Señor Presidente del Consejo Permanente
Señor Secretario General
Señor Representante Permanente de Honduras
Señor Embajador de Honduras
Señoras y señores Representantes Permanentes:

“En la política no se pregunta de dónde viene el dinero”. Esta frase la expresó en enero de este año en audiencia de juicio oral el ex viceministro de Trabajo Carlos Montes, condenado por el Poder Judicial por delitos de cohecho y lavado de activos en un proceso derivado del mega fraude del IHSS. Sin duda, esa expresión denota la no comprensión sobre la reforma que es necesaria en la política para volverla digna y decente. Pero también significa el no entendimiento que las cosas, en Honduras, ya no son como antes.

Honduras ha atravesado en los últimos doce meses por cambios importantes que la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad – MACCIH, quiere destacar. El nacimiento de un sistema de justicia anticorrupción, la existencia de una ley que regula el financiamiento de la política donde sí hay que saber la proveniencia del dinero, la no posibilidad de conciliación en casos de corrupción, el establecimiento de equipos de investigación y persecución penal integrada entre el Ministerio Público y la MACCIH para investigar de manera conjunta redes de corrupción.

En el tiempo que lleva la MACCIH en el país, ocurrieron hechos notorios, cambios para que las cosas no sean como antes. La decisión del Poder Judicial a partir del reconocimiento de nuestras competencias, para que se realice la selección de los jueces anticorrupción de la nueva jurisdicción, de modo conjunto con la MACCIH. La crítica frente a una justicia benévola frente al caso de Henry Gómez, quien pese a ser condenado por graves delitos de lavado de activos en el caso del Seguro Social, salió de prisión con el pago de una ínfima cifra económica. La posición crítica de la Misión frente a la elección por el Congreso de los integrantes del Tribunal Superior de Cuentas que debió ser presidida por los estándares interamericanos de independencia de los órganos de control. La cuestión de los cambios realizados a la Ley de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización de Partidos Políticos y Campañas Electorales, contrariando la voluntad del pleno del Congreso, que mereció el pedido de rectificación de la MACCIH y la publicación de una fe de erratas de la ley.

Del mismo modo, en estos meses se han efectuado acciones de interacción con la sociedad civil desde el Observatorio de la Justicia Penal que se está construyendo en la MACCIH, para abordar temas de interés público relacionados a nuestro mandato como la ley de clasificación de documentos públicos o ley de Secretividad, la reforma al Código Penal, las reformas penales en materia de Seguridad Pública, la necesidad de una ley de Colaboración Eficaz, entre otros aspectos.

No obstante lo señalado, quizás el más importante aporte de la MACCIH en estos meses para el combate contra la corrupción e impunidad, se concentra en las primeras tres condenas judiciales contra la estructura criminal que participó en el fraude del Instituto Hondureño de Seguridad Social. Aun la historia se está escribiendo y no sale a luz pública el esquema completo de integrantes de esta organización criminal, pero la justicia hondureña está avanzando con apoyo de la Misión. Eso es parte del trabajo que venimos realizando conjuntamente con nuestros colegas de la Fiscalía, que vienen demostrando compromiso y competencia. Pero lo contundente es que pueda comprenderse que, en el marco de los equipos de investigación y persecución penal integrados MP-MACCIH que ya han sido puestos a prueba, se está poniendo más sólido el proceso de investigación y presentación de casos ante la justicia en materia de delitos de corrupción.

Por ello, no es menor, NO ES MENOR, que se haya dado una condena ejemplar de 15 años de prisión contra Mario Zelaya, el ex director del IHSS, y hasta el momento, HASTA EL MOMENTO, el líder de la organización. Debo resaltar que se trata de la condena más alta en la historia de la República de Honduras contra un funcionario público por delitos de corrupción. Sin duda, este es el cambio más importante que puede apreciarse, pero que no ha sido comprendido aún. Estamos seguros que no serán los únicos condenados.
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Este es el segundo informe de la MACCIH al cumplirse doce meses de presencia en el país. El trabajo ha sido arduo en el objetivo de promover cambios en Honduras y, por supuesto, hace falta mucho por hacer aún. Como todo proceso, no es fácil comenzar. Podemos decir, incluso, que cada día es un desafío en la MACCIH y en el combate a la corrupción e impunidad. Pero se ha avanzado y eso es notable; esperamos que la población pueda entender la dinámica que implica comenzar con una Misión como la nuestra. Siempre es de menos a más; siempre primero se construye. Estamos en ese frente.

Creemos que en un año de acciones hemos consolidado la instalación de la MACCIH en Honduras. Un proceso complejo de captación de fondos; no olvidemos que la misión sólo opera con recursos de la comunidad internacional y aquí nuestro reconocimiento a EE.UU, Canadá, Unión Europea, Alemania, Perú, Chile, España, Reino Unido, Italia.
Este proceso involucró también un conjunto de acciones para dar organicidad a la estructura de la misión y la tarea para reclutar al personal idóneo tanto internacional como local.Y en paralelo a ello, iniciar las tareas de fondo. Es decir, mostrar los resultados que demuestren la funcionalidad de la misión. Todo ello se ha hecho en un lapso muy rápido, sin precedentes en misiones de este tipo.

En lo estratégico, la MACCIH procura avanzar en reformas que permitan contar con una estructura para enfrentar la corrupción. Por eso privilegiamos la creación de la jurisdicción anticorrupción en el Poder Judicial, es decir, la creación de un circuito de jueces y tribunales especializados con competencia nacional que tramitarán las futuras causas contra la corrupción, como existe en otros países, como en el caso de la Audiencia Nacional en España, la jurisdicción de Mayor Riesgo en Guatemala o los jueces anticorrupción de Perú. Esta jurisdicción que ya fue creada en agosto del año pasado, contará con jueces ya seleccionados en un riguroso proceso de selección en donde participó la MACCIH conjuntamente con el Poder Judicial. En estos momentos están siendo capacitados y próximamente entrará en funcionamiento. También se está seleccionando y certificando al personal auxiliar de estos nuevos entes judiciales. Nuestro reconocimiento al presidente de la Corte Suprema, el doctor Rolando Argueta por este avance notable de la justicia hondureña que significará un cambio cualitativo.

Pero no solo eso. Una jurisdicción penal anticorrupción especializada, requiere una Fiscalía especializada. Por ello la MACCIH, bajo el liderazgo del Fiscal General Oscar Chinchilla, promovió la creación de la Unidad Fiscal Especial contra la Impunidad de la Corrupción – UFECIC. Creada durante la visita del Secretario General a Honduras, esta unidad de investigaciones complejas de casos de corrupción, estará conformada por más de 40 personas. Se está concluyendo el proceso de selección y certificación de sus integrantes, en donde participa la Misión.

Una particularidad muy especial es la metodología de trabajo diseñada para la labor de la UFECIC. Nuestro objetivo como Misión en el país, es incrementar las capacidades de las instituciones en el combate a la corrupción. Pues bien, para cumplir este propósito se han creado los EQUIPOS INTEGRADOS DE INVESTIGACION Y PERSECUCIÓN PENAL, en donde apoyamos a los fiscales de Honduras con investigadores, analistas criminales, analistas financieros y peritos forenses internacionales. Trabajamos juntos, equipo nacional y equipo internacional, para desmantelar redes de corrupción. Esto significará en el tiempo una Fiscalía mejor preparada para enfrentar fenómenos de estructuras criminales de espacios cerrados, usando ciencia forense y métodos de investigación modernos para seguir la ruta del dinero.

Estamos, pues, construyendo una nueva arquitectura. Lo que llamamos en la MACCIH, el modelo hondureño de combate a la corrupción, que opera con actores hondureños, pues la misión no sustituye. Son fiscales de Honduras los que sostienen ante los jueces y tribunales los casos; son jueces y magistrados de ese país los que emiten las resoluciones judiciales, las condenas y los apremios.
A esta arquitectura hay que agregar otros elementos estratégicos. La norma más importante para combatir la corrupción será la denominada LEY DE COLABORACION EFICAZ. La MACCIH preparó una iniciativa de ley que presentamos al Poder Ejecutivo en diciembre pasado y que el 7 de abril el Presidente de la República entregó al Congreso Nacional para su debate y, esperamos, su aprobación.

El camino para consolidar el proceso aún es largo. Aun no se concreta el acceso de la MACCIH a los sistemas de información que solicitamos al Gobierno, en el marco de nuestro mandato. Está pendiente la respuesta acerca del camino a seguirse para la Ley de Secretividad, cuya inconveniencia es señalada por toda la sociedad civil en Honduras.

Ya estamos trabajando desde la División de Seguridad Pública a cargo de la embajadora Virginia Contreras, la extensa agenda vinculada a los aspectos de la depuración y reorganización policial, incluida la nueva ley de la carrera. También la dinámica para hacer la tercera evaluación de país en la temática de seguridad pública de Honduras conjuntamente con la Secretaría de Seguridad Multidimensional a cargo de la doctora Claudia Paz y Paz. Y se aceleran los preparativos para atender los aspectos de cooperación para la mejora del sistema penitenciario solicitados por el Gobierno. Destaca en la División de Seguridad los trabajos ya desarrollados y propuestos al Poder Judicial y Ministerio Público vinculados al desarrollo de mecanismos de protección de los operadores de justicia.

Está próximo a lanzarse el Observatorio del Sistema de Justicia Penal que coordina Marta Pacchiotti, lo que será un gran momento para la MACCIH, al contarse con una herramienta de información sobre la justicia penal que permitirá un monitoreo social sobre su desempeño. De igual modo, pronto se iniciarán los trabajos de apoyo a la reforma penal, con la participación del Centro de Estudios de Justicia de las Américas.

Respecto a la aplicación de la Ley de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización de Partidos Políticos y Campañas Electorales, queremos reiterar desde aquí la exhortación al Congreso a que defina una elección de miembros de la Unidad de Fiscalización que sea objetiva, transparente e imparcial. A la sociedad civil, que cumpla su papel de veedora de este proceso clave para que pueda existir un apropiado control de la próxima campaña electoral. Aprovecho para reiterar aquí que la MACCIH no tiene competencia alguna en temas electorales, ni de política interna, por lo que también exhorto a los partidos políticos que quieran ser capacitados en materia de financiamiento, que evitemos actos de propaganda y concentrémonos en los aspectos técnicos. A partir de lecciones aprendidas fijaremos correctivos.

La MACCIH lamentó la circunstancia del cambio de la ley de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización de Partidos Políticos y Campañas Electorales, respecto a la voluntad del pleno del Congreso. También lo han hecho recientemente los embajadores agrupados en el Grupo de Seguimiento a la Declaración de Estocolmo (G-16). Más allá de estos aspectos, la MACCIH en el informe que presentamos hoy, está haciendo una respetuosa recomendación al Congreso Nacional para que se introduzcan las reformas necesarias que impidan que las decisiones del pleno del parlamento sean modificadas por las llamadas “Comisiones de Estilo” y que el procedimiento parlamentario garantice la seguridad jurídica de lo que aprueben los diputados de la Nación.
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Debo informar que en este período, hemos tenido que salir al frente de quienes querían que la misión se marche del país. Eso solo denota incomprensión y hasta agendas escondidas de aquellos que quieren que todo siga como siempre. Como en el caso de la CICIG en Guatemala, en Honduras existen voces interesadas para que la MACCIH sea afectada. Eso no nos amilana, como tampoco ha afectado a Iván Velásquez, comisionado de la CICIG. Mi solidaridad con este colombiano ejemplar en su trabajo de combate a la corrupción en Guatemala.

De igual modo, extiendo mi solidaridad con la doctora Gabriela Castellanos y su equipo del Consejo Nacional Anticorrupción, por las represalias que vienen sufriendo por cumplir su mandato al ser demandada por personas acusadas de delitos de corrupción. Nuevamente debo decir ante este Consejo Permanente que las personas investigadas tienen que cooperar con la justicia y no atacar a quienes denuncian los hechos.

La MACCIH ha tomado una decisión importante. Hemos integrando hace semanas y venimos trabajando con la Fiscalía de Honduras para las investigaciones vinculadas al ex presidente Porfirio Lobo Sosa y otros ex funcionarios e incluso actuales diputados, por imputaciones de presuntos pagos indebidos provenientes del narcotráfico, señaladas en una Corte de Nueva York.
Quiero informar, asimismo, que estamos evaluando el pedido de la madre, esposo, hija y hermanos de la asesinada ambientalista Berta Cáceres, para acompañar a la Fiscalía en los aspectos de presunta corrupción conectados con el homicidio.
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Quiero manifestar mi agradecimiento al equipo de funcionarios nacionales e internacionales comprometido de la MACCIH, quienes vienen desarrollando sus tareas de modo importante. Ya somos 52 personas en la misión y nuestra relevancia se sentirá más aún. Toca, por supuesto, agradecer a los embajadores en Tegucigalpa que permanentemente manifiestan su atención por lo que acontece en la MACCIH, en particular a James Nealon, embajador de los EE.UU., Michael Gort, embajador del Canadá, Ketil Karsen, embajador de la Unión Europea, Beatrix Kania embajadora de Alemania, Miguel Albero, embajador de España, Pierre Chistian Soccoja embajador de Francia, Consuelo Vidal-Bruce, representante de NNUU, Claudia Barrientos, embajadora de la OEA.

Al terminar esta presentación, señor Presidente permítame brindar mi homenaje a Gustavo Manzanares. Un aliado para la transparencia y lucha contra la corrupción en Honduras quien falleció ayer. Las condolencias a su familia y a toda Honduras por esta irreparable pérdida.
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Dije que no es fácil el camino. Se requiere de mucha comprensión y seguimiento para que se sepa lo que se está haciendo en la lucha contra la corrupción. Por eso, mi exhortación final: CUIDEMOS a la MACCIH, preservemos su tarea pues en perspectiva podrá verse que su labor conduce a objetivos y resultados claros.

Hemos escuchado en Honduras muchas veces que la MACCIH es una esperanza para el país. En verdad, la esperanza es Honduras.