Comunicado de Prensa


LA OEA ANALIZA LAS DISTINTAS CAUSAS QUE AMENAZAN
LA SEGURIDAD EN EL CONTINENTE

  12 de marzo de 2007

La Organización de los Estados Americanos (OEA), examinó hoy la correlación existente entre los altos índices de inequidad, la exclusión social y la pobreza extrema en el continente así como los impactos de estos fenómenos en la seguridad de los ciudadanos en los países miembros, con el fin de encontrar soluciones y fortalecer las democracias de la región.

Al inaugurar el seminario donde se trataron estos temas, el Secretario General José Miguel Insulza afirmó que la persistencia de la desigualdad y la pobreza representa unos de los mayores desafíos “al desarrollo, a la gobernabilidad democrática y a la seguridad del hemisferio”. Por lo tanto, recalcó que estas amenazas deben ser enfrentadas con una nueva perspectiva multidimensional que enfoque en aspectos políticos, económicos y sociales.

Insulza explicó que a pesar de un crecimiento económico positivo en los últimos años, persisten problemas complejos que los gobiernos de las Américas deben enfrentar. Dijo que la estabilidad política y la seguridad de los ciudadanos dependen en gran medida de la inclusión de los sectores marginados y la erradicación de la pobreza.

“Los gobiernos deben promover una mayor participación y apuntar hacia la formulación de políticas públicas más inclusivas, con el objetivo de incentivar mayor cohesión social y estabilidad del sistema político. Cuando convergen altos niveles de inequidad y exclusión, la gobernabilidad democrática corre ciertos riesgos”, sostuvo Insulza. El titular de la OEA agregó que cuando los Estados tienen que destinar los escasos recursos públicos para enfrentar los problemas derivados de la delincuencia, el narcotráfico y el crimen, se desvían recursos necesarios para áreas prioritarias de desarrollo económico y social.

Sostuvo que “es ciertamente imperativo romper el círculo vicioso de inequidad-crimen-discriminación”, y agregó que “una distribución mas equitativa de los recursos y de la prosperidad es un requisito indispensable para elevar los niveles de seguridad de todos en la región”.

El Seminario –convocado por la Comisión de Seguridad Hemisférica y la Comisión Ejecutiva Permanente del Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (CEPCIDI), ambas entidades del organismo hemisférico –incluyó dos paneles relacionados con estos temas: Combate al hambre y la pobreza y fortalecimiento de la seguridad – Aspectos generales; y Combate a la pobreza y fortalecimiento de la seguridad –Iniciativas internacionales para el desarrollo de Haití y la MINUSTAH.

El Ministro de Justicia y Seguridad Pública de Haití, René Magloire, que participa en la reunión, compartió los avances y desafíos de su país en temas de seguridad, subrayando el positivo apoyo brindado por la comunidad internacional y la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilidad de Haití (MINSUTAH).

El Ministro haitiano manifestó que los conflictos nacionales tienden a agravar los problemas de la pobreza. Señaló que Haití sigue siendo el país más vulnerable de la región como consecuencia de los altos índices de pobreza extrema que sufre, lo que genera la aparición de bandas criminales y de narcotraficantes.

Aunque reconoció que gracias al compromiso internacional se han registrado “avances positivos” en materia de seguridad y fortalecimiento institucional, Magloire dijo que “necesitamos reconquistar nuestro ámbito de seguridad y obtener buenos resultados, y para lograrlo necesitamos establecer la paz entre nosotros”.

El diplomático haitiano agregó que “vamos a seguir promoviendo un clima de diálogo y de inclusión, de esta manera vamos a poder fortalecer nuestras instituciones, tal como la policía judicial”. Esto contribuiría a “crear un clima de confianza, que es indispensable para lograr mejores inversiones económicas duraderas para salir de la pobreza en nuestro país”, apuntó.

Por su parte, el Representante de Costa Rica ante la OEA y Presidente de la Comisión de Seguridad Hemisférica, Embajador Javier Sancho Bonilla, reiteró la necesidad de combatir la pobreza extrema, la inequidad y la exclusión social, “porque éstas no sólo se han convertido en un problema ético que debemos solventar con urgencia, sino también porque constituyen una amenaza potencial para la estabilidad de nuestros países”.

El Embajador Sancho Bonilla afirmó que sus causas tienen que ver con procesos políticos, económicos, sociales y también con fenómenos ambientales que no conocen fronteras. Explicó que su gobierno ha identificado tres respuestas para confrontar el problema: “el libre comercio, la inversión en educación y la reducción del gasto militar”.

“La democracia es el camino incuestionable para ir buscando soluciones –por la única vía legitima del consenso, el diálogo y la participación– a todos los imperativos y las dificultades que día a día se imponen ante nuestros pueblos”, afirmó Sancho Bonilla.

Por su parte, el presidente del CEPCIDI, Embajador Ellsworth John de San Vicente y las Granadinas, dijo que existe “una corriente de insatisfacción en torno a que los beneficios de la democracia no han filtrado a la mayoría de la gente. Esto claramente representa una amenaza a la estabilidad política en nuestros países”. John abogó para que la OEA continúe liderando el esfuerzo para aliviar la pobreza en el hemisferio, trabajando conjuntamente con entidades internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Durante el transcurso del día, los delegados escucharán presentaciones de representantes del BID, el Banco Mundial, sectores académicos y de la sociedad civil, entre otros expertos.

Referencia: C-076/07