Discursos y otros documentos del Secretario General

SESIÓN PROTOCOLAR DEL CONSEJO PERMANENTE PARA RECIBIR AL PRESIDENTE DE COSTA RICA, CARLOS ALVARADO QUESADA

12 de junio de 2018 - Washington, DC

Uno de los factores esenciales de una democracia que funciona, es la transición del poder en paz, y Costa Rica es un ejemplo de ello en nuestro continente.

Estimado Presidente Carlos Alvarado Quesada/ amigas y Amigos:
• Es un honor recibirlo en la OEA a poco tiempo de haber asumido usted la presidencia de su país.

La semana pasada tuve la oportunidad de conversar con su Vicepresidenta y Canciller Epsy Campbell y pasar revista de los temas de la agenda de la Cuadragésima Octava Asamblea General de la OEA.

• Hoy esta casa de todos los americanos, el foro político de nuestro hemisferio lo recibe para repasar los temas más relevantes de la agenda interamericana.

Es motivo de especial satisfacción hacerlo con el Presidente de un país líder en materia de defensa y promoción de la sustentabilidad ambiental en momentos en que el cambio climático amenaza la sobrevivencia del planeta y golpea implacablemente a los países de nuestra región, especialmente a las naciones insulares del Caribe y a los países de Centroamérica.

• Por ello, en la reciente Asamblea General se aprobó una Resolución para la coordinación del voluntariado en el hemisferio para la respuesta a los desastres naturales y el fortalecimiento de la Iniciativa Cascos Blancos.

• Quisiera también recordar que, como dije en la Cuadragésima Sexta Asamblea General de la OEA, el Programa Interamericano para el Desarrollo Sostenible, aprobada en dicha ocasión, “pone a la Organización a la vanguardia en cuanto a los compromisos que hemos adquirido con respecto a los objetivos contemplados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”.

• El Programa Interamericano para el Desarrollo Sostenible (PIDS) establece acciones estratégicas para asegurar que el trabajo de la Secretaría General en desarrollo sostenible se encuentre alineado a la implementación de la Agenda 2030 y el Acuerdo de París sobre cambio climático en el Hemisferio, y que sus objetivos y resultados estén guiados por los Objetivos de Desarrollo aprobados por los Estados Miembros y que contribuyan a alcanzarlos.

• Señor Presidente: La historia de su país está indisolublemente ligada a la defensa de la democracia y de los derechos humanos. Estos valores son parte de nuestro acervo compartido, en cuya construcción, fortalecimiento y promoción Costa Rica ha desempeñado un papel transcendental. Basta quizás mencionar que con justa razón la Convención Americana de los Derechos Humanos, que cumple cuarenta años, conocida como el Pacto de San José de Costa Rica.

• Los trabajos que tenemos para el fortalecimiento de democracia y derechos humanos deberán revisarse en el próximo trimestre bajo la presidencia de Costa Rica en el Consejo Permanente de la Organización. Costa Rica tiene un nombre asociado con los esfuerzos más fuertes de nuestra Organización en esa defensa de los Derechos Humanos y de la Democracia.

• Lo he dicho y lo repito: las resoluciones de la OEA y las acciones de la Secretaría General no constituyen injerencia alguna en los asuntos de la jurisdicción interna de los Estados Miembros cuando se trata de defender la democracia es un valor consagrado en la Carta de la OEA, en la Carta Democrática Interamericana, y en otros documentos y tratados internacionales que nos obligan a todos los Estados. Los Estados hemos aprobado en el artículo primero de la Carta Democrática Interamericana que “los pueblos de las Américas tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla”.

• El ilustre jurista español Francisco de Vitoria, uno de los padres del derecho internacional, decía ya en el Siglo XVI: “Pacta uno libremente, pero se obliga al pacto”. Hemos pactado en innumerables convenciones internacionales el carácter irrenunciable de la democracia como base de la convivencia pacífica y garantía de la libertad. Y estamos obligados a cumplir dicho compromiso. No podemos aceptar que, escudados tras la falacia de una supuesta no injerencia en los asuntos de la jurisdicción interna, se pretenda eximirnos de nuestras obligaciones, obligaciones que pertenecen al sistema interamericano.

• No se trata solamente de una obligación jurídica, se trata de un imperativo ético, se trata también de un deber moral hacia los pueblos.

• Estoy seguro que, en el cumplimiento de estas obligaciones jurídicas, éticas, y morales contaremos, como siempre, con el concurso activo y decidido de su país.

• Presidente, sea usted bienvenido a la Casa de las Américas y le deseamos una gestión exitosa.

Muchas gracias