Excelentísimo Señor Presidente de la República de Honduras, Don Ricardo Maduro, no es retórica tener la oportunidad de darle la más calurosa bienvenida a usted y a su comitiva a esta Casa de las Américas.
En tiempos particularmente complejos para la comunidad hemisférica, resulta importante reconocer los logros que el pueblo hondureño ha obtenido en el desarrollo de su institucionalidad democrática.
La magnitud de estos esfuerzos se ubica en el contexto de un mundo competitivo, ante lo cual los líderes hondureños han identificado los desafíos que presenta el país y ha recurrido al diálogo y la concertación para fortalecer su democracia. De ahí que cabe resaltar la voluntad indeclinable de su gobierno de adoptar medidas eficaces para impedir que los grupos delictivos amplíen su capacidad de operar en el país y reforzar la cooperación en el plano regional e internacional. Reiteramos que la existencia de las MARAS representa un grave problema de seguridad hemisférica y resulta imperativo perseguir, capturar y sancionar a los integrantes de estos grupos que tanto han dañado a la familia hondureña en los últimos años.
Deseo resaltar su incesante trabajo en este campo mediante el Programa denominado “Cero Tolerancia a la Violencia”, el cual ha logrado cumplir con el objetivo de brindar mayor seguridad a los hondureños. Asimismo, quisiera destacar su liderazgo y sentido de responsabilidad al asumir la infatigable tarea de ampliar el alcance del mismo a otros países de la región con el ánimo de reforzar los lazos de cooperación en el hemisferio y avanzar en forma decidida en contra de tan infame flagelo.
Quisiera aprovechar esta ocasión para precisar, señor Presidente, que la Secretaría General se siente honrada por la oportunidad que ha tenido durante su gobierno de acompañar iniciativas muy importantes de desarrollo y consolidación democrática. Entre ellas se encuentran los programas de modernización y automatización del registro civil, de asistencia técnica electoral y de fortalecimiento de partidos políticos, así como de desminado. Especial referencia merece la experiencia de haber podido observar las elecciones primarias celebradas el pasado 20 de febrero. La invitación recibida por su gobierno constituyó un gesto de confianza en el trabajo que adelanta la OEA, encaminado al fortalecimiento de la democracia hemisférica. Pero también evidenció el decidido compromiso de los hondureños en abrir a la comunidad interamericana sus procesos electorales desde su propio origen, permitiendo a la OEA presenciar por primera vez, en su ya reconocida trayectoria de observación, unas elecciones primarias e internas.
Como usted ya conoce, la Secretaría General enviará una misión de observación para las elecciones presidenciales, legislativas y municipales que se celebrarán el próximo 27 de noviembre. Desde su arribo la misión estará atenta y receptiva para que todos los sectores gubernamentales, políticos y sociales compartan sus inquietudes en torno a este importante proceso electoral, por cuanto reconocemos en el sufragio el medio idóneo para que los ciudadanos conozcan la importancia de fortalecer el debate, la crítica y la disensión como instrumentos de consolidación democrática.
Señor Presidente, confiamos que durante el período que le resta a su mandato pueda continuar reforzando la promoción de iniciativas dirigidas a fortalecer el juego partidario competitivo y el libre ejercicio de los derechos políticos. Porque, en breve, se trata de asumir dos principales retos de la democracia en nuestra región: la existencia de un Estado de Derecho pleno y la consolidación de una cultura política democrática. Sólo si logramos cumplir con estos desafíos seremos capaces de transitar de democracias débiles a democracias representativas con calidad institucional y con la convicción profunda de que todo cambio en esta dirección descansa en la capacidad de generar un marco normativo que establezca un poder político basado en la legitimidad de decisiones compartidas.
Gracias.