Discursos

PABLO GUTIÉRREZ, DIRECTOR DEL DEPARTAMENTO PARA LA COOPERACIÓN Y OBSERVACIÓN ELECTORAL, SECRETARÍA DE ASUNTOS POLÍTICOS DE LA OEA
TERCER ENCUENTRO INTERAMERICANO DE EXPERTOS Y REPRESENTANTES DE ORGANISMOS ELECTORALES (29-30 DE JULIO DE 2010)

29 de julio de 2010 - Caracas, Venezuela


Excelentísimo Embajador Jorge Valero, Viceministro para América del Norte y Organismos Multilaterales y Representante de la República Bolivariana de Venezuela ante la ONU, Excelentísimo Embajador Roy Chaderton Matos, Representante Permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la OEA, Dra. Tibisay Lucena, Presidenta del Consejo Nacional Electoral de la República Bolivariana de Venezuela. Señores y Señoras Presidentes, Magistrados y Representantes de las autoridades electorales de las Américas. Señoras y Señores.

En representación del Secretario General, José Miguel Insulza, quisiera darles la bienvenida a este Tercer Encuentro Interamericano de Expertos y Representantes de Autoridades Electorales de la Organización de los Estados Americanos, organizado conjuntamente con el Consejo Nacional Electoral de la Republica Bolivariana de Venezuela, que ha tenido la gentileza de recibirnos en la bella ciudad de Caracas, cuna de nuestro Libertador Simón Bolívar y de otros ilustres humanistas y latinoamericanistas que han forjado nuestra historia independiente.

Confiamos que esta nueva reunión, este nuevo espacio de diálogo, permita a través de las discusiones, los debates y el intercambio de conocimientos y experiencias, conocer fórmulas y mecanismos tendientes a ejercer exitosamente la organización y juzgamiento de los procesos electorales de cada uno de nuestros países.

La OEA es un organismo internacional, cuyo foco principal, está centrado en su acción política, en cumplimiento de los mandatos que sus Gobiernos le entregan, para el fortalecimiento de la democracia en el hemisferio. Así la acción política de la Organización esta siempre orientada a lograr mejorar y fortalecer las diversas formas de organización democrática, que sus pueblos se han dado soberanamente, en el desarrollo de las transformaciones sociales, económicas y políticas. Como nos señalara el Libertador Simón Bolívar en su discurso ante el Congreso de Angostura en 1819: “el gobierno más perfecto, es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”.

En el marco del fortalecimiento democrático, traducido en este caso en el campo electoral, es un objetivo de la esencia la búsqueda y construcción de mecanismos y procesos que blinden al acto comicial de cualquier duda sobre su legitimidad. Dicha legitimidad se presenta cuando la voluntad popular se manifiesta de forma exacta, trasparente y oportuna en el resultado de la votación ciudadana. Esto además debe verse reflejado de forma tal, que sea susceptible de ser auditado, observado o fiscalizado por los actores nacionales fundamentales del proceso, los partidos políticos y aquellos que son coadyuvantes, como los organismos internacionales de derecho público internacional, a través de su observación electoral.

Resulta clave dejar sentado que la búsqueda del logro de la legitimidad democrática, corresponde al organismo electoral un rol fundamental, pero no exclusivo, habida consideración que también los actores políticos nacionales deben actuar con responsabilidad y seriedad, desde el momento que se someten al escrutinio del pueblo, no debiendo anteponer mas intereses que el bien público y el normal desarrollo del proceso democrático.

En este contexto, nuestros países, a través de sus organismos electorales, han ido construyendo diversas fórmulas, mecanismos, y procedimientos, tendientes a este logro, siempre considerando las realidades diversas, así como toda otra particularidad social, cultural o política.
En este sentido, hemos visto como algunos de nuestros países han desarrollado profundas transformaciones tendientes a la automatización de sus procesos, buscando con ello una entrega cada vez más oportuna y eficiente de los resultados electorales. Asimismo otros han tomado el camino del fortalecimiento institucional, buscando generar la capacidad y flexibilidad imperiosa, para enfrentar los cambios y retos que nos presenta este campo del proceso político, a través de la certificación de la calidad de su gestión.

Sin duda, cada uno de estos esfuerzos ha colaborado a crear mejores condiciones para blindar la legitimidad democrática de los procesos electorales, pero más importante aún, son esfuerzos desarrollados soberanamente y muchas veces con la colaboración de sus pares, a través de mecanismos de cooperación horizontal, herramienta fundamental para las mejoras y transformaciones en esta área.

En este sentido, como sabemos, nuestro hemisferio se ha caracterizado por el desarrollo conjunto de variadas instituciones fundamentales, así como de marcos comunes, parámetros compartidos o criterios ampliamente aceptados, muchos de ellos consagrados en instrumentos jurídicos internacionales. Por ello, los objetivos trazados para este encuentro, que buscan avanzar en ese camino, son dignos de ser realzados, dado que permiten una armoniosa combinación entre la integración institucional regional y la soberanía propia de cada una de ellas.

Las discusiones dadas en estos encuentros, de alguna manera contribuyen al intercambio de experiencias que se han dado en el marco de las Reuniones Interamericanas de Autoridades Electorales, que tienen el objetivo principal de promover el intercambio efectivo de conocimientos, experiencias y mejores prácticas sobre la administración y juzgamiento de elecciones en la región. Son además un espacio abierto y efectivo para facilitar la cooperación horizontal, con el objetivo de fortalecer, en forma continua, las capacidades institucionales de las autoridades electorales, así como también perfeccionar la organización de elecciones en las Américas. Tal y como busca este encuentro, las Reuniones Interamericanas buscan llegar a conclusiones que les sirvan de referencia para el trabajo de las autoridades electorales. En este sentido, la OEA tiene el mandato y el papel de fortalecer, y articular esta cooperación horizontal, siempre desde un enfoque de orientación a la acción, en este particular caso, la acción en el terreno electoral.

Quisiera hacer dos reflexiones para finalizar.

En primer lugar, este esfuerzo por lograr consolidar un marco referencial de procedimientos para la organización de procesos electorales, por supuesto siempre tomando en cuenta cada una de sus particularidades, es un importante aporte que los organismos electorales de la región están haciendo. La tendencia hacia marcos que sirvan de referencia para el trabajo de las autoridades electorales, sin duda contribuirá a profesionalizar sus labores.

Por otro lado, quisiera mencionar que todos estos procesos tendientes a lograr marcos generales de auditabilidad, son también un aporte para la labor de la OEA en observación electoral, facilitando y afinando nuestra labor.

Sin lugar a duda estos encuentros de debate e intercambio son una señal inequívoca que la colaboración, intercambio y dialogo entre los organismos electorales, permiten fortalecer su institucionalidad y funcionalidad, en cuanto columna fundamental de la transmisión pacifica del poder, primer y esencial requisito de la gobernabilidad democrática.
Antes de finalizar quisiera destacar el papel de esta OEA, en la labor de fortalecimiento de la institucionalidad democrática de la región. Nuestro accionar ha ido creciendo en experticia y prestigio, por el trabajo que todos hemos realizado en conjunto, guiados por el impulso de perfeccionar y consolidar el sistema democrático. Los Estados han ido paulatinamente otorgando una relevancia inédita a este foro político de las Américas, con miras a debatir y plantear sus divergencias. Proteger y fortalecer esta institucionalidad es una tarea que corresponde a todos. Afectarla, solo beneficiaría a los sectores que desean retrotraer nuestra historia, a los tiempos que enajenaron la posibilidad de sus pueblos a decidir por sí mismos su destino.

Reitero mi deseo que este encuentro sea útil para su trabajo y podamos continuar realizando estos esfuerzos conjuntos con miras a mantener, mejorar, y consolidar este logro fundamental de nuestros sistemas políticos: elecciones libres y justas en las Américas.

Muchas gracias.