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English Version | Octubre 2015

SEDI News

Mensaje del nuevo Secretario Ejecutivo, Embajador Neil Parsan

Es para mí un gran privilegio y es con gran humildad que recibo el llamado a trabajar con los Estados Miembros en liderar los esfuerzos de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en materia de desarrollo. Como Secretario Ejecutivo para el Desarrollo Integral, me uniré a un equipo dedicado y talentoso de profesionales que trabajan arduamente para apoyar a los Estados Miembros en la promoción de sus objetivos de desarrollo; ya sea en el ámbito de la educación, el trabajo, la competitividad, el turismo o la sostenibilidad, sólo para nombrar algunas de las áreas prioritarias de la región.

El desarrollo integral es uno de los cuatro pilares fundamentales de esta Organización, pero, como muchas veces he sugerido, se puede argumentar que debido a su carácter multifacético, es un factor determinante en la forma en que avanzamos como región en nuestras otras áreas principales de enfoque: democracia, seguridad y derechos humanos. Los Estados Miembros han reconocido la naturaleza interdependiente y de refuerzo mutuo de estos pilares y siguen asignando gran importancia a los esfuerzos de la Organización en materia de desarrollo.

En la última década, la región de América Latina y el Caribe logró un progreso económico y social significativo. Un nuevo informe (CEPAL, 2015) estima que entre 1990 y 2015, la región redujo en más de la mitad la proporción de personas que viven con menos de $1.25 dólar por día, pasando de 12,6% en 1990 a 4,6% en 2011. Además, las cifras actuales sobre participación laboral y desempleo están en su mejor nivel en 20 años y, a partir de 2015, el 93% de los jóvenes entre 15 y 19 años de edad habrán concluido la educación primaria.

Sin embargo, aún persisten importantes desafíos. No sólo es nuestra región comúnmente citada como la más desigual del mundo, sino que las brechas persistentes de productividad, falta de acceso a educación de calidad y los retos que impone el cambio climático afectan de manera desproporcionada a las poblaciones más vulnerables de nuestra región, lo que amenaza con exacerbar los niveles ya alarmantes de desigualdad. Por otra parte, los expertos coinciden en que el crecimiento económico de la región será mucho más lento en los próximos años, pasando de un crecimiento anual promedio de 5% en la última década al 2,2% en 2015 (Banco Mundial, 2014).

Este escenario de bajo crecimiento se intensifica aún más dada la considerable disminución de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) canalizada por los donantes a América Latina y el Caribe, que, según informa la CEPAL, pasó de representar el 14% de la AOD total mundial al 7,6% entre 1960 y la década actual. Se espera que esta tendencia continúe, en la medida en que nuestra región sigue la transición de un grupo de países de bajos ingresos a ingresos medios.

En este contexto, el enfoque de la Organización en el diálogo político y la cooperación técnica regional para el desarrollo se torna cada vez más relevante. Al reunir valiosas experiencias nacionales y los conocimientos especializados de otros sectores en una verdadera alianza para el desarrollo, la OEA está bien posicionada para jugar un papel importante en ayudar a los países a enfrentar los retos del desarrollo en un entorno de mayor limitación de recursos.

Sin lugar a dudas, las alianzas para el desarrollo sostenible, ya sea entre Estados Miembros o con otros actores y regiones, son fundamentales para tener éxito como una región en esta materia. Este imperativo, que tradicionalmente ha impulsado el trabajo de la OEA, fue reconocido una vez más en los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados este mes y que guiarán la nueva agenda mundial de desarrollo hasta el año 2030, siendo una consideración permanente en nuestro trabajo.

Al asumir el papel de Secretario Ejecutivo para el Desarrollo Integral de la OEA, espero seguir trabajando con Estados Miembros, personal y aliados para avanzar juntos en el trabajo encomendado a la Organización en materia de desarrollo, con el fin de contribuir a trazar un camino de prosperidad, sostenibilidad e inclusión para nuestra región.

En lo personal, espero tener a todo mi equipo en la Secretaría trabajando al unísono,  poniendo todas las cabezas, todos los corazones, y todas las manos a la obra para llevar una mejor calidad de vida a todos los pueblos de las Américas. Es nuestra responsabilidad como líderes luchar por esto, dejando este mundo un mejor lugar de lo que lo encontramos.

Atentamente,

Emb. Neil Parsan
Secretario Ejecutivo para el Desarrollo Integral
Organización de los Estados Americanos

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