Discursos y otros documentos del Secretario General

“FORO: DEFENSA DE LA DEMOCRACIA EN LAS AMÉRICAS”

5 de mayo de 2021 - Miami, Florida

Hemos hecho un camino muy fuerte y muy duro en este tiempo, porque han sido tiempos especiales para la democracia hemisférica, no han sido tiempos fáciles. ¿Por qué? Porque la democracia funciona a la hora de perder, ese es un punto de inflexión. Hay que entender que lo mejor que puede haber en la política es la satisfacción del deber cumplido: si no cerramos ciclos ese deber cumplido prácticamente nunca llega. Cerrar ciclos democráticos para abrirlos a la alternancia de poder es la esencia de la democracia. Y como se dijo, la democracia es un compromiso ético.

Para mí, en la tarea democrática, lo más importante de todo es fortalecer las instituciones, trabajar las instituciones para que sean cada vez más fuertes, más vigentes y que funcionen mejor en el marco del Estado de derecho, y que garanticen las mejores condiciones de gobernabilidad y las mejores condiciones de eficiencia.

La institucionalidad democrática es clave y nosotros nos hacemos responsables. Debemos ser auditados permanentemente, pasar por el escrutinio de la opinión pública y tenemos que responder por nuestras acciones políticas.

La democracia se asienta en esa fortaleza de las instituciones, que funcionen cada vez mejor, que actúen cada vez mejor, que generen mejores condiciones de vida para nuestra gente. Y nunca podemos confundir tampoco democracias imperfectas, prácticamente todas las del hemisferio, con dictaduras: no podemos confundirlas, no se pueden entreverar los cables en esa lógica.

Las dictaduras están. Hemos sido claros respecto a por qué las condiciones han estado de esa forma, en esos lugares y no en las democracias. No quiero comparar ningún caso pero vamos por el principio: el caso de El Salvador.

El caso de El Salvador es muy particular. Hemos hecho un comunicado muy crítico de la situación y de la crisis que se ha generado. Pero El Salvador hoy, eventualmente, si el Presidente Bukele actúa incorrectamente en los próximos tiempos, agarraría para el camino donde ya están Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia.

Estos países ya están con poderes judiciales cooptados, con una dinámica de persecución política. Entonces, ¿vamos a regalar que un país más vaya para ese lado, lo vamos a empujar para ese lado? No, no podemos hacer eso. Tenemos que ayudar para que la democracia funcione en El Salvador.

Y ¿cuál es el punto, la dimensión ética? El Presidente Bukele ha citado artículos de la Constitución en los que se ampara, ha hecho referencia a la actuación de los magistrados de la Sala Constitucional. No es ese el punto, el punto es que la democracia, cuando se ejerce con determinada mayoría, la mayoría de dos tercios, no implica que deber haber cooptación de poderes. Implica que debe respetarse la independencia de los poderes, ése es el principio fundamental de la democracia.

Esa mayoría es responsable de la independencia de poderes, es responsable del funcionamiento del Estado de derecho de la mejor manera. Ese es el punto clave, y en ese sentido tiene que actuar hacia adelante, generando los pesos y contrapesos que permitan a El Salvador continuar con una dinámica democrática y ése es el punto, pero no podemos entreverar las cosas.

Pero tampoco podemos comparar -he visto un par de cosas ridículas en estos días. No debería haber nunca un doble estándar, porque si no aceptamos -como no hemos aceptado- la expulsión prácticamente de los magistrados de la Sala Constitucional de El Salvador, menos que menos podemos aceptar el nombramiento de un Consejo Nacional Electoral en Venezuela de una forma completamente ilegítima, por una Asamblea Nacional absolutamente ilegítima. Esto es ridículo, es absurdo desde el comienzo al fin y ese es el punto donde no se pueden entreverar las cosas.

Tenemos que lograr siempre las mejores condiciones de independencia. Nos tienen que permanentemente chequear, auditar, monitorear, esa es la ventaja que tiene la democracia. Cuando ejercemos la función política desde la democracia nos están diciendo permanentemente nuestros errores, nos están impidiendo que cometamos abusos o excesos.

Ahí viene la parte del balance de los poderes, por eso necesitamos un Consejo Nacional Electoral independiente, por eso necesitamos un Poder Judicial independiente, por eso necesitamos un Congreso fuerte, por eso necesitamos que los poderes del Estado funcionen siempre de la mejor manera. Cada una de estas instituciones es clave y es fundamental en estos procesos.

¿Qué debemos resolver? ¿Por qué tenemos democracias imperfectas? Tenemos problemas estructurales, para mí los más graves son la corrupción y la violencia. Somos un hemisferio absolutamente violento, tenemos ocho por ciento de la población del mundo y 38 por ciento de las muertes violentas a nivel mundial: nos matamos mucho más entre nosotros que en cualquier otro lugar del mundo.

La corrupción, la corrupción venezolana es la cosa más asquerosa que ha existido en la historia de la humanidad, podemos poner otros casos latinoamericanos. Odebrecht repartió, en 15 años, 800 millones de dólares en comisiones. En un solo caso juzgado en Miami, PDVSA tuvo un margen de corrupción de 1.500 millones de dólares, prácticamente el doble de toda la corrupción de Odebrecht en 15 años, en un solo año. Por eso la corrupción llega a márgenes -algunos dicen que la cifra más baja es de 90.000 millones de dólares y otros dicen que es de 300.000 millones de dólares-. La cifra más baja implica un plan Marshall en moneda actualizada y es lo que precisa Venezuela hoy para recuperase, por ejemplo.

En cuanto a la desigualdad y la pobreza, somos el continente más desigual de todos, eso es inadmisible por donde se lo mire. Es una puñalada clavada a la democracia en todo sentido.

Es inadmisible la dimensión de pobreza que tenemos y es inadmisible la dimensión de desigualdad que tenemos. Tenemos tanto que resolver al respecto, y si no resolvemos estos problemas estructurales va a ser muy difícil que mejoren nuestras democracias.

Obviamente que junto a esto vienen las dinámicas de desestabilización. El laboratorio central es Cuba, de ahí ha salido la desestabilización hemisférica por décadas, exportaban guerrillas en los sesentas y los setentas, luego empezaron a encontrar otras formas más sutiles de desestabilización y de repente se encontraron en el camino con dinero bolivariano y eso transformó completamente las posibilidades de estabilización de las democracias.

¿Qué es lo que significa narcotráfico y crimen organizado en términos políticos? Significa dinero, dinero que se bombea al sistema democrático y entonces lo perfora como un queso gruyere. Lo hiere fuerte, si hay algo que me gustaría hacer más que nada en este mundo es perseguir el dinero bolivariano en cada una de las campañas del hemisferio, desde Canadá hasta Tierra del Fuego. Es lo que más limpiaría los sistemas políticos del hemisferio, lo que mejores condiciones generaría para el funcionamiento de la democracia, limpiar ese dinero insuflado a campañas y actividades políticas durante todos esos años.

Queda mucho por trabajar, la democracia se trabaja permanentemente, nunca se puede dar por descontada, nunca podemos descansar sobre la democracia. Siempre tenemos que trabajarla, siempre tenemos más derechos que conseguir, siempre tenemos mejor institucionalidad que construir, siempre tenemos que generar mejores condiciones y más eficientes de gobierno.

¿Qué son los sistemas dictatoriales en este hemisferio? Son la muestra más clara del fracaso económico, productivo y social. ¿Qué es Cuba, si no el ejemplo más claro y patético del fracaso político, económico social y productivo?. Destrucción completa del aparato productivo, destrucción completa de las variables económicas y destrucción completa del ejercicio pleno de la soberanía por parte del pueblo.

¿Qué es el sistema bolivariano? Todavía peor, porque se aplica sobre un país rico, un país con todos los recursos. ¿Qué es lo de Nicaragua y lo de Bolivia? Son tremendos fracasos en ese sentido.

Ir por el camino de la dictadura es ir por el camino del fracaso. Ayudar a nuestras democracias imperfectas, sin dobles estándares, ayudar a nuestras democracias imperfectas para que no se tiren por ese precipicio es clave, permanente. Es necesario absolutamente realizar ese trabajo.

Muchas gracias.