Discursos

CÉSAR GAVIRIA TRUJILLO, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
EN EL ACTO DE INSTALACION DEL PERIODO 104 DE SESIONES DE LA COMISION INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

21 de septiembre de 1999 - Washington, DC


Quiero en primer lugar expresar mis agradecimientos a la Comisión y en particular a su Presidente, el Profesor Robert Goldman, por ofrecerme nuevamente esta oportunidad de intercambiar ideas con ustedes con ocasión de un nuevo período de sesiones de trabajo de la Comisión. Quiero también hacer un especial reconocimiento a los miembros Alvaro Tirado, Jean Josef Exume y Carlos Ayala, quienes se retirarán al finalizar este año. Ellos han sido fieles abanderados de la causa de los derechos humanos y han hecho importantes aportes a la causa de la defensa y la promoción de los derechos humanos en América.

La pasada Asamblea General en buena hora decidió reelegirlo a usted, Profesor Goldman. Reciba mi testimonio de congratulación. Estoy seguro que en este segundo período continuaremos trabajando en la forma que nos ha hecho posible apoyar de manera creciente las labores de la Comisión. La Asamblea General eligió igualmente a los nuevos miembros de la Comisión Interamericana, Marta Altolaguirre de Guatemala, Julio PradoVallejo de Ecuador, y Juan Méndez de Argentina. Felicitaciones para ellos y esperamos darles la bienvenida personalmente el año entrante.

Hace pocos días fui informado que uno de los distinguidos miembros de la Comisión, Sir Henry Ford de Barbados, no culminará su periodo como miembro de la CIDH. En el corto tiempo en el que ejerció sus funciones él demostró su condición de jurista distinguido.

Distinguidos miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Embajadores, representantes, amigos:

Cuando nos reunimos el año pasado para revisar la agenda de 1999, era imposible predecir cuan importante sería este año para el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Durante los últimos meses hemos visto avances significativos en la consolidación y fortalecimiento del sistema. La Asamblea de Guatemala aprobó un número considerable de resoluciones relacionadas con los aspectos que rodean el trabajo de la Comisión. Entre los temas cubiertos están las poblaciones indígenas, los trabajadores migrantes y los defensores de los derechos humanos.

Igualmente expidió una resolución consagrada a la evaluación del sistema interamericano de derechos humanos que dio un renovado impulso a los esfuerzos actualmente en curso, bajo el liderazgo del Embajador Heller de México desde la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos. Dicha evaluación demanda especial atención, ya que se trata de un proceso que ha sido parte importante de un significativo esfuerzo de fortalecimiento del sistema durante los últimos años, y que no debe entenderse como algo nuevo o como reacción a las recientes dificultades que el sistema de derechos humanos ha tenido que enfrentar este año. Se trata de darle continuidad a un esfuerzo de la Comisión en la modificación del reglamento y en el cambio de algunos procedimientos, un avance importante en el perfeccionamiento del sistema.

Y como parte de ese proceso de fortalecimiento tendría que mencionar, también, la expansión de la Agenda de la Comisión a una nueva generación de derechos más acordes con los problemas de la profundización de las democracias.

Quisiera aprovechar esta oportunidad para reiterar algunos de los elementos que considero centrales dentro del proceso de fortalecimiento y que están contenidos en un documento que se presentó hace cerca de tres años para que hiciera de catalizador en el proceso de discusión. En primer lugar, garantizar el acceso de todos los Americanos al Sistema a través de una adhesión universal a sus instrumentos; en segundo término, intensificar los vínculos y apoyarse más en los sistemas judiciales nacionales; y finalmente encontrar fórmulas imaginativas en los procedimientos para evitar duplicidades y asegurar la eficacia de la doble tarea de promoción, de instrucción y fallo de los casos de protección de los derechos humanos por nuestro Sistema.

Este año de 1999 también nos permitirá reunirnos nuevamente en Costa Rica para la celebración en noviembre del trigésimo aniversario de la Convención Americana y de los veinte años de la Corte. Le agradecemos al gobierno de Costa Rica haber tomado la iniciativa para la realización de estos eventos, los cuales contarán con la presencia de muchos de los Ministros de Relaciones Exteriores de nuestra región y otros distinguidos invitados de la comunidad internacional de derechos humanos. Esta será la ocasión ideal para aportar nuevas ideas sobre el proceso de fortalecimiento y confirmar nuevamente el total apoyo de la Organización al sistema.

No podemos negar que 1999 también ha traído consigo preocupaciones. Quisiera señalar dos aspectos que reclaman atención prioritaria. Me refiero a problemas en la adhesión universal al sistema por parte de todos los estados miembros y a las dificultares relacionadas con la aplicación y cumplimiento de las sentencias. Trinidad y Tobago denunció la Convención Americana de Derechos Humanos y Perú anunció su retiro de la jurisdicción contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Estas decisiones tienen repercusiones especialmente importantes para nuestro sistema de derechos humanos y han ocurrido justo después de que un importante número de adiciones se han hecho a la lista de Estados miembros que aceptan la jurisdicción obligatoria de la Corte. En medio da las dificultades, estas adhesiones constituyen una clara señal de avance hacia una de las metas más importantes de nuestro sistema, su universalidad. Espero que seamos capaces de enfrentar estos retrocesos de tal manera que podamos hacer cumplir los mandatos establecidos por las dos últimas Cumbres Presidenciales. Ellas subrayaron la necesidad de solidaridad con el mecanismo, la necesidad de una creciente aceptación de las recomendaciones de la Comisión y una adhesión de todos los Estados a la jurisdicción de la Corte Interamericana.

De otro lado, el tema del acatamiento de las sentencias proferidas por el sistema es, en muchos sentido, el más urgente. Su tratamiento requerirá un razonamiento creativo, cabezas frías y profunda apreciación de los valores compartidos, los cuales estructuran la piedra angular del sistema. No es apropiado para el Secretario General opinar sobre el contenido o los méritos de ningún caso sometido a consideración del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, ni sobre la validez jurídica de la decisión reciente del Perú. Pero hoy quiero repetir que, teniendo en cuenta las varias acciones que involucran al sistema, probablemente la más crucial es que los Estados miembros continúen acatando las sentencias del sistema. El cumplimiento de sentencias es el corazón de la integridad y la legitimidad del sistema. Como Secretario General es mi mayor deseo que juntos podamos superar las diferencias existentes en este ámbito.

Los dos Planes de Acción señalados por las Cumbres Presidenciales de Miami y Santiago señalan los desafíos que nos depara el futuro inmediato en lo que tiene que ver con lo que se ha llamado la nueva generación de derechos. La lista incluye el género y temas relacionados con derechos de la mujer, aspectos indígenas, la difícil situación de las minorías, los problemas de los migrantes y la especial atención y protección que los niños de nuestra región merecen, en especial en lo que hace con su reclutamiento y participación en situaciones de conflicto interno.

Otro asunto que hace parte de esta lista y que ya ha generado atención y especiales recursos del sistema, es el de la libre expresión. El Relator para este tema, el Señor Santiago Cantón, ha recorrido el difícil camino de mostrar lo atinado del mecanismo dirigido a proteger el ejercicio de ese derecho. Se debe mencionar que la Comisión ha aumentado considerablemente el uso de la figura del relator en varios aspectos como son trabajadores migratorios, niños, libertad de expresión, poblaciones indígenas y la mujer, y otros que actualmente también son examinados. El mecanismo del relator tiene el potencial de servir para subrayar temas que tienen especial importancia en nuestro hemisferio. Este Comisión, junto con la Corte Interamericana, conforman el pilar de nuestro sistema de derechos humanos. Como tal, esperamos que guíen a la región en estos aspectos y esperamos que jueguen un papel central en la decisión colectiva de fortalecer el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

En su intervención ante la Asamblea General de Guatemala usted profesor Goldman señaló que la CIDH reconocía el claro compromiso de la Secretaría General en el fortalecimiento del sistema interamericano de derechos humanos. Pueden tener ustedes la certeza de que, además del esfuerzo de la Secretaría, continuaremos buscando el apoyo de los estados miembros, de los amigos y actores de la sociedad civil para asegurarle a nuestro sistema de derechos humanos el importante espacio y el respeto que se ha ganado en nuestro hemisferio.



Muchas Gracias y suerte en sus deliberaciones.