Discursos y otros documentos del Secretario General

PRESENTACIÓN DEL LIBRO: “DERECHO INTERNACIONAL DE LA DEMOCRACIA

29 de septiembre de 2020 - Washington, DC

Es para mí un enorme placer compartir este evento con ustedes, amigas y amigos, que han contribuido de diferentes formas a darle sustancia a un tema que para nosotros es clave en nuestro trabajo.

Es cierto que no es fácil hacer un libro cuando uno tiene prácticamente una dedicación total, del 100 por ciento del tiempo a este trabajo. Pero eso también lo hace fácil en muchos sentidos porque la experiencia práctica que hemos acumulado en la aplicación del derecho a la democracia, el derecho interamericano a la democracia, el derecho internacional a la democracia que hemos hecho en estos últimos cinco años probablemente no lo ha hecho ninguna otra persona, ninguna otra institución.

Hemos tenido que hacer frente a los principales desafíos que ha tenido la democracia a nivel mundial en este tiempo, tiene que ver con el trabajo en Venezuela, fundamentalmente, donde hemos tenido que observar el deterioro institucional del país, de sus procesos electorales y el deterioro de los derechos políticos y civiles de la gente. Hemos tenido que hacer frente a este trabajo también en Nicaragua y hemos tenido que prácticamente llevar adelante el ejercicio de erradicación de malas prácticas en todo el hemisferio porque no hay democracia perfecta.

Como el derecho internacional, el derecho a la democracia tampoco está completamente perfeccionado -como se señalaba- en términos jurídicos, esto es un trabajo evolutivo que tiene que asentarse sobre variables institucionales muy sólidas, y por eso creo que debemos estar agradecidos a la editorial, porque nos empujó también a esta sistematización que era tan absolutamente necesaria y que introdujera elementos de las dos regiones en que la democracia hace a la esencia del funcionamiento sistémico, la Unión Europea y el hemisferio americano.

La Unión Europea y las Américas son contundentemente las regiones del mundo en las que la democracia funciona mejor, donde se promueve y se ejerce sobre una base sistémica.

La obra que hoy presentamos tiene como objetivo sentar bases históricas, normativas consuetudinarias para la protección de la democracia, del mecanismo e instrumentos jurídicos al respecto, analizar la existencia del derecho a la democracia y el trabajo permanente, fortalecimiento a la institucionalidad democrática en función de los compromisos internacionales y por lo tanto, del derecho interamericano y del derecho internacional. Esto no es una cuestión menor, es cada vez más relevante que nunca frente a amenazas dictatoriales y frente a las tentaciones autoritarias rápidas que debemos enfrentar.

Agradecer a la editorial de nuevo por el apoyo para la publicación de este trabajo. Agradecer a quienes han colaborado con distintos capítulos de la obra Pía Pierre Garrone y Serguei Kouznetsov, de la Comisión de Venecia; Francisco Guerrero, Jean Michel Arrighi y el reconocimiento a Gerardo (de Icaza) qué ha sido el motor incansable detrás de este proyecto, esto es algo que le debemos a la gente en definitiva.

El artículo 1° de la Carta Democrática Interamericana señala qué los pueblos de las Américas tienen derecho a la democracia y sus gobiernos de promoverla y defenderla.

Tenemos un mandato claro en hacer realidad ese derecho y esa obligación de los gobiernos de promover y defender la democracia. El sistema interamericano en la mayoría de los casos, las constituciones en la región, los argumentos jurídicos tienen una base sólida, tienen una base de identidad -como lo señalábamos- todas nuestras naciones han nacido a la vida independiente –--salvo un caso particular- como naciones democráticas y por lo tanto esa identidad nacional también se ha afirmado en esa identidad democrática. Cuando hay una dictadura es completamente disfuncional en el resto del hemisferio. Cuando empieza a surgir la dictadura venezolana se transforma en algo disfuncional en la política hemisférica; la dictadura cubana sigue siendo algo completamente disfuncional en la política hemisférica porque esa identidad sigue siendo muy fuerte y los pueblos la sienten y son los primeros en promover y tratar de defender esos derechos que ellos mismos tienen.

La normativa de promoción y protección de los derechos humanos en nuestro hemisferio tiene una relación intrínseca con el sistema democrático, porque ofrece las mayores garantías para los derechos y las libertades fundamentales. Sin división de poderes, sin Estado derecho democrático, sin elecciones libres -a través de las cuales la ciudadanía pueda expresarse, participar, movilizarse, protestar, reclamar, participar en el proceso decisorio-, en definitiva es para controlar también posibles abusos y el buen funcionamiento de los derechos consagrados en cada una de las constituciones, en cada una de los instrumentos jurídicos interamericanos.

Resulta imposible entender la ingeniería de derechos humanos del continente sin tomar en cuenta su nexo intrínseco con la democracia, es en ese marco donde cada uno de los derechos es entendido, en donde cada uno de sus derechos puede funcionar y tener su significado real.

Debe tenerse en cuenta además que todos los acuerdos del sistema interamericano, los acuerdos hemisféricos, los acuerdos sub-regionales, cada uno de ellos contempla ese mecanismo de defensa de la democracia. La necesidad del régimen democrático para la más plena vigencia de sus derechos para asegurar el camino al desarrollo; que es además una constante permanente, si analizamos las variables vemos que las democracias que mejor funcionan en este hemisferio son la de los países que han alcanzado los mayores niveles de desarrollo, porque la fortaleza institucional hace a la esencia la solución de los problemas, a la esencia del mejor funcionamiento económico, el mejor funcionamiento comercial idealmente en pleno ejercicio de derechos económicos y sociales.

Por eso vemos que las dictaduras hemisféricas son aquellos sistemas que más fracasos en términos sociales y económicos presentan, sus sistemas productivos lo han llevado prácticamente al colapso, pero no solamente eso, sino que en el caso venezolano lo hemos visto como el deterioro institucional del país llevó a la peor crisis humanitaria de la historia hemisférica y a la peor crisis migratoria de la historia hemisférica. Por lo tanto, la democracia es el principal instrumento para defender los derechos económicos y sociales de la gente.

Con las deudas pendientes estructurales que tenemos porque somos países estratificados y seguimos siendo países absolutamente desiguales, algo que la democracia tiene que lograr esas condiciones porque esa es la principal amenaza que tiene en el hemisferio.

La democracia es lo que hace entender los demás conceptos y como debe funcionar la arquitectura de garantías, es la clave de la normativa interamericana, siendo un elemento fundamental del sistema se constituye también en un derecho cuya vigencia y aplicabilidad no puede ser negada. Tenemos por lo tanto un mandato muy claro, actuar para proteger el derecho a la democracia de los pueblos de las Américas, actuar para hacer vigente día a día el derecho internacional de la democracia en el hemisferio, tenemos responsabilidades claves que surgen de los instrumentos jurídicos interamericanos, tenemos mecanismos para hacer vigente esa defensa de la democracia hemisférica.

Contamos con instrumentos muy valiosos, uno de esos por ejemplo son las Misiones de Observación Electoral que son herramientas poderosas, las MOEs son la voz que hacen sonar las mejores recomendaciones para ir mejorando sus sistemas electorales, para identificar, para dar las alertas tempranas de donde están las malas prácticas, para identificar los problemas y para evitar los fraudes.

No hay proceso electoral perfecto, prácticamente todos han llegado a un buen fin, casi todos llegaron a un buen fin en el sentido de que no hay una alteración del resultado, como nos tocó lidiar en la última elección presidencial en Bolivia. Cuando hay una manipulación dolosa de los resultados electorales y la alteración de la voluntad popular. En general, si uno ve cuando pasó eso, la primera voz de alarma no surgió de la OEA, la da el propio pueblo boliviano que se siente defraudado en el manejo del proceso electoral por las autoridades. La OEA simplemente constata hechos en la misión y después realiza una auditoría que constata aún más graves hechos que alteraron dolosamente ese resultado. Pero esto, sea para dar alerta temprana, sea para asegurar que la voluntad del pueblo sea respetada, sea para erradicar malas prácticas, las MOEs constituyen un elemento clave.

Es un elemento que introduce la Carta Democrática interamericana que es la base, el sustento, la base legal de la operativa de las MOEs y es parte esencial de nuestro trabajo y de la construcción del derecho internacional de democracia y del derecho a la democracia.

Si ven los instrumentos que tenemos en defensa de la democracia: artículos 17 y 18 de la Carta Democrática Interamericana, los artículos 19, 20, 21 y 22, cómo prevén acciones concretas cuando hay alteración del orden constitucional o cuando no se respeta la buena práctica. Los artículos 3 y 4 y esos elementos esenciales que hacen de los componentes fundamentales en la práctica democrática son la referencia inmediata. Es normativa muy básica, es normativa casi de manual, hacerlas funcionar, lograr su operativa más plena es el principal desafío y a veces los principios, la sustancia más básica es la que trae los mayores problemas en su aplicación y lo que separa al buen funcionamiento democrático del mal funcionamiento democrático.

Nuestros informes han estado basados siempre en hechos, nosotros no emitimos opinión, no tenemos opinión política, no podemos tener opinión política, no somos ideológicos. El mapa político hemisférico cambia permanentemente, donde antes gobernaba la izquierda ahora gobierna la derecha, no obstante la defensa de la democracia sigue siendo fundamental en cada uno de los países, en cada uno de los sistemas políticos y nuestro trabajo tiene que ser cada vez más específico basado en la certeza jurídica, que dé certeza política en el funcionamiento de los sistemas, que dé certeza a la democracia sistémicamente. No puede ser la democracia una definición ideológica, la democracia durante el contexto de la Guerra Fría dependía de la valoración bilateral que hiciera la potencia de turno con respecto a ese país, eso no es el camino para promover y respetar la democracia. La defensa de la democracia tiene que ser sistémica en función de sus principios fundamentales que hemos señalado.

Y hay un principio fundamental también que es clave en el funcionamiento de la democracia, hablamos de la separación de poderes, las garantías fundamentales, de la libertad de expresión, de la fortaleza institucional desde esa institucionalidad democrática, del papel que juega la justicia al respecto. También la importancia sistémica debe ser asegurada sobre la base permanente del derecho y de la certeza jurídica que el mismo otorga.

Agradezco mucho el libro que hoy presentamos, nos ayudó a analizar nuestro trabajo, nos ayudó a ser autocríticos, nos ayudó a encontrar nuevas fortalezas para el mejor ejercicio de nuestra función y para fortalecer esa dimensión institucional que tiene que tener nuestro trabajo y que tiene que apartarse de las ideologías, de las condiciones de relaciones bilaterales, tiene que tener el componente sistémico fundamental.

Agradezco la posibilidad de esta presentación y a todos los que han contribuido de una manera clave para hacer este trabajo de la mejor forma, porque lo han impulsado y porque cada uno impulsa la democracia como forma de gobierno lo cual es algo clave en las dinámicas políticas y sociales de nuestro hemisferio.

Muchas gracias