Comunicado de Prensa


Secretario General de la OEA participó en el debate sobre desigualdad organizado por el Presidente de la Asamblea General de la ONU

  8 de julio de 2013

El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, participó hoy con el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, en el “Debate temático sobre desigualdad” que se celebró en la sede de la ONU en Nueva York.

El debate fue organizado por el Presidente de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Vuk Jeremic, y contó con la presencia de la Ministra de Relaciones Exteriores de Guyana, Carolyn Rodrigues-Birkett, y la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Alicia Barcena, entre otras autoridades y representantes de organizaciones internacionales y agencias del sistema de Naciones Unidas.

En su discurso, el líder de la organización hemisférica reconoció la “oportunidad” de la convocatoria del Presidente de la Asamblea General de la ONU, “cuando numerosos países del mundo han presenciado recientemente movimientos de protesta que se atribuyen a una percepción generalizada de desigualdad”. Aunque dichas movilizaciones fueron provocadas por eventos circunstanciales distintos, dijo, “tienen características similares y nuevos protagonistas: se trata de movimientos masivos, que reúnen a variados actores sociales, muy especialmente jóvenes. Su tema común está en la exigencia de que, en el estado de desarrollo de sus países, tienen derecho a exigir una mejor distribución del ingreso o de los beneficios sociales que el Estado les puede proporcionar. Lo que está detrás de estas protestas es la creciente desigualdad”.

La conferencia fue abierta por el Presidente de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, Vuk Jeremic, promotor del evento, que expresó su agradecimiento a la OEA por su “significativo apoyo en la organización de este debate temático” y recalcó la “invaluable contribución” que realiza el Secretario General Insulza al Panel Asesor de Alto Nivel de Naciones Unidas “que está ayudando a reflexionar sobre el futuro de los organismos multilaterales en un mundo cada vez más globalizado e interdependiente”.

Sobre el tema del debate, el Presidente Jeremic recordó que “la lucha por la justicia social, conjuntamente con la aspiración de mitigar la desigualdad, han sido una búsqueda universal de milenios, inscrita en los libros sagrados de las más grandes creencias de la humanidad”. Por ello, añadió, “afrontar la desigualdad social es una responsabilidad moral, una necesidad política y un imperativo para la debida protección de los derechos humanos”.

Por su parte, el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon dijo que “en un momento de profundos cambios y gran incertidumbre, los Objetivos de Desarrollo del Milenio han sido notablemente exitosos en la generación de acciones globales en una amplia gama de temas”. Sin embargo, recordó que, a pesar de que 600 millones de personas han salido de la pobreza extrema, “las desigualdades sociales y económicas pueden romper el tejido social, minando la cohesión y evitando la prosperidad de las naciones. Es por eso que la igualdad está surgiendo como uno de los ejes centrales de la discusión sobre la agenda de desarrollo posterior a 2015”.

El Secretario General Ban Ki-moon introdujo el debate haciendo un llamado a identificar soluciones a la crisis económica y financiera que beneficien a todos. “Tendremos que crear unos 470 millones de nuevos puestos de trabajo entre 2015 y 2030”, advirtió, y concluyó que “atacar la desigualdad, erradicar la pobreza y promover la prosperidad común deben estar en el centro de la agenda sostenible de las Naciones Unidas”.

El Secretario General Insulza relató en su discurso cómo América Latina ha conseguido reducir sustantivamente la pobreza en los últimos años, “pero ese importante logro sólo ha sido acompañado muy marginalmente de una reducción de la brecha entre los ingresos más bajos y más altos de la sociedad”. “Aunque la pobreza ha disminuido a un 30% de la población de América Latina, la cifra es aún alta para una región con nuestro nivel de desarrollo”, aseguró. Además, la existencia de otros males como la discriminación, la vulnerabilidad y la exclusión social agudizan los efectos de la desigualdad, especialmente en el caso de los indígenas, los afro descendientes y los habitantes rurales.

El máximo representante de la institución hemisférica apuntó igualmente al desempleo, el acceso a la educación, la salud, la calidad de vivienda y la seguridad social como factores que marcan los parámetros de desigualdad en el mundo y afirmó que no se trata solamente un asunto de distribución, porque a lo largo de todo el continente “más de 250 millones de personas carecen de un seguro de salud”.

El Secretario General Insulza analizó igualmente las causas de la creciente desigualdad afirmando que “es habitual que se la atribuya a factores ‘positivos’ del crecimiento económico, como la mucho mayor demanda y altos salarios de los profesionales calificados, el premio al talento, el riesgo y la innovación, el paso a una competitividad global dado por el mayor acceso a mercados, etc”, pero recordó que, “aún si se acepta que la desigualdad es provocada por las cambiantes condiciones del mercado, es claro que no encontraremos en el mercado las soluciones para enfrentarla. El incremento sostenido de la desigualdad se produce en las últimas cuatro décadas, cuando se comenzó a proclamar por algunos que ‘el Estado es parte del problema, no de la solución’”.

Al cierre de su presentación, el Secretario General de la OEA insistió en que el problema de la desigualdad “no es simple de resolver, porque una mayor igualdad no se obtiene como producto del crecimiento económico”. Por ello abogó por buscar la reducción de la desigualdad mediante políticas públicas enfocadas en brindar mayores oportunidades, “aumentando la movilidad social a través de mejor educación, salud, acceso al crédito en condiciones de igualdad, servicios de vivienda y transporte y seguridad pública”.

El desarrollo de esas políticas, sin embargo, enfrenta hoy en día el “obstáculo adicional” de la pérdida de confianza en las instituciones que afecta a muchos de nuestros países, afirmó. “Esto hace difícil acometer cambios que signifiquen un aumento de recursos para financiar las políticas públicas y fortalecer las instituciones. Recuperar esa confianza reformando profundamente nuestras instituciones es el gran desafío de la clase política de nuestro hemisferio”, concluyó.

La galería de fotos de este evento está disponible aquí.

Para más información, visite la Web de la OEA en www.oas.org.

Referencia: C-264/13