Señor Rafael Bielsa, Ministro de Relaciones Exteriores de Argentina
Señor Jorge Taiana, Secretario General del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina
Señor Alfredo Charadia, Subsecretario de Asuntos Económicos del Ministerio de Relaciones Exteriores
Señores Ministros de Relaciones Exteriores y Jefes de Delegación de los Estados miembros de la OEA
Embajador Albert Ramdin, Secretario General Adjunto de la OEA
Señor Director Secretaría de Cumbres de la OEA
Señoras y señores representantes del sector privado
Ayer, en el Foro del Sector Privado realizado en Buenos Aires, hemos dado seguimiento de un proceso de consulta con la comunidad de empresarios que iniciáramos en la Asamblea General de la OEA que se celebró en junio pasado en Florida.
Para la OEA marca el inicio de una nueva etapa de apertura hacia el sector privado y que esperamos se transforme en una fructífera instancia de diálogo y cooperación en la ardua tarea de promover el desarrollo, el bienestar y la democracia en las Américas. La presencia de los Ministros de Relaciones Exteriores y Jefes de Delegación en el día de hoy es una muestra concreta del interés de los gobiernos de la región por escuchar las ideas y propuestas del sector empresarial.
Desde la perspectiva de la Organización, hay una base de grandes principios que compartimos en las Américas: la consolidación de una cultura democrática y el reforzamiento de la gobernabilidad; la promoción y protección de los derechos humanos, civiles y políticos, económicos, sociales y culturales; la necesidad de promover el crecimiento económico, el desarrollo integral y la seguridad multidimensional.
EI dinamismo del mundo actual hace necesario reconocer que las políticas nacionales no pueden ser estáticas y que requieren nutrirse de la experiencia de quienes participan a diario de los mercados y han demostrado éxito en hacer negocios en sus mercados locales y regionales y con el resto del mundo. El sector empresarial puede hacer una gran contribución como factor catalítico de mejores políticas públicas. Más aún, ejerciendo su capacidad de liderazgo, emprendimiento e innovación, el sector empresarial puede ir en busca de soluciones independientes que complementen la acción de los Estados y organismos de desarrollo.
Nos complace que ustedes compartan nuestra visión sobre la necesidad de un esfuerzo coordinado y consciente orientado hacia una nueva cultura de producción y competitividad. Necesitamos combinar esfuerzos para alcanzar el mejoramiento de la competitividad y la productividad mediante la educación y la tecnología; la promoción de la gobernabilidad y la transparencia; y el desarrollo de estrategias innovadoras para la creación de empleo.
Nuestros líderes harán en los próximos días un llamado a todas las entidades del Sistema Interamericano como la OEA y el BID, las distintas ramas oficiales de nuestras democracias, la sociedad civil y, con una posición central, el sector privado, a contribuir a la creación del empleo y la protección de las vidas y prosperidad de los trabajadores. Los instrumentos para alcanzar esa meta son bien conocidos y se concentran en promover un clima propicio para las empresas pequeñas y medianas, más inversiones, mejor infraestructura, educación de calidad, innovación y un ámbito de cooperación entre todos los actores sociales.
Es por ello que les reiteramos nuestra invitación a trabajar de cerca con la OEA para que los beneficios en términos de crecimiento, prosperidad y eficiencia de los mercados se den al mismo tiempo que avanzamos en el logro de los objetivos de justicia social en las Américas.
Muchas gracias