Quiero saludar al Ministro del Paraguay, al señor David Campos, a la Embajadora María Soledad Saldívar, quien asume la presidencia del Comité Interamericano contra el Terrorismo, desearle muchos éxitos en este trabajo y hacerle ver la importancia que esto tiene para el buen desarrollo de toda el área de seguridad de nuestra Organización.
Les doy la bienvenida a la sede de OEA, a este Decimoquinto Período Ordinario de Sesiones del Comité Interamericano contra el Terrorismo. La presencia de tantos se ustedes aquí es un reflejo del compromiso de nuestros Estados Miembros de unirse a la lucha contra este flagelo del cual, felizmente hemos tenido menos eventos en los últimos años en nuestra región, pero del cual no estamos por cierto exentos.
Hace pocos meses, hace pocos días tuvimos la oportunidad con el Secretario Klopfenstein, de asistir a una Cumbre auspiciada por la Casa Blanca con el presidente Obama, para analizar las maneras de enfrentar el extremismo violento. El extremismo violento, ciertamente, se ha convertido en la principal amenaza emergente en materia de seguridad a través de organizaciones terroristas transnacionales, incluyendo combatientes extranjeros, como el Estado Islámico, Boko Haram y otros.
Esto ciertamente no ocurre aún nuestra región pero creo que tenemos que aprender de estas experiencias compartidas y prevenir que este flagelo pueda echar raíces en nuestra región.
Esta es la última reunión del CICTE en la que me dirijo a ustedes como Secretario General de la OEA, y quisiera señalar que he podido ver como el Comité Interamericano Contra el Terrorismo ha expandido sus actividades y fortalecido su estructura. Por eso quiero aprovechar esta ocasión para felicitarlos por el trabajo realizado y, reconocer los esfuerzos de quienes, desde distintas posiciones del CICTE, contribuyeron a su desarrollo.
Hemos vivido en esta región años positivos, en general, no todo es perfecto. Pero en general, creo que en la última década, que me ha correspondido en la OEA, hemos tenido un balance positivo. Nuestra región ha aumentado de manera sustantiva su participación en la economía mundial y disfrutó -por primera vez, por un tiempo en su historia- de una combinación virtuosa de crecimiento y estabilidad económica, y reducción de la pobreza, con algún mejoramiento marginal incluso de su distribución del ingreso.
Este nuevo siglo también trajo consigo una consolidación de la democracia. Con elecciones democráticas en todas partes y en todos los niveles, que aunque no las hemos observado todas, en los últimos diez años hemos observado más de cien elecciones libres, secretas, concurridas y no impugnadas en su gran mayoría.
Hoy las Américas prosperan en democracia, pero enfrentamos nuevos desafíos que pueden afectar esa situación en el futuro. Entre estos desafíos a la democracia el principal, o uno de los dos principales, junto con la pobreza y la desigualdad, es la amenaza a la seguridad.
Nuestra región es una de las más castigadas en este terreno. Existen vastos sectores enormemente vulnerables, cuya inseguridad radica en que no tienen la capacidad para enfrentar la delincuencia creciente, el crimen trasnacional organizado, las pandemias y por lo tanto son vulnerables, ciertamente de una u otra forma a actividades del tipo terrorista. Todo ello configura una nueva situación de seguridad para el hemisferio. Ahora enfrentamos problemas y desafíos de carácter multidimensional, con viejas y nuevas amenazas que no conocen fronteras y que debemos ser capaces de enfrentar.
La OEA ha comprendido que es necesario un esfuerzo colectivo y coordinado para avanzar en la superación de esas amenazas. Hemos hecho esfuerzos por generar iniciativas e instrumentos preventivos para el conjunto del hemisferio. El Comité Interamericano contra el Terrorismo, cuyo decimoquinto período ordinario de sesiones inauguramos hoy, se inserta precisamente dentro de esos esfuerzos.
Este es el organismo de la OEA por medio del cual con nuestros Estados Miembros se promueve y desarrolla la cooperación hemisférica para prevenir, combatir y eliminar el terrorismo en el marco del respeto al derecho internacional, a los derechos humanos y la soberanía de los Estados. Su existencia tiene origen en la convicción, de que en todas sus formas y manifestaciones, y cualquiera que sea su origen o motivación o justificación ideológica, no existe alguna justificación para semejante flagelo. El terrorismo afecta el pleno goce y ejercicio de los derechos humanos, constituye una grave amenaza a la paz, a los valores democráticos que están consagrados en la Carta de la OEA y en la Carta Democrática Interamericana y, también en la estabilidad y la prosperidad de los países de la región.
Si, como todos esperamos, en este período de sesiones se aprueba el borrador final sobre Protección de la Infraestructura Crítica ante las Amenazas Emergentes elaborado por los Estados Miembros, estaremos dotando de una experiencia importante para enfrentar el flagelo de la seguridad en la Américas; y estaremos, porque así lo hemos querido los últimos años, extendiendo incluso más, consolidando incluso más, el trabajo de nuestra Secretaria y de nuestro Comité.
Esta declaración, que cuyo borrador esta presentado acá, invita a intensificar todas las actividades tendientes a mejorar la seguridad y la protección de objetivos vulnerables, como la infraestructura crítica y los lugares públicos. Es un llamamiento que debe orientar nuestras decisiones porque somos conscientes de que la infraestructura critica, entendiendo como tal, aquella cuya destrucción o inhabilitación puede tener un impacto negativo sobre la población, la salud pública, la seguridad, la actividad económica, el medio ambiente o la gobernabilidad democrática, es un blanco particularmente vulnerable de cualquier acción terrorista, del crimen organizado o vandálica.
En particular debemos promover la cooperación regional para enfrentar amenazas a la infraestructura crítica que puedan afectar la producción de materias primas, el comercio internacional y las cadenas de suministros. Del mismo modo nuestros Estados deben comprometerse, en el marco de sus ordenamientos jurídicos internos y de los compromisos internacionales pertinentes, a adoptar todas las acciones necesarias para prevenir, mitigar y disuadir potenciales amenazas terroristas a la infraestructura crítica, mediante el desarrollo e implementación de medidas nacionales y el fortalecimiento de la cooperación regional e internacional.
La actividad terrorista muchas veces tiene su punto de partida en un lugar, y su fin, en algunos muy distantes. Debemos también estar dispuestos no solamente a protegernos, sino también a evitar que de aquí puedan surgir amenazas hacia otras regiones o continentes.
En todos estos terrenos el CICTE ha estado presente de manera activa y efectiva. Hemos logrado una considerable expansión en cuanto a la creación de capacidad y servicios de asesoramiento técnico. Hemos incrementado sustancialmente el volumen de nuestros programas, avanzamos hacia nuevas esferas de nuestro Plan de Trabajo. Hemos trabajado en estrecha relación con nuestros asociados procurando aumentar la calidad de cada programa de capacitación, modificando el contenido de los cursos y los expertos que los imparten.
En 2006, el Plan de Trabajo de la Secretaría de CICTE solamente incluía recomendaciones del Comité para apoyar a los Estados Miembros en sus esfuerzos en materia de controles fronterizos, seguridad cibernética, mecanismos de cooperación y medidas para prevenir y controlar el financiamiento del terrorismo. Hoy el Plan de Trabajo que se adoptará durante esta sesión, y que se implementa gracias a los aportes de nuestros Estados Miembros, cuenta con 16 programas bajo cinco áreas de trabajo. En relación con el tema principal que nos convoca durante esta sesión, la protección a la infraestructura crítica, quiero mencionar algunos programas en particular.
En los últimos años, nuestro Programa de Seguridad Cibernética de la OEA ha identificado un claro aumento en el número de ataques cibernéticos contra infraestructuras críticas. Las infraestructuras críticas, tales como el sector financiero, de transporte, de energía, manufactura, agua y residuos, funcionan por medio de sistemas de control industrial que, a su vez, están conectados al Internet. Si por un lado la conectividad de los sistemas al Internet contribuye para una prestación de servicios más efectiva y eficiente, por otra parte deja los sistemas más vulnerables a las amenazas cibernéticas. Hemos visto recientemente como varios gobiernos de las Américas fueron víctimas de ataques cibernéticos, cuyo propósito fue el robo de información, el perjuicio a la prestación de servicios y, principalmente, afectar la credibilidad de los gobiernos ante sus ciudadanos. Nuestro Programa de Seguridad Cibernética ha llevado a cabo varias medidas con el objetivo de mejorar las capacidades técnicas de los países miembros en protección industrial y de fomentar el intercambio de experiencias y buenas prácticas.
Otra área de trabajo en la cual hemos progresado, es el sector del turismo, que se constituye como uno de los pilares de desarrollo de muchos de los Países Miembros de la OEA. En particular para la gran mayoría de países del Caribe, la industria turística es la fuente principal de progreso y empleo en el país. La seguridad en el turismo es el área en la que mejor se puede observar una relación entre el desarrollo económico y la seguridad de un país. El Programa de Seguridad Turística del CICTE brinda capacitaciones de seguridad y talleres dirigidos a participantes de los sectores público y privado, tomando en cuenta las realidades y las necesidades específicas de cada país. Promovemos, asimismo, alianzas público-privadas en cumplimiento de la Estrategia Global contra el Terrorismo de las Naciones Unidas de 2006.
Finalmente, en el contexto de la protección a la infraestructura critica de nuestros Estados, quiero destacar el valioso trabajo del CICTE en sus programas para fortalecer la seguridad de la cadena global de suministro. El 2014 marcó el lanzamiento del Programa Global de Seguridad de la Cadena de Suministros, a través del cual el Secretariado asiste a los Estados Miembros en el diseño, desarrollo e implementación de programas de Operador Económico Autorizado. Entre paréntesis se confunde habitualmente como O-E-A, en los sitios de Internet, el Operador Económico Autorizado. Estos programas de Operador Económico Autorizado permiten que las agencias de control de fronteras puedan asociarse con el sector privado para asegurar el comercio internacional contra las amenazas delictivas y el tráfico. CICTE ofreció asistencia técnica a siete Estados Miembros que actualmente están desarrollando o implementando programas de Operador Económico Autorizado, realizando once misiones de asistencia técnica.
Señores ministros, representantes, delegadas y delegados,
Este es un buen momento para afirmar que los Estados, los Gobiernos y los pueblos de las Américas seguiremos combatiendo sin tregua y sin pausa al terrorismo. Nos despedimos de este Comité orgulloso del trabajo que ha realizado y de sus resultados concretos. Son muchos estos resultados, que no se pueden mencionar en esta oportunidad. Todos ellos han aportado a fortalecer el bienestar y la seguridad de los pueblos.
Al concluir mis palabras quiero agradecer una vez más a la Secretaría del CICTE por su compromiso y labor a lo largo de toda esta gestión. Un especial reconocimiento a los gobiernos de Brasil y México por la valiosa contribución que realizaron este año al CICTE y a la OEA, al proporcionar personal profesional que lleva adelante esta importante tarea. Agradecemos a los países que con su importante contribución -Estados Unidos, Canadá y otros países, también Observadores, también a Suriname- permiten el financiamiento de la mayor parte de nuestros programas, ya que la Organización, debo decirlo, destina una parte más bien baja de su presupuesto regular a las actividades del CICTE, confiando mucho más en las donaciones voluntarias de los Países Miembros.
Concluyo esta oportunidad con el llamado muy especial a otros Estados Miembros a fortalecer la Secretaría del CICTE. Como ha dicho la presidenta saliente, no podemos seguir con la contribución solamente de unos pocos Estados, sino que tenemos que trabajar todos juntos para continuar y ampliar el exitoso desempeño de estos programas dentro de la Organización de Estados Americanos.
Muchas Gracias.