Señora Presidenta de la Comisión Interamericana de Mujeres, Ministra Jacqui Quinn-Leando,
Señores Embajadores,
Señoras Delegadas ante la Comisión Interamericana de Mujeres,
Representantes ante la OEA,
Señoras y señores:
Nos encontramos hoy nuevamente dentro del más alto ámbito de decisión de la CIM que se reúne para retomar el tratamiento de dos temas de gran de importancia para la orientación de sus futuras actividades. Uno de ellos es la adopción de la Declaración de San Salvador sobre Género, Violencia y VIH que presenta la visión de la CIM sobre este problema de tantas facetas que está asolando al mundo y que la CIM ha traído al seno de la OEA al evidenciarse la creciente vulnerabilidad de las mujeres ante ello. Una vez más les hago presente el total apoyo de la Organización para colaborar a fin de combatir este flagelo. La Declaración tiene mucha importancia ya que al aprobarla contaremos con un documento consensuado que orientará y dará pautas definidas sobre el trabajo que debemos hacer sobre VIH. Canalizar la lucha contra el VIH /SIDA es no sólo una necesidad sino una obligación a nivel institucional.
El otro tema, igualmente importante, es la reforma de los instrumentos jurídicos que la CIM se propone realizar en esta Asamblea, porque ello significa dar un paso adelante en la adaptación de este organismo especializado a las exigencias que tiene hoy. Sin duda ustedes sabrán dirigir sus esfuerzos para lograr una Comisión más dinámica, con una visión clara respecto a su mejor funcionamiento.
Es muy agradable poder compartir con ustedes la satisfacción que siento por que desde nuestro último encuentro en la Asamblea Ordinaria de la CIM celebrada en El Salvador el año pasado, se incrementó el presupuesto de la CIM en el área de violencia y se incorporaron dos funcionarias más a su equipo profesional, una desde el mes marzo y otra desde el mes de agosto.
La Presidenta de la CIM, tiene mucho merito en este progreso, ya que en más de una oportunidad vino a mi despacho para plantearme las necesidades de la Comisión. Hemos respondido a sus sugerencias y solicitudes de la mejor manera que nos fue posible. No quiero decir con ello que todo está hecho, voy a continuar apoyando a la CIM para satisfacer en la mayor medida posible sus legítimas aspiraciones que tienen por único fin dar cumplimiento a los mandatos que recibe.
Entre los progresos, también quiero destacar especialmente el avance logrado por el Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención de Belém do Pará (MESECVI). Me dio mucho gusto participar en el acto inaugural de la tercera reunión del Comité de Expertas del MESECVI realizada en julio de este año en Buenos Aires, Argentina. Compartí con autoridades del gobierno de Argentina y expertas del Mecanismo algunas ideas y propuestas en un momento tan importante como fue la culminación de la primera ronda de evaluación multilateral.
Me sentí muy satisfecho de que el evento contara con una participación significativa de organismos de la sociedad civil, tanto de Argentina como de otros países. Estoy seguro que esta muestra de coordinación de esfuerzos de gobierno y sociedad civil se proyectará en un fortalecimiento del MESECVI y de la transparencia de todo su proceso.
Tengo mucha fe que este mecanismo se constituirá en un decisivo apoyo para los gobiernos de nuestro Hemisferio, permitiéndoles evaluar el progreso alcanzado e impulsándolos a mejorar los términos en que vienen cumpliendo con sus compromisos como signatarios de la Convención. El éxito que perseguimos y que necesitamos que se produzca con urgencia, depende en gran parte de que los gobiernos logren implementar adecuadamente las recomendaciones que les elevará el Comité de Expertas. Debemos obtener resultados claros que hagan de nuestras reuniones no un foro de lamentaciones por nuestros problemas, sino un ejercicio útil ante el cual los Estados reaccionan. La violencia basada en género es un tema de discriminación y de derechos humanos pero también de democracia, que tiene que ser integral e igual para todos sus ciudadanos. No podemos aceptar la exclusión.
Por ello, entiendo que, como organización, debemos convertir la lucha contra la discriminación en un tema muy central. La agenda hemisférica de la CIM debe abordar los grandes vacíos que obstaculizan el acceso en igualdad de condiciones a los beneficios y oportunidades a todos los habitantes de las Américas: mujeres, hombres, niñas y niños. En este sentido, uno de los grandes temas pendientes en las políticas públicas es la inequidad en la distribución de los recursos del Estado, que son los que fundamentan e impulsan la aplicación de las políticas. Si en la construcción de los presupuestos públicos no se integra desde un principio la perspectiva de género, se deja de lado y se perpetúa la discriminación porque no se da una respuesta específica a los problemas que afectan a las mujeres y sobre todo las que viven en la pobreza . Sabemos que muchos países están trabajando sobre la integración de género en los presupuestos públicos, por lo que es fundamental que la CIM continúe sus iniciativas para apoyarlos en este sentido con las experiencias positivas que ha ido acumulando en el proyecto sobre las finanzas públicas municipales que está desarrollando en Nicaragua.
Otro tema que debe tenerse muy presente para avanzar hacia la equidad e igualdad de todos es la falta de integración plena de la mujer a la economía. Sabemos que el desempleo y el sub-empleo afectan desproporcionadamente a las mujeres, que hoy acceden principalmente a empleos precarios y en sectores informales de baja productividad. Esto, a pesar del significativo avance operado en materia educativa, reflejado, por ejemplo, en el hecho que tanto la matrícula primaria como la secundaria de las niñas superan la de los varones en la mayoría de los países.
Ha sido una afortunada circunstancia que en la Conferencia de Ministros de Trabajo celebrada el mes pasado, la Honorable Jacqui Quinn-Leando en su doble carácter de Presidenta de la CIM y de Ministra de Trabajo de su país haya presentado una propuesta sobre “Líneas Estratégicas de la XV CIMT para avanzar hacia la igualdad y la no discriminación de género en el marco del trabajo decente”. Tuvo un impacto excelente ya que la perspectiva de género fue integrada tanto en la Declaración como en el Plan de Acción de Puerto España adoptado en la misma. Confiamos que, como resultado, se desarrollen iniciativas a corto y mediano plazo que ataquen los principales obstáculos que afectan la participación equitativa de las mujeres en el mercado laboral.
Por último quiero destacar el mandato que, a instancias del gobierno de Brasil fue aprobado en la última Asamblea General de la OEA de celebrar en el 2010 el año interamericano de la mujer. Tendremos así la oportunidad de que mediante diferentes eventos podamos dar a conocer e impulsar avances en distintas áreas dentro de este organismo y en los Estados Partes. Doy por descontado que en el seno de la CIM surgirán propuestas para lograr un impacto altamente positivo, que permita avanzar sensiblemente la agenda Hemisférica sobre derechos humanos e igualdad y equidad de género. Este es un principio básico para construir democracias más fuertes y más prósperas, para todos los ciudadanos, sin distinción de sexo, raza u origen.
Les deseo el mayor de los éxitos en sus deliberaciones.
Muchas gracias.