Comunicado de Prensa


OEA PROMUEVE ESFUERZOS COMUNES PARA COMBATIR PROLIFERACION
DE ARMAS DE DESTRUCCION MASIVA EN LA REGIÓN

  11 de diciembre de 2006

La Organización de los Estados Americanos (OEA), a través del Presidente de su Comissión de Seguridad Hemisferica, Embajador Javier Sancho-Bonilla, de Costa Rica, reafirmó hoy el compromiso de los países miembros de convertir a las Américas en una región libre de armas nucleares, biológicas y químicas.

El Embajador Sancho-Bonilla inauguró, en la sede de la OEA, una reunión especial cuyo objetivo principal es el de promover la adhesión universal a la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento y el Empleo de Armas Químicas y sobre su Destrucción. Dicho encuentro se realizó en cumplimiento del compromiso asumido por los cancilleres de las Américas en la Asamblea General de la OEA realizada en Santo Domingo en junio de este año.

En la sesión, expertos sobre el tema analizaron los avances gubernamentales en intercambio de información sobre experiencias vinculadas al trabajo legislativo y administrativo necesario para implementar el mencionado tratado. La reunión enfatizó en la colaboración internacional a nivel regional y bilateral para combatir la proliferación de armas nucleares, químicas y biológicas; sus sistemas vectores, como misiles y cohetes; y materiales relacionados, dentro del marco de la Resolución 1540 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, adoptada en 2004.

La Resolución 1540 forma parte de las medidas internacionales dirigidas a impedir la proliferación de armas de destrucción en masa y en particular “impedir y contrarrestar la adquisición y el uso por terroristas de estas armas mortíferas”.

Peter Burian, el Presidente del Comité 1540, establecido por el Consejo de Seguridad de la ONU, señaló que hay que reconocer que la amenaza es real y que las consecuencias de un ataque terrorista mediante armas de destrucción masiva serían inconmensurables. “Ningún Estado está exento de este peligro ya que los actores no estatales pueden buscar aprovechar el territorio de cualquier Estado usándolo como santuario, por ejemplo para el tráfico ilegal de bienes, para actividad financiera ilegal, o para la venta, en terceros países, de artefactos relacionados con armas de destrucción masiva”, dijo Burian.

Por su parte, el Director General de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), Rogelio Pfirter, hizo hincapié en la necesidad de la voluntad política por parte de todos los Estados miembros y de la implementación eficaz de planes específicos para la destrucción de todos los almacenes de armas químicas. “No debe haber excepciones a la prohibición contra las armas químicas. Los Estados que permanecen fuera del régimen se verían cada vez más aislados de la corriente principal”, apuntó.

En su intervención, Sancho-Bonilla resaltó la labor de la OEA en promover la seguridad hemisférica como tema prioritario. Se refirió a la Declaración sobre Seguridad en las Américas, aprobada en México en 2003, por los Estados miembros de la OEA permitiéndoles establecer “normas nacionales y controles a la exportación de materiales, tecnología y conocimientos especializados que puedan contribuir a la elaboración, producción o utilización de las armas de destrucción en masa y sus medios vectores”. En esa oportunidad los países afirmaron que la cooperación para enfrentar las amenazas tradicionales y las nuevas amenazas, preocupaciones y otros desafíos a la seguridad también se fundamenta en valores compartidos y enfoques comunes reconocidos en el ámbito hemisférico.




Referencia: C-274/06