XI CONFERENCIA INTERAMERICANA DE MINISTROS DE TRABAJO

20-21 octubre de 1998
Viña del Mar, Chile
Original: español

INFORME FINAL

ÍNDICE

I. ANTECEDENTES
II. PARTICIPANTES
III. DESARROLLO DE LOS TRABAJOS

A. Sesión Preparatoria
B. Sesión Inaugural
C. Sesiones Plenarias

1. Primera sesión plenaria

a. Orden de precedencia
b. Acuerdo sobre el Reglamento
c. Temario
d. Composición de las Comisiones

i. Comisión de Credenciales
ii. Comisión de Estilo

e. Método de Trabajo
f.  Duración de la Reunión
g. Elección de las autoridades de COTPAL

2. Segunda Sesión Plenaria

3. Tercera Sesión Plenaria

4. Sesión de Clausura

DECLARACIÓN DE VIÑA DEL MAR Y RESOLUCIONES APROBADAS

SISTEMA DE INFORMACION SOBRE MERCADOS LABORALES (SISMEL)

VOTO DE AGRADECIMIENTO AL PUEBLO Y AL GOBIERNO DE CHILE

ANEXOS

ANEXO I

LISTA DE PARTICIPANTES

ANEXO II

LISTA DE DOCUMENTOS

ANEXO III

INFORME DE LA COMISIÓN DE CREDENCIALES

ANEXO IV

INFORME DE LOS PRESIDENTES DE COSATE Y CEATAL A LA XI CONFERENCIA INTERAMERICNA DE MINISTROS DEL TRABAJO

ANEXO V

PRESENTACIONES DE LOS MINISTROS DEL TRABAJO DEL BRASIL Y PANAMÁ 83

ANEXO VI

DISCURSOS

ANEXO VII

ACTA DE REUNIÓN - COMITÉ TÉCNICO PERMANENTE SOBRE ASUNTOS LABORALES (COTPAL)

PROYECTO DE TEMARIO DE LA REUNIÓN DEL COMITÉ TÉCNICO PERMANENTE SOBRE ASUNTOS LABORALES (COTPAL)

ACTA DE REUNIÓN - COMITÉ EJECUTIVO PERMANENTE DEL CONSEJO SINDICAL DE ASESORAMIENTO TÉCNICO (COSATE)

PROYECTO DE TEMARIO DEL COMITÉ EJECUTIVO PERMANENTE DEL CONSEJO SINDICAL DE ASESORAMIENTO TÉCNICO (COSATE)

ACTA DE REUNIÓN - COMITÉ EJECUTIVO PERMANENTE DE LA COMISIÓN EMPRESARIAL DE ASESORAMIENTO TÉCNICO EN ASUNTOS LABORALES (CEATAL)

PROYECTO DEL TEMARIO DEL COMITÉ EJECUTIVO PERMANENTE DE LA COMISIÓN EMPRESARIAL DE ASESORAMIENTO TÉCNICO EN ASUNTOS LABORALES (CEATAL)

 

INFORME FINAL

I. ANTECEDENTES

La XI Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo se realizó durante los días 20 y 21 de octubre de 1998, en la ciudad de Viña del Mar, Chile. De acuerdo con la reglamentación vigente, la Comisión Ejecutiva Permanente del Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (CEPCIDI), en sus XLII y XLIII Reuniones Ordinarias realizadas en Washington, D.C., en los días 23 de junio y 7 de julio de 1998, respectivamente, aceptó el ofrecimiento de sede hecho por Chile y aprobó la convocatoria y el Temario de la XI Conferencia. La X Conferencia se celebró en Buenos Aires, Argentina del 1 al 3 de octubre de 1995.

II. PARTICIPANTES

La lista de participantes se adjunta como Anexo I de este Informe.

III. DESARROLLO DE LOS TRABAJOS

Durante la Conferencia, y conforme con el artículo 27 del Reglamento, se celebraron una sesión preparatoria, una sesión inaugural, tres sesiones plenarias y una sesión de clausura, según se detalla a continuación. Se incluye como Anexo II la Lista de Documentos Registrados por la Secretaría, utilizados en esta Conferencia.

A. Sesión Preparatoria

De acuerdo al artículo 28 del Reglamento de la Conferencia, los Representantes Titulares de las Delegaciones presentes realizaron una sesión preparatoria el 19 de octubre de 1998 a las 18 horas, antes de la apertura formal de la Conferencia. Presidió inicialmente la sesión el Dr. Antonio Erman González, Ministro de Trabajo y Seguridad Social de la Argentina, en su calidad de Presidente de la X Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo.

Elección de Autoridades.

En la sesión preparatoria, el Dr. Germán Molina Valdivieso, Ministro de Trabajo y Previsión Social de Chile fue elegido por aclamación Presidente de la Undécima Conferencia. Conforme con el artículo 11 del Reglamento, los titulares de las demás delegaciones fueron declarados Vice-Presidentes, ex officio, y sustituyen al Presidente en la ausencia o impedimento del mismo, según el orden de precedencia establecido.

Además de la elección de autoridades, se adoptaron varias decisiones, a ratificarse en la primera sesión plenaria, como se detalla en la sección pertinente.

B. Sesión Inaugural

La sesión inaugural fue realizada el 20 de octubre de 1998, iniciándose a las 9:30 horas. Hicieron uso de la palabra el Dr. Antonio Erman González, Ministro de Trabajo y Seguridad Social de la Argentina, y Presidente de la X Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo; el Dr. Jorge Arrate Mac Niven, Ministro Secretario General de Gobierno, en representación del Presidente de la República de Chile; el Dr. Germán Molina Valdivieso, Ministro de Trabajo de Chile y Presidente de la XI Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo, el Dr. César Gaviria, Secretario General de la Organización de Estados Americanos.

A partir de las 10:30 horas se consideró el punto del temario "Acciones realizadas desde la X Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo". Hicieron uso de la palabra el Dr. Antonio Erman Gonzalez, Ministro de Trabajo de la Argentina, y Presidente de la X Conferencia Interamericana de Ministros, quien informó sobre la implementación del Plan de Acción de Buenos Aires; el Dr. Julio Valladares M., Subsecretario del Trabajo de Chile quién informó sobre avances en materia laboral del Plan de Acción de la II Cumbre de las Américas; el Dr. Victor E. Tokman, Subdirector General de la OIT, quien presentó el informe de la OIT sobre la Declaración adoptada en la 86ª. Conferencia; el Dr. Gustavo Márquez, especialista del BID, quien hizo una exposición sobre avances en materia de cooperación por parte del BID; el Dr. Benno Sander, en representación de la OEA quien informó sobre las actividades realizadas por la Secretaría General de la OEA desde la X Conferencia.

A partir de las 11:00 horas el Sr. Jesús Urbieta, Vicepresidente del COSATE expuso sobre la participación de este órgano asesor de la Conferencia en materia sindical, respecto a las actividades realizadas y el apoyo a los mandatos encomendados desde la Décima Conferencia. El Dr. Daniel Funes de Rioja, en su carácter de Presidente del CEATAL intervino igualmente, a nombre de este órgano asesor en materia empresarial, para hacer un recuento de las actividades llevadas a cabo y presentar una visión de lo acontecido desde la última Conferencia.

Los discursos pronunciados se incluyen como Anexo VI de este Informe.

C. Sesiones Plenarias

1. Primera sesión plenaria

La primera sesión plenaria se realizó el 20 de octubre de 1998. En el transcurso de esta reunión, se formalizaron las siguientes decisiones tomadas en la sesión preliminar, de acuerdo con el artículo 28 del Reglamento de la Conferencia.

a. Orden de precedencia

El orden de precedencia fue establecido de la siguiente forma:

1. Colombia 12. Paraguay
2. Costa Rica 13. Perú
3. Ecuador 14. República Dominicana
4. Estados Unidos 15. San Vicente y las Granadinas
5. El Salvador 16. Uruguay
6. Guatemala 17. Venezuela
7. Haití 18. Argentina
8. Honduras 19. Bahamas
9. México 20. Brasil
10. Nicaragua 21. Canadá
11. Panamá 22. Chile

b. Acuerdo sobre el Reglamento

Se aprobó el Proyecto de Reglamento de la XI Conferencia (TRABAJO/doc.4/98).

c. Temario

La Conferencia aprobó el siguiente temario:

I. LA GLOBALIZACION DE LA ECONOMÍA Y SU DIMENSIÓN SOCIAL Y LABORAL

1. Acciones nacionales tendientes a asegurar la calidad de los empleos

2. Rol de la formación profesional

3. Dimensión social de los procesos de integración

II. MODERNIZACIÓN DEL ESTADO Y LA ADMINISTRACIÓN LABORAL: REQUERIMIENTOS Y DESAFÍOS

1. Modernización de los Ministerios de Trabajo en la fiscalización de las normas laborales. El rol de la inspección del trabajo

2. Rol de los Ministerios de Trabajo en la salvaguardia de los derechos básicos fundamentales reconocidos en las convenciones laborales internacionales de la OIT

3. Diálogo social y concertación

d. Composición de las Comisiones

i. Comisión de Credenciales

La Comisión de Credenciales quedó integrada por las delegaciones de Colombia, Perú, Uruguay y Venezuela. El Informe de la Comisión aparece como Anexo III.

ii. Comisión de Estilo

La Comisión de Estilo quedó integrada por las delegaciones de Brasil (portugués), Canadá (inglés), Haití (francés) y México (español).

e. Método de Trabajo

Se decidió considerar el temario en Sesiones Plenarias.

f. Duración de la Reunión

Se decidió clausurar la Undécima Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo una vez concluida la Tercera Sesión Plenaria prevista para el día 21 de octubre de 1998 a las 18.15 horas.

g) Elección de las autoridades de COTPAL

Se eligieron, por unanimidad, a las siguientes autoridades del COTPAL:

Presidente: Canadá
Primer Vicepresidente: Costa Rica
Segundo Vicepresidente: Argentina.

A partir de las 11:30 horas se procedió a tratar el primer punto del temario: Globalización de la Economía y su Dimensión Social y Laboral. Para considerar este punto del temario, los señores Representantes tuvieron a su disposición los documentos distribuidos en sala y clasificados con las siglas TRABAJO/doc.27/98, TRABAJO/doc.6/98, TRABAJO/doc.14/98 y TRABAJO/doc.7/98.

Esta presentación estuvo a cargo del Ministro de Trabajo de Brasil, con contribuciones de la OIT, el BID y la OEA. Se procedió luego a un diálogo ministerial, interviniendo los representantes de Ecuador, San Vicente y las Granadinas, Guatemala, Honduras, Canadá, Haití, México, Bolivia, Estados Unidos, Perú, Uruguay, Bahamas, Argentina, Colombia, República Dominicana, Brasil y Panamá.

El representante de la OIT destacó que los beneficios de la globalización y de la reestructuración productiva no podrán ser orientados adecuadamente hacia el desarrollo humano y el progreso social, si no se logra superar progresivamente los problemas de alta inseguridad e inestabilidad laboral, de creciente desigualdad y de una menor cohesión social. Para superar estos problemas es necesario por una parte, aumentar la productividad y los ingresos de las empresas y de los trabajadores como vía para generar empleo de calidad y lograr un mayor bienestar y, por otra, desarrollar --y en algunos casos generar-- sistemas que otorguen a los trabajadores seguridad laboral y protección social. El aumento de la productividad sigue un proceso con dos fases claramente definidas. Durante la primera, las empresas, enfrentadas a la necesidad de ajustarse a la mayor apertura en el corto plazo, aumentan la productividad recurriendo a una reducción del costo laboral resultante en un menor empleo, menor salario y menor protección social. La segunda fase, de más largo alcance, consiste en la utilización de nuevas y más modernas tecnologías, tanto de organización del trabajo como de procesos y equipos.

Esta última fase, sin embargo, requiere para ser exitosa de trabajadores adecuadamente remunerados, con niveles mínimos de estabilidad y protección, con incentivos laborales --especialmente en materia de capacitación-- y con posibilidades de negociar con la empresa estrategias conjuntas de aumento de productividad y de distribución equitativa de los beneficios que de ello se deriva.

El desarrollo de los sistemas de protección social, por su parte, requiere tanto la extensión de la cobertura de los actuales sistemas de atención de la salud y de pensiones como la generación de sistemas de protección ante el desempleo, en especial de aquellos trabajadores afectados por los procesos de reconversión o de adaptación de las empresas a las cambiantes condiciones del mercado.

El camino hacia el logro de una mayor productividad sin precarización laboral, y hacia mejores y más amplias sistemas de seguridad laboral y protección social transita, sin embargo, en medio de nuevas condiciones laborales generadas por el propio proceso de globalización. Enfrentar exitosamente los desafíos que ello conlleva es, por tanto, condición necesaria para orientar los beneficios del crecimiento hacia el desarrollo humano y hacia el progreso social.

El representante del BID puntualizó que la falta de empleos, los bajos salarios y la posibilidad de quedar sin empleo son preocupaciones de la gran mayoría de los latinoamericanos. Afirmó que ha habido avances importantes en el manejo de las políticas macroeconómicas en la última década, lo que ha permitido elevar en más de dos puntos el crecimiento económico de la región, reducir por debajo del 30% la tasa de inflación en casi todos los países y abrir nuevas oportunidades de inversión privada, A pesar de ello el empleo ha crecido durante los años noventa a un ritmo inferior al de la segunda mitad de los ochenta, las tasas de desempleo no se han reducido y ha aumentado la informalidad. Si bien los salarios reales han tenido un desempeño mucho mejor, siendo las remuneraciones más elevadas, se han abierto enormes brechas salariales entre los trabajadores calificados y los no calificados. Por otra parte, mientras que los trabajadores lamentan la falta de empleos, los empresarios se quejan en forma consistente por la escasez de personal calificado y por las deficiencias del sistema educativo. Sin duda, el problema del empleo en América Latina es uno de los mayores retos que tienen ante sí los gobiernos de la región.

El representante de la OEA destacó que las tendencias de la formación profesional se enmarcan dentro del nuevo rol de la transformación del Estado relacionado con la necesidad de una mayor eficiencia económica en tiempos de recursos escasos en los presupuestos públicos. De ahí que las tendencias se manifiesten en este caso, por el paso de una formación basada en la oferta institucional de capacitación, a una formación orientada por la demanda de empresas y trabajadores, y en el paso de una oferta de formación profesional ejecutada por grandes instituciones nacionales oligopólicas, las cuales tenían su financiación asegurada, a una formación profesional gestionada por una pluralidad de organizaciones privadas y públicas que compiten por un mercado de la formación. En este contexto se definen tres grandes grupos de estrategias: De cambio institucional; de redefinición de calificaciones y competencias en el mundo del trabajo y en la formación; y de asignación de recursos a los actores de la formación. Lo anterior permite formular propuestas y sugerencias en los siguientes aspectos: La institucionalidad de la formación; la financiación de la formación profesional; los beneficiarios de la capacitación y los resultados esperados y la evaluación de la formación.

En el Dialogo Ministerial

Se reconoció que la globalización es un fenómeno que afecta principalmente los flujos financieros y comerciales. Que el crecimiento de los flujos comerciales tiene un impacto estructural sobre los mercados de trabajo en la medida que crecen las importaciones y las exportaciones, con efectos sobre la estructura productiva, y que aumenta la competencia internacional, afectando la estrategia empresarial y la tecnología.

Se indicó que los flujos financieros han tenido en los últimos años un comportamiento cada vez más volátil, lo que ha afectado el desempeño macroeconómico de las economías de la región produciendo un impacto, a su turno, en el comportamiento de los mercados de trabajo.

El impacto sobre el mercado de trabajo generado por el proceso de integración, por el que atraviesan la mayor parte de las economías de la región se refleja en: el aumento de la competencia internacional, la competencia interna, el crecimiento de la inversión directa, los cambios distributivos y la mayor incidencia de los choques sectoriales.

1. El crecimiento de la competencia se refleja en: la reducción del precio de los bienes transables, inducido por la reducción de los precios de bienes finales e insumos importados, en el esfuerzo de reducción de costos y en el cambio en la estrategia de las empresas, reflejado en el aumento de las subcontrataciones del trabajo y de la producción (outsourcing internacional).

2. Uno de los efectos dinámicos de la competencia es el esfuerzo de reducción de costos por parte de las empresas, con variadas consecuencias. La más importante de ellas es la adopción de nuevas técnicas de gestión y la introducción de innovaciones tecnológicas con sus efectos positivos sobre la productividad del trabajo. En casi la totalidad de los países la década de los 90 se ha caracterizado por un significativo aumento de la productividad del trabajo.

3. La productividad del trabajo tiende a crecer más rápidamente que la producción interna de productos manufacturados, lo que explica en gran parte la reducción del empleo en el sector. Este efecto inicial puede ser mitigado a lo largo del tiempo en la medida en que, junto con la reducción de precios, el crecimiento de la productividad tiende a reducir el costo unitario del trabajo, mejorando la competitividad de los productos domésticos, lo que produce a su vez un efecto dinámico y positivo sobre el empleo.

4. Existe una tendencia al cambio en la naturaleza de la relación entre trabajadores y empresas al efectuar estas más inversiones en calificación profesional, por lo cual la relación entre ambos sectores tiende a tornarse más duradera, con compromisos mutuos más sólidos que contribuyen al crecimiento de la productividad.

5. Las innovaciones tecnológicas imponen un desafío para las políticas públicas, principalmente en educación y calificación profesional. La consecuencia es una tendencia al aumento de la demanda de requisitos por educación tanto general como más específica.

6. Un cambio interesante que debe tenerse muy en cuenta, producto del comportamiento de las empresas frente al aumento de la competitividad, es la tendencia a las subcontrataciones. Ello conlleva un crecimiento de la participación de las micro y pequeñas empresas, bien sea de trabajadores autónomos o de prestadores de servicios.

7. Las innovaciones tecnológicas al aumentar la demanda relativa de trabajadores más calificados versus los menos calificados, amplía el diferencial de salarios entre unos y otros lo que empeora el cuadro distributivo. Ello requiere de iniciativas para disminuir las distancias en las áreas de educación y capacitación profesional, entre trabajadores con distintas calificaciones.

8. Las transformaciones estructurales tienden a ser acompañadas de la desaparición de algunos sectores. En ese contexto, la incidencia del desempleo se vuelve más frecuente y su duración más larga. Frente a ello es necesario que se establezca una red de protección que cubra al trabajador durante el período de inactividad.

9. En la mayoría de los países del área siempre ha habido insuficiencia de trabajadores calificados. Independiente del nivel de educación formal, el aumento de la movilidad sectorial y ocupacional tiende a depreciar rápidamente las habilidades específicas de los trabajadores. Esto significa que aún los trabajadores más educados necesitan realizar nuevas inversiones en formación y capacitación específica. Por ello es fundamental redoblar los esfuerzos de calificación y recalificación de los trabajadores.

10. Los Ministerios de Trabajo tienen la misión de administrar el proceso de reformulación en el marco regulador del mercado de trabajo, sea como inductor o como conductor de la negociación con sindicatos y entidades patronales.

11. Es fundamental revalorizar el principio de la negociación colectiva. El procesonegociación colectiva es el camino privilegiado para la solución del conflicto entre capital y trabajo. Es imprescindible que haya un fortalecimiento de los sindicatos y se valorice la negociación colectiva.

12. Se debe enfatizar la necesidad de considerar los aspectos sociales de la integración, buscando armonizar el crecimiento económico con los avances sociales. Dentro del alcance de la legislación laboral se debe profundizar en el conocimiento mutuo de los marcos reguladores nacionales con miras a eliminar en el ámbito de los diferentes grupos o bloques de integración aquellas reglamentaciones que inhiban el crecimiento económico o perturben la marcha de la integración.

13. La intensificación del conocimiento y el intercambio de las experiencias acumuladas por las instituciones del sector trabajo, contribuyen a propiciar los elementos necesarios para la sustentación de un proceso armónico de integración. Cada país constituye una dualidad de dos mundos que coexisten: uno moderno y desarrollado y otro que no ha alcanzado su desarrollo. La globalización ha sido analizada desde la óptica del sector moderno de la economía pero no existe suficiente análisis sobre su efecto en el sector informal. Se sugiere que la OEA y otros organismos internacionales analicen con mayor detenimiento los problemas sociales derivados de la globalización, para evitar que se profundicen las diferencias y se provoquen graves desequilibrios sociales.

2. Segunda Sesión Plenaria

Esta sesión consideró el siguiente punto del temario: Modernización del Estado y la administración del trabajo: requerimientos y desafíos. Este tema fue presentado por el Ministro de Trabajo de Panamá, seguido de exposiciones de representantes de la OIT y del BID. A continuación siguió un diálogo ministerial en el que participaron representantes de Bolivia, México, Honduras, Brasil, Ecuador, Colombia y Guatemala.

El representante de la OIT, expresó en síntesis que a los Ministerios de Trabajo les corresponde reorganizarse para desempeñar funciones tradicionales y otras nuevas correspondientes a siete grandes áreas de actuación: 1) Preparación de las normas reguladoras del mercado de trabajo y de las relaciones laborales y coordinación internacional, particularmente con los socios comerciales; promoción y asesoría en el sector informal. 2) Promoción del diálogo social y fortalecimiento de las organizaciones sindicales y de empleadores; procedimientos de promoción de la negociación colectiva. 3) Fiscalización e inspección del cumplimiento de la legislación laboral; modernización de procedimientos y ejecución de funciones pedagógicas. 4) Capacitación y formación profesional. 5) Fijación de salarios mínimos, en lo posible por acuerdos tripartitos; seguimiento del comportamiento del mercado; diseño de políticas de empleo y formación. 6) Diseño y ejecución de las políticas destinadas a ampliar la cobertura de la protección social. 7) Elaboración de estadísticas especializadas sobre mercado de trabajo y relaciones laborales, análisis de las estadísticas de empleo y salarios.

El Consultor del BID señaló que en el marco de la globalización económica y la creación de una zona de libre comercio hemisférico, a partir del 2005, se inscriben los parámetros que deberán guiar a los Ministerios de Trabajo en el ámbito laboral. Por ello es necesario modernizar, desarrollar y potenciar el ámbito laboral en su doble condición de promotor de la productividad y de garante de los derechos fundamentales del trabajo. Las competencias funcionales de los Ministerios de Trabajo, basadas en los códigos laborales y las leyes orgánicas que las regulan, no ofrecen un marco de acción que se adecúe a las nuevas exigencias de la época y por ello provocan un actuar errático y a veces erigen barreras infranqueables, que dan por resultado una ineficiente política laboral. Las estructuras organizacionales piramidales, la subutilización o el desconocimiento de la tecnología, la cobertura insuficiente de los servicios, el bajo presupuesto asignado y los sistemas de información inadecuados, constituyen verdaderas barreras contra la eficiencia y la adopción de políticas laborales apropiadas. El modelo de formación profesional en numerosos países no tiene relación directa con el desarrollo comercial o económico que están experimentando estos países. El crecimiento futuro de los países podría verse seriamente afectado por el atraso en el esfuerzo educativo de la fuerza laboral.

La presencia creciente de empresas transnacionales en los territorios nacionales induce a la adaptabilidad de los mercados internos, en términos de organización, tecnología, capacitación y remuneraciones laborales. Sin embargo, para que en un plano de igualdad puedan competir las empresas nacionales y las extranjeras se requiere de una simplificación de la normativa del mercado laboral que permita mejorar el empleo. La tendencia a aplicar reformas estructurales en procura de la eliminación de restricciones y simplificación del funcionamiento de los mercados es irreversible y constituye el pilar fundamental del denominado proceso de globalización, en cualquiera de sus denominaciones comercial, económica, financiera, laboral, de bienes o capitales. El freno o contrapeso al proceso de simplificación mencionado, se dará en la medida en que se fortalezca el papel de la sociedad civil en la toma de decisiones y en la modernización de los entes estatales. El nuevo siglo exige que los Ministerios de Trabajo jueguen un papel preponderante en la vida social y económica de un país.

En el Dialogo Ministerial

Se consideró que los Ministerios de Trabajo deben redefinir su misión, identificando los nuevos objetivos y en consecuencia, transformando sus estructuras, para constituirse en interlocutores válidos de los actores sociales.

Un perfil de la nueva misión de los Ministerios de Trabajo incluye los siguientes elementos básicos: a) encaminar más hacia acciones preventivas y educativas las funciones de inspección en salud ocupacional, seguridad e higiene y de medio ambiente. Superar el viejo concepto policial de la inspección laboral, sin abandonar la función punitiva; b) reconocer que el diálogo social y la concertación social, constituyen mecanismos idóneos para la elaboración de políticas económicas y laborales; la promoción del empleo, la capacitación y la formación profesional, así como la solución alternativa de conflictos; c) establecer un sistema de información laboral que contribuya a la elaboración de políticas del sector y a las políticas macroeconómicas que se derivan de él; d) promover el fortalecimiento de la negociación colectiva, sobre la base de la equidad, procurando el enriquecimiento de los puntos a negociar en búsqueda de lograr la mayor productividad y mejorar significativamente la calidad de vida de los trabajadores; e) velar de manera equilibrada por la más amplia libertad sindical, procurando la adecuada aplicación de las normas que protegen el derecho de asociación de los trabajadores; f) fomentar el surgimiento y fortalecimiento de una nueva cultura de previsión de los conflictos laborales. En este aspecto se debe procurar impulsar la negociación basada en el concepto de comunidad de intereses entre los actores sociales; g) fomentar el desarrollo de una política que fortalezca los objetivos de la seguridad social de los trabajadores y el respeto a sus derechos y beneficios laborales.

Los Ministerios de Trabajo deben desarrollar un nuevo modelo de administración del trabajo, basado en el desarrollo de los recursos humanos, el mejoramiento de la calidad de los servicios y la adecuación a los cambios tecnológicos. En cuanto al mejoramiento de la calidad de los servicios, la nueva cultura laboral deberá propiciar la desburocratización de éstos y la dinamización de las estructuras y procedimientos que faciliten el entendimiento entre los actores sociales. En relación con la adecuación a los cambios tecnológicos, los Ministerios de Trabajo deberán incorporar de manera sistemática los cambios tecnológicos asociados con el desarrollo de los sistemas de información, la capacitación y los recursos humanos.

La actuación de los Ministerios de Trabajo debe fundarse en la concertación y en el diálogo social. En tal sentido deberán participar con los actores sociales en la formulación de políticas económicas y deberán promocionar la capacitación y la formación profesional, como paso previo para estimular la productividad y la competitividad.

3. Tercera Sesión Plenaria

El Presidente de la Conferencia, verificado el quórum reglamentario para sesionar, declaró abierta la Tercera Sesión Plenaria.

En esta sesión se tomaron las siguientes decisiones:

  1. Se aprobaron los documentos Declaración de Viña del Mar y Plan de Acción, conjuntamente con un Anexo al Plan de Acción.

  2. Se crearon dos Grupos de Trabajo: Globalización de la Economía y su Dimensión Social y Laboral y Modernización del Estado y de la Administración Laboral

  3. El Grupo de Trabajo 1 será coordinado por Perú (presidente) y Uruguay y el Grupo de Trabajo 2 por Costa Rica (presidente) y Venezuela.

  4. Se aprobó una resolución respaldando la labor realizada hasta ahora por el Proyecto que adelanta la Secretaría General de la OEA, Sistemas de Información sobre indicadores Laborales (SISMEL).

  5. Se aprobó una resolución expresando un voto de agradecimiento al Gobierno y al Pueblo de Chile por la generosa hospitalidad brindada, así como al BID, la Oficina Regional de la OIT y a la OEA por su colaboración con la Conferencia.

  6. Se acordó celebrar una reunión ministerial en un plazo máximo de 18 meses, en la República Dominicana, para evaluar los progresos en la implementación del Plan de Acción. En esa oportunidad, se decidirá sobre la sede de la XII Conferencia Interamericana. Se presentaron igualmente propuestas de sede de posteriores Conferencias Interamericanas por parte de los países participantes en la XI Conferencia.

4. Sesión de Clausura

La Sesión de Clausura fue realizada el 21 de octubre a las 18.15 horas. Hizo uso de la palabra el Presidente de la XI Conferencia Interamericana de Ministros Dr. Germán Molina Valdivieso quién dio por clausurada la misma. El discurso figura como anexo a este informe (ver Anexo VI).

 

SISTEMA DE INFORMACIÓN SOBRE MERCADOS LABORALES (SISMEL)

(Resolución aprobada en la Tercera Reunión Plenaria
celebrada el 21 de octubre de 1998)

LA XI CONFERENCIA INTERAMERICANA DE MINISTROS DEL TRABAJO,

VISTO:

El Plan Estratégico de Cooperación Solidaria 1997-2001, que articula las políticas, los programas y las medidas de acción en materia de cooperación para el desarrollo integral en el marco de la política general y las prioridades definidas por la Asamblea General.

CONSIDERANDO:

  1. Que, la X Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo, reunida en Buenos Aires en 1995, recomendó la urgencia en disponer de información precisa y oportuna sobre los mercados laborales.

  2. Que, en reunión celebrada en Washington en 1996, el Comité Técnico Permanente para Asuntos Laborales (COTPAL) aprobó la propuesta elaborada por la Secretaría General de la OEA para la creación de un Sistema de Información sobre Mercados Laborales (SISMEL).

  3. Que, en octubre de 1997, el CIDI aprobó la ejecución, durante 1998, de la primera etapa del Proyecto SISMEL cuya duración está prevista para un período de tres años.

  4. Que, en el Primer Seminario del Sistema de Información sobre Mercados Laborales (SISMEL), realizado en Lima, Perú, del 09 al 11 de junio, 15 representantes de los Ministerios de Trabajo y 14 Oficinas Nacionales de Estadística de América Latina y El Caribe, aprobaron el conjunto Básico de Indicadores y Estadísticas Laborales que conformarán inicialmente el SISMEL, las estrategias y mecanismos para la compatibilización de dichas estadísticas e indicadores y el programa de actividades del SISMEL para 1999.

RESUELVE:

  1. Expresar su satisfacción por el inicio del Proyecto: "Sistema de Información sobre Mercados Laborales (SISMEL)" y los avances logrados hasta la fecha.

  2. Reiterar el interés de la Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo en contar con información precisa, oportuna y comparable sobre los mercados laborales y manifestar su apoyo a la continuación de las siguientes etapas del Proyecto SISMEL, las cuales contribuirán a la modernización de los Ministerios de Trabajo y al fortalecimiento de sus políticas nacionales en la materia.


VOTO DE AGRADECIMIENTO AL PUEBLO Y AL
GOBIERNO DE CHILE

(Resolución aprobada en la Tercera Sesión Plenaria,
celebrada el 21 de octubre de 1998)

LA XI CONFERENCIA INTERAMERICANA DE MINISTROS DEL TRABAJO,

RESUELVE:

1. Manifestar su profundo agradecimiento al señor Germán Molina Valdivieso, Presidente de la Reunión, por la forma eficiente, imparcial y acertada que dirigió los debates y trabajos de la Conferencia.

2. Expresar su sincero agradecimiento al pueblo y al Gobierno de Chile por la generosa hospitalidad brindada y su valioso apoyo, factor fundamental para el éxito de las tareas de la Undécima Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo.

3. Señalar su agradecimiento a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por la colaboración y valiosa contribución a los trabajo de la Conferencia

4. Manifestar su reconocimiento a la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) por la importante labor realizada en la preparación de la Conferencia y por su eficiente tarea de Secretaría Técnica.


ANEXO I

LISTA DE PARTICIPANTES/LIST OF PARTICIPANTS

ESTADOS MIEMBROS/MEMBER STATES

ARGENTINA

Jefe de Delegación
Antonio Erman Gónzalez
Ministro del Trabajo y Seguridad Social
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
Buenos Aires, Argentina
Tel. 310-6318/20

Delegados
José A. Uriburu
Vice Ministro de Trabajo y Seguridad Social
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
Buenos Aires, Argentina
Tel. 310-6293
Fax: 310-6253

Gerardo Luis Maristany
Director Nacional de Relaciones del Trabajo
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
Buenos Aires, Argentina
Tel. 310-6363
Fax: 310-6367
Email: [email protected]

Antonio Estevez
Asesor del Ministro y Vice Ministro de Trabajo y Seguridad Social
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
Buenos Aires, Argentina
Tel. 310-6056
Fax: 310-6055

Carolina Soria
Asesora del Ministro de Trabajo y Seguridad Social
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
Buenos Aires, Argentina
Tel. 805-4447

Valentín Rubio
Asesor del Ministerio de Trabajo
Buenos Aires, Argentina
Tel. 784-8646
Fax: 371-1152 

BAHAMAS

Head of Delegation
Theresa Moxey Ingraham
Minister of Labour, Immigration and Training
Nassau, Bahamas
Tel: (242) 326-8452

Delegate
Donald Roosevelt Symonette
Director of Labour
Nassau, Bahamas
Tel: (242) 326-6987
Fax: (242) 323-4691

BOLIVIA

Jefe de Delegación
Leopoldo López C.
Ministro
Ministerio de Trabajo y Microempresa
La Paz, Bolivia
Tel. 391-449
Fax: 371-387

Delegados
Millán A. Toro H.
Cónsul de Bolivia en Valparaíso
Viña del Mar, Chile
Tel. 671-639/259-906
Fax: 690-392

Cecilio Oliva Sfarcich
Coordinador Ejecutivo
Programa Modernización de las Relaciones Laborales
Ministerio de Trabajo y Microempresa
La Paz, Bolivia
Tel. 410-986
Fax. 410-986

BRASIL

Chefe da Delegaçao
Edward Amadeo
Ministro do Trabalho
Brasilia, Brasil
Tel: (55-21) 535-575

Delegados
Pedro Henrique Lopez Bório
Chefe de Gabinete Ministerio do Trabalho
Brasilia, Brasil
Tel: (55-61) 317-6543
E-mail: [email protected]

Maria Helena Gomes dos Santos
Chefe da Assessoria Internacional do Ministerio do Trabalho
Brasilia, Brasil
Tel: (55-61) 225-1242
Fax: (55-61) 224-0814
E-mail: [email protected]

João Carlos Parkinson de Castro
Primeiro Secretario
Ministério das Relaçoes Exteriores
Brasilia, Brasil
Tel. 211-6896
Fax: 322-0872
E-mail: [email protected]

CANADÁ

Head of Delegation
Lawrence MacAulay
Minister of Labour
Otawa, Canada

Delegates
Warren Edmondson
Assistant Deputy Minister, Labour Branch
Human Resources Development Canada
Hull, Quebec, Canada
Tel. 819-997-1493

May Morpaw
Director
Inter-American Labour Cooperation
Labour Branch, Human Resources Development Canada
Hull, Quebec, Canada
Tel. 819-994-6231
Fax: 819-953-8494

Ronald J. Lewis
Executive Assistant to the Minister of Labour
House of Commons
Ottawa, Canada

Nancy Stewart
Advisor to the Ministry
Charlottetown, Prince Edward Island, Canada

Yvon Rocheleau
Member of Parliament
House of Commons
Ottawa, Canada

Bev Desjarlais
Member of Parliament
House of Commons
Ottawa, Canada

Dale Johnston
Member of Parliament
House of Commons
Ottawa, Canada

Hughes Rousseau
Embassy of Canada
Santiago, Chile
Tel. 362-9660

CHILE

Jefe de Delegación
Germán Molina Valdivieso
Ministro de Trabajo y Previsión Social
Ministerio de Trabajo y Previsión Social
Santiago, Chile

Delegados
Patricio Tombolin V.
Subsecretario de Previsión Social
Ministerio de Trabajo y Previsión Social
Santiago, Chile
Tel. 696-0913
Fax: 696-6267

Julio Valladares M.
Subsecretario del Trabajo
Ministerio de Trabajo y Previsión Social
Santiago, Chile
Tel. 671-2967
Fax: 696-2349

Carlos Portales
Embajador Representante Ante OEA
Washington D.C., USA
Tel. (202) 887-5475

Fernando Echeverría B.
Jefe de Gabinete del Ministro
Ministerio de Trabajo y Previsión Social
Santiago, Chile
Tel. 696-6243
Fax: 671-6543

Germán Acevedo C.
Jefe Gabinete Subsecretario del Trabajo
Ministerio de Trabajo y Previsión Social
Santiago, Chile
Tel. 671-8184

Guillermo Cámpero Quiroga
Asesor del Ministro de Trabajo y Previsión Social
Ministerio de Trabajo y Previsión Social
Santiago, Chile
Tel. 698-8739
Fax: 671-6539

Pablo Lazo G.
Asesor del Ministro de Trabajo y Previsión Social
Ministerio de Trabajo y Previsión Social
Santiago, Chile
Tel. 698-8815
Fax: 697-9106

Sergio Mejía
Subdirector del Trabajo
Ministerio de Trabajo y Previsión Social
Santiago, Chile
Tel. 671-3309
Fax: 672-1507

Eduardo Escobar M.
Primer Secretario
Ministerio de Relaciones Exteriores
Santiago, Chile

COLOMBIA

Jefe de Delegación
Fabio Olmedo Palacio
Viceministro de Trabajo y Seguridad Social
Ministerio del Trabajo y Seguridad Social
Bogotá, Colombia
Tel. 287-7189
Fax: 285-7091

Delegados
Rubén Caballero Pardo
Jefe de la Oficina de Relaciones Internacionales
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
Bogotá, Colombia
Tel. 283-6861
Fax: 283-6540

Samuel Eduardo Salazar
Embajador de Colombia en Chile
Santiago, Chile

COSTA RICA

Jefe de Delegación
Bernardo Benavides Benavides
Viceministro de Trabajo y Seguridad Social
San José, Costa Rica
Tel. 256-3968

Delegado
Ricardo León Sandi
Oficial Mayor y Director General
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
San José, Costa Rica
Tel. (506) 279-0690

ECUADOR

Jefe de Delegación
Angel Polibio Chaves Alvarez
Ministro de Trabajo y Recursos Humanos
Ministerio de Trabajo y Recursos Humanos
Quito, Ecuador
Tel: 503-539
Fax: 503-122

Delegado
Gustavo Cordovez
Cónsul del Ecuador en Valparaíso

EL SALVADOR

Jefe de Delegación
José Eduardo Tomasino Hurtado
Ministro de Trabajo y Previsión Social
Ministerio de Trabajo y Previsión Social
Tel. 263-5423
Fax: 263-5272

GUATEMALA

Jefe de Delegación
Luis Felipe Linares López
Ministro de Trabajo y Previsión Social
Ministerio de Trabajo y Previsión Social
Guatemala, Guatema
Tel. (502) 256-3953
Fax: (502) 230-1363

Delegado
Alejandro Vela
Cónsul de Guatemala en Chile
Santiago, Chile
Tel. 335-1565
Fax: 335-1285
E-mail: [email protected]

HAITI

Représentant Titulaire
Pierre Denis Amedee
Ministre des Travail et des Affiairs Sociales
Port-au-Prince, Haiti
Tel. 221-244

Delegados
Fils-Aimé Pegdy
Chef de Cabinet du Ministre
Ministre des Travail et des Affaires Sociales
Port-au-Prince, Haiti
Tel. 22-3925
Fax: 23-8084

Desrameaux Volmy Fils
Director de Planification
Ministre des Travail et des Affairs Sociales
Port-au-Prince, Haiti

HONDURAS

Jefe de Delegación
Andres Victor Artiles Martinez
Ministro de Trabajo y Seguridad Social
Tegucigalpa, Honduras
Tel: (504) 230 5865
Fax: (504) 230 5865

MÉXICO

Jefe de Delegción
Jose Antonio Gonzalez Fernandez
Secretaria del Trabajo y Prevision Social
México, D.F., México

Delegados
Pablo Reyes Pruneda
Subsecretario de Capacitación, Productividad y Empleo
Secretaría del Trabajo y Previsión Social
México, D.F., México

Claudia Franco Hijuelos
Coordinadora General de Asuntos Internacionales
Secretaría del Trabajo y Previsión Social
México, D.F., México
Tel. 645-2841

Sergio Díaz Infante Méndez
Director General de Política Laboral Internacional
Secretaría del Trabajo y Previsión Social
México, D.F., México
Fax: 645-4218

Elda Paz Gutiérrez
Primera Secretaria
Embajada de México en Chile
Santiago, Chile

Sabino Bastidas Colinas
Coordinador de Asesores del Secretario del Trabajo y Previsión Social
México, D.F.
Tel. (525) 630-0547

Francisco Guerrero Aguirre
Asesor del Secretario del Trabajo y Previsión Social
México, D.F.
Tel. (525) 645-1843

Carlos Alpízar Salazar
Secretario Particular del Secretario del Trabajo y Previsión Social
México, D.F.
Tel. (525) 645-2469

NICARAGUA

Jefe de Delegación
Carlos Wilfredo Navarro Moreira
Ministro del Trabajo
Managua, Nicaragua
Tel: 228-2044

PANAMÁ

Jefe de Delegación
Reinaldo Rivera
Ministro del Trabajo y Desarrollo Laboral
Panamá, Panamá
Tel. 279-1570
Fax: 279-0602

Delegados
Ricardo Aguilar
Director of Asuntos Internacionales
Panamá, Panamá
Tel.236-8203

Mariblanca Staff Wilson
Directora General de Registro Público
Panamá, Panamá
Tel. (507) 226-1745
Fax: (507) 226-3995

Augusto Castillo
Secretario General
Consejo Nacional de Trabajadores
Panamá
Tel. 615-1284
Fax: 225-6642

PARAGUAY

Jefe de Delegación
Angel Román Campos Vargas
Ministro de Justicia y Trabajo
Ministerio de Justicia y Trabajo
Asunción, Paraguay
Tel.: (595-21) 42-1260

Delegados
Antonio Roux Vargas
Viceministro de Justicia y Trabajo
Ministerio de Justicia y Trabajo
Asunción, Paraguay
Tel. (595-21) 423-522
Fax: (595-21) 49-5947

Carlos Villagra Marsal
Embajador de Paraguay en Chile
Santiago, Chile
Tel. 215-2536
Fax: 633-9926

Gladys Santacruz de Villalba
Directora de Empleo y Relaciones Internacionales
Ministerio de Justicia y Trabajo
Asunción, Paraguay
Fax: (595-21) 374-278

José María Ibañez
Primer Secretario Embajada
Santiago, Chile
Tel. 639-4640

Juan Miguel González Bibolini
Consejero de la Embajada de Paraguay en Chile
Santiago,Chile

PERU

Jefe de Delegación
Jorge Domingo Gónzalez Izquierdo
Ministro de Trabajo y Promoción Social
Ministerio de Trabajo y Promoción Social
Lima, Perú
Tel. (51-17) 337-012 / 337-027

REPÚBLICA DOMINICANA

Jefe de Delegación
Rafael Albuquerque
Secretario de Estado de Trabajo
Secretaría de Estado de Trabajo
Santo Domingo, República Dominicana
Tel. (809) 533-0778
Fax: (809) 535-4590
E-mail: [email protected]

Delegado
Fernando Reyes Castro
Subsecretario de Estado
Secretaría de Estado de Trabajo
Tel. (809) 535-4404 Ext. 214 y 247

ST. VINCENT AND THE GRENADINES

Head of Delegation
Jeremiah C. Scott
Minister of Agriculture and Labour
Ministry of Agriculture and Labour
Kingstown, St. Vincent and the Grenadines
Tel. (809) 456-1926
Fax: (809) 457-1688

UNITED STATES

Head of Delegation
Alexis M. Herman
Secretary of Labor
Department of Labor
Washington, D.C.

Alternate Head of Delegation
Andrew J. Samet
Deputy Under Secretary
Bureau of International Labor Affairs (ILAB)
Department of Labor
Washington, D.C.

Advisors
Leonard Kusnitz
Labor Attache
U.S. Embassy Chile

Peggy Lewis
Deputy Assistant Secretary
Office of Public Affairs
Department of Labor
Washington, D.C.

James O’Leary
U.S. Ambassador to Chile
Santiago, Chile

Ed Montgomery
Chief Economist
Department of Labor
Washington, D.C.

John Muth
Labor Advisor
ARA/PPCP
Department of State
Washington, D.C.
Tel.: (202) 647-6374
Fax: (202) 736-7450

Jorge Perez-Lopez
Director
Office of International Economic Affairs
Bureau of International Labor Affairs
Department of Labor
Washington, D.C.

Jean Preston
Economic Advisor
U.S. Mission to the Organization of American States
Department of State
Washington, D.C.
Tel.: (202) 647-9445
Fax: (202) 647-0911

Ben Smith
Program Specialist
Office of Foreign Relations,
Bureau of International Labor Affairs
Department of Labor
Washington, D.C.

Susanna Valdez
Deputy Chief of Staff
Office of the Secretary
Department of Labor
Washington, D.C.

Kevin Jefferson
Advance
Office of the Secretary
Department of Labor
Washington, D.C.

Wellington Gibson
Security
Department of Labor
Washington, D.C.

Richard Perry
Security
Department of Labor
Washington, D.C.

Kenneth Plummer
Technical Support
Department of State
Washington, D.C.

Melissa Yanez
Security
Department of Labor
Washington, D.C.

Romaldo Rodríguez
Human Resources Manager
Procter & Gamble
Chile

Private Sector Advisor
Zoveida Serrano-Jenkins
American Center for International Labor Solidarity/ AFL-CIO

 URUGUAY

Jefe de Delegación
Juan Ignacio Mangado
Vice Ministro de Trabajo y Seguridad Social
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
Montevideo, Uruguay
Tel. 916-3391
Fax: 916-3442

Delegado
Beatriz Cozzano Quintela
Director de Negociación Colectiva
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
Montevideo, Uruguay
Tel. 916-3555
Fax: 916-3441

VENEZUELA

Jefe de Delegación
Pablo Francisco Bobic Concha
Director of Relaciones Internacionales y Enlace con la O.I.T
Ministerio del Trabajo
Caracas, Venezuela
Tel. 481-3948
Tel. 482-6866

Pedro Gaudnik
Consejero
Santiago, Chile
Tel. 225-0021

 

OBSERVADORES PERMANENTES ANTE LA OEA/
PERMANENT OBSERVERS TO THE OAS

ESPAÑA

Maria Dolores de Cospedal
Consejera Laboral y de Asuntos Sociales
Embajada de España en Estados Unidos/
Washington D.C.
Tel: (202) 728-2331
Fax: (202) 728-2304
e-mail: [email protected]

SANTA SEDE

Jefe de Delegación
Monseñor Piero Pioppo
Secretario Nunciatura Apostólica en Chile
Santiago, Chile
Tel. 231-2020
Fax: 231-0868

Monseñor Alfonso Baeza Donoso
Vicaría Pastoral Obrera
Santiago, Chile
Tel. 681-6203
Fax: 681-5079

ÓRGANOS ASESORES DE LA CONFERENCIA/
ADVISORY BODIES OF THE CONFERENCE

Consejo Sindical de Asesoramiento Técnico COSATE

Domingo Petrecca
Representante Titular
Confederación General de Trabajo (CGT)
Buenos Aires, Argentina
Tel. 553-3947
Fax: 553-0253

Antonio Valiño
Asesor COSATE
Buenos Aires, Argentina
Tel. 440-0817
Fax: 384-7140

Jesús Urbieta
Vicepresidente COSATE
Caracas, Venezuela
Tel. 576-2747
Fax: 576-3049

Carlos Aceves del Olmo
Secretario de Previsión Social y Ecología
Confederación de Trabajadores de México
México D.F., México
Tel. 535-9966

Luisa Rangel
Organización Regional Interamericana de Trabajadores (ORIT)
Caracas, Venezuela
Tel. 574-9313
Fax: 574-5482

Comisión Empresarial de Asesoramiento Técnico en Asuntos Laborales CEATAL

Daniel Funes de Rioja
Presidente CEATAL
Unión Industrial Argentina
Buenos Aires, Argentina

Octavio Carvajal B.
Miembro de CEATAL
CONCAMIN
México, D.F., México
Tel. 580-2827
Fax: 580-0044

Renato de Oliveira R.
Miembro de CEATAL
Confederación Nacional de Comercio
Río de Janeiro, Brasil
Tel. 240-2418
Fax: 240-1622

Horacio Acosta
Miembro de CEATAL
Unión Industrial Argentina
Buenos Aires, Argentina
Tel. 313-4474
Fax: 313-2413

Felipe Rodríguez
Representante Empresarial (CONEP)
Panamá, Panamá
Tel. 260-4200
Fax: 260-4971

ÓRGANOS Y ORGANISMOS REGIONALES E INTERNACIONALES

Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

Gustavo Márquez
Especialista
Washington, D.C.
Tel. (202) 623-2885
Fax: (202) 623-2481

Organización Internacional del Trabajo (OIT)

Victor E.Tokman
Subdirector General OIT
Lima, Perú
Tel. (51-1) 221-2565
E-mail: [email protected]

Daniel Martínez
Asesor Regional
Lima, Perú
Tel. (51-1) 221-2565
E-mail: [email protected]

Caribbean Community Secretariat (CARICOM)

Steven Mac Andrew
Deputy Program Manager
Labour and Manpower Development
Georgetown, Guyana
Tel. (592-2) 51960
Fax: (592-2) 58039

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Reynaldo F. Bajraj
Secretario Ejecutivo Adjunto
Santiago, Chile
Tel. (56-2) 210-2558
Fax: (56-2) 208-5034
E-mail: [email protected]

Organización Internacional para las Migraciones (OIM)

Oscar Saravia
Jefe de Operaciones – OIM Chile
Santiago, Chile
Tel. 274-6713
Fax: 204-9704

INVITADOS ESPECIALES/SPECIAL GUESTS

Juan Somavía
Presidente ECOSOC
Naciones Unidas
Nueva York, EE.UU.

Emilio Morgado Valenzuela
Profesor de Derecho del Trabajo
Universidad de Chile
Santiago, Chile
Tel. 236-4517
Fax: 236-4520

Carlos Araújo
Asesor Principal del SISMEL
Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI)
Lima, Perú
Tel. (562) 202-1741
Fax: (562) 202-5879

Peter Accolla
Senior Labor Advisor
United States Agency for International Development (USAID)
Washington, D.C., USA
Tel. (202) 712-0304
Fax: (202) 216-3232

Carlos Monge R.
Senior Advisor
PROALCA-USAID
San José, Costa Rica
Tel. (506) 283-4411
Fax: (506) 283-4025

Carola Campero F.
Jefa de Gabinete del Director Nacional
Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE)
Santiago, Chile
Tel. 696-8213
Fax: 696-5039

Francisco del Rio Correa
Asesor del Ministro
Ministerio de Trabajo y Previsión Social
Santiago, Chile
Tel. 698-8815
Fax: 671-6539

María Alejandra Villarzú G.
Directora Regional SENCE
Santiago, Chile
Tel. 209-4535
Fax: 696-5039

SECRETARÍA GENERAL DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS/
GENERAL SECRETARIAT OF THE ORGANIZATION OF AMERICAN STATES

César Gaviria
Secretario General

Alejandro Foxley
Asesor
Oficina del Secretario General

Benno Sander
Director, Unidad de Desarrollo Social y Educación

Secretaría Técnica de la Conferencia

Secretario Técnico
Jorge D. García

Asesores Técnicos
Germán Zincke
Nohemí Cohen
Yacsire Cutler
Estela Díaz Ávalos

Servicios de Conferencias

Jefe de Conferencia
Luis Mathó

Jefe de Documentos
Eduardo Fragnaud
Paula Boyer
Gastón Silva

Traductores
Estelle Belisle
Serge Bellegarde
João Francisco Bezerra
Miguel Renart

 

ANEXO II

LISTA DE DOCUMENTOS

LISTA DE DOCUMENTOS REGISTRADOS POR LA SECRETARÍA
HASTA EL 30 DE NOVIEMBRE DE 1998

No. del Documento

Título Idiomas

TRABAJO/doc.1/98

Proyecto de Temario de la XI Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo

E I F P

TRABAJO/doc.2/98

XI Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo - Calendario Preliminar de Actividades

E I F P

TRABAJO/doc.3/98

Régimen de la Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo

E I F P

TRABAJO/doc.4/98

Proyecto de Reglamento de la XI Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo

E I F P

TRABAJO/doc.5/98

Proyecto de Declaración de Viña del Mar

E I F P

TRABAJO/doc.5/98 rev. 1

Proyecto de Declaración de Viña del Mar

E I F P

TRABAJO/doc.5/98 rev. 1 add. 1

Proyecto de Declaración de Viña del Mar - Anexo al Plan de Acción

E I F P

TRABAJO/doc.5/98 rev. 2

Declaración de Viña del Mar

E I F P

TRABAJO/doc.6/98

La Agenda Laboral en la Globalización: Eficiencia Económica con Progreso Social (Documento presentado por la OIT)

E I

TRABAJO/doc.7/98

Tendencias y desafíos de la formación profesional y el empleo en América Latina (Documento presentado por la Secretaría General de la OEA)

E I F P

TRABAJO/doc.8/98

El diálogo social en las Américas (Documento presentado por el BID)

E I P

TRABAJO/doc.9/98

Sistemas de información de mercados de trabajo (Documento presentado por el BID)

E I F P

TRABAJO/doc.10/98

El nuevo rol de los ministerios de trabajo frente a los derechos laborales y el libre comercio (Documento presentado por el BID)

E I

TRABAJO/doc.11/98

Administración laboral y modernización de los ministerios de trabajo en América Latina (Documento presentado por la OIT)

E I

TRABAJO/doc.12/98

Informe del Presidente del Comité Técnico Permanente sobre Asuntos Laborales (COTPAL)

E P

TRABAJO/doc.13/98

Informe de la Secretaría General de la OEA. Actividades de Secretaría y de Cooperación

E

TRABAJO/doc.14/98

El problema del empleo en América Latina: Percepciones y hechos estilizados (Documento presentado por el BID)

E I

TRABAJO/doc.15/98

Proyecto de Temario del Comité Ejecutivo Permanente del Consejo Sindical de Asesoramiento Técnico

E F P

TRABAJO/doc.16/98

Régimen Reformado del Consejo Sindical de Asesoramiento Técnico (COSATE)

E I P

TRABAJO/doc.17/98

Proyecto de Temario del Comité Ejecutivo Permanente de la Comisión Empresarial de Asesoramiento Técnico en Asuntos Laborales

E I F P

TRABAJO/doc.18/98

Régimen de la Comisión Empresarial de Asesoramiento técnico en Asuntos Laborales (CEATAL)

E

TRABAJO/doc.19/98

La Secretaría Técnica Permanente y el Observatorio del Mercado de Trabajo de la Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo

E I F P

TRABAJO/doc.20/98

Nota de la Delegación del Brasil sobre el Comité de Coordinación de los Grupos de Trabajo (Propuesta de organización)

E I F P

TRABAJO/doc.21/98

Apoyo de la Secretaría General de la OEA a las Reuniones de Ministros del Trabajo

E I F P

TRABAJO/doc.22/98

Acta de Reunión - Comité Ejecutivo Permanente del Consejo Sindical de Asesoramiento Técnico (Anexo documento TRABAJO/doc.15/98)

E I F P

TRABAJO/doc.23/98

Acta de Reunión - Comité Ejecutivo Permanente de la Comisión Empresarial de Asesoramiento Técnico en Asuntos Laborales

E I F P

TRABAJO/doc.24/98

Informe del Presidente de CEATAL, Doctor Daniel Funes de Rioja, a la XI Conferencia - Las organizaciones de empleadores y sus nuevos escenarios: La dimensión socio-laboral del comercio internacional

E

TRABAJO/doc.25/98

XI Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo - Proyecto de resolución - Sistema de información sobre mercados laborales (SISMEL)

E I F P

TRABAJO/doc.26/98

Acciones realizadas desde la X Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo (Informe de la OIT sobre la Declaración adoptada en la 86a. Conferencia)

E

TRABAJO/doc.27/98

Presentación del Ministro de Estado del Trabajo del Brasil sobre la globalización de la economía y su dimensión social y laboral

E I F P

TRABAJO/doc.28/98

Discurso del Presidente en Ejercicio de la Conferencia, Dr. Antonio Erman González, en la Sesión Inaugural

E

TRABAJO/doc.29/98

Discurso del Ministro del Trabajo de Argentina, Dr. Antonio Erman González, sobre la implementación del Plan de Acción de Buenos Aires

E

TRABAJO/doc.30/98

Discurso del señor Ministro del Trabajo de Chile, Don German Molina Valdivieso, con ocasión de la XI Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo

E

TRABAJO/doc.31/98

Informe sobre avances en materia laboral del Plan de Acción de la II Cumbre de las Américas, presentado por la Delegación de Chile

E

TRABAJO/doc.32/98

Discurso del Secretario General de la OEA, Doctor César Gaviria, en la Sesión Inaugural de la XI Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo

E

TRABAJO/doc.33/98

Votos de agradecimiento

E I F P

TRABAJO/doc.34/98

Acta de Reunión - Comité Técnico Permanente sobre Asuntos Laborales (COTPAL)

E I F P

TRABAJO/doc.35/98

Lista de Participantes (Versión provisional)

Textual

TRABAJO/doc.35/98 rev. 1

Lista de Participantes

Textual

TRABAJO/doc.35/98 rev. 2

Lista de Participantes

Textual

TRABAJO/doc.36/98

Presentación del Ministro de Trabajo y Desarrollo Laboral de la República de Panamá, Dr. Reynaldo E. Rivera

E I F P

TRABAJO/doc.37/98

Discurso del Ministro Secretario General de Gobierno Dr. Jorge Arrate Mac Niven con motivo de la XI Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo

E

TRABAJO/doc.38/98

Informe del Vicepresidente del COSATE señor Jesús Urbieta a la XI Conferencia

E

TRABAJO/doc.39/98

Síntesis de la intervención del Presidente de la XI Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo, Don Germán Molina Valdivieso, Ministro de Trabajo y Previsión social de Chile en la Clausura de la Conferencia

E

TRABAJO/doc.40/98

Informe de la Comisión de Credenciales

E I F P

TRABAJO/doc.41/98

Informe Final (Versión provisional)

TRABAJO/doc.42/98

Lista de documentos registrados por la Secretaria hasta el 30 de noviembre de 1998

Textual

 

DOCUMENTOS INFORMATIVOS DE LA CONFERENCIA

DOC/INF.1/98

Informe consolidado final sobre lo actuado por la X Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo (Documento presentado por el BID)

E I

DOC/INF.2/98

América Latina: En busca del empleo perdido (Documento presentado por la Secretaría General de la OEA)

E I

DOC/INF.3/98

Primer seminario "Sistema de Información sobre Mercados Laborales (SISMEL)" - Informe Final

E I

DOC/INF.4/98

Encuesta de cooperación horizontal entre ministerios de trabajo de América Latina y el Caribe (Documento presentado por la Secretaría General)

E I

 

DOCUMENTOS DE COTPAL
OEA/Ser.L/XIX.11

COTPAL/doc.1/98

Proyecto de Temario

E I

COTPAL/doc.2/98

Reglamento de COTPAL

E I F P

 

ANEXO III

INFORME DE LA COMISIÓN DE CREDENCIALES

La Comisión de Credenciales, integrada durante la primera sesión plenaria por las Delegaciones de Colombia, Perú, Uruguay y Venezuela, se reunió el día 21 de octubre de 1998 y eligió a Perú Presidente de la Comisión.

Durante esta sesión, la Comisión examinó las credenciales de las Delegaciones, de los Observadores y de Organismos Internacionales acreditados de acuerdo a lo dispuesto en el Reglamento de la Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo, habiéndolas encontrado en buena y debida forma.

- Perú
Jorge Domingo González Izquierdo
Presidente

- Colombia
Fabio Olmedo Palacio

- Uruguay
Juan Ignacio Mangado

- Venezuela
Pablo Francisco Bobic Concha



ANEXO IV

INFORME DE LOS PRESIDENTES DE COSATE Y CEATAL
A LA UNDÉCIMA CONFERENCIA

INFORME DEL VICEPRESIDENTE DEL COSATE, SEÑOR JESÚS URBIETA,
A LA XI CONFERENCIA INTERAMERICANA
DE MINISTROS DEL TRABAJO

Señor Representante de la OEA, Señor Ministro de Trabajo de Chile, Señor representante de la OIT, Señor presidente del CEATAL, Señores Ministros de Trabajo de las Américas, Compañeros Sindicalistas del continente americano, transcurridos tres años desde la Conferencia de Buenos Aires, se impone la evaluación de los logros obtenidos y porque no, de las dificultades que nuestra labor a encontrado. Muchos son los frutos de éstos años de gestión, sin embargo para no abusar de vuestro tiempo tomaremos el atrevimiento de sintetizarlos, sabiendo que ésta síntesis como cualquier otra dejará de lado aspectos importantes de la labor.

En oportunidad de la X Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo que tuvo lugar en Buenos Aires, se crearon cuatro grupos de trabajos temáticos que debían seguir su labor a los siguientes temas, el Grupo de Trabajo I, reunido en el mes de Noviembre de 1995; a la integración económica y sus efectos en el empleo y las migraciones laborales; el Grupo de Trabajo II; reunido en el mes de Octubre de 1996; abocado al diálogo social y negociación colectiva en las Américas. El Grupo de Trabajo III, reunido en el mes de Abril de 1996; versó sobre la modernización de los Ministerios de Trabajo e información sobre mercados laborales. El Grupo de Trabajo IV, reunido en el mes de Agosto de 1996; estudió la fuerza laboral del futuro: la reconversión productiva y formación profesional.

Empezaremos por el grupo de trabajo dos que tuvo como tarea asignada, el ocuparse del diálogo social y la negociación colectiva. Dicho grupo se reunió en la ciudad de Bogotá en el mes de octubre de 1996 y llegó, luego de una eficaz labor a un documento de consenso entre la totalidad de los Representantes Ministeriales. Este documento contó con el acompañamiento de empresarios y sindicatos.

La posición sindical llevada a la referida reunión surgió de un taller sobre diálogos social y negociación colectiva en las Américas organizado por el COSATE en la ciudad de Buenos Aires en el mes de mayo de 1996. Un resumen de este documento se presentó en la conferencia de Bogotá.

La CIOSLORIT, de la cual todas las centrales obreras del CEPCOSATE son afiliadas acompanó al desarrollo del Taller que, como señaláramos precedentemente, produjo un documento final que fue la base sobre la cual desarrolló sus tareas el Grupo de Trabajo N° 2 en la reunión de Bogotá de octubre de 1996.

El texto del documento se base en fuentes elaboradas en dicho Taller.

Tal vez este Taller haya sido el logro más importante del COSATE en la nueva etapa que se inició con la X Conferencia de Ministros de Buenos Aires.

En efecto, tanto las pautas como los lineamientos básicos del documento elaborado en el Taller de Buenos Aires fueron recogidos en el documento final del Grupo de Trabajo N° 2 en la Reunión de Bogotá, Colombia, en octubre de 1996.

Como puntos salientes de éste último documento merecen destacarse las siguientes recomendaciones:

1. Diseñar y ejecutar políticas que contribuyen al fortalecimiento de los actores sociales para que tengan la autonomía y capacidad suficientes, que les permitan asumir y cumplir compromisos, en el proceso de Diálogo Social y Negociación Colectiva.

2. Abrir espacios y crear canales de participación que hagan posibles la inclusión de todos los actores sociales en el proceso de concertación, sin que ello vaya en desmedro de los escenarios institucionales tripartitos existentes a nivel nacional e internacional, los cuales deben mantener su fuerza normativa.

3. Que los gobiernos tenderán a diseñar una institucionalidad del Diálogo Social que incorpore a sus interlocutores y que contenga mecanismos de seguimiento y evaluación de cumplimiento de los acuerdos.

4. Avanzar en la búsqueda de mecanismos de protección social que amplíen su cobertura en los sectores hasta ahora excluidos, como hacia aquellos expulsados del mercado laboral como efecto de los actuales procesos de privatización, reconversión productiva y globalización económica.

5. Que los gobiernos y los actores sociales del continente asuman su propia responsabilidad de realizar programas de consolidación de los procesos de diálogo Social y robustecimiento de la Negociación Colectiva, como camino de desarrollo de una cultura de paz y mejoramiento de una calidad de vida digna para los trabajadores y el conjunto de la población.

Sin embargo la actuación del COSATE no se limitó al ámbito del Grupo de Trabajo Nro. 2. También interactuó dentro de los tres grupos restantes cuyas principales conclusiones reflejaron el espíritu de los documentos y reuniones de trabajo del COSATE.

Como muestra de ella valga una breve reseña de las recomendaciones de cada uno de ellos:

Grupo de Trabajo No. 1, "Integración económica y sus efectos en el empleo y las migraciones laborales"

a) Que el área de libre comercio de las Américas debe contar con una dimensión social que garantice como mínimo el respeto a los derechos laborales fundamentales, entendiendo por tales: la prohibición del trabajo de los niños y del trabajo forzoso, la nodiscriminación para el trabajo por razones de sexo, raza, religión u otros, y el derecho de los trabajadores a organizarse libremente y a negociar colectivamente sus condiciones de trabajo.

b) Que se observe en la formulación de políticas nacionales de empleo los siguiente criterios: medidas activas de fomento de empleo productivo, con especial énfasis en las acciones de capacitación y en la inversión de capital humano, mecanismos de información sobre ofertas y demandas de empleo y de formación profesional, así como servicios de colocación. A su vez que se efectúe una coordinación frente a los flujos migratorios, a través de diálogo entre países emisores y los países receptores de migraciones laborales. A su vez se recomienda que los Sistemas Nacionales de Seguridad Social cubran contingencias sociales.

Grupo de Trabajo No. 3, "Modernización de los Ministerios de Trabajo e Información sobre Mercados Laborales"

1) En relación a los políticas macroeconómicas y a los procesos de integración, colaborar en la definición de las políticas macroeconómicas y de integración económica. Desarrollar formas efectivas para proteger a los trabajadores afectados adversamente por los procesos de globalización, integración y renovación tecnológica.

2) En relación a la protección de los trabajadores: Gestionar la obtención de recursos suficientes para asegurar de manera eficaz el cumplimiento de las normas laborales básicas y evitar su incumplimiento por falta de controles. Aunar esfuerzos con otros sectores gubernamentales a fin de llevar a cabo acciones de fiscalización conjunta dirigida, por ejemplo, a eliminar el trabajo de menores y el trabajo forzado.

Grupo de Trabajo No. 4, "Reconversión Productiva y Formación Profesional"

1) Que los Ministerios de Trabajo deben afirmarse como actores fundamentales en el diseño de las políticas públicas de formación profesional y empleo.

2) Que el protagonismo de los Ministerios de Trabajo debe contextualizarse en una redefinición del Estado, procurando mejorar su capacidad de interlocución y movilización de los actores económicos y sociales.

3) Que resulta impostergable que el Estado impulse profundas transformaciones en la construcción de una nueva institucionalidad en materia de formación profesional especialmente en la redefinición de objetivos y asignación de nuevas funciones que llevan a cabo los organismos y agentes privados.

4) Que asimismo deberían diseñarse programas específicos de formación profesional para aquellos sectores de población con mayores dificultades de inserción laboral y que, por tanto registran, los más altos índices de desempleo como son los jóvenes sin experiencia laboral y las mujeres.

5) Que la cooperación horizontal y el intercambio de experiencias aptos para la transformación que se está operando en el campo de la formación profesional y que en tal sentido es fundamental el apoyo de los organismos internacionales especializados (OIT, CITERFOR/OIT) y de los organismos financieros.

Señores, producto de esta nueva conferencia, el mundo del trabajo recibirá un nuevo Plan de Acción.

Este documento supondrá un nuevo y abierto desafío para la totalidad de los aquí presentes y sus respectivos Estados y organizaciones sindicales o empresariales. Cada uno en la medida de sus responsabilidades y funciones.

No podemos permitir que la próxima reunión nos encuentre con el Plan hoy trazado incumplido

Como es que vamos a hacer, cuánto de nuestro esfuerzo y del de nuestras organizaciones vamos a poner, para que las nobles declaraciones, los magnos principios que inspiran y que se plasman en las disposiciones de éste nuevo Plan de Acción, no se conviertan en meras expresiones de deseos, grandilocuentes objetivos, que nunca cobran operatividad, pese a encontrarse magníficamente escritos. No queremos nuevas frustraciones.

Pensamos que todo aquel que crea que con el consenso en el Plan de Acción se acaba su accionar y su responsabilidad, se equivoca. Debemos bregar porque esas fórmulas no se transformen por su falta de aplicación y concreción en letra muerta. Debemos arbitrar la totalidad de los medios a nuestro alcance, cada uno en la medida de sus responsabilidades y funciones, para que no exista semejante divorcio entre lo que se declara y lo que se practica. Para ello creemos que se impone contar con mecanismos de información más ágiles que los actuales, de manera tal de poder controlar si aquello que se declara efectivamente se cumple o si por el contrario, y muy a nuestro pesar, engrosa la lista de los objetivos incumplidos por falta de acciones concretas y eficaces que tiendan a su consecución. El mundo del trabajo a cuyos actores representamos merecen que afrontemos el desafío.

 

PRESENTACION DEL PRESIDENTE DE CEATAL, DR. DANIEL FUNES DE RIOJA,
A LA XI CONFERENCIA

LAS ORGANIZACIONES DE EMPLEADORES Y SUS NUEVOS ESCENARIOS:
LA DIMENSIÓN SOCIO-LABORAL DEL COMERCIO INTERNACIONAL

Vivimos en un mundo diferente producto de una serie de transformaciones que no por conocidas deja de ser conveniente recapitular.

En primer lugar, un proceso de cambio de las estructuras políticas de las sociedades contemporáneas, cuyo hito testimonial principal es la caída del Muro de Berlín.

Consecuentemente, el reemplazo de la fórmula bipolar en las relaciones internacionales, la democratización de las sociedades nacionales y la intensificación de los procesos de comunicación e integración, aparecen pilares de esta nueva instancia mundial.

Ello así por cuanto la mundialización no es sólo un fenómeno económico sino también político y social donde el concepto de "aldea global" está subyacente en este enunciado, por lo que adjudicar sus implicancias exclusivamente a circunstancias económicas sería tan prejuicioso como errado.

En tal sentido, la globalización es, primero que nada, un fenómeno que condiciona relaciones económicas y sociales. En particular, la integración regional tiene la misma naturaleza y, por su propia dimensión, es allí más perceptible la precedencia aludida, lo que explica el esfuerzo para compatibilizar asimetrías, ventajas y desventajas comparativas o competitivas entre los países, sociedades, producciones y empresas concernidas.

Incluso se vislumbra una evolución en las pautas y códigos vigentes de las sociedades contemporáneas que pueden implicar cambio de valores o reordenamiento -cuando menos- de los mismos con motivo de las transformaciones culturales habidas, fundamentalmente como consecuencia de los cambios tecnológicos y el desarrollo vertiginoso de la comunicación.

Por otra parte, la globalización de las relaciones económicas ha transformado el mundo de la empresa, su ordenamiento y metas, al imponer fuertes requerimientos de competitividad, para poder afrontar exitosamente la "batalla por el mercado". De lo contrario, no poder encarar dicho desafío condena inexorablemente a la pérdida de mercado y desaparición de tal empresa y consecuentemente de los empleos que la misma generaba.

Es allí donde aparecen los conceptos de "gran mercado", "economía abierta", "competitividad", "productividad" y los factores que permiten su medición en el campo laboral "nivel de ingresos", "nivel de empleo", "redefinición del campo de las relaciones laborales y su impacto en el Derecho del Trabajo" o "el nuevo papel del Estado".

Jeffrey Sachs, Director del Harvard Institute for International Development dice que sin negar el rol del cambio tecnológico, de las carreteras informáticas y las mejoras en comunicaciones y transporte, el factor más importante es el cambio de políticas más que el cambio tecnológico.

Hace pocos días, Renato Ruggiero, Director General de la World Trade Organization (abril 15, 1998 -Institute for International Economics Conference, Washington, D.C.-), sostenía que sólo dos décadas atrás el desafío de la comunidad de comercio pasaba por el lado de los subsidios, las políticas antidumping, mientras que ahora las cuestiones ambientales, la inestabilidad financiera, las normas laborales, los problemas éticos, las políticas de desarrollo y muchas más pueden ser asociadas de una manera u otra con el comercio, subrayando con ésto la interdependencia del mundo y la importancia del sistema comercial para gerenciar la globalización.

Como nadie puede ignorar la realidad de estas preocupaciones globales, Ruggiero concluye en que describir a la Organización Internacional de Comercio (WTO) como una Institución sólo centrada en el libre comercio e insensible a las preocupaciones humanas y a los valores, constituye una falsa representación.

Mientras el "viejo GATT" en los años 50 reunía 20 ó 30 países, la ronda Uruguay tuvo 123 participantes y la WTO tiene 132 miembros, de los cuales el 80% son países en desarrollo o transición. Agrega que los países en desarrollo implican hoy la cuarta parte del comercio mundial, comparado con cinco veces menos de hace 15 años y que en el sector manufacturero esta participación se duplicó (del 10% al 20%), y en el mismo período de tiempo diez países en desarrollo doblaron su ingreso per cápita.

Para ello, Ruggiero ratifica la importancia de dos cuestiones centrales:

a) El Estado de Derecho;

b) Relaciones cooperativas fundadas en el respeto mutuo.

Desde la perspectiva académica el ya citado Jeffrey Sachs destaca que la globalización da a los países en desarrollo una oportunidad sin precedentes de acercarse a las más avanzadas economías. También señala que la preeminencia de la "rule of law" es importante ya que para la comunidad de negocios, los gobiernos más corruptos tienen menores tasas de crecimiento y cita el caso de Rusia como ejemplo.

Hoy el mundo se nutre fundamentalmente de los principios de la democracia y el pluralismo, de la globalización de la apertura, de la competitividad y de la adecuación de los sistemas laborales a los requerimientos de la productividad.

Todo ésto lleva al cuestionamiento de los viejos paradigmas, tanto aquellos que gobernaban a las sociedades como consecuencia del principio bipolar en materia de política internacional, los que permitían sujetar la competitividad por medio de instrumentos propios de una economía cerrada, o los que toleraban la subordinación de la organización productiva a los imperativos del esquema organizativo laboral.

En tal contexto, reivindicar hoy el rol de un "Estado total", propio de economías autónomas y alta participación en la generación de empleo, carece de realismo. Por su parte, tampoco es admisible la idea del "Estado ausente", pues en el plexo de funciones propias, tanto el marco indispensable de orden público laboral como la estructura del sistema de seguridad social, en lo que hace a diseño y supervisión, son atributos del poder estatal.

Ello no significa resignar presencia sino adecuarla a las circunstancias, dado que la hiperactuación estatal que condujo a excesos en el marco de lo protectorio, acentuó los procesos de dualización del mercado de trabajo, especialmente en la realidad latinoamericana donde la alta regulación sólo llega a una parte de la población laboralmente activa, mientras que el resto se desenvuelve en la "anomia" de niveles de informalidad alarmantes.

La conjunción de los referidos datos tiene particular incidencia en el desenvolvimiento de las relaciones laborales especialmente en países como el nuestro, pues así como la democracia se "resiste" a la existencia de esquemas de centralización de las relaciones laborales colectivas, la apertura económica obliga a pensar en términos de sistemas laborales funcionales con la organización productiva y descarta de plano la subsistencia de modelos de legislación laboral que, por su estructura centralizada y contenido altamente intervencionista, centralizado, protectorio e incluso por su impacto elevado en los costos productivos, sólo pueden desenvolverse en el marco de sistemas de economía cerrada donde las restricciones a la importación o las políticas arancelarias, desalientan toda forma de competencia.

Es por eso que tanto Sachs como Ruggiero, marcan la necesidad de un mercado de trabajo adecuado.

Por ejemplo, Sachs indica que entre los países de mayor crecimiento económico entre 1986/94, ninguno de ellos tiene negociación colectiva centralizada. Varios de ellos tienen activos sindicatos, pero en negociación por empresa y destaca que ésta es una cuestión importante para el nacimiento de nuevos negocios y para crear condiciones para tales emprendimientos, así como debe ello estar acompañado de un sistema flexible de contratación y despido y bajas tasas de impuestos al trabajo, disminuyendo la brecha entre el salario que recibe el trabajador y el costo del trabajo para la empresa.

Este es el debate en que hoy nos debemos centrar:

– Por un lado, la adaptación de un mercado de trabajo que -caso contrario- es disfuncional con los requerimientos de una economía abierta y competitiva, tanto en lo nacional como en lo internacional;

– Por otro, el respeto a ciertos valores comunes que constituyen el telón de fondo sustantivo de respeto a derechos humanos fundamentales en el campo laboral.

En el primer campo, dicha adaptación ha implicado un cambio filosófico entre un modelo de fuerte confrontación reivindicativa, sustituyéndolo por un esquema más cooperativo.

Tal como ya habíamos puntualizado, hay una lógica interna que justifica el cambio de los paradigmas:

CONSTANCE LEVER-TRACY en su obra "Fordism Transformed? Employee Involvement and Workplace Industrial Relations at Ford", ha estudiado los cambios en los métodos de trabajo hacia modelos cooperativos que desalentaban la dialéctica tradicional de la citada confrontación y enfatizando en la búsqueda de congruencia entre los intereses de los trabajadores y la empresa.

A. LA FLEXIBILIZACIÓN DE LAS NORMAS LABORALES A NIVEL NACIONAL:

Es evidente que hay una fuerte resistencia a discutir la flexibilización. Por un lado, desde el punto de vista político se entiende que la flexibilización es desaparición de la función estatal. Desde la perspectiva sindical es pérdida de conquistas.

En ambos casos, se omiten considerar los nuevos problemas del mundo del trabajo que surgen de dos elementos sustantivos:

1. Sin competitividad no hay empleo: El sistema laboral debe adecuarse a los requerimientos de la competitividad porque -de lo contrario- las perspectivas de localizar nuevas empresas y con ello generar puestos de trabajo, se hacen remotas o ilusorias.

Las cifras son elocuentes en el mundo moderno y, obviamente, hay una clara interdependencia entre el régimen laboral y posibilidad de empleo, tal como se refleja en los datos que a continuación transcribimos:

TASA DE INGRESO AL MERCADO DE TRABAJO
SEGÚN RIGIDEZ O FLEXIBILIDAD DEL MISMO

    I. Mercado laboral desregulado

PAÍS 1982-90 1991 1992 1993 1994
U.S.A 2.1 -0.9 0.6 1.1 1.8
Gran Bretaña 1.5 -3.2 -2.9 -1.2 0.4
Japón 1.3 1.9 1.1 0.8 1.1

II. Relativamente rígido

PAÍS 1982-90 1991 1992 1993 1994
Francia 0.4 0.1 -0.5 -1.0 -0.5
Alemania 0.8 2.6 -0.7 -2.4 -0.8
Italia 0.6 0.9 -0.6 -1.2 0.3
Países Bajos 1.6 2.6 1.5 -1.0 -0.3
Suecia 0.7 -0.7 -4.1 -4.2 -0.8

III. COCDE

PAÍS 1982-90 1991 1992 1993 1994
Europa 1.0 0.1 -1.0 -1.5 -0.1

Fuente: OCDE: Employment Outlook, July 1993.

2. Sin capacitación no hay empleabilidad: Nuevas maquinarias, nuevas tecnologías y nuevas formas de organización del trabajo requieren habilidades diferentes a los clásicos oficios.

BOB HEPPLE en su trabajo "The Future of Labour Law", reconoce que en un mercado globalizado yendo muy rápido en los cambios tecnológicos y en la competitividad, el punto de partida para un nuevo consenso social es el reconocimiento del interés común en incrementar la productividad sobre la base de mejores niveles de capacidades y elevando el nivel de vida a través de nuevas forma de organización y participación.

Coincidentemente con ésto, P.J. Simon en "Unemployment and labour market regulation: the case of industrial countries" sostiene que en muchos de los países de la OCDE, muestran que hay un componente estructural en el desempleo actual debido a los cambios y la brecha entre habilidades y oficios para adaptarse a las nuevas situaciones y que debe mejorarse la flexibilidad de los salarios y la negociación colectiva, disminuir la protección legislativa al empleo para reducir el rechazo de los empleadores a contratar trabajadores con pocas habilidades o limitada experiencia, seguir activas políticas en el mercado laboral de entrenamiento, apoyo y reinserción de los desempleados de largo término.

Relata que los países de la OCDE se caracterizaban por una alta proporción de desempleados de largo término, mujeres, jóvenes y trabajadores de baja calificación. Como contrapartida, menciona al aumento del trabajo a tiempo parcial y otras formas de las "llamadas atípicas", mientras que los mercados de trabajo en EE.UU y Japón difieren considerablemente del altamente regulado mercado europeo, por lo que un proceso de adaptación del mercado laboral debe darse conjuntamente con los cambios en las estructuras económicas, tecnológicas y de capacitación, para concluir sosteniendo que la flexibilidad en salarios, tiempo de trabajo, así como la movilidad funcional pueden ayudar en este proceso de ajuste.

B. EL RECONOCIMIENTO DE LOS PRINCIPIOS LABORALES FUNDAMENTALES:

En el marco de la democracia política y de la economía de iniciativa privada y competitiva, es congruente aceptar ciertos niveles de derechos fundamentales que en el campo laboral se traducen en el respeto a principios o valores que reflejen la concepción de la dignidad humana.

En la reunión ministerial de Singapur (WTO), se acordó que la comunidad internacional debía respetar los principios laborales fundamentales, siendo la Organización Internacional del Trabajo el organismo encargado de ocuparse de estos problemas, y que la mejor promoción de las normas surge del crecimiento y del desarrollo al influjo de la liberalización del comercio, no debiendo usar las normas laborales para fines proteccionistas o para poner en cuestión las ventajas comparativas del país.

Tal preocupación, coincidente con el pensamiento del Consejo de Administración y del Director General de la Organización Internacional del Trabajo, fue plasmada en la Declaración que la Conferencia Internacional del Trabajo aprobara en el pasado mes de junio, nutriéndose básicamente de contenidos reconocidos ya en Convenios internacionales del trabajo que, más allá de su ratificación o no por los Estados Miembros, son la piedra angular y la esencia del nuevo Derecho Laboral de la mundialización.

A dicho efecto, esos principios son la libertad de asociación y de negociación colectiva, la abolición del trabajo forzoso, no discriminación y la erradicación de las formas más aberrantes de trabajo infantil (que aún a la fecha no ha sido incorporado a un texto normativo expreso pero que se encuentra en vías de discusión, aunque podemos destacar que hoy puede tomarse como referencia el Convenio Nro.138 sobre edad mínima).

Concretamente, el Grupo de empleadores del Consejo de Administración nucleado en la Organización internacional de Empleadores, ha propiciado la vigencia universal de esos principios, en un contexto en el que la globalización requiere reglas explícitas sin que el establecimiento de dichos parámetros signifique crear nuevos criterios o una nueva "batería de derechos laborales" sino para confirmar principios fundamentales mínimos, permitiendo que las legislaciones nacionales adapten sus estructuras normativas a sus reales necesidades.

CONCLUSIÓN

Al identificar filosóficamente nuestra postura y combinar el reconocimiento de los citados principios con la necesidad de mayor flexibilidad en el campo de los modelos laborales en un contexto de competitividad e integración, los empleadores estamos asumiendo un rol activo que consolida nuestras posturas y los proyectos afirmativamente, en el debate internacional sobre la materia.

En particular en el plano de las deliberaciones de la presente XI Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo, destacamos lo siguiente:

Que estamos de acuerdo con la línea argumental y objetivos propuestos para la declaración de Viña del Mar con las siguientes precisiones:

1) Los contenidos fundamentales de la Declaración de la OIT signada en junio del corriente año deben ser motivo de preocupación prioritaria de nuestro espacio continental y de esta Conferencia Ministerial;

A tal fin, debe bregarse por el pleno respeto a los principios contenidos en los Convenios Fundamentales de la OIT sobre libertad de asociación, de negociación colectiva, no discriminación, abolición del trabajo forzozo y erradicación de las formas mas aberrantes de trabajo infantil, así como atenerse al procedimiento que se establezca para el seguimiento en dicho foro;

Así mismo y de acuerdo a la letra y espíritu de la Declaración de la OIT y de la Declaración de Singapur de la OMC, no deben establecerse vínculos entre el respeto a tales derechos laborales fundamentales con sanciones comerciales que impliquen prácticas proteccionistas

2) Desde el punto de vista operativo es nuestra recomendación que el accionar de la Conferencia de Ministros y su posterior seguimiento se base en los siguientes principios:

Se dará especial preferencia a la utilización de los organismos y servicios ya existentes en la región para que sirvan de asistencia al cometido de esta Conferencia, como–por ejemplo–el Observatorio MERCOSUR de la OIT y otros semejantes, SISMEL, etc.;

Se procurara un mayor involucramiento de los actores sociales y en especial de las Organizaciones de Empleadores en las acciones consecuentes de implementación de las decisiones que se adopten en esta reunión, poniendo especial énfasis en el fortalecimiento del vínculo entre la OEA los Ministerios de Trabajo y los Organos Asesores COSATE y CEATAL;

Se procurara un mejoramiento de los vínculos de comunicación entre la OEA y los paises miembros y los actores sociales, de modo tal que los organos asesores COSATE y CEATAL puedan contar con información adecuada y en tiempo oportuno a efectos de cumplimentar los fines y objetivos de las decisiones adoptadas en la Conferencia;

A tal fin, el CEATAL hace saber a esta Conferencia que en su reunión del Comité Ejecutivo ha decidido llevar a cabo reuniones en los meses de abril y junio de 1999 a efectos de un seguimiento eficaz – en lo que le concierne – de las actividades de esta Conferencia.

ANEXO V

PRESENTACIONES DE LOS SEÑORES MINISTROS DEL TRABAJO
DE BRASIL Y PANAMÁ

 

PRESENTACIÓN DEL MINISTRO DE ESTADO DE TRABAJO DE BRASIL SOBRE
LA GLOBALIZACIÓN DE LA ECONOMÍA Y SU DIMENSIÓN SOCIAL Y LABORAL

Edward Amadeo
Ministro de Estado del Trabajo de Brasil

1. Introducción

La globalización es un fenómeno que afecta principalmente los flujos financieros y comerciales. El crecimiento de los flujos comerciales tiene un impacto estructural sobre los mercados de trabajo en la medida en que crecen las importaciones y las exportaciones, con efectos sobre la estructura productiva, y aumenta la competencia internacional, afectando la estrategia empresarial y la tecnología.

Ya el crecimiento de los flujos financieros torna las economías nacionales más sensibles a movimiento de capitales que, en los recientes años, han tenido comportamiento volátil y, como consecuencia, sobre el desempeño macroeconómico de las economías. Siendo así, el crecimiento de los flujos financieros termina también afectando el desempeño de los mercados de trabajo.

Esta exposición se concentra en los efectos del crecimiento de los flujos comerciales y de inversión directa sobre el mercado de trabajo, aún cuando se trate puntualmente de los impactos de los flujos de capitales financieros.

La exposición está organizada de la siguiente manera. En primer lugar, examino los impactos de la globalización sobre la economía y el mercado de trabajo, así como sus repercusiones distributivas. En seguida, discuto los cambios en las políticas de empleo, recalificación y renta así como alteraciones en el marco regulador del mercado de trabajo para lidiar con desafíos impuestos por la globalización. Después examino los impactos de los procesos de integración regional. La exposición concluye con una síntesis.

2. Los impactos de la globalización sobre la economía y el mercado de trabajo

Los impactos sobre el mercado de trabajo del proceso de integración por que vienen pasando la mayor parte de las economías de la región pueden ser catalogados en cuatro grupos, a saber:

El aumento de la competencia internacional y doméstica;

El crecimiento de la inversión directa;

Los cambios distributivos; y

La mayor incidencia de choques sectoriales.

El aumento de la competencia

El efecto más notable, por lo menos en un corto plazo, de la apertura comercial y de la globalización es el crecimiento de la competencia internacional a la que se enfrentan las empresas con sede en un país. La competencia internacional termina incrementando la propia competencia doméstica en la medida en que la disputa por la participación en el mercado se torna mayor. El crecimiento de la competencia tiene varias consecuencias, entre las cuales se destacan las siguientes:

Reducción del precio de los bienes tradable, inducido por la reducción de los precios de bienes finales e insumos importados;

Esfuerzo de reducción de costos; y

Cambios en la estrategia de las empresas, con crecimiento de subcontrataciones y del outsourcing internacional.

Reducción de los precios

La reducción de los precios se hace sentir inicialmente en el caso de productos manufacturados y agrícolas, directamente alcanzados por el crecimiento del comercio internacional. La reducción tiene tres efectos básicos. Como el origen de la caída de los precios es la reducción de las barreras tarifarias y no tarifarias, el efecto a corto plazo es el crecimiento de las importaciones y del déficit comercial.

Hay otros dos efectos, más dinámicos y menos inmediatos que son el crecimiento del mercado doméstico, que se expande con la reducción de los precios relativos de los productos tradable, y de las exportaciones, debido a la reducción del costo de los insumos, partes y componentes importados. El crecimiento de las exportaciones tiende así a compensar el impacto inicial sobre las importaciones aunque este efecto pueda demorar un poco. A rigor, el avance de la competitividad y de las exportaciones resulta también del aumento de la productividad en el trabajo, examinado abajo.

En países con elevada inflación, la reducción del precio de los productos tradable, que termina afectando el precio de los non-tradable debido al esfuerzo de reducción de costos discutido a seguir, tiene impacto muy positivo sobre la consolidación de los procesos de estabilización.

Esfuerzo de reducción de costos

El principal efecto dinámico del crecimiento de la competencia es el esfuerzo de reducción de costos por parte de las empresas, con variadas consecuencias. La más importante es la adopción de nuevas técnicas de gestión y la introducción de innovaciones tecnológicas, inclusive como resultado del acceso a equipos importados. Tanto las nuevas técnicas de gestión como las innovaciones tecnológicas tienen efecto positivo sobre la productividad del trabajo. De hecho, en todos los países, la década de 90 fue marcada por significativo crecimiento de la productividad en el trabajo.

La productividad del trabajo tiende a crecer más rápido que la producción doméstica de productos manufacturados, lo que explica en gran parte la reducción del empleo en el sector. Evidentemente, este efecto inicial puede ser mitigado a lo largo del tiempo en la medida en que, junto con la reducción de los precios, ya discutida, el crecimiento de la productividad tiende a reducir el costo unitario del trabajo, mejorando la competitividad dos productores domésticos, aumentando su market share en el mercado doméstico y su capacidad de exportación. Por lo tanto, hay un efecto dinámico positivo sobre el empleo.

En varios sectores en que hay aumento de la productividad del trabajo, los salarios reales tienden a crecer aunque este efecto pueda ser compensado - por lo menos en parte - por la presión sobre los salarios como origen de la reducción del rent económico del cual disfrutaban las empresas en el periodo de mayor protección. En el Brasil, por ejemplo, los salarios en la industria manufacturera han mostrado tendencia de crecimiento desde 1993, aunque inferior al observado en los sectores de servicios y comercio.

Existe una tendencia para el cambio en la naturaleza de la relación entre trabajadores y empresas, una vez que los trabajadores que permanecen empleados en la industria son lo que se podría llamar de hard core de la fuerza de trabajo. A estos trabajadores las empresas otorgan tratamiento diferenciado con menor rotatividad, más inversiones en calificación profesional y participación en los lucros y resultados. El propio cambio en la relación capital - trabajo, que se torna más duradera y, por lo tanto, con compromisos mutuos más sólidos, contribuye para el crecimiento de la productividad.

Las innovaciones gerenciales y tecnológicas imponen un desafío para las políticas públicas, principalmente en las áreas de educación y calificación profesional. Esto porque hay una tendencia a la ampliación de los requisitos de instrucción general y específica. Si la oferta de trabajadores calificados es inferior a la demanda - y la probabilidad de que esto pase crece con la globalización - aparecen obstáculos que pueden comprometer el proceso de adaptación competitiva de las economías al nuevo marco de competencia internacional.

Cambios en la estrategia de las empresas

La tercera consecuencia importante de la competencia, en el ámbito del esfuerzo para aumentar la competitividad, son los cambios en la estrategia de las empresas, con crecimiento de las subcontrataciones y del outsourcing internacional.

Las subcontrataciones tienen algunos impactos importantes. Primero, el cambio en la composición del empleo con reducción del empleo industrial y crecimiento del empleo en los sectores de servicios, comercio y transportes. Este es un cambio meramente estadístico, la mayoría de las veces en la medida en que el mismo trabajador desempeña las mismas funciones que antes, solo que ahora pasa a ser categorizado como trabajador de otro sector que no sea del industrial.

Segundo, crece la participación relativa de micro y pequeñas empresas, bien como de trabajadores autónomos y prestadores de servicios. Este es un cambio importante, con impactos para las políticas públicas orientadas para la competitividad y la sobrevivencia de las micro y pequeñas empresas. Muchas de las empresas prestadoras de servicios, principalmente menores, eran antes parte de una gran empresa. Pasan ahora a ser empresas autónomas. Este cambio puede tener impactos dinámicos si el acceso de estas empresas a nuevas tecnologías y recalificación de sus trabajadores, por ejemplo, pasa a ser limitado. Esto puede ser problemático en la medida en que, a lo largo del tiempo, la competitividad de estas empresas puede quedar comprometida, afectando inclusive la propia competitividad de las grandes empresas para las cuales ellas prestan servicios.

El Crecimiento de la Inversión Directa

En varios países, no apenas debido a la apertura pero también asociado a los procesos de integración regional, han crecido mucho las inversiones directas. La integración regional amplia los mercados, siendo fuerte inductor de inversiones extranjeras. La inversión directa es importante, por lo menos, por cuatro razones.

La primera razón tiene relación con la financiación del déficit en transacciones corrientes que normalmente crece en los periodos iniciales de apertura. Con inversiones directas, una parte muchas veces significativa del déficit, como en el caso brasileño, está financiada con inversiones directas, disminuyendo la sensibilidad de las economías al movimiento de capitales más especulativos.

En segundo lugar, la inversión directa está muchas veces asociada al crecimiento del comercio intra-firmas. Son firmas con estrategias globales que, al invertir en el país, no solo pasan a importar pero también a exportar en gran escala, aumentando con esto la corriente del comercio.

Las empresas extranjeras, al invertir en el país, traen consigo innovaciones gerenciales y tecnológicas que, por así decir, se difunden para empresas locales, con impactos positivos sobre la productividad y la competitividad sistémicas.

Por último, pero muy importante, la inversión directa es la forma más indicada a través de la cual la globalización afecta los sectores non-tradable tales como servicios y comercio. Esto porque estos sectores no son afectados directamente por el crecimiento del flujo comercial pero pueden ser directamente afectados por inversiones directas. Muchas de las inversiones ocurren en los sectores de servicios y comercio, que pasan, así, a ser afectados también por la globalización

Los cambios distributivos

Hay tres impactos distributivos asociados a la globalización, dos positivos y uno potencialmente bastante negativo. El primer impacto positivo es la reducción de la dispersión salarial debido a la reducción de los rents económicos en los sectores más protegidos antes de la apertura. En la medida en que la existencia de estos rents contribuya para la mala distribución de renta, su disminución tiene efecto distributivo positivo. Esto se observa normalmente con el crecimiento de los salarios relativos de los sectores de servicios y comercio en relación al sector manufacturero.

El segundo efecto resulta del crecimiento de la demanda relativa por trabajadores en los sectores en que las economías en desarrollo --caso de las economías latinoamericanas-- tienen ventajas comparativas. En los países o regiones más pobres, estos sectores emplean trabajadores menos calificados, cuya oferta es más abundante. Con esto, crece la demanda relativa de los trabajadores con salarios más bajos, disminuyendo también por este motivo la dispersión salarial. Este factor también contribuye para la mejoría del cuadro distributivo.

El tercer factor funciona en la dirección inversa. Las innovaciones gerenciales y tecnológica tienden a aumentar la demanda relativa de trabajadores más calificados en perjuicio de los menos calificados. Este factor amplía el diferencial de salarios entre trabajadores calificados y menos calificados, empeorando el cuadro distributivo.

Es difícil decir a priori cuáles de estos efectos predominan. Pero el tercero es el que ciertamente inspira más atención en la formulación de políticas públicas. Esto significa, el tercer componente claramente establece una demanda redoblada por iniciativas en las áreas de educación y calificación profesional, con el objetivo de disminuir las distancias entre la calificación de los trabajadores.

La mayor incidencia de "choques sectoriales"

El último de los impactos de la globalización es tornar a las empresas más sensibles a los cambios en el nivel de competición de los sectores en que actúan. En una economía cerrada, cambios en el nivel de competición internacional en el sector tienen pequeño impacto sobre las empresas. Pero en una economía más abierta, cada nueva tecnología o producto, o la apertura y nuevos mercados, en un determinado sector, afecta directamente la capacidad competitiva de las empresas locales.

Esta constatación es importante pues, en la medida en que las empresas son sometidas con más frecuencia a choques de tipo sectorial, su necesidad de adaptación aumenta. Esto significa, mayor capacidad de reacción, sea adoptando nuevas tecnologías, sea acompañando el mercado en el lanzamiento de nuevos productos o compitiendo en nuevos mercados. Evidentemente, la respuesta de la fuerza de trabajo (digamos, en la adopción de nuevas técnicas) y las relaciones de trabajo (digamos, frente a una caída temporaria en la demanda) no son inmunes a la necesidad de mayor capacidad de reacción de las empresas. O sea, tanto la fuerza de trabajo como "insumo" cuando las condiciones contractuales de trabajo (horas de trabajo, participación en los resultados, etc.) deben ser más adaptables en ese nuevo contexto.

3. Nuevos requisitos de las políticas de mercado de trabajo y reglamentación laboral

Los cambios en el funcionamiento del mercado de trabajo y en las relaciones de trabajo resultantes de la integración internacional de las economías crean nuevos desafíos y nuevas demandas para la acción pública. Tanto las políticas de calificación profesional, empleo y renta, como el marco regulador del mercado de trabajo, deben ser revisados. Evidentemente, los ministerios del trabajo tienen una función central en el encaminamiento de estos cambios.

Políticas de calificación profesional, empleo y renta

La agenda de políticas de mercado de trabajo debe adecuarse a un ambiente en que hay más movilidad de los trabajadores, sea entre sectores económicos, sea entre ocupaciones, sea aún entre regiones geográficas. Un ambiente en que, además, debido a las innovaciones gerenciales y tecnológicas, hay una demanda creciente por trabajadores más educados e calificados.

Las políticas a que me refiero aquí son el auxilio para trabajadores desempleados, los programas de calificación profesional y el agenciamiento de trabajadores. Un paso básico y fundamental sobre estas políticas es su integración. O sea, estas tres vertientes deben estar integradas a modo de minimizar los costos de transición entre puestos de trabajo, principalmente de los trabajadores desempleados. Transición ésta que se vuelve más frecuente en periodos de transformación de la estructura económica.

El Auxilio-desempleo

Las transformaciones estructurales tienden a ser acompañadas de estancación o decadencia de algunos sectores, mientras otros se expanden. En este contexto, la incidencia del desempleo se vuelve más frecuente y su duración más larga. Ante esto, es necesario que se establezca una red de protección que garantice por lo menos una parte de la renta del trabajador durante el período de inactividad. El auxilio-desempleo cumple esta función.

En el Brasil, el programa de auxilio-desempleo atenderá a más de 3,5 millones de trabajadores en 1998, lo que equivale a, aproximadamente, 8% de los trabajadores formales. El volumen de recursos transferidos a los desempleados debe llegar a R$4,5 billones, o 0,5% del PIB. Para efecto de comparación, valga destacar que el gasto con seguro-desempleo en Francia corresponde a 1,44% do PIB, mientras en Estados Unidos alcanza 0,43%. Por lo tanto, el volumen de gastos en el Brasil está dentro del promedio internacional.

Nuestro programa de auxilio desempleo ofrece apoyo al trabajador desempleado durante seis meses, como máximo. Este ha sido, en la mayoría de los casos, tiempo necesario para que el desempleado encuentre nueva ocupación.

Existen, entretanto, trabajadores brasileños para quienes el regreso al trabajo es más demorado. Enfrentar el desempleo de larga duración es un desafío de las economías en reestructuración, con rápida innovación tecnológica, como el Brasil de hoy.

La calificación y recalificación profesional

Hasta recientemente, la composición del empleo era mucho más estable. En los últimos años ha crecido mucho la movilidad de los trabajadores: hubo migración de la industria para servicios, del asalariamiento legal para el ilegal y el trabajo autónomo, del empleo industrial metropolitano para el no metropolitano, y creció la exigencia de calificación de los trabajadores en todos los sectores. Esta es la experiencia brasileña, la cual, creo no sea muy diferente en otros países.

En fin, creció mucho la movilidad espacial, sectorial, ocupacional y contractual. Esto significa que, independiente de la escala del empleo, está cambiando la "naturaleza del trabajo". Por eso la necesidad de intervenciones en el mercado de trabajo que agilicen los procesos de transición, que obviamente son difíciles para los trabajadores.

Con el crecimiento de las transiciones, surgen fricciones entre las habilidades y localización geográfica de los trabajadores en busca de empleo, de un lado, y las vacantes abiertas, de otro.

En el Brasil, y en América Latina de forma general, siempre hubo carencia de trabajadores calificados. Independiente del nivel de educación formal, el aumento de la movilidad sectorial y ocupacional tiende a depreciar rápidamente las habilidades específicas de los trabajadores. Esto significa que aún los trabajadores más educados necesitan nuevas inversiones en formación específica.

Por estas razones, los esfuerzos de calificación y recalificación profesional son fundamentales.

Agenciamiento

Al lado del auxilio-desempleo y de la recalificación profesional, el agenciamiento de trabajadores aparece como una necesidad básica para minimizar el costo de las transiciones entre puestos de trabajo para los trabajadores desempleados. Ésta es un área en que imagino los países latinoamericanos todavía tienen mucho por desarrollar.

En el Brasil, el esfuerzo de agenciamiento tiene dos directrices. La primera, ya en implantación, es la creación de "agencias de empleo" que, al mismo tiempo en que pagan el auxilio-desempleo, cadastran los trabajadores para cursos de recalificación profesional y para vacantes que estén siendo ofrecidas. Estas agencias son iniciativas de gobiernos locales (estatales o municipales), de sindicatos y del propio gobierno federal. La segunda iniciativa es la integración de estas agencias, a través de un sistema informatizado, de tal forma que se expandan las fronteras geográficas del esfuerzo de agenciamiento

La alteración del marco regulador y la calidad de los puestos de trabajo

La reforma de los marcos reguladores del mercado de trabajo es fundamental para atenuar los impactos de la reestructuración económica así como de los ajustes macroeconómicos sobre el desempleo. Sirve también para crear las condiciones para un relacionamiento más estable y sólido entre trabajadores y empresas y, por eso mismo, con mayor comprometimiento mutuo. Ésta me parece ser la fórmula para el mantenimiento y mejoría en la calidad de los puestos de trabajo.

El papel de las instituciones para el desempeño del mercado de trabajo no puede ser despreciado. La experiencia reciente en el Brasil, en que sindicatos y empresas se han utilizado de la reducción temporaria y de la anualización de la jornada de trabajo con el objetivo de preservar empleos frente a las circunstancias determinadas por la crisis internacional, demuestra que la existencia de instrumentos de negociación y la madurez de los agentes pueden afectar decisiva y positivamente el comportamiento del empleo.

Son exactamente los sindicatos con mayor experiencia de negociación y más atentos a los intereses de sus representados los que más se han movilizado. Por esa razón, las reformas laborales deben, a mi juicio objetivar el fortalecimiento de los sindicatos y el aumento de la densidad de negociaciones directas entre las partes.

Evidentemente, los Ministerios del Trabajo tienen la misión de administrar el proceso de reformulación en el marco regulador del mercado de trabajo, sea como inductor y conductor de la negociación con sindicatos y entidades patronales, sea en el encaminamiento de un proceso armónico con los Poderes Legislativo y Judicial, sea, por fin, en la implementación de las nuevas prácticas.

La reformulación de la legislación laboral, a mi modo de ver, tiene una lógica económica basada en el siguiente concepto básico: "la preservación de empleos favorece el mantenimiento de la calidad de los puestos de trabajo y la generación de empleos". ¿Cómo se origina esta relación entre preservación y generación de nuevos empleos? Es una consecuencia de la reducción de la rotatividad de la fuerza de trabajo y del crecimiento de la productividad resultante de las reformas, como ilustra el siguiente cuadro:

Preservación de empleos y reducción de la rotatividad

Induce compromisos entre trabajadores y empresas así como inversiones en calificación profesional

Aumento de la productividad que permite crecimiento de los salarios y de la competividad

Expansión del mercado consumidor y alivio de la restricción externa al crecimiento

La preservación de empleos es un objetivo en sí, pues atenúa el desempleo. Pero además, al reducir la rotatividad de la fuerza de trabajo trae el crecimiento de la productividad del trabajo, que a su vez genera las condiciones para la expansión del mercado consumidor y el alivio de la restricción externa al crecimiento de la economía. El crecimiento del mercado consumidor no resulta apenas del aumento de los salarios de los trabajadores más productivos, pero también, y principalmente, de la reducción de los precios y mejoría de la calidad de los productos y de los servicios, que aumentan las ventas en el mercado doméstico y las exportaciones.

¿Cuál es el instrumento básico para crear las condiciones para la preservación de los empleos y aumentar la longevidad de los contratos de trabajo? A mi modo de ver, es fundamental que sea prestigiado el principio de la negociación colectiva. Significa tornar el proceso negocial el camino privilegiado para la composición del conflicto entre el capital y el trabajo. Para tanto, es imprescindible que haya un fortalecimiento de los sindicatos y la valorización de la negociación colectiva. De la negociación directa entre las partes --aun cuando pueda ser difícil y exhaustiva-- nace el compromiso, semilla de relaciones de trabajo mucho más estables.

Fortalecida la negociación colectiva, los compromisos entre empresas e trabajadores tienden a ser más robustos y las transgresiones sea de los contratos, sea de la propia ley, tienden a ser menos frecuentes. Esto contribuye para la cooperación entre capital y trabajo, tienda a reducir la rotatividad de la fuerza de trabajo y aumentar la productividad. (Ésta es a mi modo de ver, la llave para el mantenimiento y mejoría de la calidad de los puestos de trabajo.)

4. Dimensión social de los procesos de integración

A pesar de los procesos de integración tener como base fundamental motivaciones económicas, es imposible disociar de ellos los aspectos de la naturaleza social, que no apenas constituyen efectos de los referidos procesos, pero también pueden y acostumbran actuar como elementos de impulso o inhibidores de esos mismos procesos de integración.

Los aspectos sociales de los procesos de integración se manifiestan de manera más común en el aumento de los flujos migratorios en el espacio integrado, en función de una mayor movilidad de los factores productivos. Con todo, hay otros elementos, menos perceptibles, que se refieren a las transformaciones del mercado de trabajo y a los patrones de distribución de los beneficios provenientes del incremento de los intercambios económicos y comerciales.

Organismos internacionales, como la OIT, foros internacionales y, en especial, la Cumbre de Desarrollo Social, realizada en 1995, en Copenhague, enfatizan la necesidad de considerar los aspectos sociales de integración, buscando armonizar el crecimiento económico con los avances sociales.

Esa Dimensión Social de los procesos de integración puede ser focalizada a partir de varias situaciones particulares o específicas:

  1. En el caso del mercado laboral, aunque sea difícil separar los efectos de la integración de los demás, producidos por las políticas macroeconómicas, se espera una ampliación de las oportunidades de empleo y ocupación bajo el influjo positivo de la intensificación del intercambio comercial, del aumento de la capacidad interna de producción y del cambio en la composición y el perfil organizacional;

  2. Bajo el aspecto de la legislación laboral, se impone la necesidad de profundizar el conocimiento mutuo de los marcos reguladores nacionales con el objetivo de identificar las disposiciones legales que estimulen las inversiones productivas y aseguren una base común de protección a los trabajadores, eliminándose, en el ámbito del área integrada, aquellos preceptos legales que inhiban el crecimiento económico o perturben la marcha de la integración; y

  3. La intensificación del conocimiento y el intercambio de las experiencias acumuladas por los institutos del área de trabajo, que propicien los elementos necesarios a la sustentación de un proceso armónico de integración.

5. Notas conclusivas

En esta exposición, traté de argumentar que el proceso de integración a la economía internacional por el que vienen pasando la mayor parte de los países presenta oportunidades y desafíos. Las oportunidades se resumen a las fuerzas favorables al crecimiento de la productividad del trabajo única forma de garantizar el crecimiento de la renta de una economía a largo plazo. Si el crecimiento de la productividad, por un lado, reduce el número de empleos en un determinado sector para un determinado nivel de producción, por otro lado, es la base para el crecimiento de la competitividad de las empresas que favorece la expansión del mercado doméstico y el crecimiento de las exportaciones.

Los desafíos son muchos y colocan nuevas demandas para las políticas públicas, sobretodo para aquellas en general bajo responsabilidad de los Ministerios del Trabajo.

En primer lugar, crece la importancia de las micro y pequeñas empresas y de los trabajadores autónomos, exigiendo políticas concretas de apoyo a ellos.

En segundo lugar, hay un aumento importante en la movilidad de los trabajadores entre sectores y ocupaciones, así como un aumento en la frecuencia del desempleo, exigiendo políticas compensatorias, mas énfasis en la calificación profesional y en el agenciamiento de trabajadores. La demanda por más inversiones en calificación profesional crece también en función de una mayor exigencia por trabajadores instruidos frente a las innovaciones gerenciales y tecnológicas.

Por último, debido a una mayor frecuencia e intensidad de choques sectoriales, se requiere mayor adaptabilidad a los cambios por parte de empresas con reflejos sobre las relaciones de trabajo. O sea, para preservar empleos y mejorar la calidad de los puestos de trabajo en un ambiente más volátil, las relaciones de trabajo deben ser capaces de acomodarse, evitando el desempleo y los choques temporarios.

Hay los que defienden que la globalización genera, inexorablemente, un crecimiento de la tasa de desempleo y una desmejora en la calidad de los puestos de trabajo. Por lo que expuse, espero haber dejado claro que ésta no es mi visión. Evidentemente, si los desafíos no fueren atacados con políticas correctas, hay riesgos de que el proceso tenga efectos negativos sobre el empleo y la distribución de renta. Son riesgos reales. Más el peligro de mantenerse aislado y perpetuar una situación de estancamiento de la productividad, como en los años 80, es una alternativa claramente inferior.

Anexo

El Avance de la Negociación Colectiva en el Brasil

El prestigio a la negociación colectiva viene demostrándose en diversas medidas del Ministerio del Trabajo del Brasil. El tono de las propuestas ha sido la creación de "modalidades contractuales" de modo a ampliar el espectro del diálogo positivo, siempre bajo el amparo de la negociación colectiva. Veamos entonces, cuáles son los proyectos que dan prestigio a la negociación colectiva.

El primero de ellos fue la desindexación salarial. Hasta l995, cabía al Poder Ejecutivo Federal fijar los reajustes salariales de las diversas categorías. Esta era, evidentemente, una medida de carácter horizontal, pues los reajustes eran uniformes, sin respeto así a cualquier criterio de especificidad inherente a la diversidad económica de las empresas. Con la adopción de la medida, se observó una disminución del número de conflictos colectivos llevados a la esfera judicial, o sea, cuando llamados a la negociación, sindicatos y empleadores pasaron a concluir con éxito las negociaciones colectivas.

Otra medida que valoriza la negociación colectiva es la de la participación en lucros y resultados. Se trata aquí de un instituto no obligatorio, pues presupone la negociación colectiva para el establecimiento de la participación de los trabajadores en los resultados de las empresas.

Otra innovación fue el contrato de trabajo por plazo determinado, que tiene por objetivo reducir los encargos laborales como incentivo a la creación de puestos de trabajo adicionales al cuadro actual de empleados de una empresa. Al mismo tiempo, permitir la introducción de un nuevo modelo contractual, que por primera vez está exclusivamente amparado en el proceso de la negociación colectiva.

Fue también reglamentada la figura del banco de horas, o sea, la posibilidad de compensación de las horas extras a través de horas normales de trabajo. Se permite así la modulación de la jornada laboral a variaciones estacionales y cíclicas de la producción. Aquí, también, la utilización del instrumento requiere su previsión en negociación colectiva.

Recientemente, fue también aprobada la norma jurídica instituyendo el régimen de trabajo de tiempo parcial. Ese régimen objetiva valorizar el trabajo de jóvenes y de mujeres, principalmente aquellas con hijos en edad escolar, instituyendo una jornada menor, de hasta 25 horas semanales. Mientras en países europeos como Holanda, por ejemplo, 30% de los puestos de trabajo son part time, en el sector formal del Brasil este índice no pasa de los 4,2%. Hay aquí una evidente puerta para la generación de empleos. La reducción de la jornada para los actuales empleados exige previsión en convenio o acuerdo colectivo.

Otra medida fue la introducción del instituto de la mediación laboral. La mediación tiene por objetivo permitir, en el ámbito de la negociación colectiva, que funcionarios del Ministerio del Trabajo o inclusive mediadores privados puedan contribuir para la conclusión de los procesos de negociación. El Ministerio ha invertido en la composición de un cuerpo de mediadores dedicados exclusivamente a esa finalidad. Esta es, sin duda, un área en que la actuación del Ministerio será ampliada en los próximos años.

La negociación colectiva aún se hace presente en el ámbito de la fiscalización del trabajo. Estamos, por primera vez, instituyendo comisiones tripartitas en el área de la fiscalización para acompañar, definir y hasta mismo supervisar la fiscalización, con representantes de los sindicatos de empleados y trabajadores. Ese es un modelo exitoso en el caso de la seguridad y salud en el trabajo y debe ser extendido a partir de ahora a la fiscalización del trabajo en general.

Se nota, por lo tanto, que, coherentemente, el Ministerio del Trabajo está poco a poco ampliando la gama de institutos que valoricen la negociación colectiva. ¿Con qué objetivo? Con el objetivo de facilitar el acuerdo y la formación de compromisos, esperando con eso, que las relaciones entre capital y trabajo se tornen más estables y sólidas.

 

PRESENTACIÓN DEL MINISTRO DE TRABAJO Y DESARROLLO LABORAL
DE LA REPÚBLICA DE PANAMÁ, DR. REYNALDO E. RIVERA, SOBRE
MODERNIZACIÓN DEL ESTADO Y ADMINISTRACIÓN LABORAL:
REQUERIMIENTOS Y DESAFÍOS

Es indudable que discernir, hoy en día, sobre la existencia o no de la globalización, resulta a todas luces intrascendente. Su realidad y efectos los estamos palpando, en todos los ámbitos de la vida, tanto en la esfera política, económica, en lo social y en lo cultural. Es hecho que se ha presentado más allá de nuestra voluntad individual, por eso es ajeno que nos guste o no, que hayamos sido o no agentes activos de su presencia. En definitiva, es un hecho estratégico, que define situaciones sociales y económicas, por ende geopolíticas.

En consecuencia, el Estado, como tradicionalmente estaba concebido, en cuanto a sus elementos constitutivos, ha sufrido fundamentales cambios, al punto que, un concepto tan ínsito en él, como lo es el de la soberanía, se encuentra en franco proceso, no sólo de discusión sino inclusive, para muchos teóricos del tema, como un elemento que ya no es esencial a la naturaleza del Estado.

Lo anterior nos lleva de la mano a pensar en lo que se ha venido a denominar como la modernización del Estado. Este concepto lo entendemos como un proceso, dentro de la transformación mundial actual, que afecta a todos los pueblos, tanto del Continente Americano como del resto del planeta, prescindiendo si son desarrollados o subdesarrollados, del primero, segundo o tercer mundo, del Norte o del Sur. Todos debemos enfrentar decisiones extraordinariamente difíciles, ante los cambios estructurales que se demandan en los aspectos tecnológicos, científicos, económicos, sociales y culturales, entre los cuales lo laboral es uno y quizá, para nosotros lo más importante.

El resto es generalizado y debemos enfrentarlo con voluntad, permanencia y solidez, para lograr un mejor desarrollo socioeconómico, de cuyos frutos deben gozar todos los componentes de la sociedad.

Obviamente, las consecuencias producidas por la globalización no se contraen al concepto Estado, como ente abstracto sino que ella se hace sentir en todas y cada una de las instituciones y entes que lo integran, para mejor decir, afecta a toda la sociedad en su conjunto. Nadie puede en este caso, individual ni colectivamente, hacer como la vieja anécdota de la avestruz, hundir la cabeza en la tierra, rehuyendo la realidad y pensando que no nos afectará. El lesseférismo del liberalismo tradicional en esta ocasión histórica, no cuenta.

En correspondencia a esta realidad, los ministerios de trabajo deberán redefinir su misión, identificando los nuevos objetivos y en consecuencia, transformando sus estructuras, para constituirse en interlocutores válidos de los actores sociales. Si así no lo hiciéramos, estaríamos convalidando lo que amplios sectores laborales en el mundo afirman: que en el proceso de la globalización existen sectores o fuerzas que desean convertir a los ministerios de trabajo en cuasi inexistente expresión del Estado e inclusive, desaparecerlos.

Un perfil de la nueva misión de los Ministerios de Trabajo incluyen a nuestro juicio, adoptar los siguientes pasos, que consideramos básicos:

1. Que la función de inspección, en lo concerniente a salud ocupacional, seguridad e higiene y de medio ambiente de trabajo, se encaminen hacia acciones preventivas y educativas. Hay que superar el viejo concepto de la inspección laboral policiva, sin abandonar la coercitividad punitiva en los casos de extremo desconocimiento en aplicar las medidas rectificadoras.

2. Que el diálogo social y la concertación, constituyen mecanismos idóneos para:

  1. La elaboración de políticas económicas y laborales;

  2. La promoción del empleo, la capacitación y la formación profesional; y

  3. La solución alternativa de los conflictos.

3. Establecer un sistema de información laboral que contribuya a la elaboración de políticas del sector y las políticas macroeconómicas que se derivan de él.

4. Promover el fortalecimiento de la negociación colectiva, sobre la base de la equidad, especialmente, de manera directa entre los actores sociales, procurando el enriquecimiento de los puntos a negociar en búsqueda de lograr la mayor productividad y mejorar significativamente la calidad de vida de los trabajadores.

5. Velar de manera equilibrada por la más amplia libertad sindical, procurando la adecuada aplicación de las normas que protegen el derecho de asociación de los trabajadores.

6. Fomentar el surgimiento y fortalecimiento de una nueva cultura en previsión de los conflictos laborales, que suelen afectar gravemente las fuentes de trabajo. En este aspecto, es vital procurar impulsar el desarrollo de una estrategia de negociación basada en el concepto de comunidad de intereses entre los actores sociales, abandonando el tradicional proceso de negociación basado en posiciones de grupo o de sector.

7. Fomentar el desarrollo de una política que fortalezca los objetivos de la seguridad social de los trabajadores y el respeto a sus derechos y beneficios laborales.

Para el logro de su misión, los Ministerios de Trabajo deberán desarrollar un nuevo modelo de administración del trabajo, fundándonos en tres ejes temáticos:

  1. Desarrollo de los recursos humanos;

  2. Mejoramiento de la calidad de los servicios;

  3. Adecuación a los cambios tecnológicos.

En este sentido podemos afirmar que en cuanto a los recursos humanos, se hace obligante una real conversión del funcionario encargado de la administración del trabajo, a objeto de que priorice las áreas de inspección y relaciones laborales.

Es incuestionable que los funcionarios públicos de los Ministerios de Trabajo fueron formados bajo un modelo que ha sido modificado con la Globalización y consiguiente necesidad de modernización del Estado.

La gestión de los recursos humanos en el nuevo modelo de administración del trabajo, deberá basarse en los principios de calidad y transparencia en el servicio. Para asumir estas responsabilidades, los funcionarios deberán orientar a los actores sociales en la nueva cultura laboral.

En cuanto al mejoramiento de la calidad de los servicios, la nueva cultura laboral deberá propiciar la desburocratización de éstos y la dinamización de las estructuras y procedimientos que faciliten el entendimiento entre los actores sociales.

En relación con la adecuación a los cambios tecnológicos, los Ministerios de Trabajo deberán incorporar de manera sistemática, los cambios tecnológicos que apoyen los sistemas de información, capacitación y desarrollo de los recursos humanos.

En concordancia con la misión y los ejes temáticos arriba mencionados, es importante destacar, como experiencia más próxima a nuestra área geográfica y de trabajo que los Ministerios de Trabajo de Centroamérica y de la República Dominicana nos hemos planteado los siguientes objetivos para nuestros procesos de modernización:

1. Velar por el eficaz cumplimiento y protección de los derechos internacionalmente reconocidos, favoreciendo con ello, estructural y legalmente, los Ministerios de Trabajo, especialmente las Direcciones de Trabajo, la Inspección de Seguridad e Higiene, las relaciones laborales y de empleo.

2. Que se modernicen las estructuras administrativas de los Ministerios de Trabajo y Seguridad Social para que éstos cumplan con el papel de armonizadores de las relaciones entre empleadores y trabajadores.

3. Que en los procesos de modernización de los Ministerios de Trabajo sean facilitadores del desarrollo económico y social de nuestros países en lo particular y de la región centroamericana, en general.

4. Por medio del diálogo, la concertación y los medios alternativos de solución de conflictos, se puede lograr e inclusive mejorar el equilibrio y la paz en las relaciones laborales.

5. La generación de empleo mejora el desarrollo humano y estimula la productividad, haciendo uso de los avances tecnológicos.

6. Mejorar la prestación del servicio público por medio de la capacitación de los funcionarios, la tecnificación y sistematización de la información continental.

Estas experiencias son válidas hacerlas extensivas a un proceso de modernización continental.

Los Ministerios de Trabajo, con el objetivo de propiciar una nueva cultura laboral, deberemos actuar como guías, orientadores y asesores que procuremos alcanzar la equidad en el empleo, como medida para mejorar la calidad de vida de los trabajadores.

Nuestra actuación deberá fundarse en la concertación y el diálogo social. Debemos participar, conjuntamente con los actores sociales en la formulación de políticas económicas.

Promocionaremos la capacitación y la formación profesional, como paso previo para estimular la productividad y la competitividad. Todo esto, a nuestro juicio, contribuirá a lograr una mayor y mejor participación de nuestros países en los bloques económicos que surjan en el marco de la globalización.

Este proceso deberá conducirnos a la armonización de principios, regulaciones y procesos sustantivos, en el marco de nuestra idiosincrasia, nuestras realidades, nuestros recursos, la Constitución y las leyes de cada país.

Para tales efectos, se requerirá del apoyo político y económico de los gobiernos; de la asistencia técnica, tanto a nivel nacional como internacional; a la reconversión del recurso humano y al fomento de la inversión tecnológica.

Apreciados señores y señoras Ministros (as) asistentes a esta XI Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo, estoy convencido que el esfuerzo que desarrollemos para convencer a los actores sociales, en especial a los empresarios y trabajadores en desarrollar la modernización del Estado en la administración laboral, que nos hemos planteado, sin menoscabo de buscar el apoyo de fuerzas y organismos tan importantes como la OIT, la OEA, los partidos políticos, los gobiernos, especialmente los de aquellos países con mayor desarrollo económico y social, los comunicadores de masas, las iglesias, los organismos financieros internacionales y las organizaciones no gubernamentales, nos permitirá desarrollar en forma efectiva, la estrategia hacia la nueva cultura laboral, cónsona con las exigencias económicas y sociales del mundo globalizado, venciendo gradual, pero definitivamente los requerimientos y desafíos del presente y del futuro inmediato. La tarea es en gran medida pedagógica y no puede ser de otra manera frente a nuevos y desconocidos retos no cabe otra actitud que cambiar, siendo creativos, perseverantes y hasta temánticos, para convertir las utopías y los sueños en realidad. Este es el único camino para fortalecer da democracia, la solidaridad y la paz social por la que el ser humano lucha, desde que a alguien en la época de la prehistoria se le ocurrió - afortunadamente - la actividad recolectora por la de la productividad.

Recordemos la profunda meditación de Shekespeare, el gran escritor inglés: TO BE or not TO BE, SER o no SER que todos los Ministros y Ministras de Trabajo americanos que estamos hoy, en esta bella ciudad de Viña del Mar, en la hermana República de chile preferiremos SER, en el sentido transformador, los que venzamos los retos y daños laborales que nos impone el mundo globalizado de finales del Siglo XX. Con esto ayudaremos a las próximas generaciones a vencer los retos y desafíos que les impondrá hasta ahora, inimaginarios cambios que deparará a la humanidad el nuevo siglo. Muchas gracias.

 

ANEXO VI

DISCURSOS

 

SALUDO DEL DOCTOR ANTONIO ERMAN GONZÁLEZ, MINISTRO DE TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA, PRESIDENTE EN EJERCICIO DE LA X CONFERENCIA EN LA INAUGURACIÓN DE LA XI CONFERENCIA

En su calidad de Presidente en ejercicio de la X Conferencia el Doctor Erman González manifiesto el reconocimiento de la República Argentina, por el privilegio y responsabilidad de presidir durante tres años la X Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo y felicitó a la República de Chile por la importante tarea ya realizada y la que seguramente realizará en ejercicio de la Presidencia de la XI Conferencia. A su vez señaló que los líderes de nuestros 34 países han sido claros en sus mensajes respecto a los dos grandes temas que hoy nos convocan: Los derechos esenciales del trabajo, ello es la dimensión social del proceso de integración y la modernización de nuestros ministerios de trabajo... Manifestó que la Conferencia se reunía en una coyuntura histórica determinada por profundas transformaciones económicas y financieras que se están produciendo a nivel mundial y que indudablemente por la influencia que puedan tener estos fenómenos sobre el campo del trabajo, debemos incorporarlos el debate y hacerlos formar parte de nuestra agenda... Refiriéndose a lo estrictamente instrumental y con el fin de poder facilitar el espacio temporal entre Conferencia y Conferencia y alcanzar el cumplimiento de los objetivos que los Ministros decidieron en la Reunión Técnica de Washington, se creó un grupo de trabajo que ha presentado una propuesta a los Señores Ministros para su debate...

 

DISCURSO DEL MINISTRO SECRETARIO GENERAL DE GOBIERNO,
JORGE ARRATE, CON MOTIVO DE LA XI CONFERENCIA INTERAMERICANA
DE MINISTROS DEL TRABAJO

Estimado Secretario General de la OEA, Ministros del Trabajo de América, representantes sindicales, empresariales y representantes de organismos internacionales, el Presidente Eduardo Frei, quien se encuentra participando en la cumbre iberoamericana en Portugal, me encomendó representarlo en la inauguración de esta Conferencia.

Quiero en primer lugar transmitirles su saludo personal y la más cálida bienvenida para todos ustedes a nuestro país.

No puedo dejar, al mismo tiempo, de expresar mi propio agradecimiento a quienes asisten a esta Conferencia y a los Estados que representan, por el largo tiempo, cerca de cuatro años y medio, en que tuvimos la oportunidad de conocernos con muchos de los que están aquí y de colaborar en el ámbito americano y en el ámbito de la Organización Internacional del Trabajo.

Es esta una ocasión que sin duda no quisiera desaprovechar para reiterarle al Grupo América de la OIT, mi agradecimiento personal por haberme distinguido, hace dos años, con la presidencia del Consejo de Administración de la OIT y muy particularmente por el apoyo decisivo que ha hecho posible que, por primera vez en la historia de la Organización, un ciudadano de al sur del mundo, en este caso un chileno, un americano, sea el nuevo Director General de la Organización Internacional del Trabajo a partir de marzo próximo.

Les reitero a cada uno y a todos ustedes, a nombre del Gobierno de Chile, muchas gracias por la confianza que han depositado en un chileno.

Si algo, en mi experiencia como Ministro del Trabajo, me ha quedado grabado como desafío del futuro, como problema hacia adelante, como eje fundamental de lo que debiera ser nuestra acción y la acción de los organismos internacionales en relación al mundo del trabajo, es el profundizar la reflexión, el estudio, el análisis y las acciones destinadas a construir aquella ecuación que permita considerar adecuadamente las dimensiones sociales del proceso de globalización.

Y que permita que efectivamente, como ha dicho el ministro Antonio Erman González, - de Argentina -, podamos construir una fórmula que haga de veras el progreso económico.

Que las oportunidades de mayor bienestar que genera el proceso de globalización, a través de posibilidades de más comercio y crecimiento, de más colaboración entre todos los países del mundo, se traduzcan en un mejoramiento de las condiciones de la gente que trabaja.

Todo se ha hecho global en el mundo de hoy y, a veces, cuesta darse cuenta que no hay un solo ámbito de nuestra existencia, como personas o como naciones, que no haya sido afectado por el proceso de globalización.

Pero es así y es en ese ámbito, en que el desafío, particularmente desde el punto de vista del trabajo es, creo yo, aprovechar las oportunidades que surgen; lograr que nuestras economías, que nuestros países, aprovechen esas oportunidades de crecimiento, de generación de mayor empleo, de más educación y capacitación para los trabajadores, de elevación de la productividad del trabajo pero, al mismo tiempo, con la capacidad de participar en esta competencia que es propia de un mercado mundial globalizado, colocando los límites que requiere dicha competencia.

Todo ha de tener límites para que cumpla con los objetivos esenciales que, se dice, podemos conseguir a través de la intensificación del proceso de globalización y las relaciones entre los países.

Cuáles son esos límites? Creo que es la gran pregunta que se ha estado haciendo la Organización Internacional del Trabajo, creo que en su última conferencia dio un paso muy importante al aprobar una declaración singular, que se agrega a las piezas que constituyen sus fundamentos esenciales y que recoge el sentimiento casi unánime, y la comprensión casi unánime, de todos los Estados miembros de la OIT, de los representantes empresariales y sindicales, para enfatizar esta dirección, como la dirección central de nuestro trabajo.

¿Cómo hacer para que el mundo globalizado, en el mercado global, y las posibilidades de crecimiento no signifiquen un deterioro de las condiciones de la gente que trabaja?

Que, por el contrario, signifiquen una distribución más justa del bienestar que estas oportunidades generan.

En definitiva, para decirlo en una palabra, lo que aquella declaración nos ha propuesto y nos ha planteado, es trabajar por la vigencia más plena de los derechos humanos laborales.

Si hay algo que en el mundo de hoy, sin duda alguna, ha cobrado una particular relevancia, es una conciencia aguda de las naciones democráticas y civilizadas por el respeto a los derechos de la persona humana.

Y es en ése ámbito, donde yo creo que debemos nosotros procurar la consideración de cuestiones fundamentales relacionadas con la protección social del trabajo.

No hay en el mundo de hoy, todavía, una conciencia clara de que los derechos básicos de los trabajadores son también derechos humanos.

Quiero desearles, señor Secretario General, señores ministros, el mejor de los éxitos en esta Conferencia.

Espero que sus debates y conclusiones signifiquen un positivo avance en la construcción de relaciones más estrechas entre nuestros países de América; para que en los países de América seamos también capaces de construir una opinión común y contribuir así a que la Organización Internacional del Trabajo y el sistema internacional de las Naciones Unidas pueda continuar los avances que ha estado realizando, en la dirección de un mundo de paz y de justicia social. Muchas gracias.

 

DISCURSO DE DON GERMÁN MOLINA VALDIVIESO,
MINISTRO DEL TRABAJO DE CHILE EN LA INAUGURACIÓN
DE LA XI CONFERENCIA INTERAMERICANA DE MINISTROS DEL TRABAJO

Señoras y Señores, tengo el honor de dirigirme a ustedes en esta ocasión en que inauguramos la XI Conferencia de Ministros de Trabajo de América. Quiero, en primer lugar, darles la bienvenida a este país, que los recibe con el mayor aprecio y respeto. Sin duda, es un privilegio para Chile ser la sede de este importante evento, que reúne a los Ministros de Trabajo de la Región Americana.

Debatiremos en estos días materias de relevante significación para el mundo del trabajo de nuestros pueblos y tengo la absoluta convicción de que los resultados de nuestras deliberaciones constituirán un paso más en la senda que transitamos y que ha sido trazada por las anteriores Conferencias, en particular aquella realizada en la hermana República Argentina en octubre de 1995.

Los avances que derivaron de los acuerdos de Buenos Aires permiten que hoy podamos proponernos nuevas tareas y nuevos desafíos. En esta línea de orientaciones que guiarán nuestro trabajo, debo también resaltar aquellas provenientes de la II Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, realizada en Santiago de Chile en Abril pasado constituyen una poderosa herramienta conceptual y programática que armoniza plenamente con lo obrado en la X Conferencia y que refuerza los consensos básicos alcanzados en los últimos años tendientes a responder eficazmente a los desafíos que nos impone el nuevo orden internacional.

Quiero también destacar y agradecer en forma muy especial la colaboración proporcionada por la OEA, la OIT y el BID en los trabajos desarrollados desde la última Cumbre.

Igualmente deseo agradecer a nombre de mi país y en el mío propio el haberme conferido el honor y la responsabilidad de presidir esta XI Conferencia. Asumo tal misión con el compromiso de destinar todos mis esfuerzos al éxito de este encuentro, así como a la debida implementación de sus acuerdos durante el período en que me corresponderá desempeñar la Presidencia Pro Tempore con que también he sido honrado por ustedes.

Señoras y Señores, el temario de nuestra Conferencia ha definido dos relevantes materias para ser debatidas y examinadas en estos días: "la Globalización de la Economía y su Dimensión social y Laboral" y, la "Modernización del Estado y de la Administración Laboral, requerimientos y desafíos".

El examen de ambos temas implica abordar un conjunto muy amplio de cuestiones no sólo prácticas sino también conceptuales. Quisiera solicitar me permitiera plantear una reflexión inicial sobre los temas que nos convocan y que puede ser de utilidad para introducir el debate que tendremos a partir de hoy.

Nuestro Continente Americano y el mundo entero han enfrentado en las últimas décadas un complejo proceso de reorientación de sus estrategias de desarrollo económico social. En términos muy sintéticos es posible reconocer que, en casi todos los países de la región, con distintas modalidades, ritmos y grados de profundidad, se han venido adoptando políticas cuyos criterios fundamentales son la inserción abierta al comercio internacional; la aceptación de un papel cada vez más central del mercado –local y mundial- como asignador de recursos y la adopción de un concepto de competitividad internacional sustentada en productividad, modernización tecnológica y especialización en ventajas comparativas. Esta estrategia se asienta, asimismo, en el resguardo de los equilibrios macroeconómicos como fuente de un crecimiento con estabilidad que se expresa en la alta prioridad otorgada al control de la inflación y el gasto público pero siempre buscando un crecimiento de los salarios asociado progresivamente a la expansión de la productividad.

La aplicación de los conceptos antes señalados ha significado una progresiva transformación de carácter estructural de las economías y sociedades latinoamericanas. En el plano del funcionamiento económico, con diferentes diseños y gradualidades, la estrategia seguida ha requerido normalmente de diversas políticas de adaptación. Estas se han manifestado principalmente en el reordenamiento de actividades económicas, que suponen en muchos casos desplazamiento de unos sectores productivos por otros, con los consiguientes cambios en las relaciones sociales y culturales; asimismo, se han llevado a cabo reformas institucionales, entre ellas algunas referidas a regulaciones del mercado de trabajo para dotarlo de mayor adaptabilidad a los requerimientos de competitividad y cambio tecnológico, dando lugar a nuevas formas y sistemas de relaciones laborales. También en materias de seguridad social se ha buscado innovaciones para adecuar sus costos y mejorar su eficacia, introduciendo en este campo nuevos conceptos y prácticas que generan también nuevas realidades en las expectativas sociales y laborales de las personas y los distintos sectores sociales. La movilidad de factores humanos y materiales intra e inter sectoriales tiende a acentuarse y las economías y empresas se ven compelidas a responder a demandas de adecuación a la competencia externa y a cambios técnicos de alta velocidad, todo esto impone nuevas situaciones en el campo de la gestión de recursos humanos, en las carreras profesionales de los trabajadores, en el funcionamiento de los mercados laborales, e incluso, en el ámbito de los conceptos sobre la naturaleza del trabajo.

La gobernabilidad de los procesos de cambio

Desde el punto de vista social y político las transformaciones en curso y sus efectos han generado un debate de diversa intensidad en las sociedades de la región. El Papel del Estado y del Mercado, así como el rol de los actores sociales en los procesos de cambio, han estado en el centro de muchos de estos debates. La velocidad e intensidad que debiera tener la aplicación de tales cambios; la capacidad de regulación pública de éstos y sus efectos sociales y la participación que compete a los diversos organismos de la sociedad en la formación de las políticas antes mencionadas, parecen constituir algunos de los puntos de nuestra agenda.

Lo anterior nos indica que un tema central es cómo progresamos en la articulación de la política de desarrollo en curso, acrecentando la democracia política y social y la participación ciudadana como fuente de legitimidad de las decisiones y estrategias adoptadas.

En síntesis, se trata de asegurar que el liderazgo del cambio sea asumido por el conjunto de la sociedad y que ésta reconozca sus beneficios. Dicho liderazgo no debe ser percibido como patrimonio de tecnocracias altamente calificadas que tienden a distanciarse de los actores políticos y sociales, o visto como un proceso conducido, directa o indirectamente, por poderes transnacionales que limitan la soberanía política y social de nuestras naciones. Un debate que articule armoniosamente los temas del desarrollo con aquellos de la democracia principalmente en el campo de las cuestiones laborales y sociales contribuirá, sin duda, a limitar los debates fuertemente ideologizados que se producen a menudo en estas materias.

Puesto en términos políticos, el dilema es cómo otorgamos gobernabilidad democrática al proceso de cambio económico social en curso en nuestro continente. Esto constituye, en el campo de los temas laborales, uno de los desafíos fundamentales para asegurar la estabilidad y durabilidad de las políticas que se adoptan en nuestros países, así como para la conformación de una cultura sustentada en valores socialmente compartidos.

Quisiera recordar y compartir aquí el Documento de Base presentado por el Director General de la OIT al Seminario tripartito realizado en Santiago de Chile en marzo de 1992 sobre "El Diálogo Social y Las Relaciones Laborales en América Latina".

El Director General de la OIT, en el documento ya mencionado señala que las políticas de desarrollo en aplicación en la región americana, particularmente en América Latina y el Caribe, presentan para estas sociedades un doble desafío: "de una parte, ellas deben ajustarse a nuevos niveles de competitividad en mercados mundiales caracterizados por un cambio tecnológico rápido y una creciente movilidad de capitales, reduciendo los déficit presupuestarios internos, mejorando el desempeño de las empresas públicas y facilitando el desarrollo del sector privado. De otra parte, el retorno a sistemas más democráticos en países donde regían anteriormente regímenes autoritarios, ha conducido al reconocimiento explícito que ningún cambio económico puede realizarse sin tener en cuenta sus dimensiones sociales".

A partir de esta constatación, concluye lo siguiente: "para establecer y sostener políticas que sean compatibles con una estabilización macroeconómica y un desarrollo económico y social de largo plazo, es necesario inventar soluciones que reconozcan desde la partida que los objetivos de equidad e integración social deben estar incorporados en los programas de ajuste estructural. En términos políticos, esto significa que debe construirse un amplio consenso social sobre los objetivos y responsabilidades compartidos del ajuste, si se quiere arribar a un progreso durable que considere los desafíos competitivos de hoy día".

Para lograr lo anterior sostiene que: "La búsqueda de un tal consenso --fundado sobre principios democráticos-- exige la participación plena de todos los actores concernidos; la garantía que sus organizaciones y su autonomía estén protegidas por la ley y por medidas institucionales; una redefinición del papel --legislativo, económico y social-- del Estado y de sus relaciones con los interlocutores sociales; y la utilización del diálogo social para generar un sentido de comunidad entre todos los sectores sociales, en tanto que interlocutores iguales en una sociedad civil común".

Con base en la argumentación expuesta, el Director General señalaba en esa ocasión, como una tarea de alta prioridad la necesidad de: "identificar los procesos que permitan, promover el diálogo social a diferentes niveles, definir los roles respectivos de las partes participantes en tal diálogo y asegurar su participación y su autonomía por estructuras legales y democráticas", destacando el papel central que está llamada a jugar las relaciones laborales en sus diferentes niveles, así como sus actores constitutivos, es decir empleadores y trabajadores y, naturalmente los Gobiernos.

Conviene también recordar la Declaración y Programa de Acción, de la Cumbre Mundial Social de Copenhague realizada en 1995, donde se señala en uno de sus puntos: "es más fácil permitir los cambios tecnológicos y ayudar a los trabajadores a adaptarse, protegiéndolos al mismo tiempo de los posibles efectos adversos, cuando los representantes de los gobiernos, los empleadores, y los trabajadores se consultan plenamente y colaboran en el proceso de cambio. Los Gobiernos y empleadores, en cooperación con los trabajadores, deben prever los efectos de las nuevas tecnologías para el empleo y elaborar planes con la mayor anticipación posible respecto de su introducción".

El mismo documento, destaca en otra de sus partes: "Los Gobiernos y los diversos actores que operan en la sociedad civil deben participar en un diálogo sobre las posibilidades y requisitos institucionales para una introducción de un concepto más amplio del trabajo y el empleo".

Por otra parte, los recientes aportes de la CEPAL, en orden a formular una propuesta de Desarrollo con Equidad, dejan entrever con claridad que se requiere, junto a las formulaciones sobre estrategia económica, institucional, educativa y tecnológica, una reflexión madura, social y científicamente sustentada, respecto de la participación social y política como componente clave de viabilidad de tal propuesta.

El desafío del Diálogo Social

Es un hecho evidente, en consecuencia, que nos encontramos ante un desafío de magnitud en lo que se refiere a promover un diálogo social eficaz entre los actores sociales, políticos y gubernamentales. Debe permitir enfrentar, con modalidades definitivamente democráticas, la gestión así como las tensiones y conflictos propios de un proceso de profunda mutación en los esquemas de desarrollo, crecimiento y modernización de las sociedades latinoamericanas. Debe ser capaz, por tanto, de contribuir a generar las bases de un nuevo consenso social, condición fundamental para la equidad, estabilidad, legitimidad y éxito del desarrollo.

Llevar adelante este diálogo en el ámbito de las materias de trabajo considerando por cierto el contexto del desarrollo económico social en que se encuentran insertas, puede contribuir eficazmente a elaborar respuestas que fortalezcan consensos conceptuales y programáticos entre los actores sociales y los gobiernos, y ofrezcan, al mismo tiempo, posibilidades de superar los eventuales disensos, en materias claves como políticas de crecimiento y empleo, políticas de ingresos, institucionalidad laboral, seguridad social y participación. De esta forma se puede dar un rol más activo a los valiosos recursos intelectuales, humanos, materiales e institucionales de que disponen tanto los Gobiernos como los actores sociales y políticos y los organismos internacionales, asegurando así su orientación hacia objetivos vinculados a las actuales demandas de las sociedades de la región.

Para lograr lo anterior es necesario definir con claridad los objetivos del Diálogo Social o de la Concertación Social para el desarrollo democrático. Asimismo es preciso identificar las materias prioritarias de tal diálogo, los procedimientos más adecuados y los requisitos para que éste opere en condiciones de equilibrio entre las partes.

Quisiera en esta sugerir algunos criterios en relación con los puntos antes mencionados:

Objetivos de la Concertación y el diálogo Social

- En primer lugar el Diálogo Social debiera tener por objetivo contribuir a identificar respuestas conceptuales y prácticas, que puedan expresarse en políticas públicas concertadas, entre los actores gubernamentales, sindicales, empresariales, políticos e intelectuales, con vistas a responder al desafío de construir una genuina legitimidad social. Sobre ella se debe sustentar la modernización económico, social y técnico del conjunto de la sociedad, como en el campo de las relaciones laborales. Debiera también colaborar a fortalecer la democracia política y la integración social, en el marco de los procesos de cambio que derivan de la implantación del nuevo modelo de desarrollo regional a que ya antes nos hemos referido.

- Debiera, asimismo, proporcionar también, a través de instancias nacionales y sectoriales de encuentro, espacios apropiados para que tanto los actores de las relaciones laborales como también los actores políticos e intelectuales, puedan promover, aplicar y evaluar iniciativas de diálogo social. Ello, considerando siempre la autonomía de las partes, de modo de no violar sus espacios soberanos y fomentar así una nueva cultura de cooperación.

- En tercer lugar deberíamos incentivar la contribución activa a los procesos de diálogo y concertación, de parte de los organismos internacionales ligados tanto a las políticas de desarrollo económico como a la problemática de las relaciones laborales.

Materias Prioritarias del Diálogo Social

Un primer ámbito temático de diálogo social que parece necesario abordar es la puesta en común, por parte de cada uno de los gobiernos, de sus visiones conceptuales acerca de los objetivos y metas precisando el papel que deben cumplir el Estado y el mercado y los actores de la sociedad civil. En definitiva, se trata de revelar y poner en debate los proyectos político sociales que están en juego entre los actores, e identificar los núcleos centrales de posibles consensos y disensos. Este debate preliminar puede resultar fundamental para disponer de una base sólida sobre la cual construir un diálogo social eficaz.

Pensamos que poner esta materia global, como un primer tema de análisis entre los actores, permite asumir que el Diálogo Social no es solamente un método instrumental sino que es también un ejercicio sustantivo de identificación de los temas conceptuales, de las visiones de país, que pueden estar en la base de los posibles consensos o disensos.

Un segundo bloque temático, podría estar constituido por un conjunto de materias específicas que son objeto de políticas públicas y sobre las cuales parece especialmente necesario alcanzar consensos:

Políticas de Empleo

En este campo se trataría de examinar tanto las políticas de creación de empleos como la calidad de los mismos.

En un contexto caracterizado por una creciente movilidad de factores técnicos y humanos, derivados de los procesos de adaptación a economías progresivamente abiertas y altamente competitivas, que dan lugar a diversos fenómenos de reconversión y ajuste, es necesario evaluar, desde el punto de vista laboral, la importancia de diseñar políticas que apunten a definir aquellos instrumentos que permitan a los trabajadores, empleadores y gobiernos desarrollar iniciativas en el campo del empleo, que enfrenten, simultáneamente, las exigencias de adaptación y competitividad de la economía y las protecciones y oportunidades que requieren los trabajadores en una sociedad democrática.

A modo de ejemplo puede sugerirse algunas materias que podría comprender una política concertada en el campo del empleo:

- las regulaciones legales sobre los sistemas de contratación y término de contrato, considerando al mismo nivel, tanto los objetivos de adaptación de las empresas, como los de protección a la estabilidad laboral;

- sistemas de asistencia al trabajador en situación de desempleo, definiendo el rol de los empleadores, los trabajadores y el sector público en su financiamiento y operación;

- programas de capacitación y formación profesional, privados y públicos, con vinculación directa a las actividades productivas y orientados preferentemente a la reconversión de competencias técnicas de los trabajadores y a la elevación permanente de las calificaciones profesionales en un sentido de polivalencia;

- sistemas de intermediación e información sobre las oportunidades del mercado de trabajo y de las ofertas de capacitación; y

- sistemas de certificación de competencias profesionales.

Políticas de remuneraciones e ingresos

En este campo, uno de los puntos centrales sobre el cual se requiere elaborar consensos parece ser la identificación de políticas e instrumentos que colaboren a perfeccionar las condiciones que ofrece el mercado de trabajo, en función de garantizar una adecuada relación entre ingresos y productividad.

Algunos de los temas de agenda podrían ser en este caso los siguientes:

- Papel de la Negociación Colectiva como un instrumento eficaz para la determinación de las condiciones de trabajo y empleo.

- Sistemas de remuneración, examinando las modalidades de salarios asociados a desempeño y otras que vinculen al trabajador a los resultados de productividad.

- Sistemas de contratación, examinando modalidades variables que permitan trabajo a los jóvenes, las mujeres y los trabajadores retirados acceder al mercado de trabajo.

- Promoción de instituciones tripartitas destinadas a producir información y recomendaciones en materia de indicadores de productividad y de innovaciones en la gestión empresarial.

Políticas de Seguridad Social

En esta área, parece importante considerar la necesidad de construir consensos al menos en dos grandes áreas temáticas.

Una de ellas se refiere a identificar las modalidades más adecuadas para asegurar, al mismo tiempo, un financiamiento sólido de las prestaciones sociales y el acceso a niveles básicos.

Otra área de importancia en la resulta importante construir consensos dice relación con la identificación de nuevas y más eficaces modalidades de acceso a la Seguridad Social, principalmente, de los sectores laborales que están emergiendo bajo formas contractuales denominadas "atípicas".

Políticas de Participación

El éxito en el tratamiento de los temas antes mencionados y de otros que seguramente deben ser incorporados a la agenda del diálogo social, depende también de los acuerdos que se logren respecto de los mecanismos más eficaces para desarrollar dicho diálogo.

En este campo resulta importante asegurar que los gobiernos jueguen un papel de liderazgo en la promoción de la Concertación Social a través de Políticas Públicas activas, destinadas a convocar a los actores sociales y a asegurar las oportunidades y los espacios institucionales para el diálogo social.

Lo anterior puede permitir crear las condiciones que generen Acuerdos Nacionales tripartitos, en los que las partes concurrentes definan algún conjunto sustantivo de consensos básicos respecto de los objetivos a alcanzar. Dichos Acuerdos pueden también manifestar los puntos de disenso que persistan, señalando su disposición a buscar soluciones negociadas en el contexto de reglas democráticas.

Este tipo de instrumentos puede tener una importancia política de alto valor, en tanto constituyen señales de una voluntad democrática compartida para la formación de decisiones, lo cual fortalece la estabilidad de los procesos económico sociales. Asimismo, representan la voluntad de reconocimiento y necesidad mutua de los actores participantes, lo que contribuye a la cohesión social, reduce las incertidumbres y establece un espacio reconocido de tratamiento de las diferencias.

Es necesario, asimismo, diseñar procedimientos de seguimiento y evaluación de los resultados alcanzados y asegurar su difusión, a fin de mantener un adecuado nivel de credibilidad y confiabilidad de los mecanismos concordados. En síntesis, la institucionalidad del Diálogo Social debe constituir también parte esencial de la agenda de materias prioritarias de las experiencias de Concertación. Tal institucionalidad debe ser concordada y no impuesta por un actor a otro, si bien, como se dijo anteriormente nos parece que corresponde a los Gobiernos jugar un papel central en su promoción.

Sin embargo, para que la Concertación Social opere efectivamente es necesario considerar algunos prerequisitos que parecen fundamentales.

- Uno muy principal es que existan actores sociales constituidos y con un grado aceptable de representatividad. En el campo laboral tales actores son sin duda principalmente los sindicatos y las organizaciones de empleadores. Los Gobiernos pueden jugar un papel importante para promover condiciones favorables a que tiendan a la configuración de actores a través de políticas públicas destinadas a tal finalidad.

- Facilitar la organización sindical y procurar otorgarle roles de importancia en la elaboración y discusión política contribuye a este propósito. Ello implica proteger su actividad y desarrollar iniciativas destinadas a elevar el nivel de capacitación de sus dirigencias a todos los niveles. Sin duda estas políticas no deben afectar la autonomía sindical, ni menos reemplazar sus propias responsabilidades para construir fuerza y representatividad. De lo que se trata es de abrir oportunidades que permitan al propio sindicalismo desarrollar sus estrategias y adquirir condiciones de equilibrio respecto de sus interlocutores gubernamentales y empresariales.

- Respecto de los empleadores se requiere una política similar, convocándolos a asumir colectivamente responsabilidades en tareas nacionales.

- Otro requisito importante es que exista información adecuada y disponible respecto de materias económico sociales y que ésta cuente con un alto grado de credibilidad. La información relevante en base a la cual se toman las decisiones de política debiera incluso ser de dominio público y producida por entidades que cuenten con la confianza de los actores sociales y políticos.

- También resulta fundamental mantener una fluida información hacia la opinión pública, a fin de legitimar los esfuerzos de diálogo y concertación. Los Gobiernos tienen aquí una responsabilidad especial por cuanto sus voceros disponen de una especial audiencia ciudadana. En la medida que la Concertación es presentada como un método de gobierno, ésta adquiere una prestancia pública particularmente relevante.

Señores y Señoras, quisiera terminar esta reflexión manifestando mi esperanza que los temas a tratar den lugar a una agenda de trabajo que, expresada en la Declaración y Plan de Acción final constituya también, más allá de los Gobiernos, una convocatoria a los actores sociales y políticos para que sean parte activa en las respuestas que requieren los desafíos que el mundo del trabajo hoy nos impone. Muchas Gracias.

 

DISCURSO DEL SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACIÓN
DE LOS ESTADOS AMERICANOS, DOCTOR CÉSAR GAVIRIA,
A LA UNDÉCIMA CONFERENCIA INTERAMERICANA DE
MINISTROS DE TRABAJO

VIÑA DEL MAR, CHILE

20-21 de Octubre de 1998

Es un honor para el Secretario General de la OEA poder estar presente en la ciudad de Viña del Mar y acompañar a los ministros de trabajo en su Undécima Conferencia. Señor Ministro Molina, siempre es grato estar en Chile y disfrutar de la magnifica hospitalidad del Gobierno del Presidente Frei y del pródigo y generoso pueblo chileno.

Es por lo demás siempre estimulante regresar a Chile, país que de manera tan excepcional ha sido un semillero de ideas, acciones y propuestas para enderezar el rumbo de nuestras economías, de nuestras administraciones públicas y de nuestros Estados. De una manera pionera Chile empezó la tarea de abandonar ese pesimismo atávico enraizado en las teorías de la dependencia y en las de la evolución de los precios de nuestros productos de exportación, que hacía supuestamente inalcanzable para nuestros países lograr estadios superiores de desarrollo. Estas teorías, aunque útiles en las primeras etapas de la industrialización, terminaron en graves situaciones de estancamiento y niveles de inflación intolerables.

Chile empezó a confiar más en los mecanismos de mercado, en la disciplina fiscal y en la estabilidad como prerequisitos para nuestro crecimiento. Esto le permitió avanzar en estos frentes, lo que pronto se reflejó en las tasas de crecimiento y facilitó a otros países tomar el camino de las reformas estructurales, cuando llegó la crisis de la deuda latinoamericana en los 80s. En la última década, nuestra región ha empezado a disfrutar los beneficios del proceso de reformas económicas. Esto se ha reflejado en un sensible incremento de nuestros niveles de inversión, comercio y crecimiento y, también, en materia de estabilidad económica y de precios. Está bien que recordemos esos tiempos y las lecciones aprendidas cuando debamos enfrentar las embravecidas aguas no del mal llamado Océano Pacifico, sino las turbulentas aguas de este fin de siglo.

Esta Conferencia se celebra bajo signos diferentes de las del pasado, como quiera que la que hoy se inicia surge en medio de un ambicioso proceso de integración hemisférica cuyas negociaciones se lanzaron aquí hace pocos meses por los jefes de Estado y de Gobierno. Además esta reunión fue dispuesta por ellos como parte del proceso de seguimiento a sus mandatos.

Estas últimas circunstancias que nos darían un marco aún más desafiante y estimulante que en el pasado, se complican por el complejo panorama que deben afrontar nuestras naciones ante el efecto contagio que por la crisis asiática están teniendo nuestras economías. Hasta hace pocas semanas la creación de una zona hemisférica de libre comercio para el año 2005 parecía estar a nuestro alcance como un simple desarrollo de las fuerzas incontenibles de la globalizacion. Hoy parece más difícil por los desarrollos recientes de especulación y volatilidad de los capitales, de sobrerreacción de los mercados, y de deficiencias en los mecanismos de regulación. Para fortuna nuestra en América salimos fortalecidos de la última crisis (la crisis mexicana y el efecto tequila), con un afianzamiento de nuestros mecanismos democráticos, con una mayor transparencia de nuestros mecanismos de mercado, con una mayor información para los agentes económicos, y con una mayor vigencia de los mecanismos de supervisión y control.

También en esta ocasión, como en la pasada, nuestros gobiernos han tomado con coraje y prontitud buena parte de los correctivos necesarios. Además nuestros ciudadanos al acudir a las urnas han premiado la seriedad, la consistencia, la estabilidad y han decidido por una expresa aceptación de los sacrificios que sean necesarios para asegurar la persistencia de los programas de estabilidad y reforma económica, como ha sucedido recientemente en Ecuador, Colombia, Paraguay y Brasil.

Infortunadamente, nos encontramos frente a la amenaza de una crisis financiera de magnitud global y de la generación de una recesión de gran envergadura que podría conducirnos a una depresión mundial. Se trata de una crisis que nuestros países sufren a pesar del reconocimiento general por las reformas emprendidas, y de que los aspectos esenciales de nuestras economías están en una mucho mejor situación que en el Asia. Y se da cuando los inversionistas de portafolio se han comportado de manera adversa al riesgo retirando sus capitales, más por temores que por razones, de una manera tan generalizada y tan drástica que han puesto a prueba la solidez cambiaría de muchas de nuestras economías. En realidad ha sido tan súbito e irreflexivo el comportamiento de este tipo de inversionistas que ha puesto a dudar a muchos sobre los beneficios del ingreso indiscriminado de este tipo de capitales.

Pero más allá de tales comportamientos, no hay duda que como consecuencia del efecto del contagio de la crisis asiática, nuestros países han reaccionado con prontitud, tomando todas las medidas que dentro de sus políticas eran consistentes con las mencionadas circunstancias, incluida un considerable incremento de las tasas de interés para detener el deterioro de la situación cambiaría. Han adoptado además medidas de austeridad fiscal y de incremento de tributos. Todas ellas van a significar una sensible disminución de nuestras tasas de crecimiento económico.

Pero esta sería hoy la mejor hipótesis posible, y sólo se daría si es posible recorrer el largo camino para conseguir que con el liderazgo de los países industrializados, que aún no se ha materializado, se actúe con eficacia para evitar la generalización de la crisis. Para ello, antes de pensar en cómo se reforman las instituciones de Bretton Woods, hay que asegurar con prioridad que nuestros países reciban el apoyo financiero de liquidez indispensable mientras los mercados se serenan. Sólo una actitud decidida de los países industrializados hará que los mercados dentro de unos meses se vuelvan a abrir para los países con buenos equilibrios macroeconómicos, que hayan persistido en las reformas económicas y que hayan fortalecido sus mecanismos de información, supervisión y control.

Pero es bueno empezar a enunciar, aún en el caso de esta hipótesis --la menos desfavorable-- algunas de las consecuencias que esta situación trae sobre nuestros países, y empezar a dilucidar las medidas de política que serán menester para continuar nuestro sendero de integración, crecimiento, y justicia social.

En primer lugar, y como lo han reiterado todas las autoridades económicas de la región, es esencial conservar el compromiso con la preservación de las reformas económicas y con el cumplimiento de nuestros compromisos financieros. Ello es esencial para no regresar a situaciones como la de los años ochenta en la que nos tomó muchos años de retroceso o estancamiento recuperarnos de los efectos del cierre prolongado de los mercados financieros.

En segundo lugar, es necesario comprender que la única manera de recuperar nuestro crecimiento y aún incrementar sus tasas, es persistir en la política de nuevos cambios y reformas en relación con la administración, las leyes laborales y en general todo el marco institucional del Estado que nos aseguren incrementos en la productividad de los factores productivos.

En tercer lugar, la repetición de la crisis (la de los 80s se dio en buena parte por este motivo) se presenta en gran medida por las bajas tasas de ahorro interno que no dan para financiar nuestros niveles de consumo e inversión. Habrá que tomar nuevas medidas para corregir ese talón de Aquiles de nuestras economías.

En cuarto lugar, no podemos volver a situaciones como la de los ochenta, en las cuales se arruinó por muchos años la política social como consecuencia de las crisis fiscales.

Quinto, cualesquiera que sean las consecuencias globales de la actual crisis, hay que persistir en las políticas de integración regionales.

Todo ello va a demandar un esfuerzo aun mayor que el de estos años y una coordinación más estrecha entre las autoridades económicas y las del área social. Así es como deben entenderse los objetivos que nuestros mandatarios nos han trazado para modernizar las instituciones laborales y profundizar en el respeto a los derechos básicos de los trabajadores. He allí un inmenso desafío, tanto para el Estado y los empresarios, como para los trabajadores y sus organizaciones sindicales.

Así como no podemos sacrificar nuestro modelo económico a los llamados un poco populistas y un poco retardatarios que nos invitan a dar marcha atrás, a volver al pasado, tampoco podemos cruzarnos de brazos indiferentes frente a la suerte de los 200 millones de latinoamericanos y caribeños que hoy viven en situación de pobreza, y menos aún frente a la aberrante situación de tener la peor distribución del ingreso de todo el mundo en desarrollo.

Creo, sinceramente, que el momento actual presenta una oportunidad única para mirar más allá de la crisis y pensar en el futuro que queremos construir para nuestros hijos. Ello nos obliga a ser en extremo austeros en el corto plazo, y a pensar creativamente en el largo plazo, horizonte en el cual podamos establecer bases para un desarrollo más equitativo y sostenible. Claro que tenemos que tomar todas las medidas de corte monetario y fiscal para contrarrestar los efectos de la crisis, pero allí no nos podemos quedar. Le debemos aplicar a la reforma de las políticas e instituciones sociales el mismo entusiasmo y vigor que le hemos dedicado a la reforma de las instituciones económicas.

Chile, y de manera reciente otros países, han avanzado en este sentido, pero el nuevo gran desafío implica que vamos a encontrar recursos financieros más escasos y más costosos, lo que nos impone una nueva disciplina a todos. En todo caso las políticas que sólo pretendan conservar o perpetuar las condiciones actuales son inapropiadas.

Conviene quizás recordar las palabras del presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, al inaugurar la última Asamblea del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. En esa ocasión, Wolfensohn decía a los ministros de Hacienda allí reunidos:

"Si no tenemos la capacidad de tratar las emergencias sociales, si carecemos de planes de largo plazo para desarrollar instituciones sólidas, si no logramos mayor equidad y justicia social, no habrá estabilidad, y sin estabilidad política ninguna cantidad de dinero en ningún tipo de paquete financiero podrá darnos estabilidad financiera".

Las palabras del presidente del Banco Mundial resultan muy relevantes por cuanto establecen un vínculo directo entre las discusiones que enfrentan las autoridades económicas de nuestros países con los asuntos sociales que tratan ministros de otros sectores o carteras como lo es este foro. De tal manera que la segunda fase de reformas estructurales a nuestros Estados se hace más imperiosa, y se plantea en un contexto más amplio que involucra a los responsables de las políticas sociales, y que demanda una mayor participación democrática para su implementación.

Hace algunos meses tuve el honor de participar en la Segunda Cumbre de las Américas, que se realizara a pocos kilómetros de aquí. Hay dos aspectos de esa reunión que quisiera destacar. El primero, de carácter general, es que los Jefes de Estado y de Gobierno reiteraron su confianza en el diálogo hemisférico como un instrumento apropiado para el intercambio de experiencias, y para el diseño de políticas y acciones hemisféricas que nos permitan hacer de la integración un proyecto de vastas implicaciones económicas, políticas y sociales.

El segundo que ya mencionamos al comienzo — la decisión de los Presidentes y Primer Ministros de incluir en su discusión los temas laborales y encomendar a los ministros del sector que trabajen conjuntamente en la identificación de mecanismos para fortalecer la aplicación y respeto de los derechos básicos de los trabajadores, así como para continuar profundizando los procesos de modernización del Estado en materia laboral.

La construcción de esa estructura institucional para impulsar tal proyecto ha comenzado a avanzar con la realización de las reuniones de ministros de educación en Brasil, y la de las altas autoridades de Ciencia y Tecnología que tuvo lugar en Argentina, así como el inicio de las negociaciones de comercio en Miami hace algunas semanas. En ese contexto se realiza ahora esta reunión de Ministros de Trabajo, que adquiere, en el marco de las Cumbres, renovada vigencia y una relevancia aún mayor.

En ese sentido, y sin perder de vista el contexto de la crisis financiera, ni la necesidad de profundizar la integración regional este diálogo ministerial debiera permitirnos, además, clarificar los objetivos que orientan nuestra acción, reconocer los problemas que afrontamos, evaluar las políticas laborales que hemos tenido en ejecución, e incorporar los asuntos centrales de la política laboral y en particular las referentes a la creación de empleo productivo.

Nuestro propósito de integración económica y la expansión del libre comercio en el Hemisferio ha de llevarse a cabo de una forma compatible con el respeto por los estándares laborales básicos. Este foro debe examinar y poner en marcha los mecanismos que permitan fomentar y fortalecer el cumplimiento de los derechos básicos de los trabajadores. Con libertad de asociación, con negociación colectiva, con buenas condiciones de salud y seguridad en el trabajo, con prohibición al trabajo infantil o forzoso y sin discriminación en el empleo habrá estabilidad social y crecimiento económico, y, por ende, respeto por la dignidad humana y una mayor legitimidad de las instituciones políticas. El cumplimiento de esos estándares crea una fuerza de trabajo mejor entrenada, más motivada y más productiva, contribuyendo a la competitividad de las naciones y a la economía de las empresas.

En el plano institucional las tareas pendientes son cada día más urgentes. La velocidad con que las estructuras económicas de nuestros países han cambiado no ha estado acompañada de cambios similares en las instituciones que tienen a su cargo la política social. Es urgente continuar avanzando en la modernización de los ministerios del trabajo, en la actualización de legislación laboral y en la reorientación de las instituciones de capacitación. Se requiere de instituciones más ágiles que permitan garantizar el pleno cumplimiento de los derechos básicos de los trabajadores y regular los conflictos entre el Estado, empleadores y trabajadores para lograr un consenso sobre las reglas que rijan las nuevas condiciones del mercado laboral. Se trata de darle un nuevo alcance a aspectos tales como la política de salarios y las condiciones de trabajo, el aumento de la productividad, los programas de empleo, la capacitación profesional de los trabajadores o la organización de uniones sindicales.

Un asunto institucional que merece ser destacado en el contexto de las demandas del proceso de globalización es el de la capacitación. La dinámica económica que se ha originado requiere de sistemas de formación y entrenamiento permanentes que tengan la capacidad de preparar personal que pueda hacer uso de las nuevas tecnologías de la informática, que se pueda desempeñar en las nuevas industrias de servicios, y que faciliten la incorporación de los jóvenes al mercado de trabajo. Ello resulta esencial para asegurar la congruencia entre las necesidades de los sectores productivos con los de la fuerza laboral, mantener procesos de crecimiento sostenido, preservar la competitividad en los mercados, aumentar la productividad y, en última instancia, lograr niveles salariales que permitan reducir los niveles de pobreza.

Estas tareas son sin duda de difícil logro. Los gobiernos, y específicamente sus autoridades en el área del trabajo, cuentan con una agenda recargada y recursos limitados para llevarla a cabo. La globalización del comercio y la producción, y el fuerte impacto del cambio tecnológico en la organización económica exigen hoy respuestas difíciles de concebir apropiadamente en el exclusivo ámbito de actuación de los gobiernos nacionales. La búsqueda del crecimiento, de una mayor competitividad y más altas tasas de empleo son objetivos que sólo pueden ser resueltos en el marco de las políticas de integración de los mercados regionales. Ello es lo que justifica que el diálogo técnico para el diseño de las políticas, el intercambio de experiencias, la generación de un espacio para la cooperación se de en un contexto multilateral, como el que hoy nos congrega.

También tenemos la necesidad de crear o fortalecer nuevas solidaridades para mantener los indispensables equilibrios sociales. Así mismo se requiere de un estado que de manera deliberada actúe para evitar la exclusión social de amplios sectores de nuestra población. Esto constituye una condición esencial para reafirmar la legitimidad democrática. El diálogo aceptado entre los actores sociales, en la empresa y fuera de ella, se convierte entonces en un factor de equilibrio social determinante.

Por último, la consolidación de esa institucionalidad democrática requiere de un esfuerzo pedagógico permanente. Cuando el libre comercio y la integración económica son una fuente de preocupación para aquellos sectores de la sociedad que se sienten amenazados por el incremento en la competencia económica y su impacto, los gobiernos deben realizar esfuerzos adicionales para que los trabajadores estén adecuadamente informados sobre cómo serán afectadas sus vidas, y los pasos que realizan los gobiernos para mantener los estándares laborales y para asistir a aquellos que pudieran ser adversamente afectados. Sólo así se genera credibilidad y confianza en las instituciones y sólo así se reducen los márgenes de inseguridad.

Por otra parte, las instituciones regionales, como la OEA, el BID y la propia OIT, vamos a cooperar con los Ministerios a su cargo en la preparación de documentos de trabajo para estas reuniones, en la implantación de sistemas de información regionales, y en facilitar la elaboración de programas de cooperación y asistencia técnica entre los países cuando así se decida. Nuestra Organización estará a su servicio. Lo haremos dentro de nuestros limitados recursos y para dar fiel cumplimiento a los mandatos de nuestros gobernantes.

A partir de la Cumbre de Santiago aumentarán los encuentros de este tipo. En la medida en que los temas del Hemisferio están crecientemente conectados unos con otros, la OEA puede ofrecer un valioso servicio de coordinación entre los distintos foros, así como de difusión de sus tareas. En esas tareas trabajaremos estrechamente con el resto de las instituciones del Sistema Interamericano. En ese sentido, creemos que la próxima Asamblea de la OIT, que se realizará en Lima, debe ser un eslabón central en la profundización de los acuerdos que logremos en este encuentro.

Vivimos en una era de lo inmediato, de lo instantáneo, de la movilidad permanente y generalizada. En este cuadro se corre el riesgo, si no le prestamos atención, de excluir a una parte creciente de la población, es decir, a todos aquellos que no pueden seguir el ritmo cada vez más rápido de las necesarias adaptaciones. Aunque la globalización no crea la exclusión, tiene todo el potencial para agravarla, así como puede originar graves altibajos en el funcionamiento de los mercados financieros. Es allí donde radica la importancia de nuestro trabajo, de nuestro servicio: en asegurar que los esfuerzos concertados de gobiernos, sindicatos, asociaciones empresariales y organizaciones internacionales trabajen mancomunadamente en la construcción de una América más próspera, más justa, más tolerante y más democrática. Muchas gracias.

 

SÍNTESIS DE LA INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DE LA
XI CONFERENCIA INTERAMERICANA DE MINISTROS DEL TRABAJO,
DON GERMÁN MOLINA VALDIVIESO, MINISTRO DE TRABAJO Y
PREVISIÓN SOCIAL DE CHILE EN LA CLAUSURA DE LA CONFERENCIA

Al clausurar la XI Conferencia, Don Germán Molina Valdivieso, Ministro de Trabajo y Previsión Social de Chile, en su calidad de Presidente de la XI Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo, después de manifestarse muy complacido por los resultados de la Conferencia y agradecer a los Señores Ministros y a los demás participantes por sus contribuciones y aportes para alcanzar el éxito de la misma, señala que con las tareas realizadas la Conferencia se incorpora de manera explícita a los mandatos de la II Cumbre de Presidentes realizada en Santiago de Chile, en el mes de abril de 1998. Afirma que en esta reunión se logra un nuevo avance en el proceso pautado por la Declaración de Buenos Aires y agradece la importante gestión realizada por Argentina, como encargada de la Presidencia Pro-tempore de la Décima Conferencia. Considera que el amplio debate dado en torno al tema de la dimensión social da legitimidad al proceso de integración. Manifiesta que la Presidencia Pro-tempore que ahora le corresponderá ejercer a Chile, estará al servicio de todos los países e indica que cree interpretar el gran sentido de urgencia que tienen los asuntos tratados por la Conferencia, expresados en los desafíos que fueron señalados y asegura que la Presidencia está dispuesta a recogerlos, para lo cual hará el mejor aprovechamiento posible de los recursos disponibles y realizará un trabajo lo más riguroso posible y lo más comprometido con el Díalogo Social. Estima que recuperar el derecho de los trabajadores es parte del ejercicio de los derechos humanos. Agrega que se deben hacer confluir los derechos fundamentales de los trabajadores con los intereses de los empresarios a pesar de la inequidad subsistente hasta el momento. Finalmente se congratula con la noticia del consenso logrado entre Ecuador y Perú para el restablecimiento de la Paz entre esos dos países.

ANEXO VII

ACTA DE REUNIÓN
COMITÉ TÉCNICO PERMANENTE
SOBRE ASUNTOS LABORALES (COTPAL)

El Comité Técnico realizó su reunión el día 19 de octubre de 1998 en Viña del Mar, Chile, en el marco de la XI Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo. La reunión contó con la participación de los representantes de los Ministros de Trabajo asistentes a la Conferencia.

Inauguración

Siguiendo el protocolo establecido, el Presidente inauguró la Reunión dirigiendo unas palabras al auditorio.

Aprobación del Temario de la Reunión

El Comité consideró el proyecto de temario que se adjunta como anexo, el que fue aprobado por unanimidad, y acordó las acciones que se presentan a continuación, introduciendo además el ítem Asuntos Varios que trataría de la elección del comité al cierre de la Reunión.

Informe del Presidente de COTPAL

La Presidencia de COTPAL presentó su informe sobre las actividades realizadas desde la Décima Conferencia en octubre de 1995 hasta septiembre de 1998, entre ellas la Reunión Técnica Preparatoria de la XI Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo, efectuada en Washington D.C. en el mes de agosto del presente año.

Consideración del Proyecto de Declaración de Viña del Mar

El Comité consideró y aprobó el Proyecto de Declaración luego de un breve debate durante el cual algunos participantes sugirieron introducir ajustes al documento final.

Consideración del Proyecto de Temario de la XI Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo

El temario fue revisado, concluyéndose que no se tenía observaciones al mismo.

Consideración del Proyecto de Calendario

El Comité estudió el Calendario propuesto para la XI Conferencia, siendo éste aprobado por unanimidad.

Acuerdo sobre el tratamiento de resoluciones de la XI Conferencia y otros asuntos relacionados con el Artículo 37 del Régimen

Se recomendó establecer plazos para la entrega de los proyectos de resolución durante el desarrollo de la Conferencia.

Asuntos Varios

Se procedió a la elección de nuevas autoridades del Comité de acuerdo con el Artículo 13 del Reglamento de la COTPAL, quedando éste estructurado de la siguiente manera:

Presidente del Comité: Canadá - Sra. May Marpow
Primer Vicepresidente: Costa Rica - Sr. Ricardo León Sandi
Segundo Vicepresidente: Argentina - Sr. José A. Uriburu

 

PROYECTO DE TEMARIO
DE LA REUNION DEL COMITÉ TECNICO PERMANENTE
SOBRE ASUNTOS LABORALES (COTPAL)

1. Inauguración

2. Aprobación del Temario de la Reunión

3. Actividades realizadas desde la Décima Conferencia en octubre de 1995 hasta septiembre de 1998

4. Consideración del Proyecto de Declaración de Viña del Mar

5. Consideración del Proyecto de Temario de la XI Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo

6. Consideración del Proyecto de Calendario

7. Acuerdo sobre el tratamiento de resoluciones de la XI Conferencia y otros asuntos relacionados con el artículo 37 del Régimen

8. Asuntos varios

 

ACTA DE REUNIÓN
COMITÉ EJECUTIVO PERMANENTE DEL CONSEJO SINDICAL
DE ASESORAMIENTO TÉCNICO (COSATE)

El Comité Ejecutivo realizó su reunión el día 20 de octubre de 1998 en Viña del Mar, Chile, en el marco de la XI Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo. La reunión contó con la participación de los siguientes representantes:

- Estados Unidos
Zoveida Serrano-Jenkins, A.F.L.O. - CIO

- Argentina
Antonio Valiño, CGTRA
Domingo Petrecca, C.G.T.RA.

- México
Carlos Aceves del Olmo, CTM

- Venezuela
Jesús Urbieta, C.T.V.

- ORIT:
Luisa Rangel

El Comité consideró el proyecto de temario que se adjunta como anexo y acordó las acciones que se presentan a continuación.

1. Aprobación del Temario

El proyecto de temario fue considerado en sus siete puntos por los participantes y fue aprobado por unanimidad.

2. Informe del Presidente de COSATE

La Presidencia del COSATE presentó su informe sobre los avances logrados en el período, la participación que ha tenido COSATE en los Grupos de Trabajo establecidos por la X Conferencia, la participación en diversas reuniones, entre ellas, la reunión Preparatoria de la XI Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo, y otros temas relevantes al Comité.

3. Composición y elección del Comité Ejecutivo. Propuesta y elección de autoridades del Comité Ejecutivo.

El Comité, luego de un breve debate, concordó en posponer la elección del Comité por no existir el quórum requerido.

4. Análisis del Temario de la Undécima Primera Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo y del Plan de Acción

El Comité consideró el temario concluyendo que no tenía observaciones al mismo.

5. Presentación del Presidente del COSATE al plenario de la Conferencia.

Se analizó un texto preliminar y luego de un intercambio de opiniones sobre énfasis, se aprobó el texto definitivo, acordándose que la presentación estará a cargo del Vicepresidente del COSATE, señor Jesús Urbieta.

6. Análisis del Proyecto de Declaración de la XI Conferencia de Ministros de Trabajo

Los participantes debatieron ampliamente los alcances de diferentes tópicos planteados en la declaración en materia sindical y laboral y acordaron que los puntos de vista y posiciones del COSATE serán presentados en la plenaria de la Conferencia.

7. Otros asuntos

Se planteó la necesidad de contar oportunamente con la información sobre reuniones y documentos de propuestas y discusión a fin que COSATE puede participar en forma efectiva en los temas de su competencia.


PROYECTO DE TEMARIO DEL
COMITÉ EJECUTIVO PERMANENTE DEL CONSEJO SINDICAL
DE ASESORAMIENTO TÉCNICO (COSATE)

  1. Aprobación del Temario

  2. Informe del Presidente del COSATE

  3. Composición y elección del Comité Ejecutivo. Propuesta y elección de autoridades del Comité Ejecutivo

  4. Análisis del Temario de la Undécima Primera Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo y del Plan de Acción

  5. Presentación del Presidente del COSATE al plenario de la Conferencia

  6. Análisis del Proyecto de declaración de la XI Conferencia de Ministros de Trabajo

  7. Otros Asuntos

 

ACTA DE REUNIÓN
COMITÉ EJECUTIVO PERMANENTE DE LA COMISIÓN EMPRESARIAL DE
ASESORAMIENTO TÉCNICO EN ASUNTOS LABORALES (CEATAL)

El Comité Ejecutivo realizó su reunión el día 20 de octubre de 1998 en Viña del Mar, Chile, en el marco de la XI Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo. La reunión contó con la participación de los siguientes representantes:

- Argentina
Daniel Funes de Rioja
Horacio Acosta

- Brasil
Renato de Oliveira Rodriguez

- México
Octavio Carvajal

- Guatemala
Fanny de Estrada

El Comité consideró el proyecto de temario contenido en el documento TRABAJO/doc.17/98 y acordó lo siguiente:

1. Aprobación del Temario

El proyecto de temario fue aprobado por los participantes sin modificaciones.

2. Informe del Presidente de CEATAL

El Presidente de CEATAL presentó un resumen de las principales actividades que CEATAL ha realizado desde la Décima Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo, indicando que CEATAL ha estado presente en actividades de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de los Grupos de Trabajo creados por la Décima Conferencia. Señaló, asimismo, que CEATAL realizó reuniones anuales en 1996, 1997 y 1998 en oportunidad de las reuniones anuales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra. El CEATAL, por medio de su Presidente, también participó en la Reunión Técnica Preparatoria de la Undécima Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo que se llevó a cabo los días 27 y 28 de agosto de 1998 en la sede de la OEA.

Al considerar el esquema de la presentación del Presidente de CEATAL al plenario de la Conferencia, los miembros de CEATAL dieron su conformidad al texto preparado por el Presidente. Acordaron que la presentación también enfatizará: a) la necesidad de una mayor coordinación entre la OEA, la OIT y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en los temas relacionados con temas laborales y actividades de la Conferencia; b) la importancia de una mayor participación de organizaciones de empleadores tanto en el ámbito nacional como en el ámbito internacional; c) la necesidad de que la Secretaría Técnica de la Conferencia mantenga un contacto más estrecho con los órganos asesores de la Conferencia y que anuncie las fechas de reuniones con suficiente antelación para asegurar una mayor participación de los miembros de ellos.

Para dar continuidad a los trabajos, acordaron estudiar la posibilidad de celebrar reuniones de CEATAL en el marco de la Conferencia Regional Americana de la OIT, en abril de 1999, y durante la Conferencia Anual de la OIT, en junio de 1999.

El Presidente informó sobre su participación en la Reunión Técnica Preparatoria arriba mencionada que tuvo a su cargo, entre otros asuntos, la elaboración de los proyectos de temario, calendario de actividades y declaración de la Undécima Conferencia. El Presidente señaló que tuvo oportunidad de expresar los puntos de vista de CEATAL sobre estos aspectos y logró, conjuntamente con el Presidente de COSATE, que se incluyese el día martes 20 de octubre, a las 11:00 horas de la mañana, una intervención de ambos presidente sobre los temas de la Undécima Conferencia.

Se acordó que en oportunidad de la mencionada intervención, el Presidente de CEATAL enfatizara la necesidad de fortalecer las estructuras y programas existentes en materia laboral y la importancia de una estrecha coordinación entre los diversos organismos que se encuentran desempeñando trabajos en el sector para asegurar un mejor uso de los recursos.

3. Elección de autoridades

El Presidente de CEATAL informó que el señor Jacobo Varela envió una comunicación donde expresa que debe retirarse como miembro del Comité Ejecutivo de CEATAL ya que pasa a ocupar una posición en la OIT. El Comité decidió entonces enviar una comunicación a Uruguay para que designen un nuevo delegado.

Se acordó entonces la reelección del Sr. Daniel Funes de Rioja como Presidente, y del Sr. Octavio Carvajal de México como Primer Vicepresidente, así como la elección del Sr. Renato de Oliveira Rodriguez de Brasil como Segundo Vicepresidente.

 

PROYECTO DEL TEMARIO DEL
COMITÉ EJECUTIVO PERMANENTE DE LA
COMISIÓN EMPRESARIAL DE ASESORAMIENTO
TÉCNICO EN ASUNTOS LABORALES (CEATAL)

1. Informe del Presidente del CEATAL

2. Elección de autoridades

3. Análisis del Temario y la Declaración de la XI Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo

4. Esquema de la Presentación del Presidente del CEATAL al Plenario de la Conferencia

5. Otros Asuntos