Discursos y otros documentos del Secretario General

MIGRACIÓN Y DESARROLLO EN LAS AMÉRICAS: HACIA LA IMPLEMENTACIÓN DE LA AGENDA 2030”

6 de mayo de 2016 - Washington, DC

La protección de los derechos humanos de los migrantes, en condiciones de igualdad con otros ciudadanos, es responsabilidad de todos. El respeto de la dignidad humana de los migrantes promueve su inclusión social y por tanto, los efectos para el desarrollo sostenible de los países, tanto de origen como de destino, son altamente positivos. Estos efectos se reflejan no solamente en el ámbito económico sino también en el ámbito social, y generan sociedades mas pacíficas, tolerantes e inclusivas.


• Es un placer para mí darles la bienvenida a la casa de las Américas con ocasión de celebrar el Foro de Migración y Desarrollo. Hoy, tendremos la oportunidad de escuchar y reflexionar sobre las iniciativas impulsadas en la región para el reconocimiento y ejercicio pleno de los derechos de los migrantes. Asimismo, podremos plantear reflexiones que contribuyan a la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en relación a las metas vinculadas a la migración.
• En Diciembre del año pasado, en el marco del Foro de Migración y Derechos Humanos, les hablé sobre una nueva conceptualización de la migración. Un cambio de paradigma, marcado por la evolución de una óptica de seguridad nacional hacia una óptica de derechos. Este cambio de paradigma debe ser asimilado en toda nuestra región para que los migrantes sean reconocidos junto con sus derechos y valorados como actores centrales en el desarrollo de las sociedades de origen y destino. Fundamentalmente, este cambio de paradigma es un eje central de la migración en la Agenda de Desarrollo Post-2015.
• La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible plantea 17 Objetivos con 169 metas de carácter indivisible que abarcan las esferas económica, social y ambiental. Tras un largo proceso de concientización y movilización de los gobiernos, organizaciones internacionales y de la sociedad civil, la migración fue incorporada a los ODS mediante el reconocimiento de la vinculación de la migración a una serie de aspectos centrales al desarrollo como la pobreza, la salud, la igualdad de género y la educación.
• En nuestra América, los intercambios migratorios dentro de la región se han intensificado en los últimos años. De acuerdo a la CEPAL y la OIM, los inmigrantes provenientes de la propia región de América Latina y el Caribe representan el 62.8% de la población inmigrante, y esta cifra sigue creciendo en relación a las décadas anteriores.
o En Costa Rica, por ejemplo, los 385,000 inmigrantes registrados por el censo representan el 9% de la población total, el más alto porcentaje de la región. Países como Haití y Venezuela experimentaron un aumento relativo de alrededor de 400% y 100%, respectivamente, en el número de nacionales viviendo en un país distinto.
• La reducción de los flujos de migrantes hacia fuera de América Latina y el Caribe plantea retos importantes para la región. Las facilidades para los desplazamientos entre países fronterizos y no fronterizos deben ser acompañadas por medidas de apoyo integral y asistencia que contribuyan al desarrollo de los migrantes y las sociedades de origen y destino. La integración laboral, social y cultural de los migrantes junto con su acceso al trabajo, a la salud, a la educación, y a los servicios públicos son esenciales para su desarrollo en los países de destino.
• En particular, es imperativo brindar atención adecuada a los grupos de migrantes vulnerables: las mujeres, niñas y niños. Como lo evidencian los casos de Centroamérica, y México en particular, la niñez migrante no acompañada debe ser una prioridad a nivel regional que debe ser abordada desde la perspectiva de los derechos humanos y el desarrollo de los niños y niñas.
• La obligación de los Estados en relación la protección de la niñez – sea país de origen, tránsito o destino – ha sido establecida en diversos instrumentos jurídicos internacionales como la Convención de los Derechos del Niño de 1989, sus protocolos adicionales y la vasta normativa interna de los Estados. Es esencial que la normativa de los países involucrados satisfagan los principios básicos universales de protección de los niños, niñas y adolescentes y que los sistemas de protección social dispongan de una infraestructura con claros criterios rectores para brindar atención pronta y efectiva.
• Debemos también concentrar nuestros esfuerzos en asuntos de género, perfeccionando y aumentando todos los instrumentos y mecanismos regionales para la protección de los derechos de las mujeres migrantes. En particular, la inserción de las mujeres migrantes en el mercado laboral es una prioridad central; la evidencia que presentamos en nuestro Tercer Informe Migración Internacional en las Américas (SICREMI 2015) señala que la situación laboral general de las mujeres migrantes presenta fuertes desigualdades de género. Las estadísticas presentan, entre otros, una alta concentración de mujeres en trabajos del hogar o relacionados con el servicio.
• Para el monitoreo y atención específicos de los grupos de migrantes especialmente vulnerables, la OEA cuenta con la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) y el Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes (IIN), ambos de larga trayectoria en la promoción y defensa de los derechos de las mujeres, niñas, niños y adolescentes.
• Asímismo, debemos prestar particular atención a las vulnerabilidades y necesidades de los Migrantes en países en crisis, con el fin de adecuar los planes de respuesta a emergencias hacia sus necesidades. La trata de personas es una practica comun en estos casos y representa una violación a los derechos humanos; una forma de esclavitud moderna que requiere una respuesta interdisciplinaria y coordinada que involucre a varios actores de la sociedad, en países de origen, tránsito y destino. La Secretaría de Seguridad Multidimensional facilita la cooperación entre las autoridades nacionales responsables de la prevención, protección y asistencia integral a víctimas de trata de personas en seguimiento al Plan de Trabajo Contra la Trata de Personas aprobado por la Asamblea General de la OEA en 2010.
• Las poblaciones migrantes de nuestra región solo podrán ser adecuadamente atendidas y protegidas si reconocemos que la migración constituye un tema transversal en las agendas públicas.
• Tenemos ante nosotros el reto de “construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, proteger los derechos humanos y promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas y garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales” como lo establece el documento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 aprobados por los Estados.
• Como principal foro político hemisférico, afirmamos desde la OEA, nuestra impronta de integrarnos a esta tarea. Para ello, ponemos a disposición todos nuestros instrumentos y mecanismos para contribuir al logro de los ODS 2030.
• En el seno de la OEA, contamos con la Comisión de Asuntos Migratorios (CAM), único foro político hemisférico especializado en migración que lidera un “Programa Interamericano para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos de las personas migrantes, incluyendo los trabajadores migratorios y sus familias.” Este programa sintetiza los conocimientos y experiencias adquiridos desde el 2005 y formula nuevas propuestas para la región.
• La Comisión Interamericana de Derechos Humanos a través de su Relatoría sobre los Derechos de los Migrantes garantiza el reconocimiento de las personas en el contexto de la movilidad humana como sujetos de derechos. La Relatoría realiza también visitas a países, estudios temáticos e informes nacionales, solicitudes de información, audiencias y reuniones de trabajo, enfocando también parte de sus acciones en garantizar que las víctimas de violaciones de derechos humanos puedan acceder en igualdad de condiciones a la justicia internacional a través de los mecanismos de casos individuales y medidas cautelares previstos por el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
• Además, desde hace más de tres décadas, la OEA se ha ocupado de la cuestión de los solicitantes de la condición de refugiados y de los refugiados en la región, como lo evidencian las resoluciones adoptadas cada año por la Asamblea General de la Organización. La Secretaría de Asuntos Jurídicos promueve el derecho internacional en la temática de los refugiados, los apátridas y los desplazados internos. Recientemente, también hemos acordado con la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de los Refugiados (ACNUR) la organización de un “Llamado a la Acción” para encontrar juntos respuestas regionales a este fenómeno.
• La demanda de información que apoye los procesos de elaboración de políticas migratorias basado en evidencia empírica ha sido manifestada por todos los actores que han participado en los ODS 2030. En nuestra Secretaría de Acceso a Derechos y Equidad disponemos del Sistema Continuo de Informes sobre Migración Internacional en las Américas (SICREMI) cuyo principal resultado son los informes Migración Internacional en las Américas, únicos por sus características de tipo de información y cobertura, aportando información sobre los flujos, marcos normativos y programas y proyectos que los países realizan en migración.
• La consolidación de una política migratoria comprehensiva es un desafío de coordinación y cooperación regional. La OEA ofrece respuestas en materia de migración para ser integradas a los esfuerzos internacionales para implementar y alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.
• Espero que las conclusiones y planes de acción que emanen de este foro brinden herramientas tangibles a los países para promover la implementación de los ODS y contribuyan al objetivo insoslayable de nuestra región de proteger los derechos de los migrantes y priorizar su integración laboral, social y cultural.
• Desde la OEA renovamos nuestro compromiso de continuar trabajando juntos para hacer del desarrollo un elemento transversal en las discusiones sobre migración en nuestra región. Recordemos que la falta de garantía de los derechos de los migrantes pone en riesgo a nuestra América, cuya protección es nuestro deber.
• Muchas gracias.