Marco Regional para el Uso Sustentable del Río Bravo

El Río Bravo es el quinto río más grande de Norteamérica y el vigésimo cuarto río más grande del mundo. Constituye la frontera principal entre México y los Estados Unidos con una cuenca de 467.000 km2 que abarca tres estados de los Estados Unidos (Colorado, Nuevo México, Texas) y cinco estados de México (Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango) conformando la región hidrológico-administrativa VI Río Bravo (RHA VI) con una extensión territorial de 358,870 km equivalente al 19.9% de la superficie terrestre de este país. El Río atraviesa tres regiones ecológicas (Las Montañas Rocosas del sur, el Desierto de Chihuahua y el bosque espinoso de Tamaulipas), exhibiendo un mosaico de hábitats con once provincias bióticas en ambos lados del río entre la Presa Falcón y la desembocadura del río, definidas como bosque espinoso chihuahuense, bosque de inundación, barretal, matorral espinoso, bosque ribereño, boscaje de palma sabal mexicana, lomas de arcilla y planos de mareas. El valle del Río Bravo es una parte principal del patrimonio cultural e histórico de ambos países además de ser considerado una de las regiones más diversas en términos de biodiversidad en el mundo, con millones de pájaros migratorios que se alimentan y descansan durante la migración estacional.

El alto crecimiento de la población y la significativa dinámica de la actividad económica ha conducido a la sobreexplotación de fuentes superficiales y subterráneas y a la presencia de contaminación puntual y difusa del agua derivada de las descargas de aguas residuales y de los usos de agroquímicos en las actividades económicas. Adicionalmente la región se encuentra localizada en un área geográfica caracterizada por su aridez y la presencia de dos grandes barreras orográficas, la Sierra Madre Occidental y Sierra Madre Oriental, lo cual la hace susceptible a escasas precipitaciones y sequía.

La capacidad de la cuenca para sostener esta gama de necesidades físicas, sociales y económicas y de mantener ecosistemas importantes se encuentra saturada. Este alto riesgo de estrés hídrico aumentado por los impactos del cambio climático exacerba la competencia entre los diferentes sectores por el uso y aprovechamiento del recurso hídrico, creando la necesidad de encontrar alternativas concertadas entre los actores para el manejo sostenible de la cuenca.

Desafíos

Una limitación significativa al uso sostenible de agua del Río Bravo está en la fragmentación legal e institucional de autoridad en la gestión de agua en la cuenca que impulsa la falta de una acción coordinada sobre un mismo territorio o cuenca hidrográfica olvidando la visión integral del desarrollo territorial y genera aspectos como:

  • Articulación Interinstitucional. La necesidad de compartir y utilizar los recursos hídricos del Río Bravo de una manera sostenible es el centro de este proyecto. Por consiguiente, el proyecto busca desarrollar un marco participativo para la gestión coordinada de la Cuenca. Factores socioeconómicos incluyendo el sustento de los habitantes de la cuenca, particularmente la población pobre y en desventaja hacen parte integral de esta meta que busca la maximización de los beneficios transfronterizos y considera el patrimonio natural del Río Bravo que es único en el mundo. A pesar de su extensa biodiversidad, la cuenca contiene especies en peligro de extinción, amenazadas por actividades económicas y de expansión urbana que entre otros perturban los regímenes naturales de corriente, afectan los pantanos, su fauna acuática, y degradan comunidades nativas de plantas ribereñas.
  • Limitaciones de órganos de integración mixta de apoyo a las políticas hídricas. La ley de aguas nacionales favorece la participación de usuarios del agua y la descentralización de la gestión de los recursos hídricos mediante la promoción y coordinación de acciones con los gobiernos de los estados y de los municipios a través de los Consejos de Cuenca (CC) que trabajan en armonía con la Comisión Nacional de Aguas (CONAGUA) y Organismos de Cuenca (CC). El Consejo de Cuenca del Río Bravo a su vez se apoya en órganos de integración mixta como Comisiones de Cuenca, Comités de Cuenca y Comités Técnicos de Aguas Subterráneas (COTAS) que a pesar de ser entes clave para la estabilización, recuperación y preservación de los acuíferos, presentan limitaciones de coordinación y financiamiento que afectan el cumplimento de sus objetivos.
  • Alineación de incentivos para la acción coordinada. Las formaciones forestales de zonas áridas y semiáridas como las encontradas en la región del Rio Bravo, son las que mantienen alrededor del 90% de la vegetación en una condición primaria con respecto al área total que ocupan. El sobrepastoreo, la deforestación, las prácticas de manejo no sostenibles y los procesos de expansión de uso del suelo exacerban consecuencias como la sedimentación de ríos, los azolves en obras hidráulicas y cuerpos de agua, incrementando procesos de erosión y desertificación, así como la pérdida de fertilidad de terrenos agropecuarios. La falta de alineación de incentivos entre las leyes rurales facilita la visión fragmentada que desestimula el manejo integrado de la cuenca.
  • Contaminación ambiental y biológica. Los grupos más afectados por la contaminación y falta de acceso a fuentes de agua segura se encuentran en comunidades rurales, semirrurales y barrios urbanos marginados, situación que representa un obstáculo para el desarrollo integral y sostenible de las comunidades denominado escenarios de crisis. Los escenarios de crisis hídrica requieren de una perspectiva integral que impulse la Gestión Integrada de Recursos Hídricos (GIRH) como una estrategia de cohesión comunitaria para promover la salud, un ambiente sano, el desarrollo social y los derechos humanos con miras a alcanzar el progreso social de las comunidades (humanas y no humanas) más afectadas por la contaminación ambiental y biológica.

El agua del Río Bravo está gobernada por una gama de agencias a nivel institucional, nacional, estado y local. Estas instituciones, y un número aun mayor de organizaciones privadas (Por Ejemplo. distritos de riego), componen el grupo de partes interesadas que deben ser involucradas en la transformación del sistema fragmentado a un proceso integrado de toma de decisiones. El proyecto busca juntar estos factores con el fin de asegurar un enfoque gradual de Gestión Integrada de Recursos Hídricos para el manejo sostenible de este sistema hídrico transfronterizo tan importante.

Acciones

Respetando el marco legal existente entre México y los Estados Unidos, el proyecto implementa un enfoque de diagnóstico y acción dirigidas al desarrollo de un marco participativo para la gestión coordinada del Río Bravo. Este enfoque es consistente con el Análisis de Diagnóstico Transfronterizo (ADT) y los protocolos de formulación del Fondo Mundial Para el Medio Ambiente (FMAM). La dependencia de la diversidad biológica de la cuenca del Río Bravo es considerada dentro del contexto del proyecto que representa una contribución significativa a la gestión ambiental y social de este recurso hídrico transfronterizo.

De acuerdo con los desafíos descritos anteriormente el proyecto enmarca las siguientes acciones:

  • Programa Regional de Agua de la Cuenca del Río Bravo (RWP-BRAVO) [TDA / SAP]. Con el fin de contribuir al mejoramiento de la coordinación interinstitucional y basado en la planificación estratégica participativa, el proyecto busca la construcción de una visión compartida para la cuenca. Para esto desarrollará un foro virtual y mesas de trabajo a distancia por tema estratégico implementados en una página web como interfaz específica, identificando variables clave en mesas de trabajo formadas por grupos con temas estratégicos definidos para la creación de la visión hídrica de la región, el diseño de indicadores de seguimiento de variables clave identificadas y un sistema de monitoreo de la implementación del plan y gestión de la cuenca.
  • Modelo de Sostenibilidad Técnica y Financiera para Comités de Aguas Subterráneas (COTAS). Esta acción especifica busca el fortalecimiento de los mecanismos de participación en la gobernanza del agua del Consejo de Cuenca del Rio Bravo (CCRB) mediante la generación de un portafolio de servicios concertado con la Comisión Nacional de Agua (CONAGUA) y los estados que permita a los Comités Técnicos de Aguas del Subsuelo o Subterráneas ejercer el cumplimiento de sus funciones de manera sostenible. El modelo derivado de la implementación del proyecto piloto espera ser escalado por el Consejo de Cuenca del Rio Bravo en su gestión de creación y fortalecimiento de otros COTAS de su jurisdicción, como parte del Plan Estratégico de Acción (PAE) de la cuenca.
  • Creación de modelos de Pago por Servicios Ambientales con visión de Cuenca. Bajo esta acción el proyecto busca fortalecer la capacidad del Consejo de Cuenca del Rio Bravo para gestionar la creación de modelos de Pago por Servicios Ambientales, mediante la creación de capacidades para convocar y articular negociaciones entre prestadores y receptores de servicios hídricos y la creación de métricas que permitan monitorear las acciones de conservación del recurso hídrico en coordinación con CONAFOR.
  • Implementación de Escenarios Humanitarios. Mediante esta propuesta en ambiente y salud el proyecto busca promover el progreso social en las comunidades de la Cuenca del Río Bravo, mediante la formación del capital humano con las capacidades y herramientas necesarias para diseñar y proponer estrategias de incidencia orientadas en una GIRH para el progreso social (salud, ambiente, nutrición y educación), prevenir la exposición a contaminantes en el agua y crear programas de innovación social mediante esquemas participativos, considerando el agua como único elemento transversal que une a la salud, el ambiente y el desarrollo integral.

De esta forma el proyecto busca: (i) contribuir a la protección y uso sostenible de los recursos terrestres y hídricos transfronterizos de la Cuenca del Río Bravo dentro del contexto de un enfoque integrado y basado en ecosistemas para la gestión del recurso hídrico; (ii) fortalecer la gobernanza local participativa con el fin de maximizar los beneficios transfronterizos para los habitantes de los dos países ribereños, México y los Estados Unidos; (iii) crear incentivos para la protección de la biodiversidad de la cuenca de una manera coordinada y coherente; y (iv) promover la gestión coordinada del Río Bravo mediante la elaboración de un plan hídrico regional (TDA/SAP) que pueda ser ejecutado en forma concertada entre los diversos actores para el uso sostenible de los recursos hídricos transfronterizos de la cuenca.

Nota: versión de proyecto actualizada a diciembre 2020, en consideración de actores del proyecto para ejecución en 2021.