“Como saben los señores embajadores, hace apenas una semana viajamos a Honduras con una Delegación de Representantes de doce países miembros. La Delegación más grande que a mí me ha tocado coordinar como Secretario General, era integrada por los Cancilleres de Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala y México. Por los Secretarios de Estado de Canadá, Estados Unidos, Jamaica, Panamá y República Dominicana. Por los Embajadores ante la OEA de Argentina y de Brasil. Acompañados por el Secretario de Estado para Iberoamérica de España.
Probablemente algunas de las cosas que yo pudiera narrar sobre ese viaje ya son conocidas para la mayor parte de los miembros del Consejo, por lo menos directamente para más de un tercio de él. Pero creo que es importante recordar que nuestro viaje tenía un propósito. Cuando conversamos sobre este viaje a partir del anterior que habíamos hecho, también con una numerosa Delegación de Ministros y otras altas autoridades, muchos de los Cancilleres preguntaron cuál va a ser el objetivo de este viaje. Qué nuevas cosas justifican un nuevo viaje, a más de seguir propiciando la búsqueda de una solución al problema de Honduras que pasara por restablecer la institucionalidad democrática y avanzar hacia una elección transparente, limpia. Y precisamente la respuesta a eso fue que a lo que íbamos era a lograr la instalación de un diálogo entre hondureños. No buscábamos otro objetivo. El objetivo era ayudar, apoyar la instalación de una Mesa de Diálogo entre las partes en la cual se pudieran discutir todos los grandes temas del Acuerdo de San José. Nuestro deseo naturalmente era que el Acuerdo fuera aprobado, que se suscriba, pero al mismo tiempo señalábamos en realidad que si se iban a reunir los protagonistas de este problema, los hondureños, naturalmente las decisiones se iban a adoptar respecto de cada uno de los puntos del acuerdo nosotros las íbamos a aceptar. Parecía razonable que se reunieran representantes del Presidente Zelaya y representantes del señor Micheletti y nosotros íbamos a estar detrás de los acuerdos que se logren en el marco del Acuerdo de San José.
Se instaló esta Mesa de Diálogo con bastante éxito el día que llegamos allá, el miércoles pasado. Fue integrada originariamente por el lado del Presidente Zelaya por el señor Víctor Meza, que fue Ministro de Gobernación del Presidente Zelaya, la señora Mayra Mejía, que fue Ministro de Trabajo del Presidente Zelaya, y por un dirigente de la llamada Resistencia, el señor Juan Barahona, reemplazado en el día de ayer por el señor Rodil Rivera. Por parte del señor Micheletti el señor Arturo Corrales, el señor Armando Aguilar y la señora Vilma Morales, esta última ex Presidenta de la Corte Suprema de Justicia.
En ese momento, la verdad es que si bien se instalaba la Mesa se definieron los temas que se iban a tratar en la Mesa. Incluso cuando salimos de allá algunos tenían temor que no durara ni siquiera demasiado tiempo. Y sin embargo, yo tengo la mala costumbre de haber sido siempre optimista, los más optimistas creíamos que por lo menos algunos resultados podían acercar a las partes, crear un nuevo clima. Y esto ha ocurrido. La Mesa está funcionando hasta el día de hoy. De acuerdo a los datos que me han proporcionado se tendrían que volver a reunir en aproximadamente una hora cuarente minutos. Y se han logrado un conjunto de acuerdos sobre la base del Acuerdo de San José, quedando uno de ellos que está aún en consulta, y sobre el cual, entre tanto, no puedo expedirme en detalle. Pero quiero decir sincerametne que nosotros esperamos que los hondureños adopten sus acuerdos. No quiero pecar de exceso de optimismo, porque esto no está terminado, pero creo que hubo buenos avances que nos permiten sostener la esperanza de que salga una solución hondureña para los problemas hondureños.
Los temas del acuerdo son conocidos. No lo voy a leer porque es un acuerdo que tienen ellos que terminar todavía de redactar, si es que se suscribe. Pero en primer lugar, y voy a ir hablando punto por punto, el acuerdo comienza con un Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional. Eixste acuerdo en coformar un Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional, que sea integrado por representantes de distintos grupos políticos, de organizaciones sociales, etcétera, y al mismo tiempo, en este mismo punto, se da por aprobado el Presupuesto Nacional, resolviendo así el financiamiento de los distintos órganos del Estado. Ese primer punto fue aprobado ya.
Se renuncia formalmente por las partes a promover una convocatoria a Convención Nacional Constituyente o una iniciativa para llamar a consultas populares con el fin de reformar la Constitución para permitir la reelección Presidencial, reformar la forma de Gobierno o contravenir cualquiera de la Carta Fundamental. Esto es hasta que culmine el periodo y se instale un nuevo Presidente el 27 de enero. Hay un compromiso de que en el espíritu de la conciliación y de fortalecimiento de la democracia no habrá reforma de la Constitución y quiero señalar que precisamente eso fue lo que motivó el cambio de uno de los miembros de la Comisión, según el cual para ellos lo principal es la Asamblea Constituyente y por lo tanto no están dispuestos a aceptar esa propuesta. Pero el acuerdo no es que haya nunca ni Asamblea ni reforma, sino que no va a haber ninguna discusión sobre ese tema hasta la instalación del nuevo Gobierno.
El punto que seguía, y hay un punto que me salté aquí, y me lo salté porque fue desechado, que era la Aministía General para los delitos políticos fue rechazado por ambas partes. Probablemente lo discuta el Congreso con posterioridad, naturalmente según la ley hondureña el Congreso está facultado para dictar leyes de amnistía para delitos políticos, pero el acuerdo que se suscribiría, en caso de que hubiere acuerdo sobre todo, no hay un párrafo de amnistía porque las dos partes rechazaron esto de común acuerdo. No tuvo gran discusión. Esto fue aprobado el primer día.
El punto relativo a las elecciones generales, y no se menciona la posibilidad de adelantar las elecciones generales como decía el Acuerdo de San José, se hace un llamado a la presencia de Misiones internacionales. Naturalmente también se reitera en el punto siguiente que se aprobó también la idea de ratificar la dependencia de las Fuerzas Armadas de la Justicia Electoral, y el carácter no político y no deliberante de las Fuerzas Armadas y también la sujeción a las leyes de la Policía Nacional.
El punto siguiente consagra la conformación de la Comisión de Verificación y acuerda que la misma será integrada por dos miembros de la Comunidad internacional designados por la OEA y dos miembros de la comunidad nacional. Esta Comisión de Verificación va a velar por el cumplimiento de todos los puntos del acuerdo. La Comisión de Verdad, en cambio, según el acuerdo, será constituida en el primer semestre del año 2010. Y por último se solicita la revocación de medidas y sanciones.
Naturalmente, falta todavía hablar de momentos de entrada en vigencia, de decisiones finales, calendarios, un texto preambular y final, falta redactar el texto, pero el acuerdo sustantivo está adoptado. Y quiero decir de manera muy parca que habría una propuesta de acuerdo para el párrafo quinto que está inconsulto en este momento con los mandantes, el señor Presidente Zelaya y el señor Micheletti, por lo tanto no podría yo informar al respecto de este punto porque no tengo la autoridad para hacerlo.
Yo, en todo caso Presidente, quiero manifestar nuestra satisfacción por el avance que hasta ahora se ha tenido y quiero concluir señalando que me han hecho llegar, a título personal, algunas cartas tanto del Consejo Nacional Electoral como los cuatro candidatos presidenciales, que son cartas que me han hecho llegar a mí, pero que sin embargo me han solicitado en el día de hoy que yo las entregue a los señores miembros del Consejo Permanente.
Quiero terminar, señor Presidente, agradeciendo a los países que colaboraron o que participaron en la Delegación. Quiero agradecer también muy sinceramente al Gobierno de Estados Unidos por poner a disposición nuevamente de nuestra Delegación una aeronave para el traslado de la misma, y al mismo tiempo al Gobierno de Canadá que nos ha cooperado con recursos para poder realizar esta misión.
Muchas gracias, señor Presidente”.