Discursos y otros documentos del Secretario General

INAUGURACIÓN DEL SECRETARIO GENERAL LUIS ALMAGRO EN LA MESA DE ALTO NIVEL: UNA RESPUESTA LATINOAMERICANA A LA CRISIS GLOBAL DE REFUGIADOS Y LOS FLUJOS MIGRATORIOS MASIVOS: DE COMPROMISOS A RESULTADOS

13 de octubre de 2016 - Bogotá, Colombia

*Cotejar con discurso pronunciado*

Nos encontramos frente a un récord de flujos migratorios a nivel mundial y nuestro continente no está ajeno a esta realidad que cobija historias de tragedias, sufrimiento y dolor.

Es necesario construir una estrategia conjunta en la región que encare los retos que impone la crisis actual, y que avance en la protección de los derechos humanos de los migrantes y refugiados desplazados que se encuentran en situaciones vulnerables.

Amigos y amigas,

  • Es un honor estar aquí para continuar con los trabajos que venimos desarrollando en la región para construir una respuesta conjunta a la grave crisis de refugiados y flujos migratorios masivos.
  • La migración es un fenómeno económico, social y cultural inserto  en la agenda hemisférica y mundial. Nos encontramos frente a un nivel sin precedentes de movilidad humana.

En 2015, según Naciones Unidas, el número de migrantes en todo el mundo superó los 244 millones, creciendo a una tasa más alta que la población mundial.

  • En años recientes, varias regiones del mundo han visto escalar los desplazamientos masivos de migrantes y refugiados a consecuencia de los conflictos armados, la expansión del crimen organizado, la agudización de la falta de oportunidades, y los desastres naturales.
  • Actualmente, hay en el mundo alrededor de 65 millones de desplazados forzados, entre ellos más de 21 millones de refugiados, 3 millones de solicitantes de asilo y más de 40 millones de desplazados internos, de acuerdo a ACNUR.
  • Nuestro continente no es excepción. El año pasado vivimos situaciones complejas de movimientos migratorios en la región, que han provocado crisis en diferentes latitudes del continente, y que, de no ser atendidas conjuntamente, a través de una respuesta coordinada regional, se agravarán y causarán mucho dolor y sufrimiento.
  • Pocas semanas después de haber asumido mi responsabilidad como Secretario General, a mediados de 2015, la Organización afrontó el diferendo migratorio entre Haití y Republica Dominicana. La OEA,participó como facilitador de diálogo entre ambos gobiernos y la búsqueda de soluciones que protegieran  los derechos de los migrantes.
  • Poco después, viajé a la frontera entre Colombia y Venezuela para conocer de primera mano  la situación de los refugiados colombianos que habían sido devueltos a Colombia, e hicimos un llamado a ambos gobiernos para que protegieran los derechos humanos de estas personas.
  • Por otra parte, los flujos de migrantes extra continentales provenientes de África y Asia en situación irregular en las Américas se han incrementado de manera exponencial en el último año.

Aunque aún no son de gran magnitud, se trata de un fenómeno complejo en cuanto a su atención para la política y gestión migratoria.

  • Estos migrantes del Asia y el África, de gran diversidad cultural y étnica, son  potenciales víctimas de tráfico, trata y otros riesgos intrínsecos a la movilidad irregular.
  • A esta migración extra continental se ha sumado un creciente flujo de personas migrantes también en situación irregular provenientes de Cuba, cuyo objetivo es llegar a los Estados Unidos. Estos movimientos son un desafío para la región centroamericana, que ha visto agotada su capacidad de atender las necesidades mínimas de estas poblaciones.
  • También ha habido un fuerte incremento  de personas que huyen de la persecución y la inseguridad en El Salvador, Guatemala y Honduras, el Triángulo Norte de América Central.
  • La violencia causada por las maras y el narcotráfico, entre otros grupos criminales,  sumada a la falta de oportunidades, ha provocado que decenas de miles de hombres, mujeres y niños de ese Triángulo solicitaran asilo en los Estados Unidos, mientras que otros miles más han huido a México, Canadá, Belize, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
  • Movimientos que antes se consideraban puramente socioeconómicos ahora incluyen un número creciente de personas afectadas por el desplazamiento forzado. Si bien la pobreza, la exclusión social y la reunificación familiar siguen siendo los principales factores de la  migración, cada vez más la persecución, la inseguridad y la violencia son causas fundamentales del movimiento.
  • Frente a este escenario, ACNUR, aquí presente, conjuntamente con la OEA, convocó a todos los representantes de Estados, organizaciones internacionales y sociedad civil interesados en construir una respuesta integral para las miles de personas que se ven desplazadas en situaciones extremadamente vulnerables.
  • El resultado de este esfuerzo fue la adopción de la Declaración de Acción de San José, que deja claramente identificadas las respuestas y soluciones a ser implementadas en los países de origen, de tránsito y de destino de los desplazados.
  • La Declaración define medidas concretas que incluyen:
    • acciones de prevención
    • respuestas a las causas subyacentes
    • mecanismos de protección en los países de origen
    • protección internacional para los solicitantes de asilo y los refugiados que huyen de estos países.
    • compromisos específicos para fortalecer la responsabilidad compartida entre países de origen, de tránsito y de destino.
    • compromisos de fortalecer oportunidades para la autosuficiencia y la integración local de los refugiados, incluyendo inversiones de fondos para el desarrollo.
    • Compromisos por parte de la sociedad civil de incrementar su apoyo en áreas como la administración de albergues y prestación de asesoría legal.
  • Esta declaración fue producto del esfuerzo de colaboración por parte de los países, los actores humanitarios y las agencias internacionales, la sociedad civil y la academia.
  • Después de la reunión de San José tenemos una mejor apreciación colectiva de las dimensiones de la movilidad humana en nuestra región, conocemos mejor la dimensión migratoria y la dimensión de refugiados del desplazamiento en nuestra región. Ahora tenemos claro que:
    • o hay una dimensión de refugiados en la región
      Y que falta mucha información y muchas acciones para atender esta realidad.
    • La OEA, en base a su experiencia y fortalezas, se comprometió específicamente a apoyar el desarrollo de sistemas de información para la formulación de políticas y programas para la protección de victimas del desplazamiento forzado y personas retornadas.
    • Además, la OEA contribuirá al diseño e implementación de protocolos de atención a las víctimas de desplazamiento forzado en mayor situación de vulnerabilidad como mujeres, niños y personas con discapacidad.
    • Es una realidad que, en el proceso de formulación de la Declaración de Acción de San José,  logramos fortalecer la cooperación y las alianzas regionales para implementar acuerdos de responsabilidad compartida que permitan hacer frente al impacto humanitario del desplazamiento.
    • La adopción de la declaración es un avance significativo, pero es apenas el principio, el primer paso. Es necesario afrontar el drama que viven los migrantes y refugiados en toda su dimensión.
    • Es hora de que pasemos de los compromisos a la acción, y procurar que la Declaración de San José no sea mera letra muerta
    • Todos ustedes, Estados Miembros, organismos internacionales y sociedad civil, pueden contar con nosotros para seguir trabajando hacia la mejora de la protección a los migrantes en toda la región y para generar nuevos modelos de cooperación y responsabilidad compartida.
    • Las decenas de miles de migrantes y refugiados que caminan desesperadamente por nuestros desiertos, selvas y ciudades esperan una respuesta. No les podemos fallar. 

Muchas gracias.