Contexto


Declaraciones a la prensa del Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza

  25 de enero de 2012

¿A su juicio las reformas que se están aprobando para la CIDH y la Relatoria de la libertad de expresión, socava sus funciones? ¿Usted lo apoya?
Como lo pusieron de manifiesto algunos embajadores, no para criticarlo sino como una realidad importante, lo que se están aprobando son recomendaciones. Recomendaciones a la Comisión (CIDH) y a los Estados, por lo tanto aquí no hay ninguna reforma que se haya aprobado. Son los Estados y la Comisión los que tendrán que mirar esos temas.

Como lo dijo la presidenta de la Comisión, al final de la reunión, como muchos de estos temas ya se han estado conversando hace mas de seis meses, ellos ya han tomado algunas medidas para acoger algunos de aquellos que están planteados acá. Pero la pregunta que usted hace pone de manifiesto que esta es una discusión, un debate que debe llevarse de buena voluntad. Ha habido mucha agitación en estos días, completamente innecesaria, casi una campaña diría yo para algo que no está ocurriendo. Nadie pretende limitar, ni reducir, ni coartar el funcionamiento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, eso desde el punto de vista de la OEA, sería muy grave porque el Sistema Interamericano de Derechos Humanos es uno de los principales recursos con lo que contamos para hacer nuestro trabajo. Creo que hay que comparar, de manera muy positiva, el clima que reinó en esta conversación, con las muchas cosas que se dijeron en los días anteriores a la reunión.


Las ONG han hecho un llamado de atención porque esto representa de alguna manare una amenaza a la libertad de expresión.
Esa opinión no la comparto. La libertad de expresión no estaba en discusión. Lo que estaba en discusión era el tema de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y su funcionamiento. Que esto haya coincidido en el tiempo, por algún problema específico en materia de libertad de expresión, es otro asunto. Aquí nadie se refirió a ese tema de manera específica.


¿Respalda totalmente estas recomendaciones?
Las respaldo, por cierto, yo participé en las reuniones de la comisión y corresponde ver como se aplican. Aquí el tema es bien simple: la legislación en materia de derechos humanos y las normas que se han dictado, las principales, están en la Convención del año 1969, y en el Estatuto del año 1979. Desde entonces ha cambiado el mundo, han cambiado nuestros países, han llegado nuestras democracias, ha cambiado la Comisión de Derechos Humanos, incluso se ha extendido mucho la jurisprudencia y la legislación en materia de derechos humanos, y naturalmente, en algún momento esos temas hay que recogerlos para fortalecer el trabajo de la Comisión.


De cierta forma se ha llamado a preservar la autonomía y la independencia de la Relatoría.
Perdón, no solamente Estados Unidos, creo que la mayor parte de los miembros del Consejo que hablaron, se pronunciaron en esa dirección. Mire, estas cosas se pueden mirar de buena fe o de mala fe y se pueden discutir con ánimo de consenso o con ánimo de conflicto: yo rechazo el ánimo de conflicto que ha existido en algunas declaraciones y en algunos debates. Creo que el Consejo tenía claramente un ánimo de consensos y eso es lo que ha predominado.


¿La Presidenta de la CIDH dice que estas recomendaciones no son vinculantes, en ese sentido, podrían simplemente no tomarlas en cuenta?
Por cierto que no son vinculantes, la mayor parte de las cosas que se hacen en materia de derechos humanos en el sistema, no son nunca vinculantes, en el sentido que usted no puede ir a un país y aplicarle una ley en su propio territorio. Por lo tanto, todas estas cosas parten de una buena voluntad. Iremos examinando la forma en que se aplican estas recomendaciones y cuáles corresponde aplicar.


¿Y si esto le hace daño a la libertad de prensa y a los medios de comunicación?
Estoy reiterando: este vínculo se dió por los muchos editoriales que salieron hoy día, pero el tema de libertad de prensa no era el tema de hoy, no era el tema de hoy aquí. Aquí, el tema fue el trabajo de seis meses realizado para fortalecer el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. El tema de la libertad de expresión está siendo vinculado a un caso hoy día y no era motivo de discusión. No digo que la organización no lo vaya a discutir, no digo que no se vaya a examinar, probablemente termine por ser examinado en la Corte de Derechos Humanos, pero no era el tema de discusión hoy día.


¿Secretario, qué pasará cuando los países que han pedido que estas recomendaciones se acaten, se lo pidan al Consejo Permanente o a la Asamblea General?
Algunos países han sido muy claros que quieren que estas recomendaciones se acaten. Vamos a ver lo que pasa. Yo tengo que reportar dentro de algunos meses al Consejo de cómo va el curso de la recomendaciones. Pero reteitero, cuando ha transcurrido tanto tiempo --se ha desarrollado tanto la doctrina de los Derechos Humanos, han habido tantos casos, han habido discusiones-- es lógico que de pronto surjan algunos malos entendidos, algunas irritaciones. Pero creo que el clima que reinó aquí es bueno para terminar con todas esas cosas y seguir trabajando bien. Esto no fue el estallido que algunos pensaron ni de uno ni de otro lado, y eso hay que aceptarlo.


¿Está listo para la entrega, el informe?
El informe está entregado ya, y se le va a mandar a los gobiernos como corresponde. Lo que dice la resolución de la Asamblea del año pasado es que se elabore este informe, que se apruebe en el Consejo y que se envíe a los gobiernos, y eso fue lo que se hizo. Además, se ha pedido que el Secretario General haga un nuevo informe más adelante sobre cómo va ese seguimiento, y el seguimiento va a ser sobre todo, sobre el mejoramiento del clima, que creo ya se está produciendo. Probablemente se va a designar una nueva Secretaría en la Comisión de Derechos Humanos y seguiremos adelante tal como corresponde.

Referencia: S-250