Comunicado de Prensa


Expertos debaten en la OEA sobre la relación entre el Estado y sus ciudadanos en el contexto de la igualdad de la mujer

  4 de abril de 2011

Expertos y líderes políticos del continente discutieron hoy sobre la agenda para la democracia de ciudadanía y la gobernabilidad en las Américas en el marco del foro hemisférico “Liderazgo de las mujeres para la democracia de ciudadanía”, que ha sido coorganizando por la Organización de los Estados Americanos (OEA), a través de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), con ONU Mujeres y la Secretaría General Iberoamericana.

El panel, moderado por la Presidenta del Consejo Permanente y Representante de Grenada ante la Organización, Embajadora Gillian M.S. Bristol, ofreció un panorama general del actual estado de la democracia en Latinoamérica específicamente en la relación Estado-ciudadanos. Participaron en el debate Kenny D. Anthony, ex Primer Ministro de Santa Lucía; José Antonio Ocampo, ex Secretario General Adjunto para Asuntos Económicos y Sociales de la ONU; Susana Villarán, alcaldesa de Lima; y Line Bareiro, experta del Comité para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de las Naciones Unidas.

El ex Primer Ministro de Santa Lucía Kenny D. Anthony aseguró que los derechos ciudadanos, especialmente los de las mujeres, sólo pueden florecer en ambientes políticos y sistemas que respeten los derechos humanos, “que crean en la justicia y equidad y que den participación sin límites a los ciudadanos en los procesos políticos”. Resaltó la existencia de una serie de desafíos que impiden el pleno reconocimiento y ejercicio de los derechos de las mujeres, que constituyen condición ineludible para la existencia de una ciudadanía significativa y una buena gobernabilidad. Entre ellos mencionó la dependencia económica que aún sufren numerosas mujeres, “lo que promueve su vulnerabilidad”; estereotipos socio-culturales persistentes “que impiden ver a las mujeres como figuras de autoridad”; y “la falta de mecanismos apropiados para que las mujeres puedan ocupar sus papeles y responsabilidades sociales”.

José Antonio Ocampo, ex ministro de Hacienda y de Agricultura de Colombia, recordó que el concepto de democracia, según el informe “Nuestra Democracia” elaborado conjuntamente en 2010 por la OEA y el PNUD, se caracteriza por tener su “origen en elecciones libres, periódicas y transparentes”; tiene su forma de ejercicio “a través de unas instituciones republicanas”; y tiene su finalidad en “la ampliación de los derecho ciudadanos, en garantizar que los derechos lleguen a la gente”.

Partiendo de esa base, Ocampo mencionó que el mismo documento destacó numerosos avances en la democracia en Latinoamérica, y definió tres importantes retos aún pendientes en los que “hay necesidad de avanzar muchísimo más”. El primero es “cómo mejorar la representación ciudadana”, dada la baja confianza existente en los partidos e instituciones políticas; el segundo es “cómo fortalecer la organización de los poderes públicos”, considerando los ataques existentes a la independencia de los poderes y las dificultades para establecer un control efectivo en el ejercicio del poder; y el tercero es “cómo mejorar las áreas de estatalidad”, aludiendo a la necesidad de que el Estado cumpla con sus responsabilidades, especialmente en materia de fiscalización, integración social y seguridad pública.

Por su parte, la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, aseguró que no se puede mirar a la democracia “como algo que fue conquistado, sino algo en lo que hay que avanzar”. Manifestó que la democracia debe ser “sustantiva y relevante”, y añadió que “no hay ciudadanía plena sin el ejercicio de todos los derechos, que son interdependientes e indivisibles”. Esto necesita asimismo de una ciudadanía “responsable” y de una “sociedad civil activa y participante que contribuya promoviendo prácticas democráticas”. Todavía hay muchas mujeres, agregó la alcaldesa limeña, “que viven de manera desigual su condición de mujeres, que están marginadas, como las afroamericanas, indígenas y las que tienen identidades sexuales no heterosexuales”.

La experta del Comité para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de las Naciones Unidas. Line Bareiro, centró su intervención en los conceptos que deben ser considerados a la hora de definir lo que llamó “una agenda de ciudadanía” en los tiempos actuales.

En primer lugar, explicó, es necesario considerar que el Estado está “mutando” y adaptando sus mecanismos, enraizados en sus orígenes en el siglo XIX, a los nuevos tiempos y en particular a los requerimientos de igualdad para la mujer. En ese sentido, puso el ejemplo de los recientes cambios en favor de la democracia en los países árabes, donde “por primera vez hay un movimiento político donde el tema de la igualdad de las mujeres pasó a formar parte de la agenda”. En ese proceso, explicó Bareiro, es necesario identificar dónde están los mayores riegos para que “realmente haya un Estado democrático, una región verdaderamente democrática e instituciones verdaderamente democráticas”.

Igualmente, la experta de CEDAW se refirió a la necesidad de reelaborar el concepto de democracia de ciudadanía, en combinación con la creación de una agenda sustantiva que defina tanto las obligaciones de los estados como las de los ciudadanos. Por último, propuso la creación dentro de los estados de alianzas múltiples, no necesariamente permanentes, que permitan a las instituciones que promueven la igualdad de las mujeres lograr sus objetivos.

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Para más información, visite la Web de la OEA en www.oas.org

Referencia: C-599/11