Discursos

JOSÉ MIGUEL INSULZA, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
PRESENTACIÓN DEL SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS ANTE LA VI REUNIÓN DEL GRUPO DE REVISIÓN DE LA IMPLEMENTACIÓN DE CUMBRES (GRIC) A NIVEL MINISTERIAL

2 de junio de 2008 - Medellín, Colombia


El lema que el gobierno de Trinidad y Tobago ha elegido para la V Cumbre de las Américas, a celebrarse el 17,18 y 19 de Abril de 2009 en Puerto España es “Seguridad para el futuro de nuestros ciudadanos: Promoviendo la prosperidad humana, la seguridad energética, y la sostenibilidad ambiental”. Los tres conceptos expresados en ese lema serán el centro del debate que realizarán nuestros Jefes de Estado en un momento muy crucial de las Relaciones Interamericanas.

El proceso de las Cumbres de las Américas, que cumple catorce años, ha procurado, a lo largo de cuatro Cumbres, dos Cumbres Extraordinarias y un intenso trabajo de preparación y seguimiento, junto a todos los organismos del Sistema Interamericano, sumar esfuerzos para enfrentar los desafíos que nos plantea, a nivel hemisférico, la nueva realidad mundial. Las Cumbres son un reflejo de la importancia de la gobernabilidad regional en el marco de la globalización y de la necesidad de buscar respuestas conjuntas a aquellos problemas que tienen verdaderamente un carácter transnacional y hemisférico, problemas a cuya solución podemos y debemos contribuir todos. El crecimiento económico, la eliminación de la pobreza, una mejor distribución de la riqueza, una política común en materia energética, la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, la preservación de nuestro ambiente común americano, revisten sin duda ese carácter.

Tiene sentido plantearse esta temática tan amplia, porque como nunca las Américas necesitan de un diálogo amplio, para tratar de forjar una agenda común. Cuando se inicie la V Cumbre, los 34 gobiernos aquí representados habrán sido producto de una elección democrática en los últimos cuatro años. El nuevo gobierno de Estados Unidos tendrá apenas tres meses de vida. Es un excelente momento para pasar revista a nuestras realidades y a nuestros proyectos, para concretarlos en una propuesta amplia de cooperación. Los temas ya son conocidos. Pero una agenda es mucho más que una enumeración de temas. Una agenda hemisférica supone también consensos fundamentales acerca de los contenidos de cada tema y un conjunto de propuestas programáticas de trabajo común.

Por eso el trabajo de preparación que realizamos con nuestros países, con nuestros anfitriones y con las organizaciones del Sistema Interamericano es fundamental para asegurar un diálogo verdaderamente fructífero entre nuestros líderes en esa histórica ocasión.

Es indispensable que sumemos todos nuestros esfuerzos para alcanzar el éxito de esta Cumbre. Ella llega, por primera vez, a la región del Caribe. Las anteriores tuvieron lugar en las tres naciones de América del Norte y en tres del Sur de nuestro hemisferio. La Cumbre se traslada ahora al centro de nuestro continente, hacia una realidad distinta. Estamos ciertos de que nuestras naciones del Caribe y de Centroamérica se unirán a las de América del Norte y América del Sur para hacer de este evento un verdadero éxito, no sólo para la región sino para todo el mundo.

Para la OEA y para todas las instituciones del Sistema Interamericano la preparación de esta Cumbre es una tarea prioritaria. Sus resultados, especialmente si ellos se traducen en líneas claras de política y en metas concretas, serán la guía para el trabajo de nuestras Organizaciones en los próximos años. Progresivamente los resultados de las Cumbres de las Américas han adquirido un carácter orientador para los organismos del Sistema. Ese rango adquirido por las Cumbres nos obliga a generar mandatos y otras guías para la acción que sean pertinentes, realistas, específicos y posibles de ser medidos en un horizonte temporal conocido.

Por ello es deseable que mantengamos entre nuestros anfitriones de Trinidad y Tobago y el CARICOM, todos los gobiernos del continente y los organismos internacionales agrupados en el Grupo de Trabajo Conjunto de Cumbres un trabajo cada vez más unificado e integrado, en que cada uno haga su aporte de manera completa. Sería también deseable sacar el máximo provecho del actual sistema de preparación de las Cumbres, reforzando los vínculos que unen a la Cumbre misma con las Reuniones Ministeriales y las Comisiones Interamericanas. A partir de la Cumbre de Desarrollo Social, que tendrá lugar en Santiago de Chile en el mes de Julio próximo, deberíamos comenzar a recabar de nuestras Reuniones Ministeriales y Técnicas las prioridades propuestas de acción sectorial que enriquezcan nuestros aportes.

Se hará más intenso nuestro trabajo cuando iniciemos, dentro de pocas semanas, la discusión de la Declaración Final de la Cumbre, cuyo primer borrador deberá ofrecernos nuestro anfitrión y con cuya elaboración todos debemos cooperar. El debate de ese texto y del Plan de Acción de la V Cumbre, en varias sucesivas reuniones de este GRIC, permitirá integrara esos aportes de manera más completa y enriquecedora.

Como coordinadora del Grupo de Trabajo Conjunto de Cumbres, Secretaría Permanente del Proceso y entidad que agrupa a todos los Estados que participan de la Cumbre, la Organización de Estados Americanos tiene la tarea de alcanzar una Cumbre exitosa como una de sus principales prioridades. Reitero aquí una vez más nuestra disposición a contribuir en todo aquello que nos corresponda o que se nos solicite por nuestro anfitrión, nuestros países miembros o las instituciones del sistema. Entendemos que, más que nunca, ese éxito depende de nuestro esfuerzo colectivo.

Creo que hasta ahora hemos hecho avances significativos. En particular debo reconocer y felicitar la labor del Gobierno de Trinidad y Tobago en su diseño y planeación y en la elaboración, consulta y entrega reciente del documento conceptual, que ha tenido una muy buena acogida en todos los países. Igualmente quiero reconocer y valorar el trabajo de los países miembros que han hecho llegar sus opiniones y de los organismos del Grupo Conjunto de Trabajo (Joint Summit Working Group) Su tarea ha sido muy importante y sus resultados ya comienzan a manifestarse. Creo que, sobre la base de ese trabajo, la V Cumbre será un éxito y podremos obtener de ella los resultados esperados en la ruta de lograr para los ciudadanos de este hemisferio un futuro en que puedan disfrutar los beneficios del desarrollo, de la paz y de la democracia.