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La Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos solicitó en el año 1989 a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la preparación de un instrumento jurídico relativo a los derechos de las “poblaciones indígenas”. A fin de preparar el proyecto de instrumento jurídico, la CIDH recogió sugerencias y comentarios de gobiernos, organizaciones indígenas, organizaciones intergubernamentales y expertos, a través de una serie de cuestionarios y encuentros nacionales y regionales. Sobre este proceso de consulta hay más información disponible en el Capítulo IV del Informe Anual 1996 de la CIDH, entre otros (ver la página de recopilación de secciones de informes anuales sobre las actividades de la Relatoría).
En febrero de 1997 la Comisión aprobó el Proyecto de Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. En marzo de 1997 la CIDH puso el proyecto de declaración a disposición de la Asamblea General de la OEA, la que en junio del mismo año encomendó al Consejo Permanente la consideración del referido proyecto. En junio de 1999 la Asamblea General resolvió establecer un Grupo de Trabajo del Consejo Permanente para que continuara con la consideración del proyecto.
En 2000, la CIDH aprobó un informe sobre La Situación de los Derechos Humanos de los Indígenas en las Américas.
Desde el establecimiento del Grupo de Trabajo se han realizado sesiones especiales que han contado con participación de representantes de pueblos indígenas. A partir de la Sesión Especial de abril de 2001, la participación de los representantes indígenas se consolidó como una necesidad para el buen desarrollo del proceso de discusión del proyecto de declaración. Esto se vio reflejado en la resolución de la Asamblea General N° 1780, del 5 junio 2001, donde resolvió recomendar al Consejo Permanente que continuara “implementando modalidades para la acreditación y la adecuada forma de participación de representantes de pueblos indígenas en sus deliberaciones, con el propósito de que sus observaciones y sugerencias sean tomadas en consideración”.
Desde el año 2000, la CIDH, a través los especialistas de la Relatoría sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, ha asesorado a los respectivos presidentes del Grupo de Trabajo en el proceso de discusión del proyecto de Declaración, en la preparación de las sesiones especiales que se han realizado, y ha contribuido en la elaboración de documentos propositivos de la presidencia del Grupo de Trabajo que intentan consolidar las diferentes propuestas de texto realizadas al proyecto de declaración hasta la fecha, tanto por las delegaciones de los Estados, los representantes de pueblos indígenas, los organismos especializados de la OEA y expertos independientes.
Toda la información surgida del Grupo de Trabajo encargado de elaborar el Proyecto de Declaración Americana, y relativa al proceso de elaboración mismo, puede encontrarse en una página web del Departamento de Derecho Internacional dedicada específicamente al tema.