Comunicado de Prensa


OEA SATISFECHA POR RESULTADOS DEL AÑO ELECTORAL 2006 EN LA REGION

  9 de enero de 2007

“Estamos muy satisfechos con los resultados finales de las elecciones que se realizaron durante el 2006 en la región”, afirmó hoy el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, al hacer un balance de un año electoral intenso en el continente. Durante un foro en Diálogo Interamericano, en la ciudad de Washington, Insulza destacó el desarrollo positivo de los comicios y la actividad de la OEA en la observación de los mismos. “En general, los pueblos de América Latina y el Caribe pueden estar satisfechos con su año electoral”, dijo.

El Secretario General de la OEA señaló que ahora el reto tiene que ver con “la segunda parte de la democracia” –por ejemplo, cómo gobernarán los que fueron elegidos y cómo se aplicarán las normas de la Carta Democrática Interamericana.

Durante una extensa presentación sobre las elecciones realizadas el año pasado en muchos Estados miembros –notablemente en Chile, Costa Rica, Haití, Honduras, Guyana,, México, Nicaragua, Perú, Venezuela y Santa Lucía, entre otros– el Secretario General sostuvo que en general todos tuvieron un buen desarrollo, y sus resultados, en muchos casos ajustados, fueron respetados, aun en instancias donde se habían anticipado problemas, como en los casos de Haití y Guyana.

En el foro, moderado por el Presidente de Diálogo Interamericano Peter Hakim, Insulza habló sobre el tema “Las elecciones del 2006: Casos difíciles para la OEA”, deteniéndose en las características cada proceso electoral que observó la OEA y destacando que la aceptación generalizada de los resultados por parte de los ciudadanos de los respectivos países contribuyó al balance positivo del año electoral.

En el caso de las elecciones en Nicaragua, aseguró que estas exhibieron un excelente desarrollo desde el punto de vista de su procedimiento y en cuanto a la participación ciudadana. Insulza dijo que la OEA había estado en contacto permanente con las autoridades electorales y destacó el alto grado de cooperación y la aceptación por parte de esta instancia, a todas las sugerencias que presentó la OEA. Concluyó que “al fin y al cabo, la elección –que no fue perfecta– fue tan bien manejada y tan abierta que nadie pudo decir nada”.

La situación en el Ecuador, dijo, fue menos difícil desde el punto de vista de la OEA, a pesar de ciertos asuntos que se presentaron. El resultado satisfactorio se debió en parte al margen considerable con el cual contó el ganador en la segunda ronda de la votación, señaló. En Haití, donde se esperaban problemas, el proceso electoral también tuvo un resultado netamente positivo, continuó Insulza, y en el caso de Guyana los comicios se desarrollaron de manera pacífica, no obstante los temores iniciales de posible violencia.

Con respecto a Venezuela, Insulza dijo que la OEA había aceptado la invitación de observar los comicios presidenciales de diciembre porque “tenemos una obligación que cumplir y eso es lo que hicimos en ese país”. Mencionó dos cuestiones de particular interés para los observadores de la OEA: asegurar que el voto fuera secreto y no sujeto a presiones; y que los resultados reflejaran un conteo correcto. “En nuestra opinión, y eso lo reflejó la Misión de Observación Electoral de la OEA en su Informe, la elección presidencial se desarrolló conforme a los estándares mínimos y el resultado fue legítimo”, a pesar de algunos problemas, dijo Insulza.

El foro contó con la participación de expertos regionales, periodistas y analistas políticos, quienes intercambiaron ideas, entre ellas una sugerencia de que la observación electoral de la OEA se convierta en una actividad independiente, tal como los procedimientos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Insulza se refirió también a la necesidad de seguir apoyando a los Estados en su deber de perfeccionar sus padrones electorales.

Referencia: C-006/07