Oficina de Prensa de la CIDH
Washington, D.C. - En el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial (21 de marzo), y en anticipación al Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Trasatlántica de Personas Esclavizadas (25 de marzo), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Relatoría Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (REDESCA) llaman a los Estados a adoptar medidas especiales que garanticen modelos de educación con enfoque intercultural.
La educación tiene un papel relevante en la promoción del derecho a la igualdad y no discriminación. Es un derecho intrínseco e indispensable para la realización de otros derechos humanos. En el ámbito de la autonomía personal, la educación es el medio principal que permite a personas adultas, niñas, niños y adolescentes romper las brechas de pobreza y acceder a espacios de tomas de decisiones; además la educación como herramienta transformadora permite un cambio cultural hacia una sociedad sin discriminación.
La enseñanza y la cultura con enfoque antirracista son esenciales para combatir los prejuicios que justifican la discriminación racial; al respecto, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) de Naciones Unidas recomienda a los Estados revisar la terminología de textos que contengan información estereotipada sobre personas afrodescendientes y sustituirlas con contenido de dignidad e igualdad. Por tanto, es indispensable que los Estados promuevan estrategias pedagógicas que prohíban el uso directo o indirecto de estigmatizaciones basadas en el origen étnico-racial afrodescendiente y/o indígena en el ámbito educativo, tanto en el uso de recursos de apoyo como en el contenido de los currículos.
En ese sentido, es necesario respetar el principio de la libre determinación en los sistemas de educación y considerar la cosmovisión, tradiciones y costumbres ancestrales de las personas afrodescendientes y pueblos indígenas, con miras a incluir sus lenguas y saberes propios en los programas de las instituciones educativas, públicas y privadas. De esta manera, los Estados deben reconocer el derecho de los pueblos indígenas y afrodescendientes tribales de establecer y regular sus instituciones y sistemas de educación, en consonancia con sus métodos propios de enseñanza y aprendizaje.
Finalmente, la CIDH y REDESCA llaman a promover la memoria histórica de los pueblos afrodescendientes e indígenas a través de la implementación de cátedras especializadas que den cuenta de la historia de la diáspora africana, así como de los aportes que los pueblos indígenas y afrodescendientes han realizado a los Estados de la región, reconociendo sus procesos de emancipación en las Américas, así como la discriminación y exclusión sistemática a la que han estado expuestos.
La REDESCA es una Oficina autónoma de la CIDH, especialmente creada para fortalecer la promoción y protección de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales en el continente americano, liderando los esfuerzos de la Comisión en la materia.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 042/23
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