En un día muy especial para cientos de jóvenes guatemaltecos y beliceños que participaron en un colorido desfile, con presentaciones artísticas y demás actividades de una jornada cultural, el espíritu de paz que reinó en la Zona de Adyacencia Belice-Guatemala durante el cierre de un programa de paz de la Organización de los Estados Americanos (OEA) contrasta con un territorio que continúa bajo disputa luego de más de cien años.

El Programa Promoviendo una Cultura de Paz de la OEA llevó a cabo recientemente su clausura luego de seis meses de actividades para jóvenes residentes de la Zona de Adyacencia, en los que dichos participantes realizaron talleres de arte pictórico, teatral, musical, canción, guitarra e instrumentos de viento.

“El nivel de aceptación del programa ha sido enorme,” dijo el Sr. Sergio Benítez, Oficial de Programa en la Oficina de la Organización de la OEA en la Zona de Adyacencia Belice-Guatemala. Las cifras son parte de la historia: Benítez informó que mientras se esperaba matricular unos 70 alumnos, la cuenta final fue de 348.

Entre los dos vecinos centroamericanos se litiga un área de 12,000 kilómetros cuadrados que Guatemala le reclama a Belice. El 8 de diciembre de 2008 los dos países, actuando por recomendación del Secretario General de la OEA José Miguel Insulza, firmaron un acuerdo para llevar a un referéndum la decisión de pedirle a la Corte Internacional de Justicia resolver su disputa. Los plebiscitos se llevarán a cabo simultáneamente en ambos países en una fecha previamente acordada.

La OEA estableció una oficina en la región en 2003 luego de que los cancilleres de Belice y Guatemala firmaran un “Acuerdo para Establecer un Proceso de Transición y una Serie de Medidas de Fomento de la Confianza entre Belice y Guatemala,” luego enmendado a “Acuerdo Marco de Negociación del Diferendo Territorial y Medidas de Fomento de la Confianza entre Belice y Guatemala.” Desde entonces, la Oficina de la OEA en la Zona de Adyacencia ha realizado una serie de actividades para disminuir las tensiones, incluyendo la promoción del desarrollo comunitario, la prevención de la intensificación de conflictos mediante misiones de verificación, el apoyo a las fuerzas armadas y la ejecución de proyectos de reasentamiento comunitario.

Entre estos esfuerzos se encuentra el Programa Promoviendo una Cultura de Paz, que se llevó a cabo en cercana coordinación con los gobiernos de Belice y Guatemala y que recibió el indispensable apoyo de la Republica Federal de Alemania.

Para los jóvenes de la región, que tienen un acceso limitado al entretenimiento y la cultura, el Programa de la OEA fue una enorme válvula de escape. Otra señal de su éxito fue el que los grupos musicales y de teatro que se formaron durante el Programa seguirán existiendo y sus integrantes continuarán practicando estas artes independientemente, con el apoyo de profesores y con la facilitación de espacio por parte de la OEA.

La jornada cultural que se llevó a cabo en el cierre del Programa contó con la presencia del Representante Especial del Secretario General de la OEA para los Asuntos Belice-Guatemala, Embajador Raúl Lago; del Embajador de la República Federal de Alemania, Peter Linder; y de autoridades municipales, militares y miembros del cuerpo diplomático y organismos internacionales.

Noviembre 19, 2009