Comunicado de Prensa


Expertos instan en la OEA a una mayor participación de las mujeres en el fortalecimiento de la paz y seguridad

  7 de abril de 2011

Un panel de expertos en el tema de la mujer y la seguridad abogaron hoy en la Organización de los Estados Americanos (OEA) por la incorporación de la perspectiva de género en la búsqueda de soluciones a los problemas de seguridad pública que enfrentan los países del hemisferio, e instaron a una mayor participación de las mujeres en la formulación de políticas públicas a favor de la seguridad ciudadana.

La XXIX Mesa Redonda de Políticas de la OEA, titulada “Mujeres, paz y seguridad”, resaltó la adopción de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre Mujer, Paz y Seguridad, cuyo décimo aniversario se celebró en 2010, e incluyó la presentación de un documento preparado por el Centro de Ginebra para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas (DCAF) bajo el título “La implementación de las Resoluciones de Mujeres, Paz y Seguridad en la reforma del Sector de Seguridad”.

La Mesa Redonda complementa el trabajo de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la OEA esta semana en el Primer Foro Hemisférico “Liderazgo de las mujeres para la democracia de ciudadanía”, que entre el 4 y 6 de abril reunió a autoridades, líderes y expertos reconocidos mundialmente en la sede de la Organización hemisférica en Washington, DC.

Los panelistas centraron el debate en los retos que enfrentan las mujeres para acceder a las instituciones y centros de poder encargados con la seguridad ciudadana en los países de la región. También destacaron los beneficios derivados por la incorporación de la perspectiva de género en las políticas públicas y las estrategias que se dirigen a resolver las diversas amenazas que violentan la paz y bienestar de todos los ciudadanos. El panel fue moderado por Carmen Moreno, Secretaria Ejecutiva de la CIM.

Melanne Verveer, Embajadora especial para temas globales de las mujeres de Estados Unidos, citó estudios que demuestran que los países en general se benefician económicamente y son más prósperos cuando las mujeres reciben las mismas oportunidades. Además, afirmó que cuando las mujeres participan en los procesos de paz, se consigue una paz más duradera.

“Los países que excluyen y oprimen a las mujeres lo hacen bajo su propio riesgo”, puntualizó la delegada norteamericana. “El desarrollo de un país simplemente no es posible si se excluye a la mitad de la población. Las mujeres son la fuerza económica creciente más grande del mundo. Ningún país, especialmente uno que esté saliendo de una guerra, puede darse el lujo de excluir y suprimir a las mujeres como motores vitales de oportunidad y recuperación económica”, explicó.

Anja Ebnöther, Directora adjunta del DCAF, una iniciativa del gobierno suizo que cuenta con 58 países miembros, incluyendo tres del continente americano, habló de la Resolución de la ONU 1325 como el principal instrumento sobre la mujer y la seguridad. Según Ebnöther, el creciente número y la creciente variedad de países que han desarrollado planes nacionales de trabajo sobre esta resolución “nos demuestra que todos podemos mejorar nuestras directrices para los Estados, las organizaciones regionales, el sistema de Naciones Unidas y otros actores para enfocar las necesidades de las mujeres y niñas durante y después del conflicto, y promover su empoderamiento y sus capacidades”.

Sobre la Resolución 1325, la Presidenta de la CIM, Rocío García Gaytán, afirmó que en las Américas sólo un país—Chile—cuenta con un Plan Nacional para la implementación de esta resolución. Es por ello, continuó, por lo que “con esta sesión presentamos una iniciativa de la CIM para promover la adecuación y la aplicación” de esta y otras resoluciones sobre el mismo tema “a la situación única de este hemisferio”.

Entre otras “acciones prioritarias”, la Presidenta de la CIM propuso incluir un mayor número de mujeres en el personal responsable para los temas de paz y seguridad dentro de la OEA; apoyar la formulación de planes de acción nacional sobre mujeres, paz y seguridad; y fomentar un diálogo sustantivo entre los mecanismos nacionales para la promoción de las mujeres y las autoridades responsables para paz y seguridad.

En este sentido, Daniel de Torres, Director Adjunto de Programas Especiales del DCAF, explicó cómo desde la perspectiva de género las políticas de seguridad de muchos países no tienen sentido, ya que sólo enfrentan los problemas que amenazan a la mitad de la población. “Se dice que los hombres se encuentran inseguros en las calles, mientras que las mujeres se encuentran inseguras en el hogar”, afirmó.

Sin embargo, los gobiernos invierten un 90 por ciento de sus recursos, de sus fuerzas de seguridad y otras maneras de asegurar la paz ciudadana en proteger a quienes se sienten inseguros en las calles, es decir, a los hombres. “Esto no sólo es injusto, sino que es un descuido; es una mala política”. En su intervención, De Torres presentó el documento “La implementación de las Resoluciones de Mujeres, Paz y Seguridad en la reforma del Sector de Seguridad”, preparado por el DCAF, que tiene el objetivo de orientar los responsables políticos, ONGs y actores internacionales que apoyan el diseño y la implementación de Planes de Acción Nacional sobre la resolución 1325.

Carla Koppell, Directora del Instituto para la Seguridad Incluyente en Washington, DC, recordó los retos de enormes proporciones que enfrentó su equipo durante una experiencia en Liberia—entre ellos la superación de las desigualdades en educación de las que habían sido víctimas las niñas y mujeres—al abordar la tarea de reclutar mujeres para integrar las fuerzas armadas y de seguridad de un nuevo gobierno. Al mismo tiempo, recordó los grandes beneficios que se derivan de contar con una mayor participación de las mujeres en las tareas de combatir al crimen y garantizar la paz y la seguridad.

“Lo que se necesita es un enfoque comprensivo que perciba el reclutamiento, la retención, el despliegue y la protección de maneras que nos permitan aprovechar todas las habilidades y experiencias de los hombres y mujeres que estén interesados en servir en los servicios de seguridad”, puntualizó.

Igualmente, Collette Rausch, Directora del Centro de Innovación para el Estado de Derecho del Instituto de los Estados Unidos para la Paz (USIP), recordó su propia experiencia al empezar una carrera en el ámbito legal y judicial, y enfrentar las limitaciones particulares de su género.

Rausch, que se centró en los problemas que enfrentan las mujeres que trabajan en el sector se seguridad, afirmó que se puede alcanzar conjugar la modernización de las fuerzas de seguridad y la participación de la mujer “si logramos que las mujeres trabajen de forma activa en los sectores de justicia y seguridad en sus países de origen y en las operaciones de paz, y si además logramos diversificar los papeles que desempeñan”.

Allison August, especialista en el Departamento de Seguridad Publica de la OEA, señaló que la Secretaría de Seguridad Multidimensional de la Organización ha concluido “un proceso de planeación estratégica con el fin de evaluar y reorientar sus líneas principales de acción y alinearlas de forma más estrecha con las prioridades y necesidades identificadas por los Estados Miembros en materia de seguridad”.

Entre “los resultados primordiales de este ejercicio” se encuentra el de “tomar conciencia de la necesidad de incrementar el apoyo y acompañamiento a los Estados Miembros en el desarrollo de sus capacidades para identificar, combatir y prevenir las amenazas a la seguridad”, dijo. Además, afirmó que el órgano de seguridad de la OEA “procura incorporar la perspectiva de género en cada una de sus actividades”.

El evento, que se realizó en el Salón de las Américas en la sede de la OEA en Washington, DC fue organizado por el Departamento de Asuntos Internacionales de la OEA, la CIM y el DCAF.

La galería de fotos de este evento está disponible aquí.

Para más información, visite la Web de la OEA en www.oas.org

Referencia: C-609/11