Discursos

JOSÉ MIGUEL INSULZA, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
X INFORME TRIMESTRAL DEL SECRETARIO GENERAL AL CONSEJO PERMANENTE SOBRE LA MISIÓN DE APOYO AL PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA (MAPP/OEA)

6 de noviembre de 2007 - Washington, DC


presenta al Consejo Permanente de acuerdo a la resolución respectiva.

Creo que es importante partir señalando que la situación en Colombia, como bien sabemos, tiene un escenario completamente distinto desde la desmovilización y desarme de los grupos de Autodefensas, proceso ya en lo esencial concluido. Surgen en este marco tres retos fundamentales para el Estado colombiano y también para la verificación que nuestra misión realiza. Primero, la reconstrucción del Estado de determinadas regiones y el debilitamiento de la ilegalidad. Segundo, la reintegración de los ex combatientes bajo una perspectiva comunitaria que incluya las poblaciones que fueron afectadas por la presencia militar y tercero, la aplicación de la ley de Justicia y Paz, es decir, el conocimiento progresivo de la verdad de la reconstrucción de la justicia, la reparación y la reconciliación.

Quiero referirme primero al tema de orden público y debilitamiento de vulnerabilidad. Yo digo que es necesario reconocer que hay una clara determinación del Gobierno Nacional, en el marco ya de la verificación de la desarticulación de la estructura armada, de reestablecer el orden público, combatir a los grupos ilegales emergentes y los reductos que quedan de los anteriores. Es importante partir señalando los logros alcanzados por la fuerza pública con operaciones concretas y fortalecimiento de su presencia en distintos lugares del país. También ha avanzado mucho el proceso de legitimación del paramilitarismo. Estructuras mafiosas de distinto tipos se van interiorizando en lo que queda de los grupos ilegales y mantienen algunas modalidades de su modus operandi, pero no cabe duda que unos de los resultados del proceso ha sido despojar a estos grupos de su motivación política.

Lo que nos preocupa y lo que preocupa a la Misión ya está detallado en el informe, pero quiero referirme, en términos generales, sobre algunos aspectos. Primero, la reaparición de las zonas que estaban ocupadas o más bien disfrazadas de paramilitarismo, aparece el narcotráfico, se renueva, mantiene entornos de legalidad. Con la desmovilización de las Autodefensas ante unos sectores del narcotráfico, ven la oportunidad de ganar el control de zonas de cultivo de uso ilícito y de corredores, y así comienzan a emerger organizaciones que buscan mantener la influencia ilegal en determinadas áreas en que el Estado aún no tiene plenamente reestablecida su presencia.

Hay una relación entre cultivos ilícitos y corredores, con la mantención de reductos y la presencia de estructuras rearmadas y algunos miembros, por cierto, de las antiguas autodefensas pasan a integrarse a ejércitos privados, con una marcada naturaleza mafiosa. Hay una desmovilización que es significativa y existe, pero la primera preocupación es que con la influencia de algunos ex comandantes paramilitares que no se acogieron a la desmovilización de mandos medios y de combatientes que quedan precisamente en zonas de cultivos ilícitos y de corredores, van rearmando una cierta estructura.

En segundo lugar, nos preocupa también -como era de prever- el resurgimiento de las zonas abandonadas por las Autodefensas Unidas de Colombia, una presencia más visible de la guerrilla las FARC, lo cual compromete la seguridad de distintas comunidades que temen por haber estado bajo la influencia de las Autodefensas antes de ser objeto de retaliación y represalias por parte de los grupos guerrilleros que reaparecen.

Este es un proceso que está detallado en el informe. Siempre dijimos que la terminación de las Autodefensas no sería completa, que detrás de ella existían grupos tambien narcotraficantes y que además existía la posibilidad que la guerrilla tratara de retomar algunos sectores en asuntos no difíciles de prever. Estos hechos estan consignado en el informe porque es un desarrollo que es importante que el Consejo conozca, partiendo de una valoración muy significativa de los logros alcanzados por la Fuerza Pública y por el Gobierno Nacional en sus operaciones y un fortalecimiento general de su presencia.

En segundo lugar, el tema de la reintegración. Creo que ha habido cambios importantes en la política que están consignados en el informe, implementados por la Alta Conserjería Presidencial para la Reintegración. Estuvo hace poco con nosotros el delegado de la Conserjería, hemos estado trabajando con ellos, hay un aspecto positivo en el enfoque regional que se está aplicando, lo cual permite el acercamiento y la articulación con las autoridades locales y con las autoridades civiles. Las organizaciones civiles también tienen capacidad y pueden contribuir en la reintegración de los ex combatientes.

Hay un importante avance en la consideración de los desmovilizados de perfiles diferenciados, teniendo en cuenta las condiciones sociales y vocacionales, las características demográficas que vinculan a grupos étnicos y también la implantación de un enfoque de género.

A pesar de los logros alcanzados en materia de política y de integración, es necesario que este supere algunos obstáculos de algunos gobiernos locales que no tienen suficiente interés como son los problemas de estigmatización que muchas veces se enfrentan los desmovilizados. Esto se ve reforzado por hecho que a veces se ha tardado en implementar la políticaque se ha tenido ahora, los problemas de oportunidades de trabajo estable en regiones con altos índices de informalidad, los problemas de operatividad de los proyectos productivos y la situación de seguridad en general por las amenazas que son víctimas muchas veces los grupos desmovilizados.

Sin embargo, quiero señalar que en este aspecto, nosotros tenemos una evaluación muy positiva respecto de lo que está ocurriendo respecto a unos meses atrás, queremos que el proceso de reinserción que está teniendo lugar con las naturales dificultades de adaptar gente que estuvo mucho tiempo separada de sus comunidades realizando actividades militares y que la mayor parte de los reclutados empezaron siendo muy jóvenes, por lo tanto, no conocen otro estilo de vida y, por consecuente, esta es una tarea difícil de implementar.

En cuanto al proceso de Justicia y Paz, está resaltado el trabajo que se ha realizado sin prejuicio que se considera aún por parte de la MAPP/OEA que la capacidad institucional de respuesta de las entidades involucradas en el proceso de Justicia y Paz es aún insuficiente, lo cual es ciertamente natural también en este proceso. Hay una falta de recursos humanos, todavía faltan esquemas de protección y eficacia para la protección de víctimas y funcionarios. Mas aún, es necesario consolidar sistemas de información, fortalecer programas de capacitación y disponer de más recursos técnicos y logísticos. Creemos que es importante señalar que el proceso está llevándose adelante, la participación de víctimas de organizaciones libres presenta algunos problemas de efectividad, muchas veces es necesario informar mejor a las víctimas acerca del proceso, existen amenazas e intimidaciones recurrentes en este proceso. Hay problemas reiterados todavía en las audiencias, pero creemos que es importante que todas estas dificultades y esta inseguridad que aún se produce no ha impedido que el proceso se lleve adelante. Este es un proceso en marcha y creemos que es necesario, por lo tanto, leer este informe siempre con ese sentido de optimismo respecto de la posibilidad de futuro.

En cuanto a la misión, hemos priorizado seis ejes de trabajo que están ahí también; los métodos alternativos, solución de controversias, la búsqueda y generación de medidas de confianza, la reconciliación y construcción del tejido social, la convivencia reencuentro y memoria histórica, el apoyo psicosocial, y los ejes trasversales en materia de derechos humanos. Esto ha conseguido generar relaciones de confianza con las comunidades, un fortalecimiento institucional, acercarse mejor a las zonas que tienen una débil presencia estatal, transmitir mejor herramientas y conocimientos para identificar problemáticas locales, y mantener esta recuperación de la memoria histórica de las comunidades que son tan importantes.

Quiero decir que este informe tiene la misma característica de los anteriores, narra todas las dificultades y problemas que existen. Pero mantenemos optimismo frente a este proceso y queremos agradecer nuevamente el apoyo de distintos tipos que hemos recibido y continuamos recibiendo de Bahamas, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Corea, España, Estados Unidos, Guatemala, Irlanda, México, Noruega, Países Bajos, Suecia y Tailandia, y la expresión de interés del gobierno de Alemania en una eventual contribución financiera para la misión, también queremos agradecerle

Queremos señalar que esto muestra que los países de las Américas cumplen de manera importante el compromiso que asumieron con Colombia de apoyar este proceso de paz y que también nuestros observadores siguen teniendo una presencia muy sustantiva que agradecemos. Estamos esperanzados de ampliar aún más las operaciones en Colombia. Estamos interesados en seguir los procesos políticos que corresponden.

No he entregado aquí un informe del aspecto muy dramático que nos correspondió participar de manera muy protagónica en la identificación de los cadáveres de los once diputados del Valle del Cauca, porque sobre esto se entregó un informe en una sesión especial de este Consejo.

Este fue un trimestre fructífero de la MAPP y espero que podamos seguir adelante en el camino que hemos trazado.

Muchas gracias