. SANDINO.

20 de febrero de 2008 - Washington, DC


Señor Presidente, Señor Secretario General, Señor Secretario General Adjunto, Estimados Representantes Permanentes y Alternos, Señores Observadores Permanentes, Señores Funcionarios de la OEA.

La representación de Nicaragua agradece la oportunidad de incluir como punto de agenda de esta reunión del Consejo Permanente, nuestra participación para rendir un merecido homenaje a nuestro héroe nacional Augusto C. Sandino, reconocido en la Constitución Política de Nicaragua como General de Hombres Libres y Padre de la Revolución Popular y Anti-imperialista.

La gesta heróica de Sandino realizada en las Segovias de Nicaragua se inició ante la ocupación militar norteamericana en 1927 y enarboló las banderas del anti-imperialismo, la defensa de la soberanía y la dignidad nacional, patriotismo y justicia social.

Sandino le imprimió un valor patriótico y ético a su lucha al expresar y poner en practica que “el hombre que de su patria no exige ni un palmo de tierra para su sepultura, merece ser oído, y no solo ser oído, sino también creído”.

Cuando Sandino organiza el Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional en 1927 para luchar contra la intervención norteamericana, no es ésta la primera vez que las fuerzas militares de los estados Unidos, ocupaban Nicaragua. A mediados del Siglo XIX, Estados Unidos puso en marcha su política intervencionista en nuestro país. En este periodo William Walker invadió Nicaragua, fusiló a sus autoridades, se eligió Presidente y decreto la esclavitud, hasta que los pueblos y ejércitos centroamericanos se unieron para evitar ser anexados a los estados esclavistas del sur de los Estados Unidos.

Posteriormente, en la primera mitad del Siglo XX, Estados Unidos perpetró más de un centenar de intervenciones, dos ocupaciones militares de 1912 a 1925 y de 1926 a 1932, época en que el General Sandino desarrolló al frente del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, la lucha antiimperialista en contra de la intervención Norteamericana en Nicaragua.

La ubicación geoestratégica del Istmo Centroamericano y la de Nicaragua en particular, ubicada entre los dos océanos, despertó el interés de las potencias de lograr un paso entre los dos mares.

En 1854, Estados Unidos proclamó la doctrina Monroe América para los Americanos y no para los Ingleses, cuyo mare nostrum en esa época, era el Caribe.

La Doctrina Monroe forzó el cambio de la Geografía de varios países del Hemisferio y desato conflictos bélicos para afianzar la política de dominación norteamericana sobre países del Caribe y del continente, incluyendo la patente de corzo para la construcción de un Canal Interoceánico.

En 1893, se instaura el primer gobierno liberal en Nicaragua. Durante este gobierno se libero la costa Mosquitia del caribe Nicaragüense del dominio ingles, reincorporándose al Estado de Nicaragua, incluyendo su soberanía marítima sobre Islas, Cayos y demás formaciones geográficas en el Mar Caribe. También se iniciaron negociaciones con Estados fuera del Continente para estudiar las posibilidades de la construcción de un canal por nicaragua.

Por esta actuación independiente y autónoma del gobierno liberal del Presidente José Santos Zelaya, en el año 1909 el Secretario de Estado de Estados Unidos Philander C. Knox envió una nota diplomática desconociendo al gobierno del presidente Zelaya quien fue obligado a renunciar 24 horas después.

En esta misma época, Estados Unidos despliega su poderío para el control y dominio de Cuba y para segregar territorio de otros países y construir su vía de comunicación interoceánica.

Es el mismo período en que Estados Unidos mantenía bajo ocupación militar a seis estados de nuestro hemisferio incluyendo a Nicaragua.

Nicaragua ocupada y sometida militar, económica y políticamente es obligada a que su gobierno firme un tratado impuesto por un poder externo. La libre voluntad autónoma y soberana del gobierno está anulada e imposibilitada de realizar actos jurídicos soberanos para contraer obligaciones de derecho internacional.

En 1912, Estados Unidos interviene de nuevo en Nicaragua. En ese periodo en la lucha de resistencia contra la intervención, muere estoicamente el héroe nacional Benjamín Zeledón cuyo cadáver es expuesto públicamente por la Infantería de Marina ante la población de Masaya.

El joven Augusto C. Sandino contempló el acto barbárico. Posteriormente Sandino escribió que la muerte del General Zeledón, le dio la clave de la situación en Nicaragua frente al filibusterismo y que por esa razón la lucha en que estaba empeñado, la consideraba una continuación de aquella.

La ocupación de Nicaragua que se inició en 1912, tuvo una interrupción de pocos meses en 1925 que se retiraron las tropas para regresar en Enero de 1926 controlando las costas y puertos del Caribe para decidir quien debería gobernar en nicaragua. En 1927 ocupan las costas del pacifico, posesionándose de los puertos, las vías férreas y las principales ciudades.

En ese mismo ano 1927, “la solución” a la crisis interna de Nicaragua entre las fuerzas liberales constitucionalistas y el gobierno conservador es impuesta por el Presidente de Estados Unidos que envía a su representante personal, Mr. Henry Stimson haciendo firmar a los contendientes un armisticio y aceptar elecciones vigiladas y dirigidas por los interventores.

Sandino que formaba parte de las fuerzas constitucionalistas, no acepto la imposición del Gobierno de Estados Unidos y comenzó a organizar su movimiento de resistencia contra la ocupación, conformándose un ejército popular, el Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional que lucho con tenacidad y patriotismo hasta lograr la retirada de las fuerzas invasoras.

La actuación de Sandino, además de política y heroica es mística pues logra una simbiosis entre lo espiritual, lo moral, la cultura, el socialismo, la libertad , el patriotismo y el cambio s0cial.

Valora y dimensiona la dignidad intrínseca de todo ser humano incluyendo la identidad nacional y cultural. Imprime un sello ético a la política como practica de vida y lucha libertaria.

Sandino y Darío son dos nicaragüenses que trascienden sus entornos y desarrollan sus capacidades para asimilar y transformar cada uno en su campo, las ideas revolucionarias de su época. Darío revolucionó la Literatura Castellana y Sandino revolucionó el ideario patriótico nacional, cultural y moral. Imprime una nueva dimensión a la defensa de la soberanía y dignidad nacional y a la lucha sostenida contra el intervencionismo.

En las montañas de las Segovias al norte de Nicaragua y en amplios sectores de la población Nicaragüense, Sandino marco la ruta en la lucha contra la intervención, sobre el ideario revolucionario, político, social ético y cultural de esa época y para el futuro.

El sentido de organización colectiva, el valor de la dignidad individual y nacional, la responsabilidad social, el legado de la lucha patriótica contra la intervención extranjera, la apertura crítica hacia diversas teorías, la actitud solidaria con las causas justas y la interpretación dinámica de la historia son parte del ideario y practica de Sandino.

Sandino planteo la necesidad de luchar con un frente único. Nuestro movimiento-dijo- es nacional y anti-imperialista. Mantenemos la bandera de libertad para Nicaragua y para todos los países del hemisferio. Este movimiento es popular y preconizamos un sentido de avance en las aspiraciones sociales.

A principios de 1929, el General Sandino planteó la necesidad de materializar una alianza entre nuestros estados latinoamericanos e insulares, elaborando un plan para la realización del supremo sueño de Bolívar de integración y unidad latinoamericana.

La lucha de Sandino se convirtió en un ejemplo de participación y solidaridad continental, caribeña e internacional.

En el Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional, convergieron y se integraron representantes de diferentes pueblos: Farabundo Marti de El Salvador, Esteban Pavletich de Perú, José de Paredes de México, Gregorio Gilbert de Republica Dominicana, José Ma. Jirón Ruano de Guatemala.

El pueblo norteamericano también expresó su solidaridad con la causa de Sandino, organizando comités de lucha anti-imperialista en Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Detroit. Similares comités se organizaron en México, Venezuela, Argentina y Costa Rica. Mientras en Honduras, el escritor Froylan Turcios apoyaba la lucha de Sandino, publicando sus manifiestos en la revista Ariel.

También la Cámara del Senado de Estados Unidos expresó su desacuerdo por el despliegue de tropas de ocupación en Nicaragua.

La ocupación no impidió el “libre ejercicio democrático” y en 1928 se producen elecciones presidenciales en Nicaragua. Las mesas electorales son presididas por oficiales de la Infantería de Marina y sus demás miembros son también marines. El consejo de elecciones es presidido por el General Charles McCoy, nombrado por el Presidente de Estados Unidos Calvin Coolidge. La lucha de resistencia nacional continúa y en Febrero de 1931 ante el impulso ofensivo de la lucha anti-intervencionista, el Secretario de Estado Mr. Henry L, Stimpson quien había estado en Nicaragua en años anteriores, declara que las tropas norteamericanas se retirarán después de las elecciones de 1932.

El 1ro de enero de 1933, el último contingente de la Marina de Guerra de los Estados Unidos se ve obligado a retirarse de Nicaragua, después de años de heroica resistencia de Sandino y el Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional. Antes de retirar sus tropas, Estados Unidos designó a Anastasio Somoza García como Jefe Director de la Guardia Nacional, que había sido, creada, organizada, entrenada y dirigida por oficiales norteamericanos.

En el proceso de negociación de paz, el General Sandino fue hecho prisionero por orden de Somoza con el apoyo del Embajador de los Estados Unidos y asesinado el 21 de Febrero de 1934.

El Coronel Santos López, uno de los jefes de Sandino logró sobrevivir y continuó la lucha hasta convertirse en el eslabón que unió al Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional con Carlos Fonseca fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional y el Pueblo Nicaragüense que derrotó a una dictadura pro imperialista haciendo posible el triunfo de la Revolución Popular Sandinista en 1979.

En la década de 1980, de nuevo Estados Unidos interviene en Nicaragua, interrumpiendo una Revolución progresista cuyos pilares eran economía mixta, pluralismo político y no alineamiento que enarboló las banderas de Sandino. En el 2006 por vía electoral el Frente Sandinista de Liberación Nacional retoma el gobierno de Nicaragua dirigido por el Presidente Daniel Ortega continuador del legado de Sandino.

Hasta hoy en día, es un misterio el lugar donde reposa el cuerpo de Sandino. Por eso es valido decir con Marti; “el hombre es superior a la palabra, recojamos el polvo de sus pensamientos ya que no podemos recoger el de sus huesos”.

Desde esta sede de la Organización de los Estados Americanos, rendimos homenaje al héroe anti-imperialista General Augusto C. Sandino, expresando con patriótico orgullo ¡Sandino Vive!