COMUNICADO DE PRENSA
Nº 180/07
RELATORÍA ESPECIAL PARA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN DEPLORA ASESINATO DE PERIODISTA EN HONDURAS Y SOLICITA INVESTIGAR EL CASO
Washington, D.C., 22 de octubre de 2007 – La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos deplora el asesinato de Carlos Salgado, periodista y humorista hondureño de la Radio Cadena Voces (RCV). La Relatoría Especial insta a las autoridades de Honduras a investigar este crimen de manera rápida y eficaz para que se determine si el asesinato estuvo vinculado con el ejercicio de la actividad periodística, y para que los responsables sean debidamente sancionados.
Salgado salía de la radio cuando cuatro desconocidos le dispararon con armas automáticas el 18 de octubre en la tarde en Tegucigalpa, según información publicada por los medios de comunicación hondureños y por organizaciones no gubernamentales. Los asesinos se fugaron en una camioneta y el periodista murió horas más tarde en un hospital. Salgado conducía un programa radial llamado "Frijol el Terrible" que era crítico con la clase política utilizando un tono satírico. Sus compañeros de trabajo señalaron que no había recibido amenazas. Hace unas semanas, periodistas de RCV dijeron estar recibiendo intimidaciones y amenazas por su labor periodística.
El Relator Especial para la Libertad de Expresión, Ignacio J. Álvarez, expresó su preocupación por este lamentable hecho. "Exhortamos a las autoridades de Honduras a actuar con la mayor diligencia posible para investigar lo sucedido y para juzgar a los responsables", afirmó Álvarez. Añadió que "es especialmente importante que en los delitos contra periodistas se investigue no sólo a los autores materiales, sino también a los autores intelectuales y a las demás personas cuya colaboración y tolerancia hicieron posible la comisión de tales delitos".
La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión recuerda que, conforme a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, los Estados tienen el deber de prevenir, investigar y sancionar toda violación de los derechos allí reconocidos. El Principio 9 de la Declaración de Principios sobre la Libertad de Expresión de la CIDH señala que "el asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión".