Es un honor e inmensamente grato recibir, en su primera visita oficial a esta Organización, al Secretario General de la ONU, Sr. Ban Ki-moon. Su excelencia, en nombre de todo el sistema Interamericano reunido hoy en la sede de la Organización de los Estados Americanos, le ofrezco una muy cordial bienvenida. Como uste sabe, el Articulo 1 de la Carta de la OEA declara que “dentro de las Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos constituye un organismo regional” por lo tanto puedo adecuadamente decirle que mi casa es su casa.
Las Américas y la Organización de las Naciones Unidas han estrechado profundos y extensos lazos de cooperación -una colaboración sin igual- vínculos que remontan a mismo su creación. Nuestra región, pionera del multilateralismo, no dudó un solo instante apoyar el nuevo sistema internacional engendrado en la Conferencia de San Francisco en 1945; de los cincuenta Estados Miembros fundadores de la ONU, 22 venían precisamente de las Américas y son miembros de esta Organización.
Esa larga trayectoria multilateral ha forjado también en una vasta colaboración entre ambas organizaciones. Nuestras tareas en la promoción de los derechos humanos marcaron un hito importante con la aprobación de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre, declaración precursora anticipando la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada posteriormente por las Naciones Unidas.
La defensa de los derechos humanos nos ha merecido un reconocimiento en la protección de los ciudadanos de las Américas en los tiempos difíciles de las dictaduras y conflictos internos, labor que hemos venido profundizando en décadas recientes.
Por más de 60 años hemos trabajado juntos en varios conflictos que han amenazado la paz en nuestra región. Celebramos recientemente los 25años de los “Acuerdos de Esquipulas”, que abrió el camino para la paz en Centroamérica. Nuestras organizaciones aunamos esfuerzos en el monitoreo y verificación de los acuerdos para que Centroamérica avanzara en un ambiente de paz, de cooperación y solidaridad la cual vigorizó, sin duda, la acción y el alcance del multilateralismo.
También recordamos el despliegue hace dos décadas atrás de la Misión Civil Internacional en Haití en la cual ambas organizaciones se movilizaron al unísono a favor de la hermana República de Haití, y mas recientemente en la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití en donde los países de la región han tomado un rol preponderante, reflejo de una gesta solidaria continental hacia una nación fundadora de ambas de nuestras organizaciones. Reconocemos el liderazgo de la ONU en nuestros esfuerzos conjuntos en Haití que han permitido jugar un rol importante en su pleno retorno a la democracia.
Hoy, nuestra región se encuentra afianzando sus regímenes democráticos, consolidando el Estado de Derecho así como se encuentra experimentando uno de sus ciclos económicos más positivos de su historia. En este esfuerzo tenemos que darle las gracias por las continuas consultas que hemos tenido cada vez que una situación ha surgido -afortunadamente pocas en los últimos años- que requiere la coordinación y el apoyo que hemos recibido de ustedes en cada ocasión. Sus palabras y sus gestiones nos han hecho sentir que somos, de hecho, su organización regional.
Contamos con más de 20 acuerdos de cooperación entre la Organización de los Estados Americanos y las distintas agencias del Sistema de Naciones Unidas, suscritos solamente la última década. Las Naciones Unidas también nos ha acompañado, a través de la participación de la CEPAL, la OIT, el PNUD y la OPS en el proceso de las Cumbres de las Américas, ciertamente su apoyo técnico en el proceso de diálogo político más importante de la región ha sido vital.
Hemos desarrollado una significativa agenda de cooperación en temas de educación, género, cambio climático, gestión de aguas, drogas y seguridad, y lucha contra el terrorismo, la cual ha dado valiosos frutos. Deseamos seguir potenciando nuestra cooperación para complementar nuestras capacidades y seamos más efectivos a la hora de coordinar nuestras tareas.
Secretario General Ban Ki-moon, Embajadores, distinguidos invitados:
Las Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos compartimos una responsabilidad común en los problemas que afectan al mundo. La defensa de los derechos humanos, transparencia en los procesos electorales, afianzar la paz y la seguridad de nuestros ciudadanos como el desarrollo integral de nuestros pueblos son valores universales que guían nuestras labores
Deseamos un mundo en dónde las aspiraciones de nuestros ciudadanos no se vean limitadas por la falta de oportunidades o por obstáculos que restringen la inclusión de sociedades tan dinámicas como las nuestras. Deseamos una América solidaria, solidaria entre sí, pero también con todas las naciones del mundo que trabajan de forma incansable para garantizar la dignidad de sus ciudadanos. Queremos trabajar en conjunto para liberar a nuestras sociedades de la violencia y el temor; enfrentar las amenazas del tráfico de drogas y el crimen organizado que dañan nuestras democracias; permitir que cada ciudadano de nuestras naciones viva en paz y seguridad.
Señor Secretario General, creemos que usted comparte con nosotros esas aspiraciones. Su compromiso infalible y vehemente con los valores de las Naciones Unidas resalta los lazos orgánicos que unen nuestras Organizaciones como también inspira nuestro reconocimiento más profundo.
Bienvenido a la Casa de las Américas y gracias nuevamente por esta importante visita.
Muchas Gracias.