La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión dio a conocer informe sobre la situación de la libertad de expresión en Panamá
El Relator Especial para la Libertad de Expresión, Eduardo A. Bertoni, con ocasión de su visita a Panamá del 6 al 8 de julio, dio a conocer el Informe sobre la Situación de la Libertad de Expresión en Panamá, preparado por la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión y aprobado el 3 de julio por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El informe reúne los resultados de tres visitas del Relator a la República de Panamá (realizadas en los años 2000, 2001 y 2003) y presenta un análisis sobre algunas de las normas, leyes y prácticas que limitan el ejercicio pleno de la libertad de expresión en ese país, a la luz de las disposiciones y la jurisprudencia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
“Las que constituyen la preocupación principal del Relator Especial son las leyes de calumnias e injurias y desacato que han permitido que, en ocasiones, algunos individuos sean perseguidos, hostigados y/o encarcelados por expresar sus opiniones. El Relator Especial destaca que ninguna persona debe ser privada de libertad por el ejercicio de su derecho a la libertad de expresión con relación a funcionarios públicos”, dice el Informe.
En sus conclusiones, el Relator recomienda al gobierno de Panamá que concrete, lo antes posible, su compromiso de derogar todas las normas que consagran el desacato, figura penal que castiga las ofensas a los funcionarios públicos. Asimismo, aboga por una reforma a la legislación sobre calumnias e injurias por expresiones dirigidas a funcionarios públicos, personas públicas o particulares que se involucren voluntariamente en asuntos de interés público, y avanzar progresivamente hacia su despenalización.
También se solicita al Estado panameño que revise la reglamentación y la aplicación de la ley sobre acceso a la información en poder del Estado (Ley 6 del 22 de enero de 2002) y el Hábeas Data.
Una versión preliminar del Informe fue enviada al gobierno panameño, quien en su respuesta declaró su anuencia a abrir el debate sobre varios de los aspectos señalados en el documento.
El Relator concluye su Informe con el compromiso de continuar observando e informando sobre el estado de la libertad de expresión en Panamá y ofrece su colaboración para la adopción de mecanismos que garanticen el pleno ejercicio de ese derecho, la promoción y la difusión.
Relatoría Especial para la Libertad de
Expresión
8 de julio de 2003
Washington, D.C.