Discursos y otros documentos del Secretario General

POSESIÓN DE LA SECRETARÍA GENERAL 2020-2025

27 de mayo de 2020 - Washington, DC

Acepto las felicitaciones y la responsabilidad de seguir adelante en los trabajos de la Organización de los Estados Americanos en este segundo mandato al frente de la Secretaría General de la Organización.

• Esta OEA, esta Unión Panamericana, habiéndose adaptado y asumido a los desafíos del Siglo XXI, es hoy nuevamente la Organización que constituye el foro político principal de las Américas y en su seno se debaten los principales problemas y temas de la región.

• La OEA continúa revolucionando acciones, instrumentos, mecanismos, formatos, lenguajes y prácticas diplomáticas, que quizás no hace mucho eran impensables en el marco del sistema multilateral. Continuaremos nuestro trabajo.

• Digo ciertamente que soy gobierno y soy oposición. Digo que mi mandato será más derechos para más gente. Hemos acercado el trabajo diario en la Secretaría General de la OEA al deber ser del derecho interamericano.

• Vamos a sostener la relevancia y modernidad de la OEA, como un New Normal, una OEA activa y con objetivos claros en la agenda política y democrática regional. Y además debemos hacer una transición adicional como Organización. Nadie estaba preparado o pudo haber pronosticado la crisis de Covid-19 y su impacto en cada uno de los pilares: derechos, democracia, seguridad y desarrollo. Nuestra manera de ver y tratar los desafíos estructurales como la pobreza, la desigualdad, los retos del orden publico, la estabilidad política, la fortaleza institucional y la independencia entre poderes está más vigente que nunca. Esta crisis ha desnudado vulnerabilidades sociales, económicas y del funcionamiento institucional y nos exige pensar en lo más fundamental, en la estabilidad y solidez de los cimientos de nuestros sistemas políticos. Lo fundamental de la estabilidad y solidez democrática de nuestros países, como instrumento fundamental para el desarrollo y bienestar de nuestros pueblos, objetivo de nuestros trabajos.

• En este segundo mandato debemos normalizar a la democracia como sistema político ideal para el hemisferio, sin discusión y sin excepciones. En la normativa este espíritu ya está contemplado, la Carta Democrática Interamericana dice que la democracia es un derecho de los pueblos de las Américas y los Estados tienen la obligación de promoverla y defenderla. Desde que nacimos a la vida independiente prácticamente hemos nacido como naciones democráticas, la democracia forma parte de nuestras identidades nacionales, la libertad es nuestra esencia, más que en ningún otro continente, mas que en ningún otro hemisferio.

• Aspiro a que en estos momentos de crisis reafirmemos nuestro principio fundamental de lucha por la democracia. Podremos observar péndulos entre izquierdas y derechas, entre un partido y otro, la alternancia es normal y sana en las democracias, pero jamás debemos admitir dualidades entre democracia y dictadura.

• Maximicemos la posibilidad de fortalecimiento institucional democrático, de la inclusión social y de apoyo a las poblaciones más vulnerables a la pobreza que enfrentan la injusticia y la discriminación.

• Debemos seguir trabajando -en paralelo- para asegurar la sustentabilidad financiera y administrativa de la organización, con una administración eficiente, austera y transparente, como lo hemos hecho y como lo debemos mejorar.

• Más derechos para más gente, porque ese es el principal drama de nuestro hemisferio: cargar con la ignominia más repulsiva de ser la región más desigual del mundo. Porque no todos accedemos a los mismos derechos, porque no a todos nos ha correspondido la justa parte correspondiente a nuestros esfuerzos y a nuestros recursos.

• La OEA tiene que ser la voz de los que no tienen voz, de los oprimidos, de los discriminados. Tiene que ser la voz de los más pobres, de la población afro, de los indígenas, de las mujeres, de la población LGTBIQ plus, de los discapacitados, de los que padecen enfermedades raras, de todos los que sufren la discriminación y la desigualdad.

• Los problemas estructurales del continente están enquistados en los cuatro pilares de la Organización, debemos propiciar buenas prácticas y atacar malas prácticas en materia de desarrollo, seguridad, acceso a derechos y democracia.

• Vamos a profundizar nuestro trabajo para la estabilidad política regional que es clave para el desarrollo, seguiremos trabajando en el fortalecimiento de instituciones democráticas, las mismas son esenciales como instrumentos de seguridad y desarrollo de nuestros pueblos.

• La OEA deberá trabajar con mayor vigor que hasta ahora para lograr mejores niveles de educación de calidad, inclusiva y equitativa. Estamos lejos en el conocimiento científico en buena parte del hemisferio, sea tecnológico o social, estamos lejos en esfuerzos colectivos en las áreas de habilidades para el futuro del trabajo. Las innovaciones en la capacitación de trabajo, en la capacitación docente, en la entrega de contenido, STEM, educación ciudadana y promoción del multilingüismo.

• Sin embargo, el primer gran desafío que tenemos en la actualidad es apoyar a los gobiernos y los pueblos del hemisferio a hacer frente a la pandemia del Covid-19, un enemigo invisible que no reconoce fronteras y amenaza vidas y sistemas políticos, económicos y productivos. Nuestros esfuerzos ahora están centrados allí.

• Para salir de la pandemia con éxito, necesitamos de la unidad de todos los países, la solidaridad de todas las comunidades y el voluntariado de todos nuestros ciudadanos. La responsabilidad es de todos.

• La unidad es clave para que en las cumbres del G7 y del G20 avancemos hacia soluciones financieras reales para el desarrollo en el hemisferio.

• Necesitamos una OEA más radicalmente feminista, con todos los derechos para todas las mujeres.

• Nadie puede dejarse vencer hoy por el virus del pánico, es necesario la acción y la OEA debe ser el ejemplo para salir adelante. Es necesario trabajar porque es necesario producir alimentos, producir medicinas, seguir produciendo servicios financieros, de seguridad y esto implica la transversabilidad de los derechos.

• Debemos de preservar cada uno de los derechos sociales, económicos, civiles y políticos de nuestros pueblos y para ello todas las políticas deben de ser transversales.

• La responsabilidad tiene que ser absolutamente transversal, no solamente a nivel público, sino también la responsabilidad que surge de las empresas, de los trabajadores, la responsabilidad que surge de cada uno de nuestros pueblos, de cada uno en nuestros pueblos.

• Otro de los desafíos que tenemos frente a la pandemia es frenar los intentos autoritarios, así como intentos del crimen organizado para copar espacios.

• Tenemos recursos jurídicos y políticos, lo cual implica que tenemos también la responsabilidad de fortalecer nuestra capacidad de negociación, mediación y construcción de consensos desde la OEA. Consenso en la acción no en la inacción; consenso para lograr resultados, no para paralizarnos; consenso para hacer más, no para hacer menos; consenso para avanzar en los principios y no para erosionarlos; consenso para defender a los presos políticos y no para ignorarlos; consenso para proteger a los torturados y no abandonarlos a su suerte; consenso para que no haya impunidad, ni crímenes de lesa humanidad, ni para la corrupción y no al consenso para no meternos.

• Consenso en torno a la democracia, no en torno a las dictaduras; consenso en torno al desarrollo, no a las malas prácticas que llevan a las crisis humanitarias; consenso en torno a los derechos humanos y no a los regímenes de presos políticos y torturados; consenso en torno a la seguridad y no a los vínculos criminales del Estado con el narcotráfico y la corrupción; y diálogo, diálogo político siempre.

• Nos vamos a ceder un ápice en nuestra lucha contra las dictaduras. Si les gusta a todos muy bien y si no le gusta a nadie, muy bien también.

• Como dije (en la Asamblea General que fui reelecto) el 20 de marzo, soy el Secretario General de los 35 Estados Miembros de la Organización. Nadie puede irse con las manos vacías si necesita a la Secretaría General de la OEA, ningún Estado, ningún pueblo, en ninguno de los 35 países.

• I take this opportunity to express my firm commitment to mobilize the full array of the capabilities of the General Secretariat supporting the resilience building measures of Caribbean member states whose development have been severely disrupted by the onset of this pandemic. Prior to the pandemic, the region was anticipating modest but positive economic growth but it is now faced with declines or contractions averaging 30 per cent. This kind of contraction would be difficult for any developed country but for a region with inherent vulnerabilities like the Caribbean, it is an almost unsurmountable challenge. With the start of what is expected to be an active Atlantic hurricane season -only days away, we begin to appreciate the enormity of the challenges of this region, as it seeks to build its resilience to these shocks.

• In a scenario such as this, the merits of the OAS as an institution for Hemispheric cooperation and solidarity is stronger now than ever before. In this regard, I call upon the international financial community to assist the region in reducing its vulnerability and increasing its resilience to external shocks, and to adopt vulnerability and resilience indicators in assessing their eligibility for concessional financing and the restructuring of debt. We need a new Caribbean Paradigm.

• We are going to deliver it. We don’t have money for it, but those that have money have not been helpful either, those organizations that have money have not been good at helping you designing the policies for development or for the elimination of poverty. The failure then has been double, incapacity to resolve the issues, incapacity to properly address the issues, plus doing so spending valuable financial resources, making the financial convergence not in the countries of the hemisphere but in the institutions themselves.

• Miramos y nos falta todo todavía: infraestructura, interconectividad, el desarrollo de nuevas capacidades de los trabajadores y de los empresarios para poder ocupar los empleos del futuro, para poder crearlos; en generar productos de calidad, sustentables, servicios y nichos de mayor valor agregado; en complementar nuestras capacidades y experiencias para que la colaboración regional en las Américas represente un modelo de crecimiento y desarrollo integral, un activo valioso y estratégico; en invertir en Instituciones y capacidades para la innovación y el emprendimiento de forma inteligente y efectiva.

• Son necesarias en particular medidas de cambio estructural (cambio en la matriz productiva mediante estrategias de diversificación, en particular de las exportaciones hacia productos de mayor valor agregado, mayor contenido tecnológico, mayor complejidad económica) y políticas de incremento en la calidad de la canasta exportadora.

• América Latina y el Caribe llevan -quien más, quien menos- 200 años de décadas perdidas. Esa es la realidad política y económica y productiva de nuestra región, por eso estamos en el nivel de subdesarrollo que estamos, a pesar de los recursos que tenemos, a pesar de lo trabajadora que es nuestra gente.

• Trabajemos para lograr dar ese salto al desarrollo sostenible que tanto necesitamos, fortaleciendo las instituciones democráticas, con iniciativas que respalden la transparencia y la rendición de cuentas y la lucha contra la corrupción.

• Como dijo un paisano de mi país “la patria es la dignidad arriba y el regocijo abajo”, y para ello debemos seguir luchando día a día por conquistar cada vez más derechos para más gente, porque también implica más paz, más soberanía y más justicia. Esa es la esencia del multilateralismo y esa es la razón de ser de nuestra Organización.

• GRACIAS a todos con mayúsculas, gracias al Presidente (de Colombia, Iván) Duque por presentar mi candidatura, a cada uno de los Cancilleres que vinieron al Consejo Permanente a hacerla suya, a cada Embajadora y Embajador que la defendieron y promovieron, mis súper-amigos; a cada una y cada uno que planteó un desafío a mi candidatura -en este ámbito o en cualquier otro ámbito- porque ello fue fundamental para que trataremos de ser mejores, todas, todos. A la banda amiga que me aguanta el corazón. You are stuck with me.

• Mil gracias al personal de servicio, por su dedicación y profesionalismo, a ellos y los demás que hicieron posible la realización la Asamblea General Extraordinaria en las mejores condiciones de seguridad y salud que se podían brindar. Ellas y ellos son nuestra población vulnerable, son los que han tenido que seguir haciendo otros trabajos fuera de la OEA para mantenerse en tiempos de pandemia. Para ellos mi gratitud, mi afecto, mi trabajo.