Comunicado de Prensa


Comunicado de la Secretaría General de la OEA sobre sucesos en Ecuador

  22 de junio de 2022

La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sigue con atención los sucesos que vienen ocurriendo en Ecuador, a raíz de las distintas movilizaciones y protestas que encabeza la Comunidad Indígena por reformas económicas y sociales, y que se ha extendido a varias ciudades del país, deviniendo en bloqueo de carreteras, enfrentamiento con fuerzas de seguridad, paralización del transporte público y paralización del Aeropuerto de Quito.

Desde la Secretaría General hacemos un llamado a las partes para entablar un diálogo que debe contar con la participación de la Confederación de Naciones Indígenas (CONAIE), a partir del cual se aborden los reclamos de dicha comunidad. Es necesario que el sistema político dé inmediata respuesta en mejoras de subsidios, en la condonación de créditos vencidos, así como resolver el estado de emergencia en el sector salud y mejoras en el presupuesto de educación intercultural, entre otros.

Por otra parte, preocupan a la Secretaría General los discursos golpistas como “el único objetivo, la única resolución es sacar a Lasso, no queremos ningún diálogo”. El camino de la protesta debe ser pacífico y democrático siempre, en los principios que lo sustentan y en los fines que persigue. Los mandatos constitucionales otorgados directamente por el pueblo deben ser respetados, esencialmente hasta que el pueblo se pronuncie nuevamente en elecciones libres y democráticas.

La Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana aplican por igual a todos los Estados Miembros y, sobre todo, a quienes ocupan cargos de responsabilidad, ya sea en el Gobierno, la oposición o la sociedad civil, a fin de asegurar que, en situaciones críticas, las posibles rivalidades políticas, normales en toda democracia, no entrañen temor de violencia o intimidación de una y otra parte, y se evite provocar o responder a provocaciones. La violencia y el uso excesivo de la fuerza sólo pueden ameritar nuestra condena en cualquier situación. Ante la protesta, los protestantes deben hacerlo en forma pacífica respetando las instituciones democráticas, y el Estado tiene la obligación de proteger los derechos fundamentales de todos; la vida e integridad de la población y de los miembros de la fuerza pública y también de los bienes públicos, y si utiliza la fuerza pública para ello. lo debe hacer en forma proporcionada también respetando las instituciones democráticas.

Ningún Estado de Excepción decretado debe excederse respecto a las necesidades de la situación que se enfrenta de manera razonable, para así evitar prolongaciones en el tiempo, desproporcionalidad o desviación o abuso de poder, ya que el uso arbitrario se traduce en la afectación de la democracia y limitaciones a la libertad de expresión, igualdad ante la ley y a la libertad de asociación establecidos en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.

Referencia: C-035/22