Antes que nada quiero agradecer a todos aquellos que han hecho posible la realización de este diálogo del Sector Privado de las Américas en preparación de la VI Cumbre. Creo que es importante que antes del evento que precede a la Cumbre -la gran reunión empresarial organizada por ANDI, en el marco de la Cumbre- exista este dálogo previo para poder ponernos de acuerdo en los temas principales que esa Cumbre va a tratar. Cuando uno ve la agenda, está claro que es una agenda de gran ambición, que espero podamos cubrir adecuadamente durante este evento. La excelencia de los participantes y de los panelistas resalta lo oportuno de la reunión y el valor que conlleva discutir los desafíos de la región con líderes del ámbito empresarial.
El tema que nos congrega hoy “Conectando a las Empresas, Conectando la Gente en las Américas”, ilustra nuestra aspiración de poder enfrentar los problemas actuales con una agenda revitalizada que gire en torno al futuro de nuestro continente, poniendo al centro de los debates, a la gente, a las personas.
Hace unos meses me junté con el Presidente Santos y conversamos de la Cumbre. Mucho se había escrito en cuanto a que esta podría ser la década de America Latina. Comentamos esto con el Presidente Santos y él me dijo que no le parecía buena idea hablar de si era o no era la década, sino que le parecía mejor hablar de qué tenemos que hacer para que esta sea una buena década para América Latina, para que esta década sea mejor incluso que la anterior, que dicho sea de paso, fue bastante buena para América Latina y el Caribe.
Hay un distinto marco para cada región, si ustedes examinan las cifras, ciertamente hay diferencias en el crecimiento en la mayor parte de los países de América del Sur respecto a los de América Central, con México teniendo una gran caída y una de las mejores alzas posteriores, y con el Caribe un poco atrasado, salvo Republica Dominicana, que tiene la virtud o la excepcionalidad de ser el único país que creció en todos los años de la década, porque todos los demás cayeron en algún momento.
Pero lo más interesante de la crisis fue que en el 2009 casi todas las economías de la región cayeron y algunas cayeron muy bruscamente y, sin embargo, en el 2010, con pocas excepciones también, todas se volvieron a levantar. Creo que eso creó un ambiente de cierto entusiasmo y cierta voluntad de avanzar ahora hacia la prosperidad, que es lo que precisamente tratamos de reflejar en la Cumbre: qué tenemos que hacer para enfrentar esta situación. Y por eso están los temas que están allí: los principales obstáculos; el daño que nos provocan los desastres naturales, los problemas de la tecnología, los de la educación (ya los tratamos en una Cumbre anterior y ha habido recientemente una reunión de ministros sobre ello), los temas del crimen organizado (que también acabamos de tratar una reunión en México), los problemas de la pobreza y la desigualdad, la desigualdad en todos los planos, la infraestructura y las grandes dificultades de infraestructura que tenemos.
Pero, de alguna manera, el conjunto de los temas que tenemos en la Cumbre de las Américas, se vinculan con algo que ha sido preocupación del sector empresarial en los últimos meses, en los últimos años: el tema de la competitividad. Es cierto que nos ha ido bien, es cierto que hay una serie de factores que tenemos que saludar, el aumento de los precios de muchos de nuestros productos, la mayor calidad de la conducción económica. Reconozcámoslo, enfrentamos tantas crisis en el pasado, y esta vez teníamos una gestión económica adecuada para poder enfrenarla en la mayoría de los países, bajas cifras de deudas. Es interesante recordar que la deuda promedio de los países de la región es del 30 por ciento del PIB lo que hace soñar a algunos países desarrollados que tienen una deuda cerca o superior al 100% de su PIB. Estos son resultados alentadores, sin duda, pero al mismo tiempo el gran tema es como hacer sostenible, como tener sustainable competitiveness. Es la palabra clave aquí, y quiere decir que cuando les precios no son tan buenos y cuando enfrentamos problemas, cómo vamos a poder competir y no quedar rezagados. Esto es muy importante porque ya ha sucedido en la región y no queremos que siga así.
Hay una cantidad de reformas que están pendientes en América Latina y el Caribe para poder impulsar el desarrollo, pero impulsarlo en convivencia democrática y en equilibrio social, económico y ambiental.
Ahora, ¿que significa esto de la competitividad?
Primero; es necesario tener una adecuada inversión en infraestructura. De acuerdo con los datos del Banco Interamericano del Desarrollo, necesitamos duplicar lo que se invierte hoy día para aumentar la competitividad efectivamente. Una infraestructura de alta calidad es esencial para un desarrollo sostenible por varias décadas. Tenemos varios proyectos bioceánicos y esta tarde tendremos la presentación del Administrador del Canal de Panamá quien abordará el tema de su ensanchamiento y lo importante que es, no solamente para Panamá, sino que también para países lejanos como Chile y Los Estados Unidos, que se beneficiarán de su expansión.
En segundo lugar, es esencial la inversión en capital humano, y ahí tenemos un déficit bastante notable. Hablamos mucho del bono demográfico, the demographic bonus, nuestra población es más joven que las demás, pero claro, eso siempre que lo aprovechemos, si no, se convierte en una carga. Tener a uno de cuatro jóvenes en la región que no estudian ni trabajan, convierte el bono demográfico en una carga demográfica, en un problema para nuestros países y por lo tanto, ciertamente, esa insuficiencia que hemos puesto de relieve muchas veces, es otro aspecto esencial.
Somos deficientes aún en la investigación y desarrollo. Las cifras del BID sobre este tema, son un poco mejores que las del estudio del año 2006, pero casi todo el crecimiento en investigación y desarrollo, casi todo, se ha ido en un solo país y yo diría –claro, en la principal región- se ha ido en una región de un sólo país. La mayor parte del crecimiento en el gasto de inversión y desarrollo se debe al estado de Sao Paulo, esa es la realidad. Otros países han hecho algún progreso pero claramente todavía muy insuficiente. Entonces, se trata de ver cómo elevar también la calidad de nuestros ciudadanos.
Tercero, creo que tenemos que fortalecernos institucionalmente. Esto es un tema que está con nosotros desde la primera Cumbre de las Américas. La primera Cumbre de las Américas tenia como tema “Reaping the benefits of democracy”, “Cosechando los beneficios de la democracia”, cómo hacer para vincular una mayor gobernabilidad democrática, una mayor calidad del gobierno, con los temas de la competitividad. Aquí el enfrentamiento por parte del gobierno tiene una serie de dificultades, que van desde la calidad de la gestión pública, hasta los problemas de corrupción que aun se presentan, hasta los temas de inseguridad que son ciertamente una gran dificultad.
Creo, sin embargo, que tenemos una posibilidad. Creo que la perspectiva en la cual se abre esta Cumbre de las Américas es ciertamente una perspectiva positiva. Si miramos a nuestra región, me refiero a la región latinoamericana, en el contexto mundial, es admirable el cambio: mientras la crisis anterior se provocó en gran parte de América Latina, en la crisis actual hemos adquirido tantas capacidades de enfrentarlas adecuadamente. Pero no solamente enfrentarlas adecuadamente porque teníamos los recursos, sino porque hemos tenido una conducción sólida para enfrentar la crisis, reconociendo la importancia que ha tenido -y seguramente va a ser conversado el tema- el precio de los “commodities” que nos ha acompañado en gran parte de esta crisis, aunque ya están mas a la baja.
Por lo tanto, estamos en un momento positivo. Tenemos una segunda Cumbre a la que asisten solamente gobiernos democráticamente electos y eso es un gran logro. Tenemos una Cumbre que se realiza en un buen momento de crecimiento económico. Tenemos una Cumbre que se realiza con buenas perspectivas, también en los temas sociales y de pobreza.
Ojala que nuestros Presidentes, ayudados por el sector privado, puedan aprovechar esta Cumbre para dar un impulso mucho más definitivo al crecimiento del hemisferio.
Muchas gracias.