Comunicado de Prensa


Secretario General de la OEA presentó su visión para fortalecer la democracia hemisférica

  8 de diciembre de 2011

El Secretario General de la Organización de los Estados (OEA), José Miguel Insulza, valoró el rol que ha cumplido la Carta Democrática Interamericana (CDI) en el fortalecimiento de la democracia en el continente durante la década pasada, y reiteró su convencimiento de que, no siendo necesario modificar su texto fundacional de 2001, es importante complementarlo en tres ámbitos sobre los que formuló propuestas: precisar qué constituyen violaciones graves de la constitucionalidad democrática; aumentar los mecanismos preventivos de defensa de la Carta; y buscar instrumentos de evaluación de la democracia en la región. Sus declaraciones fueron formuladas durante su intervención en el II Foro de la Democracia Latinoamericana, que se celebró en Ciudad de México del 6 al 8 de diciembre.

En la conferencia magistral del tercer día del foro, el Secretario General Insulza recordó el clima hemisférico y mundial en medio del cual surgió la Carta Democrática Interamericana en el 2001, y resaltó las virtudes y singularidades del documento. Al denominarla como “el programa de la república democrática”, resaltó que con su adopción se amplió el concepto de la democracia a nivel regional. “En la discusión acerca de qué es la democracia, sólo una forma de gobierno o una forma de organización completa de la sociedad basada en determinados derechos que se consideran universales y permanentes, la Carta opta claramente por la segunda alternativa y define la democracia como un derecho de los pueblos”, afirmó.

Puntualizando que no es partidario de modificar el texto de la CDI, Insulza señaló la existencia de algunos vacíos en su redacción, que pueden ser resueltos con definiciones complementarias en tres áreas: en la relativa a las rupturas de la democracia, la instalación de mecanismos preventivos, y la creación de instrumentos no invasivos de evaluación de la democracia.

Al desarrollar su primera propuesta para complementar la Carta, el líder de la institución hemisférica explicó la necesidad de ampliar la referencia a “las violaciones graves de la institucionalidad democrática” mencionadas en la CDI, que van más allá del derrocamiento de un gobierno legítimamente constituido. En ese sentido, abrió el debate formulando cuatro ejemplos: el cierre arbitrario de un poder del Estado; la violación masiva de los derechos de libertad consignados en la Convención Interamericana de los Derechos Humanos; un fraude grave y constatado que altere la voluntad popular en un proceso electoral; y una situación de caos generalizado que torne una sociedad ingobernable.

En cuanto a los mecanismos preventivos de defensa de la Carta, el Secretario General aludió a la necesidad de poder actuar previsoramente y respetando la soberanía nacional, cuando se presente una amenaza clara en contra de la estabilidad de algún país, lo que supone ampliar las atribuciones del Secretario General para permitir su actuación antes de que una crisis se desate. “La Carta ha sido más difícil invocarla cuando se actuó de manera tardía”, explicó.

Ante un variado público de expertos y políticos presentes en el Foro, el máximo representante de la Organización hemisférica abogó en tercer lugar por la identificación de instrumentos de evaluación de la democracia que no resulten invasivos para los Estados, y sugirió seguir el ejemplo de los ya existentes en otros ámbitos de la OEA, como aquellos usados -“interpares”- en el seguimiento de la Convención Interamericana contra la Corrupción, y en la evaluación de la situación de la violencia contra la mujer.

El Secretario General Insulza resumió su formulación de alternativas para complementar la CDI afirmando que los desafíos que enfrenta la Carta se refieren a su implementación, no a su contenido. Por ello, concluyó, no es necesario reformarla, sino mejorar su aplicación para afrontar con mayores garantías los retos que actualmente tiene la democracia en la región y que frenan su desarrollo.

En la Conferencia Magistral dedicada a los diez años de la Carta Democrática, el Secretario General presentó su visión de la situación de la democracia en América Latina. “Más allá de los problemas que existen, el continente ha vivido ya cerca de diez años, con escasas excepciones, con gobiernos elegidos democráticamente. Esto no había pasado nunca antes en la región”, aseguró. Eso permite afirmar, continuó, que desde el punto de vista electoral y de la generación de los gobiernos, América forma, con Europa, el conjunto de los continentes democráticos del mundo.

El máximo representante de la OEA alertó sin embargo que, a pesar de los logros, la democracia en la región es aún precaria y está amenazada por problemas como la desigualdad y la pobreza. “La desigualdad no sólo se manifiesta en la distribución del ingreso, también en la discriminación que afecta más a las minorías, como los indígenas, los afroamericanos y las mujeres cabeza de hogar”, sentenció. “No existe democracia real donde existen sistemas de castas y desigualdad de la magnitud de la que tenemos en las Américas”, afirmó, un problema que ha ido empeorando con los años.

Otra seria amenaza para el sistema democrático, a juicio de Insulza, es la criminalidad. “Difícilmente podemos tener plena democracia cuando existen grupos de la sociedad que amenazan el orden democrático, se rigen por sus propias normas y constituyen sociedades criminales”, advirtió. Como tercer desafío para la incipiente democracia en la región, que se agrega a la desigualdad y la criminalidad, mencionó los defectos que aquejan a las instituciones de la sociedad como la falta de separación e independencia de los poderes, la corrupción y las amenazas a la libertad de expresión.

En conclusión, el Secretario General Insulza aseguró que es necesario seguir por la misma senda: “Estamos en el inicio de proceso de modernización del continente; estamos mejor que hace diez años cuando se firmó la Carta, tanto desde el punto de vista del ejercicio democrático como de la estabilidad de sus gobiernos; sin embargo tenemos que poner acento en los problemas acá descritos”, aseveró.

El II Foro de la Democracia, que concluyó hoy en la sede del Antiguo Colegio de San Idelfonso de la Ciudad de México, fue coorganizado por la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Instituto Federal Electoral (IFE) de México e IDEA Internacional.

La agenda completa del evento está disponible aquí

Para más información, visite la Web de la OEA en www.oas.org

Referencia: C-1003/11